Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Au Fantasía

—Tú no deberías estar aquí.

Le apunto con su bastón aquel encapuchado y el no lo entendía ¿No debería estar ahí? El tampoco quería estar ahí, pero no sabia como salir.
Carraspeo un poco, tratando de llamar la atención de aquel desconocido - como si no la tuviera ya- y comenzó a hablar.

—Solo quiero encontrar la salida.

—Creo que ya es tarde para eso, las hojas se han quemado y el libro con sus destinos escritos fue despedazado. Ahora, una nueva historia comienza, en paginas pulcras y blancas y solo tú eres el causante de ello.

—¿De qué esta hablando?

Quiso saber, hablaba de un modo extraño, pero podía comprender todo, de cierta manera, miro a sus lados y sus dos compañeros seguían inconscientes, de cierta forma se sentía responsable.

—Hablo de tu destino y el de tus amigos. Lo has alterado y aunque el camino es incierto, confío en que tendrás la suficiente valentía de portar tu pluma para seguir escribiendo.

No entendía nada de lo que pasaba en esos momentos ¿Acaso el también estaba inconsciente? Era lo más creíble qué pudo pensar, pero dudaba de aquello completamente ¿Su destino? ¿Cuál era su destino al principio? ¿Qué demonios había hecho? No lo sabia y no estaba seguro de querer saberlo, tenia cierta sospecha en que no le iba a agradar la respuesta.

—Ellos están de tu lado, pero no intervendrán a menos que la situación lo requiera. Puedes tranquilizarte, aceptaron los cambios, a pesar de lo que esto conlleve.

Sin poder decir una palabra más, el tipo con capucha señaló una puerta con el mismo bastón con que lo había señalado a él.

La puerta era demasiado grande para una persona normal, era de un tamaño descomunal. Demasiado vieja y con algunas lianas y ramas sobre ella.

—Ten cuidado en tu viaje, muchas sorpresas te esperan en él, mantente firme, no pierdas la cabeza, ni tu humanidad y sobre todo... No olvides quien eres en ese momento.

Volteo rápidamente pero aquella persona ya no se encontraba ahí, las dudas comenzaron a surgir sin control alguno ¿Qué sé supone que debería hacer ahora? ¿Qué le asegura qué la puerta seguirá ahí una vez la pase? ¿Qué habrá detrás de esa puerta? Pero sobre todo, aquella duda que esta seguro nunca dejaría de atormentar su cabeza...

¿Tomo el destino de otra persona?

Una nueva historia comienza.
Ellos están de tu lado... A pesar de lo que esto conlleve.

Por lo poco que comprendía del tema y por las primeras palabras que salieron de aquel misterioso individuo fue qué el no pertenecía o era participe de una historia de la cual no tenia conocimiento y tal vez era por ello qué dichas palabras fueron puestas en su boca.
Pensó unos momentos más y fue fugaz, pero... Había alterado todo y eso era algo malo, solo el era causante de eso. Midoriya y Uraraka si debían estar ahí, ellos debieron despertar y aquel encapuchado seguro debía haberlos esperado con una gran sonrisa y explicado todo a más detalle.

Era un intruso.

Pero no van a intervenir.

¿Quiénes eran ellos? ¿A quienes se refería? ¿Esto era una clase de juego? ¿Había algún libro que tuviera las instrucciones?

Miro a sus compañeros y se sintió mal, terriblemente mal, se sintió fuera de lugar. No debía haber aceptado ir en un principio ¿Por qué tuvo que dejarse convencer? ¿Debía esperar a que ellos despertarán? Desvío su mirada a la puerta, indecisión mostrada en su mirada, suspiró.

Si solo fuera él, tomaría el riesgo de aventurarse a entrar por esa puerta - o salir- pero no podía involucrar a otras personas, eso generaría problemas y en serio quiere evitar los problemas.

«Pero ahora estas en uno»

Se regaño a si mismo y por fin tomo una decisión, claramente no fue la más inteligente una vez que la llevo a cabo.

Cargaba con los cuerpos inertes de Midoriya y Uraraka, no era una tarea sencilla, cabe destacar y cuando estuvo enfrente de aquella puerta quiso golpearse ¿Cómo se suponía qué abriera la puerta? No quería tener que bajar a los dos jóvenes al suelo y después cargarlos otra vez, sería demasiado cansado para él - aun si pudiera hacerlo sin el mínimo cansancio, era una molestia- Suspiro y sentía que de seguir así, su alma se le escaparía en uno de ellos, o eso había dicho su hermana.

—Nunca fue tan difícil abrir una puerta.

Retrocedió al instante y se puso en modo de defensa de manera inconsciente, había escuchado el rechinar de algo y descartó de inmediato la puerta ¿Las puertas podían abrirse solas? Cruzo por su mente y obtuvo un rechinido y el sonido de ramas y hojas romperse a cambio, tomo eso como un si.

La puerta algo desgastada y vieja, llena de hojas y ramas se estaba abriendo y el no podía estar más qué sorprendido, no todos los días se veía una puerta así de antigua y de ese tamaño abrirse todos los días ¿Quién te conocía "puertas eléctricas"?
No recuerda cuando fue la última vez que abrió tanto los ojos...

Una suave brisa acaricio su rostro, el dulce aroma a primavera inundó sus fosas nasales, el verde y varios colores vivimos bailaron en sus pupilas, deleitándolo y maravillado vio aquel lago tan cristalino y puro.
Algunas aves endulzaban su oído con sus gloriosos cantos y el sonido del aire golpetear las hojas de los árboles le transmitía una paz qué hace tiempo no sentía.

Empezó a caminar lentamente, sin miedo alguno, era un paisaje espléndido ¿Algo así era capaz de existir? Cualquier libro describiendo aquel lugar se quedaría corto ante lo que ve y es que... Es tan fantástico qué simplemente no podía creerlo.

Con mucho cuidado bajo a las dos personas que cargaba cerca de un árbol y por simple curiosidad, volteo hacia donde debería estar la puerta, pero como sospecho en un inicio esta desapareció por completo.

¿Debía despertarlos? No estaba muy seguro, la caída qué habían tenido fue un poco larga y dolorosa, tal vez deba dejarlos descansar un poco más. Su atención ahora estaba puesta sobre aquel cielo tan azul, brillante y lejano.

Decidió qué lo mejor sería buscar un poco de comida, al menos hasta saber como hablaría con los otros dos sin qué le tuvieran miedo o algo parecido y eso sonaba realmente complicado.

————— KiriTodoKiri Week 2020

No había tardado mucho en conseguir unas pocas manzanas, supone sería suficiente, además de que contaba con dos pescados de 5 qué había trapado y que se habían escapado, no lograba entender como, los había dejado tendido en el pasto confiando en que estarían ahí, pero cuando menos se lo espero ya no estaban ahí.

Resignado se encaminó de regreso al lugar de inicio, tenia una buena memoria y sabia por donde ir, además de que los había dejado en un lugar visible, pero no tan visible por si las dudas.
Escucho el sonido de unos arbustos removerse de manera violenta, haciendo qué parara su paso ¿Alguien más estaba ahí? No quería toparse con una sorpresa justo ahora.

Miro a donde el suponía había venido aquel ruido y espero unos segundos.

«Genial, llevo aquí poco tiempo y ya me volví loco»

Siguió caminando, esta vez estando más alerta, podría estar loco, pero si algo había aprendido de su padre - muy a su pesar- era qué no debía de confiarse mucho.
Volvió a escuchar el ruido, más esta vez no paro de caminar, esperaría a que cualquier cosa que estuviera escondida ahí saliera de su lugar.

De manera automática se había agachado y pudo escuchar el golpe contra el suelo de aquella persona y el pequeño gritito de dolor qué soltó, se levantó de manera rápida y encaro al pobre chico en el suelo.

Cabello rojo y lacio, ropas un poco extrañas, no contaba con zapatos y no solo eso, podía ver que estaba un poco mojado.

Quiso preguntarle quien era y muchas otras preguntas, pero una a la vez, sin embargo el otro le había detenido al incorporarse demasiado rápido, como si no hubiera abrazado el suelo de aquella forma tan brusca y por aquellos gruñidos tan raros.

—No entiendo nada de lo que dices.

Dijo sin esperanza alguna en que el otro le entendiera, pudo ver como inclina a su cabeza hacia un lado y le pareció un poco tierno. Se fijo en su rostro, tenia su nariz un tanto roja, quizá por el golpe, su piel trigueña parecía suave y contaba con algunas... ¿Escamas? ¿Manchas? De color rojo, volvió a hablar o eso creía que hacía y pudo notar sus dientes filosos lo cual llamo su atención, le parecieron tan peculiares. Subió un poco más la vista y pudo toparse con esos ojos color rubí, tan brillantes, llenos de curiosidad.

—Kiu vi estas? Kion vi faras ĉi tie?
(1)

¿Qué idioma era ese? ¿Debía quedarse ahí? No, no era lo más importante, tenia que regresar a por sus compañeros.

