Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Pro Héroes

Había terminado de realizar la vigilancia del día de hoy y estaba totalmente agotado, solo deseaba hundirse en su cama y dormir hasta que tocara nuevamente su turno.

Iba de camino a su casa, medio arrastrando los pies, por suerte no había nadie por las calles así que no tenia que mostrarse en una posición firme o heroica y eso lo aliviaba de gran manera.

Quería sentir las manos de su esposo acariciando su cabello, sus labios besando su frente en un cálido saludo de bienvenida, oler aquel delicioso aroma a comida combinado con el dulce olor a flores y madera de su hogar.
Pero sobre todo, ansiaba con muchas ganas esconder la cabeza en el cuello de su amado, rodear con sus brazos su cintura y aspirar la fragancia de su piel y cabello, tan dulce, delicioso, embriagador y atrayente.

Con más ánimos, se dispuso a llegar lo más rápido posible a casa, pensar en todo lo anterior lo había dejado ansioso, deseoso por sentir y saborear todo aquello.
Una vez estuvo frente a la puerta, toco un par de veces y finalmente la perfecta imagen de su esposo, casi lo deja ciego - como siempre cada vez que llegaba- Sonrió como un idiota enamorado, igual que la primera vez que comenzó a sentirse atraído a Shoto y lo veía pasar, igual que la primera vez en que se confesó y fue correspondido, igual que la primera vez que juntaron sus labios en un suave, inexperto y maravilloso primer beso.

Él bicolor mostró una sonrisa a su esposo, feliz de verlo ahí, con esa sonrisa de borrego a medio morir y no tardo mucho para que sus manos estuvieran en las mejillas de aquel pelirrojo, dando caricias suaves, para después a pocos segundos, aquellas caricias pararan, para así colocar sus manos firmes pero sin brusquedad, bajando un poco la cabeza del pelirrojo y así, depositar un tierno beso en la frente de el.

-Bienvenido a casa, Eijiro.

-He llegado.

----- KiriTodoKiri Week 2020

Esta vez, no estaba solo y se sentía dichoso, de igual manera, se sentía seguro.

Shōto lo había acompañado a una de sus vigilancias y no podía estar más qué feliz, claramente no podía distraerse de su deber, pero no podía dejar de ver a su esposo, con esa mirada tan seria en su rostro y ese porte tan digno de él, le hacían ver tan jodidamente masculino.

Tenían sus manos entrelazadas y se sentía como si estuviera todavía en la U. A. Siendo todo un joven hormonal traicionado por sus emociones justo enfrente de su amor platónico y bueno, estaba seguro que no estaba lejos de serlo.

-Eijiro, concéntrate.

Dijo su esposo - sonaba tan bien, su esposo, sí, sonaba muy bien- le regaño al sentir su mirada mucho tiempo sobre él y no es que le molestara, le encantaba, pero no era momento para aquello, estaban laborando en esos instantes y debían mantenerse alertas.

-No puedo, tenerte aquí y no mirarte, sería como un pecado - soltó completamente indignado- Todo tú grita fuertemente un "¡mírame!" y no soy una persona que se haga del rogar... Al menos no contigo.

Un sonrojo enorme cubrió el rostro del héroe con dos particularidades, quedando sin palabras por un largo rato, sintiendo como su corazón tamborileaba descontrolado y como aquel sonrojo no parecía querer desaparecer.

Mientras el de cabellos bicolores sufría un colapso, Eijiro soltaba risitas apenas audibles por la reacción de Shōto y sin quitar la vista del contrario, suspiro enamorado, completamente enamorado de aquel chico.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro