Especial de besos
Extra 2
Conteo de besos
Primer beso
Gia
—Quiero jugar —dije entusiasmada al mismo tiempo que tomaba un pocky de la bandeja.
—Pff —dijo León con expresión aburrida—. No podrías ganar en ese tipo de juegos.
Al escuchar sus palabras levanté una de mis cejas, era una de mis señales personales para dejar en claro que aceptaba un reto.
—A ver niño, juguemos —lo reté.
Él negó con la cabeza manteniendo una sonrisa confiada.
—Yo no hago esas cosas.
—Eres un gallina —dije provocándolo pero al esperar un par de segundos y no ver ningún movimiento de su parte empecé a voltear alrededor del restaurante para buscar a alguien que se viera con ganas de jugar—, supongo que alguien más querrá jugar conmigo.
Al instante sentí que sujetaban mi mano en donde tenía el Pocky y luego sentí un rostro cerca, volteé y le sonreí mientras él tomada el extremo del dulce entre sus labios, me acomodé y tomé el otro extremo con mis labios.
—Interesante —susurró Alissa pero honestamente no le presté mucha atención.
—Genial, a la cuenta de tres empiezan —dijo Adrián—. Una… dos… —guardó silencio—. ¡Tres!
Inmediatamente empecé a morder el pocky pero intentaba mantener un ritmo lento para no romper el palito de chocolate, conforme los milímetros desaparecían más y más nos acercábamos. León evitaba mirarme a los ojos, como si eso lo distrajera de su tarea de morder, yo en cambio mantenía mi vista en él. Iba a ganar.
Escuchaba los gritos de apoyo en tercer plano, podía escuchar con más claridad como los dientes de León mordían el pocky y como su respiración se aceleraba conforme más nos acercábamos.
Llegó el momento decisivo —aunque para mí no lo era— el pocky prácticamente se había acabado así que empecé a ladear mi rostro para poder tener mejor acceso a lo que quedaba del dulce, sentí a León alejarse así que antes de que me hiciera perder tomé el cuello de su camisa y comí el chocolate. ¡Había ganado!
Por un par de segundos mis labios estuvieron unidos a los de León, incluso sin darme cuenta hasta lamí su boca para terminar el chocolate. En ese momento no le tomé importancia a nada a excepción de que había ganado, pero apenas un par de minutos después me di cuenta que había besado a León.
Yo
lo
había
besado.
***
Del capítulo “El juego del beso”
Este me gustó mucho escribirlo, desde luego porque fue el primer beso no beso de estos dos :)
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Segundo beso.
Gia
Estaba acostada sobre mi espalda en el pasto, veía las nubes blancas con detenimiento como si nunca las hubiera visto hasta ese momento. Extrañamente el sol no me molestaba en los ojos.
Una nube grande y con apariencia esponjosa pasó cubriendo el sol por unos minutos, llamó mi atención.
Estiré mi mano como si pudiera alcanzarla y en ese momento vi que aparecía una pluma blanca de entre la nube, la pluma fue cayendo lentamente con un suave ondeo hasta que aterrizó en mi rostro y recorrió mi cara como si esa fuera su intención, pasó por mi frente, mis mejillas, mi nariz haciéndome cosquillas en ese lugar y finalmente se posó sobre mis labios, primero fue como un ligero roce pero segundos después la pluma parecía querer entrar a mi boca. Sentí un sabor dulce en mis labios y los lamí, de pronto la pluma había dejado de tener esa forma para convertirse en un algodón de azúcar blanco, ahora entendía por qué el sabor dulce.
Sonreí y me giré —aun acostada sobre el pasto— para abrazar a León.
***
Este fue un beso “secreto” aunque muchos de ustedes si se dieron cuenta ;). Esto sucede entre el capítulo 16 “Mucho para un día” y el capítulo 17 “Me gusta León” Gia está dormida y he ahí de su descripción tan rara sobre como sintió el beso de León xD
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Tercer beso
Gia
—Creo que nuestra ropa no se podrá lavar así —susurré cerca del oído de León cuando las luces de la lavandería se apagaron.
Él volteó a verme pero por la poca luz que entraba por las ventanas principales no pude distinguir bien su rostro. Sacudí mi cabeza.
—Iré a preguntar —dijo levantándome.
Caminé hasta el mostrador y hablé con la dueña que parecía tenerle miedo a la oscuridad. Suspiré y me giré para volver a caminar hasta León. Empecé a hablarle incluso antes de llegar con él.
—Dice que la luz se fue en toda la zona y ¡Aah! —grité y después caí al suelo haciendo mucho ruido.
—¡Gia! —habló León alterado y se acercó hasta a mí para ayudarme a levantar.
—Estoy bien —dije entre risas—. Auch.
Empezó a palpar mi cuerpo, seguramente para poder distinguirme en la oscuridad, su mano pasó por mi cabeza y continuó tocando mis hombros, de ahí empezó a recorrer su mano por mi cuerpo, de mis hombros bajó hasta tocar uno de mis pechos, mi estómago hasta llegar a mis piernas. No le dije nada aunque sabía que no era necesario que me hubiera tocado toda.
Me levantó en sus brazos.
—No seas exagerado, deja mis pies en el suelo —murmuré sujetándome firmemente de su cuello—. León…
Al momento en que él intentó acomodarme en sus brazos nuestros rostros chocaron y nuestros labios se rozaron en un beso rápido que nos dejó aturdidos por unos segundos.
Silencio.
Las luces se encendieron.
Nuestros rostros estaban a milímetros de distancia, al instante nos separamos, él parecía un poco confundido y yo estaba sonriendo por su expresión.
***
Este beso también fue uno oculto. No sé si se puede clasificar como beso pero desde que escribí la novela esto ocurría, así que tenía que incluirlo aquí :) Del capítulo “Problemas, truenos y problemas”.
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Cuarto beso
León
Ya era sábado y estaba retrasado para el juego de ese día, corría como chica con problemas de maquillaje por todo mi dormitorio, solo que yo estaba buscando mi uniforme del equipo. Lo encontré junto con la ropa de mi hijo que aún no había guardado en su cajón correspondiente. Entré al baño ya que Gia estaba en mi dormitorio y no podía desnudarme frente a ella… bueno sí podía pero no era correcto.
Salí del baño ya cambiado y le sonreí.
—No olvides llevarte la camiseta, serás mi amuleto de la suerte en este partido —me acerqué hasta la cama que era donde estaba Ethan y lo tomé en mis brazos—. Te portas bien campeón —le dije besándole la cabeza.
Él golpeó mis mejillas con ambas manos como si me estuviera dando ánimos, seguro no sabía lo que estaba haciendo pero para mí estaba dándome su apoyo.
—Claro —caminé hacia Gia y le di a Ethan—. Me tengo que ir pero recuerda que mamá, papá y las chicas van a venir hoy a ver el juego —le dije como por milésima vez.
—No te preocupes, ahí las veré —vi como cambiaba a Ethan de un brazo a otro—. Suerte en tu juego —me sonrió.
Suspiré y me incliné para tomar mi mochila de deportes.
Gia se adelantó hacia la puerta para abrirla antes de que yo llegara, sabía que lo hacía para que no me entretuviera más. Caminé hacia ella, bueno en realidad caminé hacia la puerta.
—Nos vemos después —dije. Por instinto vi mí reloj y cuando vi que estaba retrasado entré en pánico—. Muy tarde, me dejarán en la banca —dije apresurado. Me incliné hacia Gia que todavía estaba en la puerta deteniéndola para mí y la besé.
Salí corriendo y escuché como cerró la puerta del dormitorio, siempre procurábamos no dejarla mucho tiempo abierta para que nadie viera a Ethan. Bajé las escaleras corriendo y cuando iba a medio camino hacia el estadio de futbol recordé lo que había pasado minutos antes.
Me detuve en seco.
En mi mente reproduje los últimos minutos en mi dormitorio. Gia sosteniendo a mi hijo en sus brazos y cerca de la puerta despidiéndome. Yo saliendo tarde e inclinándome a besarla. A besarla ¡Besarla!
¡Había besado a Gia!
Sentí como si fuéramos una pareja de casados.
La alarma que mi reloj sonó recordándome que iba tarde al juego. Empecé a correr pero esos minutos nunca desaparecieron de mi mente.
***
Del capítulo “En la boca”
Creo que este es mi favorito por cómo se dio la situación :)
Ahora sabemos que León y Gia son igual de retardados para captar las cosas xD
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Quinto beso
León
Camino a casa Ethan se quedó dormido en el portabebés del asiento trasero del auto y después Gia siguió su ejemplo. Al llegar al campus tuve un gran problema porque ella tenía un sueño muy pesado, tuve que subir a Ethan primero y luego bajar por Gia. Al no tener la llave de su dormitorio la llevé al mío.
La recosté en mi cama, al lado de Ethan, y acomodé una almohada debajo de su cabeza. La observé dormir, porque me relajaba verla y después la besé.
***
Este no le cambié nada porque bueno no había necesidad, pero lo añado en el conteo :)
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Sexto beso
León
—Debes estar tranquila —le dije a Gia mientras masajeaba sus hombros para alejar la tensión—. No te preocupes, si no te sabes una respuesta sáltala y déjala al final hasta que sientas que puedes contestarla, no te presiones, recuerda que tienes tres horas y cuarenta minutos para hacer el examen. Apaga tu celular porque si suena en pleno examen pueden retirarte el derecho y…
—Me estás poniendo nerviosa —dijo exaltada, sus manos estaban temblando por los nervios.
—Lo siento —me disculpé sonriendo—. Pero sé que estás lista… por cierto ¿Me dirás para qué carreras aplicarás examen?
—No —contestó al instante. Llevaba semanas teniéndome con la intriga, según me había enterado (gracias a Alissa) que ni sus papás sabían qué carrera había elegido.
—¿Cuándo me dirás?
—Cuando tenga el resultado final.
—Bien… —vi mí reloj—, ya son las 8:20.
—Entonces debo irme, no quiero que se haga tarde.
Como yo tampoco quería que se le hiciera tarde dejé de masajearle los hombros y alcancé su mochila.
—Suerte —la animé—. Sé que no la necesitas pero igual te la deseo.
—De hecho necesitaré un poco más —dijo jugando nerviosamente con el tirante de la mochila en sus manos.
—¿Quieres un beso de la suerte? —le pregunté levantando un par de veces las cejas. Ella soltó una risita.
—Claro, claro —dijo moviendo una de sus manos como restándole importancia pero yo no bromeaba así que tomé su barbilla y la besé, sólo rocé sus labios con los míos, no puse mucha presión ni nada como para considerarse un gran beso pero esperaba que fuera bueno para ella. Cuando nos separamos ella me sonrió, aunque yo creí que me daría una patada en el trasero, y se colgó la mochila en uno de sus hombros—. Nos vemos en la tarde.
—Aquí estaré —le dije.
Ella caminó hasta la puerta, conmigo detrás suyo y salió de mi dormitorio, la seguí con la mirada pero ella no volteó en ningún momento. Hasta que la perdí de vista entré de nuevo. Sí que tenía suerte.
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Del capítulo “Soy feliz”
Anteriormente estaba desde le perspectiva de Gia, así que ahora León les dice lo que pasó.
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Séptimo beso
Gia
Subí las escaleras corriendo lo más rápido que pude, la bolsa que Alissa me había prestado me estaba estorbando así que me la quité y la cargué en una mano, cuando por fin llegué al tercer piso mi corazón empezó a latir con más fuerza y no se debía a la carrera. Llegué a la puerta del dormitorio de León y respiré profundamente antes de tocar.
Unos segundos después León abrió la puerta, se quedó casi congelado al verme como si aún no me esperara ahí pero en cuestión de segundos me sonrió. Mi respiración aún estaba acelerada por haber corrido pero al tener a León frente a mí hizo que me faltara el aire aún más.
Me quedé ahí en su puerta sin hacer el intento de entrar, él tampoco me había invitado a pasar. Simplemente disfrutábamos de estar viéndonos. Empecé a sonreír y me apoyé en el marco de la puerta con una mano. Hasta ese momento me puse a pensar que tal vez mi cabello había quedado completamente alborotado y mi falda y blusa no se verían mejor, sonreí porque esas eran cosas que a León no le importaban.
Él me vio un segundo más y después envolvió sus brazos a mí alrededor para pegarme a su cuerpo. Sus labios encontraron los míos y tuve el mejor beso que había dado en mi vida.
Cada beso que León me había dado, ya fuese consciente o inconscientemente había significado algo para mí, pero este beso que compartíamos tenía sentimientos que jamás creí sentir por él, ni que pensé que el sentiría por mí. Había amor.
Sentí sus besos con tanta intensidad, como si intentara entrar en mi piel y eso me incentivaba a acercarme más a su cuerpo. Me era insuficiente que solo nuestros labios estuvieran unidos, quería estar tan cerca de él como me fuera posible.
Minutos más tarde, no sé cuántos en realidad, separamos nuestros labios para recuperar aire. Unimos nuestras frentes mientras sonreímos. De nuevo León acercó sus labios pero esta vez besó mi frente, mis ojos, mi nariz y de nuevo mis labios.
Se alejó de mí unos segundos para cerrar la puerta de su dormitorio y me volvió a besar pero estaba tan feliz que mientras nos besábamos estaba sonriendo por lo que tuvimos que separarnos. Él siguió besando mi mejilla y bajó a mi cuello para dejar un camino de besos y después volver a mis labios pero esta vez no me besó, solo dejó sus labios sobre los míos.
—¿Quieres ser mi novia? —su pregunta acarició mis labios y mi corazón.
Sonreí. Lo besé.
—Sí —le susurré y lo volví a besar—. Sí —beso—. ¡Sí! —un beso más.
Me levantó entre sus brazos y me llevó hasta su cama, con un movimiento ambos quedamos acostados, él sobre mí.
—Te quiero mucho, Gia —me dijo con las mejillas ligeramente enrojecidas. Me encantó como su aliento acarició mi rostro.
—También yo. Te quiero —al fin, después de tanto pudimos decírnoslo.
* * *
Del capítulo “Toda la noche”
Este capítulo estuvo lleno de besos porque pues se hicieron novios aquí xD pero solo puse este porque fue como su primer beso “real”.
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Iba a añadir más pero los que quedaban era el del capítulo “Perdóname y adiós” y no los quería dejar con un mal sabor de boca por lo “triste” de la escena así que aquí termina :D
Espero que les haya gustado saber la forma en que se sintió el personaje que no lo había narrado originalmente.
Nos vemos en el próximo extra ;)
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