—No entiendo lo que dices.

Dijo sin prestarle mucha atención, siguiendo su camino, ojalá tuviera su celular en esos momentos.

Sintió como era jalado del brazo, por suerte no soltó lo que llevaba en brazos. Volteo y su rostro quedo a escasos centímetros del contrario, se mantuvieron así por unos segundos hasta que aquel pelirrojo le empezó a gritar.

Irritado, trato de separarse, más el otro tenia mucha fuerza y estaba comenzando a dolerle,al mismo tiempo comenzaba a aplastar las manzanas y el pescado.

—Esta bien ¿Qué es lo que quieres?

Se mantuvo quieto, esperando a que el otro dejara de gritar, estaba alterado y señalando hacia algún lugar, específicamente detrás de unos árboles y arbustos.

—Bonvolu helpi min. Tie, mia amiko ... Lin, mi petas! (2)

Suspiro y giro su rostro al camino qué debía tomar para llegar a sus compañeros ¿Estará mal si se desvía? Volvió a suspirar y empezo a caminar a donde señalaba el pelirrojo, siendo seguido por él.

—¿Es aquí?

Paso saliva con dificultad ¿Qué tal si era una trampa? Pues justo el acaba de entregarse por voluntad. Trato de no pensar mucho en ello.
Le tendió al otro sus cosas, con una mueca de confusión las acepto liberando así su brazo, tal vez tenga una marca.
Suspiro, a este paso tendría que contar cuantos suspiros soltaba por día.

Paso los arbustos y no vio nada, sintió un leve empujón en su espalda y camino un poco más, los árboles comenzaban a cubrir la luz del sol, quedando unos cuantos rayos qué le servían a no caer.

Escucho al otro hablar, suponía qué le estaba indicando el lugar que debia ver, esto sería un problema.
Su mirada pasaba por todo el lugar y los abrió el sorpresa al ver unas manchas casi invisibles en el verde pasto ¿Aquello era?
Su pulso se aceleró, no por la sangre, más bien... Por no saber que había sucedido ¿Fue aquel chico? No, no lo creía ¿Por qué lo habría guiado ahí si fue él? Eso no tendría sentido.

Con paso lento llego hasta donde estaban aquellas manchas, las cuales se hicieron más grandes, terminando en un charco con un pequeño cervatillo enmedio de tanto rojo.

Estaba herido, muy muy herido. Pero seguía vivo...

Trato de ser lo más silencioso qué pudo, no quería asustarlo más de lo que probablemente ya estaba ¿Pero que se supone que debia hacer? Nunca había tratado heridas de un animal y menos de un cervatillo ¿Funcionarán los primeros auxilios humanos? No lo sabia, pero al menos debía intentar algo.

Como pudo, cargo al pobre animalito con delicadeza. Debía llevarlo cerca del lago, quitar la sangre de la herida y cubrirla. No sabia si eso sería suficiente, pero no sabia que más hacer.

Una vez llegaron ahí - porque si, aquel chico le había seguido- doblo sus rodilla hasta tocar el pasto y con cuidado puso al cervatillo cerca del lago. Trato qué sus manos quedarán lo más limpias posibles con aquella agua y con la misma comenzó a limpiar la herida, el pequeño cervatillo soltó un chillido.

Con rapidez se quito la camisa de la escuela, quedando únicamente con una playera negra, rompió un pedazo largo de la blanca camisa, lo coloco en el agua y de igual forma trato de limpiarlo lo más que pudo, después lo paso suavemente quitando lo poco que quedaba de sangre.
Terminando de hacer eso, volvió a rasgar su camisa y con cada parte comenzó a cubrir la herida, teniendo sumo cuidado cada que tenia que levantarlo, tuvo que amarrar algunos de los pedazo rotos y pudo evitar que se formarán nudos grandes o estorbozos.

Fue un buen trabajo, tenia un poco de sangre en su pantalón y en sus brazos, empezó a quitar lo que podía con agua.

Sintió unos brazos rodearle y a aquel chico comenzar a hablar en su idioma, así mismo, sintió su hombro mojado.

Volvió a suspirar.

Esto si qué era problemático, pero... Se sentía bien.

—————

1-¿Quién eres? ¿Qué haces aquí?
2-Ayúdame, por favor. Ahí, mi amigo... El, ¡Por favor!

Espero les haya gustado :D

Se que igual esto no tiene nada de romántico ni nada por el estilo xdxd pero sería como un comienzo, un lindo y curioso comienzo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro