Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Criaturas Mitologícas

Las plantas tienen vida, escuchan y sienten.
Se amable con ellas y te ayudarán en lo que necesites.
Agradece por todo lo que ofrecen y dan, se sentirán halagadas y veras como brillan.
Se amable siempre ¿Lo prometes?

Eran las palabras de su madre, la promesa que ambos tenían y habían formado cuando apenas era una pequeña cría.

Se levantó una vez termino de agradecer a Gea y Deméter y volvió a agradecer una vez estuvo de pie. Empezó a caminar con dirección a un pequeño lago qué sé encontraba cerca, tal vez pueda tomar un poco de agua y llevarla a la aldea.

Algo le decía que debía de darse prisa y que tendría que volver antes del atardecer, algo sucedía y podía darse cuenta, no habían muchos animales, ni siquiera las hadas habían salido a supervisar qué el bosque estuviera en orden como usualmente hacían, cuando cruzo por una cascada, lugar donde usualmente se reunían algunas sirenas y ninfas a platicar.
Los árboles estaban más tranquilos de lo normal y usualmente sus verdes hojas eran mecidas suavemente por el viento, pero ahora mismo, ni una pequeña brisa se hacía presente.

¿Qué es lo que pasaba? ¿Qué es lo que ignoraba?

Había llegado al lago, su corazón latía desenfrenado, advirtiéndole qué algo sucedería en esos instantes y que cuando pasara, tendría que correr lo más rápido que pudiera.
Observó con cautela su alrededor, no traía algo con lo que pudiera defenderse, pero eso no significaba qué no iba a luchar contra lo que fuera.

—Oye.

Todo su cuerpo se puso en modo de combate, como había dicho, luchará con tal de regresar a casa, sin importar que y si pierde su vida, estará orgulloso de haber puesto resistencia.
Pero no vio nada.

—Oye.

Esta bien, estaba confundido ¿De quién era esa voz? Suspiro, si no contestaba aquella persona le seguiría hablando.

—¿Quién eres?

Pregunto de manera que se ocultará muy bien su tono arisco y desconfiado. Espero paciente una respuesta o que al menos el otro hiciera acto de presencia.

—No deberías estar aquí ¿Acaso no te enteraste?

Por fin se había dejado ver, era un chico de melena roja, dientes puntiagudos, piel un tanto trigueña y ojos cual rubí.

—¿Enterarme de que?

Su miedo se había disipado por completo, aquel chico no era normal, sus instintos le decían que podía confiar en él y no habría de que preocuparse.

—Los humanos vendrán, al parecer están buscando algo... "En el corazón  del bosque encontraras un tesoro, el destino de todos será sellado, acabar con aquello qué lo inicio será la única salvación"- Termino de contar aquello con una mueca, aunque no sabría describirla bien— Es lo que los árboles dicen, escucharon hablar a un grupo de hombres en la entrada del bosque, contando aquella... "Profecía" y están aquí, no tardarán en llegar a donde estamos.

Aquel pelirrojo se acerco más a donde estaba, haciendo qué su corazón latiera fuerte por un momento ¿Qué acaba de pasar? Desvío sus pensamientos a la conversación qué tenían.

—Entonces debemos irnos de aquí pronto.

Dijo, como si fuera lo más normal agregar a su oración de solo un "debo" a un "debemos" y es que eso había salido solo, natural y no le molesto.

Sintió como el pelirrojo tomo su brazo y le jalo hacia unos árboles y susurrando le dijo.

—Escóndete.

Le hizo caso, doblando así sus rodillas hasta que la mitad inferior de su cuerpo tocara el suelo, trato de esconderse lo mejor que podía, para ser un centauro suponía qué estaba bien escondido.

—Agacha un poco más tu torso.

—¿Qué sucede?

—Ya están aquí.

Risas, estruendosas risas se escucharon por donde estaban, eran desagradables y sus voces lo eran aun, pero lo que hizo hervir su sangre fue el tono con el que hablaron.

—Todo este bosque podría ser nuestro si no fuera por el estúpido rey y sus tontos decretos.

—Ya para de quejarte, me esta recordando a mi esposa.

—No estaría quejándome si estuviera en el maldito bar en vez de un asqueroso bosque.

—Ya me están hartando ustedes dos ¡Así que cállense!

Esos humanos se atrevían a pisar el pasto puro y más aun a ensuciar con sus presencias el vasto bosque. Su rostro se contraria cada vez más ante la palabrería de esos sin cerebros.

—¿Cuánto tiempo nos llevará llegar al "corazón" del bosque?

Pregunto el tipo más bajito de ellos, con ropas un poco extrañas y sucias. Hasta ahora caía en cuanta qué aquello qué resaltaba de sus espaldas era su cargamento, pensó que aquello era una deformidad y por eso se comportaban como eran.

—Aquella bruja nos dijo que nos llevaría días... O tal vez dijo meses.

El hombre delgado igual que una ramita recibió un golpe en su cabeza demasiado fuerte, incluso a el le dolió, más no sintió pena ni lástima, el también quería golpearlo, a el y a sus compañeros.

—¡Podrías haberlo dicho cuando estábamos guardando las cosas! Solo guarde calzoncillos para tres días.

No eran muy inteligentes qué digamos ¿Debería preocuparse? ¿Ellos realmente eran un peligro? Miro al chico que le acompañaba, seguía ahí, expectante a que algo sucediera, se preguntaba si seria una hada, pero lo descartó de inmediato, no sentía aquella aura característica de las hadas, tampoco era un silfo, ni siquiera un Tritón o algo parecido.

—¿Por qué tenemos que ser nosotros?

—Porque es nuestro destino, estúpido ¿No le escuchaste hablar?- hablo con molestia palpable en su voz, sus músculos tensos por el enojo contenido— "Deberán matar al árbol qué encierra entre sus raíces el fruto del mal" ¡Las personas del pueblo nos alabaron y hasta hicieron un festín!

¿"Árbol qué encierra entre sus raíces el fruto del mal"?

—El árbol madre.

Miro al de dientes peculiares y ladeo la cabeza confundido, esperando que le dijera algo más que un simple susurro.

—Tenemos que llegar antes que ellos.

En sus ojos la preocupación y el temor hacían acto de presencia, incluso se atrevería a decir, que podía sentirla como suya. Puedo ver, que incluso temblaba un poco y un dolor se instalaba en su pecho, podría estar seguro de muchas cosas en esos momentos, siendo la primera el disgusto qué sentía al verlo triste y sus ganas de hacerlo sonreír por alguna extraña razón; la segunda, tal vez se arrepienta, pero será sin duda alguna, lo mejor que le haya podido suceder, tercera, tenia el mal presentimiento de que algo terrible sucedería si aquellos humanos llegaban antes a su destino. Cuarto, le agradaba la idea de tener una aventura, pero sobre todo, escapar de las responsabilidades qué su padre ponía en su joven persona.

Asintió con la cabeza, regresando su atención hacia la discusión qué tenían los intrusos, algo tonto a su parecer. Esperaron pacientemente a que terminaran de discutir y hasta verlos partir hacia alguna parte del bosque, una vez estuvieron seguros, salieron de su escondite y se quedaron varios segundos en silencio, él por su parte, no sabía que decir o siquiera, como sentirse, el pelirrojo estaba sumido en sus pensamientos, quizá estaba pensando en algún plan o algo así.

Los segundos seguían pasando y aquel chico no parecía dar señal alguna de salir o de querer hablar, lo cual le irritaba y de cierta forma lo ponía nervioso. Él no solía hablar mucho o hacer muchos amigos, relacionarse con otras criaturas le resultaba muy difícil, no todos soportaban su carácter monótono de siempre, o que sea muy directo al hablar.  Dejo de intentarlo, bueno... No es como si realmente se hubiera esforzado mucho en ello.
Pero esta bien, tiene unos cuantos amigos con los que realmente puede contar, puede que no sean muy cercanos, pero ellos ya lo consideraban uno de los suyos, así que estaba bien.

—Oye ¿No vamos a ir nosotros?

Pregunto, esperando que el otro le respondiera, el contrario al escuchar aquella voz, perdió toda su concentración, dando un pequeño saltito en su lugar, para después voltear y acercase al centauro de hebras bicolores.

—Oh, disculpa mis modales. ¡Me llamo Kirishima Eijiro! Es un placer conocerte Todoroki.

¿Debería tener miedo? Ese chico sabe su nombre y que el sepa, no tiene mala memoria y en sus recuerdos no tiene ningún momento en que se lo haya dicho ¿Acaso ya se habían visto? Bueno, que el pelirrojo se encargue de contestar todas sus dudas.

—¿Nos hemos visto antes?

—Oh no, no -Negó en repetidas ocasiones— Los árboles me lo han dicho, ya sabes... Ellos están por todos los lugares y aunque lo neguemos nos gusta un poco el cotilleo.

¿"Aunque lo neguemos"? Miles de pensamientos iban y venían de su mente, centrados en las palabras que menciono. 

Arboles.

—¿Eres un treant?

—¿No era obvio?

No.
Es lo que le habría gustado decir, pero no quería verse tan sorprendido por aquella revelación. Carraspeo un poco y acomodo su pequeña bolsa, suspiro cansado por todo lo que estaba a punto de preguntar.

—¿Cuál es tu nombre? ¿De qué leyenda estaban hablando? ¿Nos iremos ahora? - no recuerda cuando fue qué hablo... Hizo tantas preguntas—¿Puedes decirme de esa tal leyenda? ¿A que se referían con eso del árbol qué encierra la maldad?

—Te explicaré todo, pero pronto anochecera. Supongo que debes ir con tu familia, mañana al amanecer nos pondremos en marcha.

Su mirada cambio totalmente, la expresión en su rostro ya no era alegre, demostraba seriedad y una llama gigante crecía y se hacía relucir en esos ojos rubíes.

—Será mejor que te prepares, ellos son peligrosos.

—¡Kirishima!

Corrió lo más rápido que la herida en su pata delantera le permitía, demonios, ardía demasiado y aquellas "vendas" no servirían mucho y tampoco se sostendrian más tiempo en la herida.

Había fuego. En la gran mayoría del bosque, los Treant no habían tardado mucho en hacer su aparición, cargando en contra de todos aquellos que se atrevían a incendiar su hogar.

Varios árboles cayeron, el pasto siendo borrado por aquellas llamas con rapidez, algunos animales lograban escapar y otros... No lograban tener tanta suerte.

La sangre se esparcia con rapidez, trataba de no mirar mucho lo que sucedía a su al rededor.

¿Cómo dejaron qué esto pasara? ¿Como es que lograron hacer eso en tan poco tiempo? ¿Qué o tenían con todo esto?

Oh, es cierto, aquel pelirrojo se lo explico una vez.

—¡Kirishima!

Seguia gritando su nombre, desesperado. No lograba encontrarlo por ninguna parte, estaba ansioso y una opresión en su pecho se hacía presente. Rogaba a todos los dioses por aquel chico, porque estuviera bien.
Estaba agitado y su cuerpo exigía un descanso qué no iba a ser concedido, tenia que seguir buscando, hasta encontrarlo, hasta asegurarse de que este bien, hasta ver aquellos ojos y esa linda sonrisa tan peculiar.

—¡Todoroki!

Se derritiria por aquella voz sino fuera porque en ese momento Kirishima se veía peor de lo que hubiera querido imaginar.

Venía corriendo a donde el se encontraba y el no dudo ni un segundo en ser el que llegara primero al encuentro. Cuando estuvieron lo suficientemente cerca, fue qué finalmente pudo verlo a detalle.
Tenia un brazo roto, su abdomen tenia leves rasguños, de su pierna izquierda brotaba sangre y en su mejilla, así como en su ropa, algunas manchas de sangre y lodo se notaban. Su cabello estaba completamente desordenado y en sus ojos la tristeza era la que más estaba presente.

Trato de agacharse lo más que podía, hasta estar a una altura considerable para alcanzar a su compañero. Tomo sus mejillas con ambas manos de forma suave, un nudo formándose en su garganta, tantas cosas que deseaba decirle en esos momentos, tantas palabras que se atoraban y se negaban a salir.

Las lágrimas comenzaron a caer sin intención de detenerse. Poco a poco los sollozos se hicieron más fuertes.

Él seguía ahí, estaba enfrente suya, todavía respiraba, aun había brillo en sus ojos, podía sentir el cálido toque de su mano tomando las suya, acariciandola y susurrando un: "Estoy bien"

Todo eso se había vuelto un caos, tenían que salir de ahí rápido, pero no podían, no querían dejar a sus compañeros en aquel lugar.
Huir no estaba dentro de las opciones de ninguno de ellos... Y lo sabían.

—Shoto...

Abrio con lentitud sus ojos, no sabia en que momento los había cerrado y ahora mismo quería volver a cerrarlos y pensar, creer que aquello era un cruel mentira.

Río amargamente, sabia que quería y le dolía, no podía.

Negó con su cabeza y el otro le llamo nuevamente ¿Qué si perdían? ¿Qué pasaría en ese momento? ¿Qué si llegaba a perderlo?

—Shoto.

Le miro otra vez y sabia que estaba perdido, no podía negarse.

“Si tu luchas, yo lucharé contigo y si caemos, haré qué nos levantemos. Solo, si quieres levantarte conmigo”

—Peleare contigo y si caemos, te levantaré, solo si quieres levantarte conmigo.

Repitió las palabras que una vez se le fueron dedicadas.

El pelirrojo soltó una risita qué le dejo más que encantado, lograron juntar sus frentes, cerrando sus ojos, disfrutando de ese tierno y último momento juntos.

Sus corazones latiendo a un mismo ritmo, tranquilo con la presencia del contrario. Sintiéndose seguros, cálidos, en calma.

No necesitaron más, entrelazaron sus manos e intercambiaron sonrisas llenas de un profundo y eterno amor.

Con un grito al aire, corrieron hacia la batalla.

2217 palabras, sin contar notas.

Creo que es lo más largo qué he escrito en toda mi corta vida.

En fin, espero les guste este penúltimo capitulo.
La verdad, pensaba extenderme más, pero dije: Nel.
Aparte no quería tardarme mucho tiempo :'c de por si me atrase con la Week xdxd :' c

En fin x2 díganme que les pareció :D

Y en fin x3 gracias por todo, perdón por tan poco(?
Jaja, nos leemos en el último capitulo.

¿A quien se le ocurre actualizar a la 1:09 AM? A mi.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro