09; tobillos
En la pista de patinaje sobre hielo, la realidad superó la ficción para Soobin.
En un inicio, llegó con bajas expectativas, imaginándose un fracaso total en el que terminaría cayendo al suelo en múltiples ocasiones, Beomgyu se reiría de él antes de estrechar su mano para ayudarlo a levantarse, y posiblemente luego tenga que curar unos cuantos moretones en sus piernas.
Después de superar el temor que las afiladas navajas de los patines le propinaron y pedir ayuda para que lo acompañen desde los cambiadores hasta la pista, sin embargo, sus expectativas aumentaron exponencialmente.
Sólo se mantuvo sujeto de la baranda que cubría el perímetro de la pista por los primeros minutos. Después, poseído por un impulso de motivación que no sabría explicar, se soltó, para deslizarse hacia el centro de la pista, incluso antes que Yena y Youngjae.
Primero probó con patinaje cauteloso. Luego, más rápido. Después, intentó ciertos trucos. Todo ello sin una sola caída.
Al parecer, había encontrado su deporte ideal.
Por desgracia, Beomgyu no compartía el mismo don. Mientras Soobin ya podía patinar de reverso y sobre un solo pie, el menor aún no tomaba la decisión de alejarse del borde de la pista, sujetándose de la baranda exterior como si su vida dependiera de ello.
— oye, miedoso. —se le acercó Soobin en un limpio desliz, divertido— ¿no me vas a acompañar?
Beomgyu sólo negó con la cabeza, sin siquiera dirigirle la mirada a su amigo. Más que asustado, parecía bajo estrés.
— ¿viniste para dar vueltas a la pista y ya? vamos, toma mi mano, yo te sostendré para que no te caigas, no te preocu-
— me estoy divirtiendo así, descuida. —interrumpió, con una breve y forzada sonrisa— seguro que Yena y tu hermano sí quieren patinar contigo, te los regalo.
Poco convencido, Soobin decidió insistir una vez más.
— ¿seguro?
— sí, seguro. —afirmó Beomgyu, cortando con la conversación al seguir avanzando, con lentitud, sujeto de la baranda de seguridad.
Aunque Soobin dejó de insistir, no dejó de estar al pendiente de Beomgyu. Quizás no podría disfrutar tanto de esa salida como creyó.
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La hora hubiese pasado con más rapidez para Soobin si es que no hubiese tenido a Beomgyu constantemente en la cabeza. Se preocupaba por él, al voltear en su dirección de vez en cuando, pero siempre terminaba encontrándolo igual: con la mirada en el suelo, usando los patines para caminar con lentitud, dando vueltas y vueltas a la pista en el mismo sentido de las manecillas del reloj.
Algo andaba mal, eso era por seguro, pero no lograba identificar precisamente qué. Cuando le preguntó a Yena, le contó que había estado así durante toda esa última semana, aunque ese día en particular había empeorado.
Incluso hacia el final de su turno en la pista, Beomgyu les indicó a Soobin y Youngjae que vayan avanzando hacia el cambiador, que él terminaría la vuelta y se uniría. Así, los hermanos caminaron con cuidado hacia el lugar indicado para retirarse los patines.
— ¿así de antisocial es tu amigo? —preguntó el mayor, con genuina curiosidad, pero también con un mínimo matiz juicioso sobre su comportamiento.
— no, y se diría asocial, en todo caso. —corrigió Soobin, ante uno de los errores más irritantemente comunes en la terminología de la psicología popular— le voy a preguntar qué pasa... obviamente no está bien.
— claro, entiendo, ojalá esté bien.
Youngjae se quitó los patines con dexteridad, antes de estirar sus piernas hacia el frente, como modo de relajación. Debía ir en busca de sus zapatillas en recepción, donde devolvería el par de patines.
— ¿te dejo para que puedan hablar a solas?
Soobin asintió, de acuerdo con la propuesta, para así despedirse de su hermano y comenzar a desajustar los pasadores de sus propios patines. Apenas el otro par de chicos que estaban allí salieron, quedó completamente solo en el cambiador.
Para el momento en el que Beomgyu llegó a sentarse al frente suyo, Soobin ya se había despojado de ambos patines, los cuales ahora sostenía a su derecha. No creyó que tardaría tanto. Para aligerar el ambiente, optó por fastidiarlo un poquito.
— estuviste como venadito asustado toda la hora...
— es que no me podía concentrar bien. —se excusó en un gruñido bajo, mientras desajustaba los pasadores del patín izquierdo.
