Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

12; frente

Una semana después del accidente en la cancha de fútbol, Taehyun dejó las muletas, puesto a que su tobillo había mejorado. Aún no podía volver a hacer deportes, al menos no los que requerían de un intenso trabajo de piernas, pero poco a poco se reincorporaría.

Eso significaba que, por fin, Beomgyu dejaría de estar tan al tanto de su salud. A lo largo de toda la semana, no se había querido separar de su novio, acompañándolo desde que llegaba al colegio hasta que debía despedirse de él cuando lo recogía su mamá. Era muy atento, lo que le daba luces sobre su vocación en el campo de la enfermería.

Para Soobin, esa semana había sido poco interesante, pero bastante fatigosa. Además del ya conocido dolor de pecho con el que cargaba constantemente, ahora su cabeza se había sumado a la lista de partes del cuerpo que le pesaban. Los celos que guardaba en su interior se habían transformado en una incómoda migraña que le impedía concentrarse adecuadamente en clase.

Taehyun ya lo había perdonado por el accidente, y casi la totalidad de sus compañeros ya habían pasado la página sobre el mismo, pero Beomgyu parecía seguir un poco resentido. Soobin sospechaba que se debía a que creía que lo hizo adrede, pero no había tenido la oportunidad de hablar con él en privado para aclararlo.

Esperaba lograrlo esa mañana, cuando se acercó a su carpeta para conversar. Justamente, Taehyun había ido a la biblioteca para devolver un libro, así que pudo tomar asiento a su lado.

— hey. —saludó, tímidamente— ¿podemos hablar?

— supongo. —suspiró Beomgyu, apoyándose de un codo sobre la mesa para inclinarse en su dirección— ¿qué pasa?

— es que... perdón por lo que hice, te juro que no fue a propósito.

— ya sé. —contestó, a diferencia de lo que esperaba Soobin— perdóname a mí, por actuar más frío contigo, es que... es que Taehyun me importa mucho, y verlo incapaz de hacer lo que le gusta es... sí entiendes, ¿no?

Lamentablemente, su respuesta era sí. Sólo asintió, más tranquilo por saber que no lo odiaba, pero inquieto por la indeseada posibilidad de escucharlo profesar su amor hacia su novio.

— gracias. —la sonrisa de Beomgyu se iluminó, contagiando automáticamente a Soobin— ¿quieres almorzar conmigo hoy?

— oh, ¿y Taehyun? —sospechó el mayor, sorprendido por la propuesta.

— creo que ya se hartó de mí. —rió, en un irónico lamento— bueno, no, es que he estado muy pesado esta semana, también quiere pasar tiempo con sus amigos, y pues... debo dejarle.

Por supuesto que sería su segunda opción. Aún así, no le importaba, con tal de retomar su amistad y eliminar esas tontas tensiones que creaban entre ambos de una buena vez, estaba más que dispuesto a ser el actor sustituto para su drama.

— claro, nos vemos en el almuerzo entonces.

͙ kiss me, heal me 】 *ೃ༄

El conocido dilema entre el ángel y el demonio de Soobin lo acompañó durante toda la mañana. Ya de por sí le prestaba poca atención a las clases, pero ese día estuvo completamente dentro de su cabeza, seriamente considerando la agresiva opción de hacerse un gajo en los labios sólo para tener una excusa para besar a Beomgyu de nuevo.

No lo hizo, por supuesto. Se encontró con él a la hora del almuerzo, con los labios intactos y el corazón herido, como lo había estado esos últimos meses.

Escogieron comer en una mesa por la esquina de la cafetería, con la vista frente a un bajo un árbol de cerezo que seguro pronto florecería. El barullo de la agitada cafetería se llenaba de ruido de fondo con las discusiones de otros estudiantes, permitiéndoles conversar sin llamar la atención.

— ¿cómo has estado últimamente? —le preguntó Beomgyu, mientras bebía de su juguito— ¿nada raro?

En ese momento, Soobin no identificó la particular intención de esa pregunta. Habían pasado muchas cosas raras, claro que sí, como las recurrentes pesadillas en las que su amigo era uno de los protagonistas, el dolor omnipresente de su pecho y los ocasionales parpadeos de luz que tenía a una versión foránea de sí mismo, pero no quería contarle eso a Beomgyu. No quería centrar su día en los negativos.

— no mucho, estuve jugando y leyendo, lo de siempre.

— me imaginaba. —el menor le sonrió, o bueno, probablemente sonrió sólo por lo que estaba por decir— yo por fin conocí la casa de Taehyun, porque lo acompañé después del colegio ese día en el que se accidentó.

"No te pregunté", le quería responder Soobin, pero sólo asintió, simulando interés inexistente.

Realmente lo hubiese dicho si es que hubiese sabido que era sólo el inicio de una oda al amor.

— ah, Taehyun es tan lindo... creo que es la única persona en el mundo que me escucha con atención, realmente le interesa todo lo que tengo por decir, aunque sean estupideces mías.

No. Yo también te escucho y me interesa lo que dices, excepto esto.

— el tiempo a su lado se pasa volando, hagamos lo que hagamos.

También conmigo.

— sé que ha pasado poco tiempo desde que estamos juntos, pero con él me siento muy cómodo y siento que podemos ser sólo nosotros.

También conmigo, ¿cierto?

— y bueno, ah, esto es algo vergonzoso, pero, cada vez que nos besamos me da cosquillitas, se siente bien.

Conmigo...

¿Conmigo no sentiste eso?

Un repentino silencio verbal cayó sobre ambos, ocupado sólo por los chirridos de sus alrededores.

La mente de Soobin había retornado a esa tarde en la habitación de Beomgyu, cuando ellos fueron quienes intercambiaron besos cosquillosos. Había sido una experiencia agradable, al menos para él, pese a la timidez de por medio y el final en el que decidieron fingir como si nada hubiese pasado.

Por supuesto que sabía que, ahora que era su novio, Beomgyu lo hacía con Taehyun, incluso si nunca los había visto besarse directamente. Lo sabía, y aún así, escucharlo de sus propios labios se sintió como una bala directa a su corazón.

— desde hace unos días me duele mucho la cabeza. —contó Soobin, cambiando de tema antes de que vuelvan al tema de su noviazgo— creo que es migraña, no sé, pero no puedo concentrarme en clases.

La noticia colocó un breve ceño fruncido en el rostro de Beomgyu, antes de que negase con la cabeza, dejando su almuerzo a un lado para acercarse a Soobin.

— ¿por qué no me lo dijiste antes? —cuestionó, inclinándose a su lado para tomar su rostro entre sus manos— te hubiese ayudado...

— creí que estabas molesto conmigo, porque no me hablabas.

Por unos segundos, la expresión de Beomgyu cambió a una que aparentaba pena, o al menos es lo que Soobin quería creer. Soltó su rostro y apartó la mirada, comenzando a jugar con sus manos, retrasando lo que podría haber sido una pronta cura para su migraña.

— en tu mensaje por mi cumpleaños... dijiste que querías confesarme algo. —cambió un poco la dirección de su conversación, para empujar a Soobin a tomar la palabra— nunca me lo dijiste...

Ahora, las mejillas del mayor se sonrojaron, por lo que tuvo que apartar la mirada también. ¿Qué se supone que debía hacer? ¿Decirle que le gustaba, sabiendo que tenía novio?

— ¿ah sí? —rió, rascándose la nuca— no me acuerdo, seguro quería decirte algo gracioso, no sé.

— oh. —Beomgyu rió también, en un extraño punto medio entre el alivio y la decepción— ¿me lo cuentas después de que te cure la migraña?

Soobin no anticipaba que realmente aceptaría, así que su cuerpo sintió un escalofrío. Había pasado mucho tiempo desde que sentía los labios de Beomgyu sobre su piel, y aunque intentara cambiar las cosas, lo había extrañado. Asintió rápidamente, inclinándose en la dirección contraria.

Así, Beomgyu volvió a acunar su rostro entre sus manos y lo empujó gentilmente hacia abajo, de modo que sus labios quedaran directamente sobre su frente. Abultó los labios en un piquito, dejándole un casto beso justo entre las cejas. De arranque, le sacó una sonrisa a Soobin, incluso si intentaba esconderla, porque le resultó increíblemente tierno.

Pese a lo breve que fue, había pasado mucho tiempo desde que lograba hacerlo sentir así.

— ¿ya te sientes mejor? —indagó el menor, apretando las suaves mejillas contrarias al volver a inclinar su rostro hacia arriba, sus ojitos grandes llenos de curiosidad.

Soobin asintió como respuesta, llevándose una mano a la frente como para sellar aquel inocente besito. Le quería decir que lo haga una vez más, sólo por si acaso, pero su sonrisa desapareció cuando escuchó un carraspeo.

Cierto, estaban dentro de la cafetería, donde cualquiera podía verlos.

— ¿interrumpo algo?

La voz de Taehyun no solía funcionar como vehículo para sus emociones, pero esta fue una excepción. Tuvo una inflexión más aguda hacia el final, no en un cántico dulce, sino en una barrera defensiva. Al menos a Soobin le quedaba bastante claro que estaba fastidiado.

Al voltear y notar a su novio de brazos cruzados, el pánico fue perceptible en el rostro de Beomgyu, quien inmediatamente soltó a Soobin.

— no es lo que parece. —aclaró, inevitablemente ansioso al acercarse al recién llegado— ya sabes lo que hay entre nosotros...

Soobin y Taehyun cruzaron miradas en un momento sumamente tenso. Para Soobin, lo que corría por su cuerpo era una ligera sensación culposa, contrarrestada por el descollante bienestar de haber sido curado. Para Taehyun, en cambio, se trataba de una dudosa inseguridad frente a la relación 'amical' entre esos dos.

— ¿qué tenias? —desafió, alzando las cejas al fijarse en su frente— ¿te curaste?

— migrañas, desde hace unos días. —explicó, esforzándose por mantener los labios en una línea recta y no caer en una sonrisa— sí, ya estoy mejor.

Taehyun no parecía convencido, en absoluto.

— no lo sé, parece sospechoso que mi novio tenga que besarte para que se te cure la supuesta "migraña". —argumentó, básicamente acusándolo de fingir— ¿no podías tomar pastillas como el resto de nosotros?

— bebé, no lo besé, sólo-

— ¿qué verbo usarías para describir lo que acaba de pasar, entonces?

Para ese punto, las curiosas miradas de algunos compañeros se habían fijado en el trío, que ofrecía el mayor entretenimiento de esas horas de almuerzo, a expensas de sus protagonistas.

— es magia, no se puede explicar lógicamente. —defendió Soobin, alzando la voz por fin— sé que parece raro, pero es su poder.

— ¿y por algún motivo sólo puede hacerlo contigo? —cuestionó Taehyun, ahora en un tono que evidenciaba que estaba dolido, no molesto.

Al notar los sentimientos heridos de su novio, Beomgyu optó por tomarlo en un abrazo, envolviendo su cintura con las manos para darle confort. Taehyun emitió un suave suspiro antes de ceder y sostenerlo de vuelta, deslizando las manos por su espalda para mantenerlo cerca, lo que había devuelto la tranquilidad a su expresión.

Incómodo, Soobin se sentía como un mal tercio en esa situación, y lo único que pudo hacer fue bajar la mirada hacia su almuerzo, el cual ahora lucía tan... soso.

— la conexión que tengo con Soobin es diferente, lo he podido sanar desde que lo conocí. —le aseguró Beomgyu a su pareja, a un volumen suficiente como para que el aludido lo escuche— no sé por qué, pero eso significa que nunca vamos a dejar de ser amigos.

La palabra "amigos" no debería doler tanto como lo hacía.

— tú eres mi novio, te quiero de forma especial, y aunque no tenga la misma magia, espero ser capaz de ayudarte a sanar de otra forma...

Tras una breve pausa, Taehyun cesó el contacto con Beomgyu, salvo por sus manos, las cuales mantenía entrelazadas.

— creo que me acostumbré a estar contigo todo el tiempo y ahora se siente raro que le beses la frente a Soo. —soltó una suave risa, dirigiéndose ahora al mayor— perdón por dudar de si esto en serio funciona para ti, pero... no sé, aún es raro.

— si quieres, no lo haré de nuevo. —prometió Beomgyu, efectivamente quebrando el corazón de Soobin.

— bueno, tampoco quiero que sufra de dolor...

Ahora, la cabeza de Soobin volvía a doler. Al parecer, la migraña no había sido efectivamente curada. Quizás Taehyun tenía razón, era raro, quizás sólo había sido parte de su imaginación todo este tiempo, sus heridas no habían sido parte de la realidad física y lo que necesitaba no era un doctor mágico, sino un psiquiatra.

Ojalá que el cariño que le tenía a Beomgyu fuese sólo imaginario, también.

— está bien, sólo... —suspiró, esforzándose por mostrar una sonrisa— sólo lo pediré si es una emergencia y la medicina no funciona.

Esa conclusión pareció dejar a la pareja aliviada, ya que ambos asintieron en unísono, antes de que Beomgyu retome su asiento y Taehyun se auto-invite al sentarse a su lado.

Porque, claro, se supone que los tres eran amigos y podían almorzar juntos sin problemas.

Akdjsk perdón por no actualizar hace tiempo 😭💔 La universidad me mantiene ocupada y me quedé sin capítulos pre-escritos, perdón, haré lo mejor que pueda para llegar pronto a la parte más bonita, lo juro.

Si sigues aquí aunque te he fallado, gracias por leer <3

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro