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𝕊

«Bien, es ahora o nunca...

Fighting!»

Hoseok, se dio ánimos internamente, al Taehyung desistir de irse.

El chico de cabello rizado se sentó donde estaba antes, manteniendo la mirada baja, muestras sus pensamientos eran un desastre confuso; estaba con su crush. El amor de su vida quería hablar con él, pero no le agradaba tanto la idea. Tenía miedo. Hoseok, por su parte, tomó asiento frente a él, viendo fijamente a Taehyung.

Estaban completamente solos, ni los que atienden en la cafetería estaban, o eso pensó el castaño al estar tan hipnotizado con el muchacho callado.

«¿Es el mismo Taehyungie que me besó el otro día?

¿O estoy imaginando cosas solo porque me parece muy atractivo?...

¿O él realmente me dijo que le gusto?»

Taehyung tenía la cabeza baja, su timidez, miedo e inseguridad más la vergüenza que le consumía, y, como si no fuera suficiente, estar con el chico que le genera mariposas asesinas solo sonriendo, lo mantenía así. No tenía nada para decir, no se iba a disculpar, no se arrepiente de besarlo, pero tampoco esperaba confesarse, solo quería probar los labios de su crush. Labios delgados y suaves, dulces y gentiles, y también que tenían dueño. Levantó la cara, sabiendo que el causante de sus acelerados latidos estaba frente a él.

Se relamió sus labios recordando la sensación del labio inferior de Hoseok entre los suyos. «Debo... Quiero volver a besarlo»

Hoseok estaba intentando organizar sus ideas, pero le era imposible, se quedó viendo a la nada en dirección de Tae, por eso no noto cuando el muchacho alzó su cabeza, mirándolo sonrojado a la vez que se mordía el labio inferior. Hobi no tenía nada planeado, solo apareció la oportunidad, y las oportunidades son para aprovecharlas.

Pero ver a Taehyung frente a él, con la cabeza gacha, su cabello ocultando su frente y parte de sus ojos, y sus mejillas rosas, solo podía divagar en lo hermoso que era.

Jung recuerda que, cuando estaban en tercero, se sentía "raro" cada vez que miraba a Taehyung a lo lejos. El joven se había vuelto tema de conversación, junto con Matthew, pues se la pasaban juntos. Taehyung estaba dejando atrás su carita de bebé, se estaba volviendo muy atractivo y nadie lo podía negar, pero no era la gran cosa decían algunos. «Oh, claro que es la gran cosa, es bellísimo», gritaba Hoseok en su interior al escuchar ese tipo de comentarios, hace ya más de dos años.

«Es hermoso, lo sé...

Pero entonces ¿por qué siempre que lo veo es como si acabara de descubrir lo bello que es?

¿Por qué sigo pensado en el beso de ese día?

¿Por qué él...?»

Un quejido lo devolvió a la realidad, observó como Tae tapaba su boca con su mano izquierda, con el ceño fruncido.

—¿Qué te paso? —se preocupó.

Taehyung lo miró con vergüenza, alejando su mano de la boca. Dejando ver su labio inferior rojo e hinchado—. Me rompí el labio —murmuró con un puchero, y volvió a cubrir su boca con su mano derecha. Hoseok soltó una suave risa que hizo que el estómago de Tae se revolviera y provocando que el de cabello rizado lo mirará fijamente.

—Déjame ver —pidió manteniendo una pequeña sonrisa. Se apoyó con su mano derecha sobre la mesa y con la izquierda sostuvo la mano de Taehyung, quien lo admiraba en silencio. A Hoseok no le costó nada alejar a mano de la boca del contrario, porque Tae no puso resistencia, solo miraba a su crush fijamente. En el labio inferior del chico aun sentado había una pequeña gota de sangre que cada vez se hacía más grande. El castaño soltó la mano que todavía tenía sujeta y acercó la propia al labio lastimado, quitando las sangre con el pulgar. Taehyung siseó, pero no se alejó, estaba congelado—. ¿Por qué me besaste? —soltó de repente, sin dejar de ver los labios del chico tímido frente a él.

Taehyung abrió mucho sus grandes ojos, dejando ver que no se esperaba esa pregunta de Hoseok, su boca se abrió ligeramente dándole un aspecto inocente. Y sus mejillas, ay Dios, sus mejillas. Si antes estaban rosas, ahora parecía que cada gota de sangre de su cuerpo, se puso de acuerdo para acumularse en ellas.

Fue el turno de Hoseok para mirar a otro lado y simular buscar a alguien en el desolado lugar. Sentía su rostro caliente y su corazón había comenzado a latir con rapidez, dejándolo sin aire.

«¡Taehyung! Basta, es mucho para mí»

—Yo... yo... —Taehyung murmuró apenas audible.

«¿Qué se supone que diga?

¿Qué deberíamos casarnos?, ¿qué adoptemos un perro y que sea nuestro hijito?...

Mordió su labio inferior, diciéndose que debía ser más... realista. Pero olvidando que se acababa de romper el labio, se quejó del ardor.

...Ash soy un tonto... ¿Acaso le debo pedir que deje al perfecto Kim Seokjin por mí?»

Hoseok volteo a verle al escuchar su lloriqueo, ahora, en vez de tener el contrario una mueca de sorpresa muy tierna, tenía su ceño fruncido, mirando la mesa como si fuera la culpable de todos sus problemas, mientras se tapaba otra vez la boca.

«¿Está muy mal que quiera besarlo justo a ahora?»

Pensó Hoseok, siendo débil ante la imagen de un rojo Taehyung existiendo a menos de treinta centímetros. No tan rojo como antes, pero su sonrojo sigue ahí, imponente.

«A la mierda»

Hoseok se inclinó más sobre la mesa, e, igual que unos segundos antes, alejó la mano de Tae de su boca con un suave toque, viendo que estaba muy roja por la sangre que seguía fluyendo del labio inferior. Taehyung, sorprendido por el arrebato del castaño, y que se había acercado demasiado, se alejó por inercia, causando que perdiera el equilibrio y casi cayera de espaldas, pero no paso.

El castaño lo había sostenido por la parte de atrás de la cabeza y, desequilibrándose un poco, terminó subiendo su rodilla izquierda a la mesa, obteniendo mejor estabilidad entre su mano y su pierna. Cuando sus ojos preocupados se posaron en los asustados de Taehyung suavizó su agarre, pues había jalado algunos de los cabellos del contrario sin querer. Pero no se alejó, esa era su oportunidad.

«Casi muero»

Taehyung, algo exaltado, cerró los ojos y tomo una honda respiración para tranquilizarse, pues sentía que su corazón iba a salir de su pecho e iba a llegar a la luna, y esa no era una sensación muy bonita para él. Sin embargo, Hoseok tomó ese gesto como otra señal.

El rizado sintió suaves caricias en su nuca, logrando que sonriera con los labios juntos, pero volvió a abrir los ojos al sentir la respiración de su crush muy cerca, viendo que este estaba a menos de dos centímetros y mantenía sus ojos cerrados. Lo admiro un poco, desde sus pequeñas pestañas, hasta su lunar en el labio inferior, cuando Hobi junto sus labios suavemente, y este sintiendo el característico sabor de la sangre.

«Me duelo el labio, amor de mi vida»

Hoseok sonrió al escuchar la voz de Taehyung decir eso en su cabeza, separándose con cuidado.

—Discúlpame —susurró sobre la boca contraria y dejó un pequeño besito sobre su labio lastimado.

—No te preocupes —susurró en respuesta, tan, pero tan bajito que si no fuera por la cercanía el castaño nunca lo hubiera escuchado.

Sin eliminar el contacto, Hoseok admiró el rostro del rizado, tomándose su tiempo de analizar cada rasgo, haciendo que, otra vez, Taehyung se sonrojara por estar sometido al escrutinio de parte de su crush. Sin evitarlo sonrió como un estúpido enamorado. Estaba contento.

«Él podría haberse ido con Seokjin, pero está aquí conmigo... ¡Y esta vez él fue el que me beso a mí!»

Hoseok también le estaba sonriendo, igual o, incluso más sonrojado que él, sin mostrar los dientes, puro pómulos y hoyuelos.

«Si mis hijos no tienen hoyuelos así, no quiero hijos...»

—Taehyung... —después de meditarlo un largo rato, mirando fijamente al menor, decidió hacer algo con los sentimientos que tiene dentro de él, sobre el chico hermoso frente a él. Acepto que es más que discernir lo lindo que es. Taehyung lo tiene encantado—. Yo-

—¡TaeTae!, ¿¡Estás aquí arriba!? —la voz suave, pero alta, de Jimin resonó en el desolado lugar, haciendo que Taehyung se alejara de golpe de su crush, asustando a Jung, haciendo que este también se alejara y terminara de pie sobre su silla para finalmente bajarse de esta. La vergüenza era un color, estaba demostrado en él, desde sus orejas hasta el cuello se había puestos rojos, y poco tenía que ver con el calor que le provocaba Hoseok, o el calor infernal que hacia afuera.

Jimin apareció por la puerta que da a las escaleras, con Yoongi detrás, rodando los ojos y mirando mal al cachetón por gritar. Cuando el BO miro a las únicas dos personas que estaban ahí antes de que él llegará con el nuevo, frunció el ceño confundido.

—¿Se pusieron a correr o se enfermaron? No es normal que estén tan rojos —cuestionó con una ceja alzada.

El joven de cabello rizado se levantó y, se acercó a su amigo, tomándolo de la muñeca, ignorado a Min completamente.

—¿Ya estás listo? —le preguntó TaeTae a Chimchim, sin dejar espacio a más palabras.

—Sí, estaba buscándote para irnos —le respondió Jimin extrañado, ¿habré llegado en mal momento?, ¿por qué pareciera que Tae va a llorar? Pues es puchero que llevaba lo hizo creer eso

—Bueno, vámonos —sin darle tiempo a cavilaciones o despedidas, Taehyung arrastro a Jimin hacia la puerta, saliendo lo más rápido posible del TSAA.

«¡Ash! Adiós, oportunidad»

Pensó Hoseok con una mezcla de molestia por ser interrumpido y vergüenza por ser atrapado.

—¿Qué le pasa? —cuestiono viendo por donde se fueron los amigos—. En serio, ¿estás bien? —se acercó a Hoseok, preocupado porque agarre una gripe de verano, toco su frente—. Tienes fiebre Hoseokkie.

Hoseok se alejó bruscamente, logrando sobresaltar al pálido. Se arrepintió más rápido que inmediato. Su amigo no tiene la culpa.

—Lo siento, Yoons. Estoy bien, en serio —dijo comenzando a caminar hacia la puerta pasando un brazo sobre los hombros de su amigo—. Vámonos, también.

—¿Y Seokjin Hyung? —el castaño suspiró desganado por la mención de su novio.

—En la panadería, pero antes necesito que me ayudes con algo. Por favor.

🧡⭐

—Creo que merezco una explicación —pidió Jimin, por tercera vez, mientras se estaban bajando del bus, ese que los deja cerca de la casa de Taehyung, quien suspiró por tercera vez, también.

—Yo no creo que eso deba una explicación —se negó, con otra oración, distinta a las anteriores, ya cansado del tema. Caminó por la acera hasta la puerta del edificio donde vive—. Solo olvídalo —meditó un momento, si no fuera por Jimin, él hubiera caído en la tentación que es su crush... y Seokjin no merece que le sean infiel—. Gracias, Chim.

—¡Ves! —se quejó Jimin, acelerando el paso, se había quedado atrás por mirar mal a Taehyung, pensando en cómo sacarle la información—. ¡Necesito saber por qué me agradeces! —levantó la voz, tomando la muñeca de Taehyung, causando que este se detuviera y lo viera a la cara.

—Pero, Jimin —lloriqueó con un puchero, pareciendo que iba a hacer un berrinche—, no enti-

—No, no lo hago —le cortó mirándolo con rudeza—. Lo haría si me explicaras.

Taehyung lo miró fijamente, analizándolo, Jimin estaba rojo de molestia, no de vergüenza ni algo parecido, sin embargo, se sigue viendo muy tierno, con su ceño fruncido, pero casi no se nota por el cabello lacio castaño que cae grácilmente sobre su frente, y sus labios haciendo un pequeño mohín con rabia.

«Es muy lindo...

Pero no más que Hobi»

—Soy un idiota —murmuró, algo desanimado, antes de soltarse del agarre de su amigo y seguir su camino, dejando al otro confundido y detrás.

—Eso si lo entiendo, pero no es tan malo.

—Hijo de-

—Pero —dijo llegando al lado de Taehyung, alargando la palabra, sin tocarlo esta vez. Ya no se siente molesto, se siente... frustrado—. ¿Por qué no me quieres decir? ¿No merezco una explicación realmente? ¿Me tengo que quedar en el aire? ¿Ser ignorante en lo que te suceda? —pronunció suavemente, disminuyendo cada vez más su tono de voz hasta llegar a la última pregunta. Estaba preocupado, no quería ser déjalo de lado por Taehyung, se sentía muy cómodo con él ¿acaso el contrario no?

Luego de varios segundos en silencio, llegaron a su destino, el edificio donde vive Taehyung.

—Me gusta —respondió al detenerse a esperar la llegada del ascensor.

—¿El chico con el que estabas? —gritó en susurro el contrario, muy emocionado, logrando que sonara más como una afirmación que como una pregunta.

—Sí —suspiró—, es algo así como —hizo una pausa, pensado si decirlo u omitirlo—, ¿mi crush?

«Igual medio mundo debe saber que él es mi crush, qué más da decirle»

Pensó con un puchero, viendo fijamente la pantallita donde se indica por cuál piso está pasando el ascensor, por fin había llegado a planta baja, así que se subió a este con calma. Pero se volteó asustado cuando escuchó un chillido de su acompañante.

—¡Siempre quise ser parte de un romance escolar! Pensé que nunca lo lograría —soltó sin pensar, logrando que Taehyung lo mirará con el ceño fruncido y rojo de vergüenza.

—No es un romance escolar —le corrigió marcando su piso, el trece, y se mantuvo en silencio.

—¿Entonces? —insistió Jimin al salir del ascensor y comprender que Taehyung no iba a agregar algo más.

—¿Entonces qué? —se hizo loco, abriendo la puerta de su casa, pasando y dejándola abierta para que al pasar Jimin la cerrará, quien sí la cerró.

—¿Qué paso?, ¿por qué cuando subí con el pálido ese, estaban más rojos que nariz de payaso? —el apodado Chim siguió al copropietario del lugar, hasta la cocina, donde tomaron agua y algunas galletas para llevar a su habitación.

Taehyung lo miró como si hubiera dicho el peor insulto que le han dicho en sus cortos dieciséis años de vida.

—No estaba rojo.

—No mentol, solo parecías semáforo en "deténgase" —exclamó con sarcasmo—. No hay nada de malo en que te guste un chico, es normal. De-

—Tiene novio —lo cortó—. Y él es muy lindo, en todo sentido. ¿Ok? —ya no quería hablar del tema.

—Ah~ —exclamó en comprensión—. Miércoles.

—Es más —no quería hablar más del tema, pero igual no sabe cómo soltar—, los dos son muy lindos juntos.

—Ustedes también lo son.

«Al menos, cuando los encontré sonrojados, se veía lindos, tenían la misma tonalidad de rojo... Eso es ser goals ¿Dónde has visto parejas con el mismo tono de rojo al mismo tiempo antes? ¡Nunca!»

Pensó Park, pero no lo verbalizó. Sentía que no era el momento. En cambio, prefirió acostarse boca arriba, en la cama de Taehyung, mirando el techo. Este último mencionado, hizo lo mismo después de dejar las galletas en su escritorio.

—Lo dices porque no conoces a Seokjin —murmuró por lo bajo, sonando casi como un susurro.

—¿Tiene el cabello largo, cara de bebé y dientes de conejito?

—Eh... No —respondió con extrañeza—, ese es Jungkook —justo entonces recordó que el mencionado se había ido diciendo que buscaría a quien molestar. Frunció su ceño enfadado por el rumbo que sus pensamientos estaban tomando. Se sentó con rapidez y miró fijamente a Jimin—. ¿Ese idiota te hizo algo?

—¿Ah? —pronunció entre confundido y sorprendido, por inercia se sentó también, quedando ambos cara a cara.

«¿Me hizo algo? No, nop...»

» Nopi.

—¿Nada extraño? —negó—. ¿Seguro, Chimchim?

—No más que tú. Tranqui, Taetae.

╰☆🧡⭐☆╮

—¿No deberíamos apurarnos? Vamos tarde —expresó su preocupación la única chica, entre los dos chicos, mirando su reloj. Era su primer día y ya iba tarde.

—Nah —contestó Taehyung, después de darle una pequeña sonrisa para tranquilizarla, pero solo logro preocuparla más—. Igual yo siempre llego tarde y lo peor que me pasa es quedarme parado —es encogió en hombros, quitándole importancia al asunto.

«Ni siquiera quiero venir, debería recibir un premio con solo asistir cada vez que a ellos le da la gana»

Taehyung se levantó súper optimista esa mañana.

—Yo siempre estoy jimineando —el de mejillas grandes se encogió de hombros al decir eso.

—Ya sé por qué el superior me dijo que no me juntará con Taehyung —dijo con la chica entre suaves risas, simulando comillas con los dedos—. Pero ¿tú también, Jimin?, estoy sorprendida.

—Aish, ni que fuera para tanto, Younha.

—Para mí si es tanto. ¿Saben? Los veo adentro, yo si me quiero sentar. —se burló acelerando el paso.

—Espérame, voy contigo —Jimin anunció.

—¿Me estás dejando por una cara bonita, Chimchim?

—Voy a guardarte un puesto, Taetae —contestó con voz tierna antes de ir a la siga de la chica. Jimin había descubierto que su menor tiene una debilidad por las cosas adorables.

Descubrió que, si le hablaba así, o hacia aegyo, Tae no se iba a enojar con él... O no tanto.

«¿Por qué siempre quedo solo?»

Pensó Kim al ver como lo dejaban atrás tan fácilmente.

—¡Espérenme!

╰☆🧡⭐☆╮

«Hoy sí que es mi día de suerte»

Cualquiera que pusiera atención al chico de cabello rizado sabría los pensamientos sarcásticos e incómodos que estaba teniendo por estar sentados al lado de los "amiguis".

«Aún no entiendo que tiene Yoongi de especial, pero ¿Hoseok olvido que existe alguien llamado Kim Seokjin?

¿Y Yoongi no debería respetar que Hoseok tiene novio?»

—¡Es que ya no lo soporto! —exclamó en "susurro", el apodado Hobi a un pupitre de él.

—¿Estás seguro de esto? —cuestionó, con el ceño fruncido -y apoyado junto a la pared-, el gato insoportable que tiene hechizado a todo el mundo, claro desde el punto de vista de Kim Taehyung.

—Se ha vuelto insoportable.

«Justo dije lo mismo de Yoongi...

Ya va...

¿Qué?, ¿quién?, ¿cómo?, ¿cuándo?, ¿por qué?

¿¡Qué significa eso!?

Explícate, Hoseokkie»

Los pensamientos de Taehyung iban a mil por hora, intentando conectar la poca información que recibía de los, aparentes, amantes. Mientras "revisaba" su celular.

Claro que no estaba viendo algo en su aparato ese. Pero nadie se daba cuenta, o eso creía.

—Pero, igual, debes hablar con él antes de-

«¿Él? ¿¡Quién!? ¿Yo? Ojalá...

Ya va... Pero si no sé ni de qué hablan»

Sus labios formaron una pequeña sonrisa burlona para él mismo. Se estaba volviendo paranoico con solo la mención de un "él".

—Debes estar de acuerdo conmigo. Tú eres parte de esto... No hay vuelta atrás, Yoons.

«Yiins»

Remedó en su interior, volteando los ojos.

Ya no quería saber de qué hablan, quería que desaparecieran de su vista, no quería saber cómo terminaba la conversación.

Estaba enloqueciendo por algo en lo que no tiene nada que ver, ni le incumbía.

—Oye, Jimin —Taehyung volteó a escuchar que llamaban a su amigo.

No, mejor dicho, volteó al escuchar que Jeon Jungkook, aka compañero odioso, llamaba a su protegido y su bebé, según el señor Park, Jiminnie.

—¿Sí? —respondió Jimin al llamado después de confirmar que era con él.

Taehyung levanta una ceja en dirección a Jungkook, pero este le ignora por mirar a Jimin con un rubor en sus mejillas.

«Esto es muy raro»

Taehyung nunca había visto a Jungkook sonrojado, ni siquiera cuando con sus intentos de coqueteo con Jieun.

—¿Quieres? —el de sonrisa de conejo, le ofreció un paquete de golosinas. El de mejillas grandes lo acepto, con sus mejillas algo rosadas y una sonrisa que achicaba sus ojos mientras le agradecía el gesto.

«Eso si es súper raro, ¡Él nunca comparte nada! ¡Menos comida!»

Los pensamientos de Taehyung eran un revuelto de ideas y recuerdo, buscado alguna situación donde Jungkook no haya sido odioso.

«Es muy amable»

Pensó Jimin abriendo en paquete y tomando un poco, para ofrecerle después un poco al que se lo regalo y a Taehyung, quien lo acepto con el ceño fruncido.

Tan metido estaba en sus pensamientos el rizado que no escuchó cuando su crush le dijo a su amigo: —Voy a terminar con Seokjin a la salida.

O bueno, hizo como que no escuchó.

Aun cuando todas las alarmas se prendieron en su cabeza.

🧡⭐

Younha (que tal vez no vuelva a aparecer but well, es ella jsjs)

Gracias por leer~

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