— picón. admite que soy mejor que tú en un deporte, ¿ya?
Sin emitir respuesta alguna, Beomgyu sólo terminó de desajustar los pasadores del patín, antes de jalar la base del mismo para retirarlo, pasando de inmediato al derecho. No se le notaba precisamente molesto, carecería de sentido, pero sí era evidente que no estaba completamente presente, no lo había estado desde la mañana. Soobin quería saber lo que pasaba por su cabeza.
— ¿estás bien, Gyu?
— claro que sí. —sonrió, junto a una risilla nerviosa— ¿por qué no lo estaría?
Cuando logró jalar su piecito fuera del segundo patín, con inmensa fuerza pero sin malas intenciones, también golpeó el tobillo contrario, directamente con la afilada navaja inferior del patín. Sus ojos demostraron el miedo inmediato al notar el grueso rasguño que le dejó a las medias de Soobin, y peor aún, la ansiedad creciente al percatarse de que comenzaban a pintarse de rojo y que su amigo hacía todo lo posible por no estallar en un llanto de dolor.
— mier... dios, no, perdón, perdón...
En un apuro, Beomgyu arrojó el patín a un lado antes de sentarse de piernas cruzadas sobre el piso, casi debajo de Soobin. Sin tardar más, sostuvo el pie afectado, para acercar su boquita directamente a la herida, sin asquearse en absoluto por el contacto con la sangre fresca que empapaba la arruinada media de conejitos que portaba.
Soobin quería agradecerle, pero no podía hablar, porque si dejaba de apretar los labios, gritaría. Eran demasiados sentimientos en muy poco tiempo, en un gradiente del punzante dolor al extraño placer.
Desde aquel día en el que compartieron su primer beso en los labios, Beomgyu no había vuelto al rol del doctor mágico de Soobin, y Soobin había extrañado sobremanera a su doctor mágico. Sonaba mal decirlo, pero en serio le gustaba accidentarse, porque cuando algún tipo de herida decoraba su cuerpo, era efímera, viéndose reemplazada por el cálido cariño que Beomgyu podía brindarle como alivio.
En ese momento, casi un mes sin experimentar esa sensación, picó su nivel de endorfina a la máxima potencia.
¿Así comenzaba a desarrollarse la podofilia?
— lo siento mucho. —Beomgyu repitió sus disculpas apenas la sangre cesó— estoy muy distraído, no quise hacerte daño.
Sus lindos ojitos arrepentidos brillaban desde ese ángulo, y Soobin dudaba de su nivel de control cada vez más. Beomgyu no ayudaba al acariciar los dedos de su pie afectado, y mucho menos al regresar a la zona en la que había estado el gajo para dejarle un par de besitos más.
— perdóname, en serio...
— yo sé, yo sé, no te preocupes. —Soobin soltó una risilla nerviosa con la que pretendía disimular los inadecuados pensamientos que cruzaron su cabeza por unos segundos— tú siempre me curas, jamás podrías hacerme daño.
Visiblemente aliviado, Beomgyu le sonrió, antes de levantarse por fin. Tomó asiento a su lado y lo sostuvo en un abrazo al rodear su cintura, apretando con sustancial fuerza. Gracias a la cercanía, Soobin pudo sentir lo rápido que palpitaba su corazón, en una maratón donde dejaba al propio en segundo lugar.
— me asusté mucho. —contó, comenzando a calmarse— tengo suerte de poder curarte.
— no, yo tengo suerte de que puedas curarme. —argumentó el mayor, con la verdad de su propio corazón— descuida, no pasa nada, sólo me debes un par de medias nuevas.
Al igual que había iniciado el abrazo, Beomgyu lo cortó, para estrechar la mano de Soobin con la propia, como promesa de que cumpliría su pedido de medias. Claro, creía que era lo mínimo que podía hacer.
— bueno, devolvamos estas armas de una vez.
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Youngjae y Yena querían ir al centro comercial cercano, perfecto para los menores. Mientras ellos compartían un almuerzo, Beomgyu podía comprarle un par de medias nuevas a Soobin discretamente, sin contarle a los mayores sobre el porqué.
Y, con un poquito de suerte, luego podrían tener una suerte de almuerzo romántico.
— ah, gracias, pero dije que sólo unas, no tenías que comprar tres pares... —musitó Soobin, avergonzado, apenas Beomgyu le entregó la bolsa con sus nuevas prendas.
