➳ ii
El partido había comenzado. Con Paige gritábamos apoyando a los jugadores, también bromeábamos o decíamos cualquier cosa estúpida que se nos ocurriera. Ryan solo bufaba y gritaba por su equipo. En el entretiempo, los Lakers iban ganando por 62-48. Me burlé de Ryan todo lo que podía. Mi equipo le pateaba el culo.
— "Mi equipo es el mejor" — dije con voz chillona — ¡Acéptalo Ryan, tu equipo es una mierda! — reí.
— Sí. Como sea. Vale. — levanto su dedo corazón.
—La nena está enojada. — se unió Paige, sorprendiéndonos a ambos.
—Deberías calmar a tu chica Justin. Ya verás cómo cambian las cosas. — Paige se quedó en silencio, sabía que había sido porque Ryan la había llamado "mi chica". Se sonrojo cuando lo mencionó.
De pronto la canción "Kiss me" de Katie Melua comienza a sonar por todo el estadio. Sabía perfectamente lo que venía. La pantalla gigante mostro las palabras "Kiss me" y un corazón apuntando hacia una pareja, avergonzados se dieron un beso. Luego fue a una pareja de amigos, ya que se sintieron sólo se dieron un beso en la mejilla. La pantalla ahora estaba en una pareja de ancianos, sorprendidos de aparecer en ella, se sonrieron y se dieron un leve beso. El "aaaaaw" de los presentes no tardó en llegar.
Ahora estaba yo y...Santa mierda.
Estaba junto a Paige. Maldición. Maldición. Maldición. Ella cubría su rostro de la vergüenza mientras reía. ¿Qué hago ahora? ¿La beso en la mejilla o aprovecho esta oportunidad y le doy un beso? ¿Y que si se enoja? ¿Y si me golpea? Los gritos de los demás se escuchan diciendo "¡Bésala ya!" "¡Si no lo haces tú, lo haré yo!" Quita las manos de su rostro y no puedo reaccionar antes, cuando ella ya posaba sus labios sobre los míos.
Joder.
Sus labios eran el paraíso mismo. Su sabor aún más. Escucho los silbidos del público y es inevitable sonreír. Hay que darles un espectáculo. Y es así como muerdo su labio inferior e introduzco mi lengua en su cavidad bucal. Que alguien me agarre porque es el mejor beso de mi jodida vida. Ella se separa, con la respiración agitada y sus labios hinchados. El color rojizo está de moda en ella, porque no desaparece de su rostro. Muerde su labio inferior y ríe. Sigo su risa y vuelvo a acomodarme en mi lugar, en medios de gritos diciendo "¡Enséñame como lo hiciste!" "Eres mi ídolo tío" "Suertudo"
Solo miró a mi amigo Ryan, quien choca puños conmigo.
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