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Único Capitulo

Una vez más, ¿por qué tenía que ir?

Jungkook acostado en su preciada cama miraba el techo blanco de su habitación, observando las estrellas fosforescentes pegadas en el liso techo. Esas que su padre coloco cuando tenía cinco años para que dejara de llorar por tremendo miedo a la horrible oscuridad.

Aunque a sus diecinueve años aun le seguía teniendo miedo.

Pero eso no va al caso.

El chico estaba pensando en todo y a la vez en nada. Creando en su cabeza excusas para darle a su mejor amigo y no salir de su casa.

Por ahora la opción más convincente era decirle que su gato había escapado y estaba deprimido por eso. La idea de que los alienígenas habían secuestrado a su tío y tendría que ir a buscarlo al espacio en su nave espacial lo dejaría para otra ocasión más urgente.

Tomó una de las almohadas que se encontraban en su cama para ponérsela directo en la cara, poniendo un poco de presión de paso para ver si se moría de una vez por la falta de oxígeno.
Al ver qué eso no tenía los resultados esperados se la quitó, la tiro por algún lugar de la habitación y bufó mientras se cruzaba de brazos. Miró el reloj de pared en forma de dona por varios segundos.

10:17 de la mañana de un sábado.

"¿Qué se supone que hago despierto a esta hora, RM hyung?" Le habló a su figura de cartón de tamaño real de su artista favorito y futuro esposo, que se encontraba cerca de la ventana. "Es sábado, se supone que debería dormir hasta las dos de la tarde." Lloriqueo.

Brincó del susto al sentir como algo se subía a su cama y se acostaba en sus pies, pero se tranquilizó al ver que solo era su gato.
Este estaba a punto de dormir cuando el de cabellos cafés lo tomó en brazos y lo abrazo.

Adiós a las horas de sueño del pobre felino.

"Oh Señor Chancla, ¿qué debería hacer?" Acarició el negro e esponjado pelaje del minino. "Me da flojera salir de mi casa, pero le dije a Jimin que iría con él hoy."

"Meow."

"Pero..." Aplastó al Señor Chancla contra su pecho en un abrazo, no midiendo su fuerza, el pobre gato estaba quedándose sin aire. "¡No soy un mal amigo, solo la flojera es más fuerte!"

Jungkook soltó un grito al sentir como el de cuatro patas le rasguñaba el brazo dando a entender que lo soltara de una vez. Este le hizo caso y en cuanto Chancla fue libre salió disparado por la puerta que estaba medio abierta.

"¡Me abandonas, no vengas a mi llorando cuando quieras comer!"

Bitch I'm Madonna empezó a sonar por toda la habitación, dando a entender que alguien estaba llamando a su celular.

No lo juzguen, la canción era realmente pegajosa.

Buscó por todos lados su celular, en la mesita de noche y entre las sábanas, pero no dio con él hasta que se quedó quieto agudizando su oído para escuchar desde donde sonaba el aparato electrónico. Se bajó de la cama y se agachó para ver debajo de esta, ahí fue donde al fin pudo encontrar su móvil.
No tenía ni idea de cómo había llegado hasta ese lugar.

Se volvió a acostar en su adorada cama y contestó sin ver quién era.

"¡Kook! Espero que estés listo, el partido empieza a las 11 ¿recuerdas? ¡Se nos está haciendo tarde!"

Ah, realmente se arrepentía no haber visto el nombre antes de contestar.

"Jimiiin, amigo mío, estoy muy bien gracias por preguntar, eres una gran persona." Dijo sarcásticamente. "Ya sé que querías que te acompañara a ver a tu queridísimo novio peeeero lamento decirte que Señor Chanclas desapareció anoche y necesito salir a bu..."

No pudo terminar la oración ya que la puerta fue abierta de golpe, dejando ver a su mejor amigo pelirosa que le estaba llamando en esos momentos.

"¿Qué?" Tenía sus ojos grandes más abiertos de lo normal por el susto que se había llevado. "¿Qué mierda haces aquí? ¿Cómo entraste a mi casa, Park? Mi mamá no está en casa."

Park Jimin terminó la llamada desde su iPhone y se cruzó de brazos frente del pelinegro mientras apoyaba todo su peso de su cuerpo en la pierna derecha.

"La llave debajo de la maceta que está en la puerta." Se encogió de hombros y se escuchó un Ah, cierto por parte del dueño de la habitación. "En fin, ¿Cómo que no me acompañarás? Lo prometiste." Suspiró.

"Lo sé, pero como te dije antes de que entraras a invadir mi preciada cueva sin MI permiso." Recalcó el Mi. "Chanclas desapareció esta mañana y en verdad estoy muy triste." Fingió secarse una lágrima. "Necesito salir a buscarlo porque yo no vivo sin ese animalito."

"Meow"

Ambos voltearon a ver al gato que iba entrando por la puerta mientras ronroneaba para llamar la atención de los muchachos. Caminó elegante hasta llegar a la cama y treparla.

Jeon juraba que su gato lo miraba de una manera burlona y estaba seguro que si este pudiera hablar le diría estúpido o algo por el estilo.

El maldito se estaba vengando de él.

"¿Decías?" Jimin arqueó una de sus cejas.

"Traidor" Se sobresaltó al darse cuenta de lo que había dicho. "¡Digo, Señor Chanclas es usted! Por dios, pensaba que lo había perdido para siempre." Cargó en sus brazos al gato por segunda vez en la hora mientras lo acariciaba de forma poca cariñosa.

"Ay, vamos Jungkook, ese gato es demasiado flojo para salir" Jimin se sentó junto con su amigo y tomo una de las almohadas. "Si no quieres venir conmigo dímelo en vez de estar creando excusas."

"No quiero ir contigo."

"Lastima, irás." Le tiró la almohada babeada en la cara. "Ya habías dicho que si y no puedes echarte atrás."

Jungkook hizo un berrinche pataleando y soltando quejidos.

"Yoongi es uno de tus amigos también, deberías ir a apoyarlo."

"Tú eres su novio."

"Agh, vamos y ya, este lugar está empezando a oler a Otaku."

"¡Eh! No soy Otaku, solo soy un apreciador de la cultura japonesa." El de ojos grandes puso su mano en el pecho en forma ofendida.

"Te pago la comida después del partido."

"¿No vamos tarde ya? Vamos, ve encendiendo el auto mientras me arreglo." Se levantó de un brinco.

Cuando estuvo listo tomó su cartera junto con su celular y salió dejando al Señor Chanclas durmiendo en su cama.

Regresó a su habitación para ir hasta donde estaba la figura de cartón y besó su mano para acto seguido ponerla en la boca de su amante.

"Te veo más tarde RM, no me extrañes mucho ¿Bien?"

Y ahora sí, se fue en busca de su mejor amigo.

[...]

"Espera."

Jungkook detuvo sus pasos bruscamente al escuchar al de cabellos rosas, había estado a punto de entrar al gran gimnasio donde se iba a desarrollar el partido de básquetbol.

"¿Qué pasa? ¿Ya te arrepentiste? Aún es tiempo de que termines con Yoongi hyung y huyas del país cambiándote el nombre a Juan González, por ejemplo."

"¡No! Ver tanta televisión te está haciendo mal." Rodó los ojos. " Quiero esperar a Taetae para entrar los tres juntos."

"¿Y ese quién es? No me dijiste que iba a venir alguien más aparte de nosotros." Frunció el ceño.

"Olvidé decírtelo." Rio nerviosamente el cachetón." Taehyung es un amigo de la infancia, se había mudado a Japón, pero el mes pasado regreso y bueno, quería que mis dos mejores amigos se conocieran." Sonrió.

Pero Jungkook no quería conocer a ese tal Taehyung.

No le gustaba que otras personas se unieran cuando estaba con sus amigos, eran sus amigos, suyos, suyos. De nadie más.

El partido estaba a punto de comenzar, pero lamentablemente no le quedó más que esperar a la llegada del roba amigos.

Pasaron al alrededor de diez minutos cuando un chico se acercó a Jimin, este parecía acelerado y estaba completamente despeinado. Ambos se dieron un abrazo y ahí fue cuando entendió que ese de seguro era el tan esperado amigo.

"Que impuntual." Susurró para sí mismo. Se acercó un poco para escuchar el chisme.

"Perdón por tardar, pero mi madre quería que la ayudara en las compras y nos distrajimos por el camino." Habló.

"¡No te preocupes! Lo importante es que hayas llegado." Jimin sonrió ocultando por completo sus ojitos. "Oh, por cierto, él es Jungkook, mi otro mejor amigo de quién te conté."

Taehyung por fin se dio cuenta de la presencia de el de ojos de Bambi, para el Kim lo eran. Unos bonitos ojos de ciervo que brillaban, fue lo primero que noto en el pelinegro.

"Un gusto, Jimin me ha hablado mucho de ti." Le ofreció la mano en forma de saludo.

Pues mira que él no lo hace contigo, pensó mientras aceptaba su saludo estrechándole la mano.

"Deberíamos entrar ya, el partido empezó hace unos minutos y no quiero perderme más." El pelirosa empujó a ambos por sus espaldas para que empezarán a caminar rumbo a los asientos del lugar.

También fue para que muchachos no vieran la sonrisa traviesa en su cara.

Paso 1. Que ambos se conozcan. Completo.

[...]

"Mira, aquí hay lugares vacíos."

Jungkook sigo inconscientemente a Park mientras estaba realmente absorbido por todo el lugar ya que nunca había venido a un partido de Básquetbol. El partido estaba en proceso, este seguía con la cabeza la pelota que se movía de un lugar a otro por toda la cancha.

Estaba tan embobado que cuando volvió a reaccionar ya estaba sentado.

"Allí está Yoongi, Jimin" Apuntó al peliazul a lo lejos, al no escuchar respuesta volteó donde se supone estaba su amigo cachetón." ¿No me escuchaste? Dije que allí está Yoong... Tú no eres Jimin."

El llamado Taehyung miraba con un poco de gracia al Jeon por lo que acababa de pasar, el chico había estado tan sumergido en su alrededor que no se había dado cuenta que el mayor no estaba junto a ellos.

"Jimin está una fila más arriba." Señaló y el pelinegro volteó hacia la dirección.

Efectivamente, el pelirosa estaba una fila más arriba que la de ellos. Este al sentir que lo estaban viendo volteó y subió ambos pulgares en forma de saludo.

Traidor.

"Hoy todos son unos traidores."

"¿Qué?" El que estaba a su lado lo miro extraño porque no había entendido.

"Nada."

El otro solo se encogió de hombros y siguió observando el partido. El de ojos grandes también lo hubiera hecho, pero realmente el chico a su lado lo estaba llenando de nervios y curiosidad, cuando se dio cuenta ya lo había analizado de pies a cabeza.

Tenía el cabello color rojo, pero no cualquier rojo, era uno muy intenso. Uno de dos ojos era azul mientras el otro era del mismo color de su cabello por lo que dedujo que eran lentillas. Algo extravagante.
También pudo darse cuenta de que tenía un pequeño lunar en la nariz y una sonrisa geométrica.

Debía admitir que... era realmente atractivo.

No se dio cuenta que el tiempo se le había ido volando, analizando al pelirrojo hasta que una ruidosa alarma anuncio el medio tiempo.

HIP de MAMAMOO empezó a sonar por todo el lugar y seguido aparecieron porristas bailando la coreografía de la canción mientras llevaban los típicos pompones en las manos.

Junto a ellas la gran mascota apareció, una linda botarga de un perro llevando una camiseta con el logo del equipo del estadio. Hizo el gracioso tratando de bailar la coreografía, pero después de que cayera directo al piso mejor decidió ir por los asientos saludando gente.

Luego, de la nada una pantalla salió del techo lentamente mientras proyectaba en ella un letrero.

Kiss Cam.

Jungkook había visto de lo que trataban las Kiss Cam, un día mientras estaba por Facebook compartiendo memes a lo estúpido, le apareció una recopilación de los mejores momentos de la famosa cámara de los besos en varios tipos de partidos deportivos. Obviamente lo vio todo por curiosidad y sinceramente le había parecido algo divertido y vergonzoso a la vez.

La Kiss Cam empezó a proyectar a varias parejas del público, incluso a una pareja de abuelitos que de seguro no pasaban de los setenta años.

Todo iba bien, hasta que pasó lo que nadie creía que iba a pasar.

Vio como él estaba proyectado en la pantalla junto con Taehyung. Cuando se vio sonrió y saludo a la cámara.

Todo era felicidad hasta que reaccionó.

"Espera... ¿Por qué estamos en la pantalla de los bes...?" Se calló de golpe a sentir una mano en su barbilla para voltear su cabeza.
Visualizó a Taehyung, el dueño de la mano.

Iba a quejarse, pero cuando se había dado cuenta ya tenía los labios ajenos del contrario en los suyos.

Taehyung lo estaba besando.

Quedó con completo shock, también empezó a sentir como su cara empezaba a calentarse a horrores y su corazón palpitaba más rápido de lo normal.

El pelirrojo había cerrado sus ojos por lo que no podía ver la cara roja del otro. Jungkook estaba agradecido por eso.

Al final, se dejó llevar cerrando los ojos y siguió el ritmo del beso. Qué más daba.

Gritos e incluso uno que otro chiflido se escucharon por todo el lugar dando apoyo.

Jimin sonría malvadamente de oreja a oreja por lo que estaba pasando frente sus ojos. Su plan había salido como lo esperaba.

Desde el principio esa era su intención, Taehyung había visto una selfie de Jimin junto al pelinegro y este le había dicho que le parecía lindo. Su lado shippeador salió a la luz desde ese momento y no se iba a detener hasta que ambos se conocieran.

Y bueno, se estaban súper conociendo.

Jungkook y Taehyung se separaron por falta de aire, se observaron a los ojos por varios segundos encerrados en su burbujita. Hasta que el mayor decidió hablar.

"Y... ¿Quieres ir a cenar a algún lado está noche?"

"RM me va a matar." Susurró sonriendo, pero al final asintió. "Si, si quiero."

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