02
Crossover
–Bro por favor, quédatelo tú– pide Kirishima con un pucherito y los ojos aguados, desesperado por la colaboración de su mejor amigo Kaminari.
–Kiribro, no sé.. No creo que a Shinso le parezca bien– contesta recogiendo los vasos del fregadero– Sabes que es más de gatos que de perros.
–Pero Denki, si tú no te lo quedas tendré que llevarlo a un refugio– lloriquea el pelirrojo persiguiéndolo por la cocina con el lindo animalito en brazos, tratando de convencerlo de cuidarlo.
–¿Por qué no te lo quedas tú?– pregunta girándose para quedar frente a frente con su mejor amigo y el perrito que lo mira con ojos adorables.
–Es que Katsuki no me deja tenerlo, dice que con Chispa, Calcetín, Rex, Riot y Might ya tenemos muchas mascotas– contesta Eijirō esbozando una pequeña sonrisa tierna que está al borde de convencerlo– Además, a ti te gustan mucho los animales. Mira que patitas y colita más lindas..
Fija su atención en el pequeño animal que comienza a mover ligeramente las patas en el aire. Es tan tierno que quiere llorar, quiere quedárselo sin ninguna duda y cuidarlo durante toda su vida pero está seguro de que a su novio no le haría tanta gracia tener a esa "rata peluda" correteando por la casa.
–Ummm.. bueno, está bien– termina por ceder extendiendo sus brazos hacia su pelirrojo amigo– Trae a esa cosita tan linda.
–¿Cómo lo vas a llamar?– pregunta Kirishima dándole al animalito para que lo coja en brazos.
El negro perrito parece emocionado una vez los brazos de Kaminari lo envuelven pues comienza a mover la colita con emoción y a sacar la lengua en un tierno gesto que alegra ambos corazones.
–Se va a llamar Sero– sentencia abrazando con amor al animal que lo mira un poco extrañado, casi como si pudiera entenderlo y no le gustara el nombre– ¿No te gusta el nombre bebé? ¿Queres otro? ¿El bebesito quere otro nombrecito?
–Bro.. das miedo– mitad bromea mitad se sincera Kirishima mirando con ternurita al animal– No entiendes a papi Denki, ¿verdad? ¿A que es un tontito por hablarte como un bebé? Eh cosita linda, que eres una cosita hermosa y preciosa.
El perrito ladra con suavidad casi como si le hiciera gracia la situación entre esos dos. Lame la mano de Kaminari unas cuantas veces sacándole una fuerte carcajada que lo impulsa a seguir haciéndolo durante un rato más.
–Parece que le gustas, bro- comenta Eijirō acariciando la cabecita del tierno animal con cariño– No le des muchos problemas a papi Denki eh.
–No me los dará, fijo que es un perrito muy bueno– contesta con un tono aniñado típico para hablar con los bebés– Sero es muy bueno, ¿verdad? Sero es el mejor perrito.
–Bro, no te pases. Soy padre de tres perros, no puedo tolerar esto– bromea el pelirrojo yendo hacia la puerta de entrada del hogar compartido por Kaminari y por Shinso– Bueno Kami, yo me marcho a hacer la compra que hoy me toca y no quiero que Katsuki se enfade conmigo. Si necesitas algo llámame, tengo experiencia como padre.
–Ve con cuidado Ei– se despide dejando al perrito al fin en el suelo, el cual comienza a corretear por toda la casa a gran velocidad– Sero, ni se te ocurra romper nada.
Ve a Kirishima levantar la mano en señal de despedida y marcharse rápidamente dirección al supermercado. Ahora el perro y él están solos, ambos en esa gran casa que desde hace un año se le hace tan asfixiantemente solitaria. Sí, Shinso y él tienen problemas desde hace tiempo pero no se siente capaz de romper con él aún. Necesita tiempo, necesita ayuda, necesita fuerza para poder decirle "Shinso, ya no me siento bien contigo. Quiero terminar". A lo mejor simplemente necesita a alguien que le haga dar ese paso con convicción, pero le aterra pedir ayuda pues sabe que si lo hace no habrá vuelta atrás y la ruptura será definitiva.
Escucha un fuerte estruendo proveniente de la habitación de matrimonio por lo que sale corriendo hacia esta. Enciende la luz con una rapidez sorprendente, encontrando todo lo de la mesilla de noche esparcido por el suelo. Su rostro se descompone, ni siquiera había escuchado al animalito correr hasta allí por lo que no pudo detenerlo antes de que el desastre se provocara.
–¡Sero! ¿Qué has hecho?– pregunta sorprendido mientras recoge todos los papeles de Shinso del suelo– Perrito malo, eso no se hace.
El animal lo mira con la cabeza ladeada y una orejita doblada hacia delante. Parece decir con la mirada que él no es el culpable, aunque ambos saben que sí lo es.
–Ven aquí– llama al animalito agitando su mano, a lo que este corre hasta su lado con carita inocente.
Rebusca en uno de los cajones de la mesilla de noche, tratando de encontrar un collar con un cascabel que está seguro que guardó ahí —iba a ser un regalo para Rex pensando que Kirishima adoptaría un Yorkshire y no un San Bernardo como terminó haciendo—. Al fin encuentra el collar negro con un cascabel plateado.
–Voy a ponerte esto, ¿vale peque?– habla con el animalito mientras ajusta el collar al delgado cuello del animal– Ahora te escucharé vayas a donde vayas, así que no destroces más cosas o me enteraré.
Escucha el ruido de las llaves al abrir la puerta, dejando claro que Shinso al fin ha llegado a casa. Termina de ordenar todo para salir de la habitación con el animalito detrás de él. Escucha el tintineo del cascabel a cada paso que da, casi como si fuera una banda sonora que lo acompaña al momento de la verdad.
–¡Bienvenido amor!– grita con falsa ilusión hacia su novio, un ligero gruñido sale de la boca del perrito tras él.
–¿Qué es eso?– pregunta Shinso señalando al negro animal, el cual le enseña los dientes y vuelve a gruñir.
–Es un perrito, se llama Sero. Lo trajo Kiri porque lo encontró en la calle y no podía quedárselo– cuenta acariciando la cabecita de Sero con amor.
–¿Y lo aceptaste sin preguntarme?
–Perdón amor, pero no podía dejarlo en la calle..
Y así una nueva discusión vuelve a comenzar entre la pareja, como cada día desde hace un maldito año en el que no puede salir de esa relación.
⚡⚡⚡
Las bolsas de la compra realmente le pesan pues ha tenido que ir al supermercado solo, otra vez. No es que la comida de perro sea especialmente liviana, más bien pesa como si estuviera llevando a su mejor amigo en brazos. Trata de introducir la llave de su casa en la cerradura, jamás le había parecido tan difícil abrir una puerta como en ese momento. Tiene suerte de que hoy Shinso no venga a cenar pues seguramente comenzarían una nueva discusión por qué se le olvidó comprar el ramen instantáneo que tanto le gusta.
Al fin consigue entrar en su casa, lanzando directamente las bolsas al suelo para poder relajar los músculos de sus brazos de una vez. Nota que una luz se cuela desde el salón, parece la proyectada por su televisión y se asusta pues está seguro de que la dejó apagada.
–¿Hola? ¿Hay alguien?– pregunta inocentemente, como si el posible ladrón fuera a contestarle con un "Buenas tardes, aquí estoy".
Camina con sigilo los diez pasos que lo separan de la entrada al salón. No quiere hacer ruido —aún cuando ya ha preguntado en voz alta si hay alguien en casa como si fuera un idiota— para no ser detectado por la persona que allí se encuentra. Se asoma por la entrada curioso, su vista topando con un cuerpo sentado frente a la televisión cenando tranquilamente.
–¿Pero qué?– pregunta haciendo que el chico se gire.
Frente a él, un joven de cabello negro con una hermosa sonrisa triangular lo mira fijamente. Parece una batalla de miradas en la que el perdedor podría morir, lo cual pone aún más nervioso a Kaminari.
–¡Ja, perdiste!– grita una vez que el azabache pestañea.
–¿Qué?– pregunta el chico confundido.
–¿Quién eres? ¿Qué haces en mi casa?– cuestiona asustado al recordar que ese extraño está en su hogar.
Con sigilo agarra un jarrón colocado en la mesa cercana a la puerta, bendita madre de Shinso y su extraño estilo para decorar casas.
–¿Y dónde está Sero?– vuelve a preguntar asustado mirando en todas direcciones sin poder encontrar al animal.
Un aura azul comienza a envolver a ambos chicos y una cadena se forma entre el cuello del pelinegro y la muñeca del rubio. No entiende que está pasando, no sabe que son esas luces ni por qué están apareciendo de la nada.
–Genial..– susurra el pelinegro una vez que la luz se ha detenido.
–¡¿Qué ha sido eso?!
–Ugh.. soy Sero, idiota– dice en tono burlón el chico respondiendo a la maldita pregunta que los ha llevado a esa situación, el cual ya no es el lindo perrito de antes– Eso que acabas de ver es un contrato temporal.
–¿Contrato temporal? ¿De qué?– no puede creer lo que el supuesto Sero le está contando, no ha firmado ningún contrato y desde luego en su mundo los contratos no se hacen mágicamente.
–Soy un Servamp o un sirviente vampiro, como prefieras decirlo– aclara el chico al ver la cara de confusión del contrario
–No te creo– contesta desconfiado, obviamente no iba a creer que su perrito se ha convertido en en un vampiro.
El chico no dice nada, simplemente se acerca a la ventana y abre la cortina. Cuando los rayos de luz impactan contra su cuerpo un extraño humo se forma asustando a Kaminari. No puede creerlo, frente a él está de nuevo ese lindo perrito que Kirishima le trajo el día anterior.
–¿Cómo es posible..?– pregunta con la boca abierta sin creer lo que ven sus ojos, pero siendo imposible negarlo cuando el perrito vuelve a transformarse en ese sexy chico una vez se aleja de la luz solar.
–Te lo he dicho, soy un Servamp. Me diste un objeto y me llamaste por mi nombre, así que ahora seré tu sirviente temporal.
Kaminari levanta una ceja sin entender demasiado bien ese "temporal". ¿Acaso hay uno definitivo? ¿Y por qué ese atractivo chico le está diciendo que será su sirviente?
–Si bebo tu sangre el contrato será definitivo, no podrás echarte atrás– explica Sero rascándose con suavidad el cuello.
–¿Serías entonces mi sirviente vampiro para siempre?– el tono curioso siendo obvio, realmente le interesa.
–Básicamente sí, aunque es algo que hay que pensar bien y..
–Muérdeme– interrumpe enseñando una porción de su cuello, no sabe bien por qué pero quiere que queden unidos por ese peculiar lazo.
Es solo un instinto, un deseo egoísta que sabe que afectará completamente a su vida pero en ese momento no podría importarle menos. La idea de tener a ese hermoso pelinegro, del cual sabe de él entre poco y nada, suena extrañamente tentadora en su mente. ¿Es que cómo le explicas a tu novio que le has pedido a un sexy vampiro, el cual anteriormente era tu perrito, que se beba tu sangre para que sea tu sirviente? Sinceramente suena raro pero ahora mismo Shinso no puede importarle menos. Su mente solo está concentrada en Sero y en esos colmillos que, espera, próximamente estarán clavándose en la zona expuesta.
Sero lo mira sorprendido, sin esperar en absoluto una respuesta así por parte del rubio de la mecha. A una velocidad sobrehumana —obviamente, ya que se trata de un vampiro— clava sus afilados colmillos en ese pálido cuello que tanto lo atrae desde ayer. Un suave gemido se escapa de los labios del rubio y, al separarse Sero, el contrato finalmente se cierra entre ellos.
–Ahora eres mi amo..– susurra el pelinegro en la oreja del rubio, provocándole un escalofrío que recorre todo su cuerpo cuando la lengua de este bordea toda la porción de piel– Y por cierto, me molesta un poco ese novio tuyo.
Es que la cercanía de ese chico se siente extrañamente agradable, y es que por algún motivo siente que podría dejar a Shinso sin ninguna duda si a cambio obtiene más tiempo junto a ese hermoso vampiro. No tiene ni idea de que implica ese contrato entre ellos ni a lo que se tendrá que enfrentar por culpa de haberlo hecho definitivo, pero está deseando descubrirlo junto a ese chico que en un solo día ha conseguido acelerar más su corazón que Shinso en el último año.
Al final aceptar al perrito no fue tan mala idea..
⚡⚡⚡
☘️2092 palabras.
☘️Para el Crossover elegí el anime Servamp, que si no lo habéis visto lo recomiendo un montón ❤️ En realidad solo cogí la idea de los vampiros y del contrato porque sino era imposible ponerlo todo en un One-shot. Espero que por lo menos os haya entretenido leerlo✨ En España ya es Martes así que yo subo ya el día 02 JAJAJA ❤️
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