— no encontré unidades. —explicó, lógicamente— además, mientras más, mejor.
Soobin rodó los ojos, en un esfuerzo por pretender que la compensación no le agradaba, que seguía siendo un jovencito humilde. Pero, de inmediato, abrazó a su amigo, como muestra de agradecimiento.
Tomaron asiento en una mesa vacía del patio de comidas, lejos de sus hermanos mayores, quienes se encontraban en un restaurante más costoso. Habían ordenado pollo frito con papas, el cual llegó bastante rápido a su mesa. Gran cena romántica.
— hmm, el mejor pollo de todo el maldito país, ¿no crees? —opinó Beomgyu, a punto de probar su orden, hasta que Soobin sostuvo su muñeca.
Había una duda que permanecía irresuelta, con la que no podría vivir tranquilo.
— antes de que lo deje pasar... ¿por qué has estado tan distraído?
El ánimo de Beomgyu regresó al anterior, al de la mirada muerta y la ansiedad visible. Dejó su comida a un lado, para ocupar sus manos con la textura de la servilleta que tenía al frente mientras ordenaba lo que quería decir.
Fueron los dos minutos más largos de la vida de Soobin.
— es que... —por fin, Beomgyu se atrevió a hablar, pero era incapaz de establecer contacto visual— creo que me gusta alguien, pero no estoy seguro si será correspondido.
Las mejillas de Soobin automáticamente se colorearon de rosa, correspondiente a un acelerado corazón. Ese día, sentía que había estado viajando en una montaña rusa emocional aún más temerosa que de costumbre.
No pudo evitar que sus labios formen una ligera curva hacia arriba. Un pequeño bichito de emoción se acababa de instalar en su cabeza, y es que, por supuesto que correspondería sus sentimientos cuando se confiese. Era lo que había estado esperando por tanto tiempo.
O al menos eso creyó.
— ¿crees que Taehyun acepte salir conmigo?
La sonrisa de Soobin desapareció de inmediato.
— realmente me gusta mucho, desde el primer día que lo vi.
Jamás había sentido un dolor tan intenso en el pecho. Un incómodo peso se hundió sobre éste, despertando sus ganas de llorar, gritar o escapar.
— pero no sé, es un chico difícil de leer, no sé si sienta lo mismo...
Si le seguía hablando, estallaría en llanto. Tanto así, que dejó de escuchar las palabras del menor. Prefirió retirarse al interior de su propia mente, donde estaba seguro, donde no podría hacerle más daño. Allí adentro, sin estar presente en la realidad, podía esbozar una adecuada respuesta, como si la pregunta hubiese estado dirigida hacia él.
— claro que sí, Gyu, eres encantador.
El dolor en su voz fue apenas perceptible, porque Beomgyu sonrió, convencido de su sinceridad. Satisfecho con el apoyo, volteó y lo sostuvo entre sus brazos por segunda vez ese día, manteniendo el abrazo con la misma fuerza que antes.
Soobin sólo se sintió peor.
¿Por qué no podía decirle que no? ¿Qué tan difícil era arruinar sus ilusiones, al asegurarle que Taehyun jamás le haría caso, que no era su tipo, que lo detestaba?
¿Por qué no podía expresar verdaderamente cómo se sentía? ¿Qué tan difícil era contarle que le gustaba, explícitamente, que lo tenía loco y quería que sea solamente suyo?
Beomgyu acababa de abrir una llaga en una parte del cuerpo de Soobin que era incapaz de alcanzar con su magia, y, aún así, Soobin no podía pedirle ayuda.
No podía aguantar la idea de ver a Beomgyu con el corazón roto.
— gracias, muchas gracias por ser mi mejor amigo.
Lástima que el sentimiento no era recíproco.
Si a Soobin le hubiesen dicho que Beomgyu sí era capaz de hacerle daño, entonces le hubiese rezado a todos los dioses en los que no creía para que ese daño sea solamente físico.
Soy soogyuista y taegyuista así que me ven sufriendo mientras escribo :(
LES PROMETO QUE SÍ HAY FINAL FELIZ OKI, tampoco soy tan sádica jaja, sólo un poquito cruel en el camino, supongo.
PerooOo, sé que ya pregunté, pero pero, ¿normal si sigue con el tono tristín y oscurito? Porque ya escribí unos cuantos capítulos más, pero también puedo volver a lo soft en cualquier momento, si sería mejor no ser tan angsty idk. Avísenme porfa 🥺
Otra vez, gracias por leer <3
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