___Capitulo 57: Koichirou el velocista plateado___

Koichirou: "¿Por qué lucho ahora?"

╔═━─────━▒ ۞ ▒━─────━═╗

Koichirou Yuki

╚═━─────━▒ ۞ ▒━─────━═╝

Aquella noche, en cuando Asuna fue amenazada con irse de nuestro lado debido aquel error que tuvo por su desquite emocional.

Lo recuerdo con exactitud, me dolía saber el hecho de que ella se alejara de mi lado, que no había podido protegerlas de las garras de la Comisión de Seguridad Pública, que ella podría ser una heroína por obligación dejando atrás sus sueños de ser una persona normal y corriente.

Pero, cuando se fue a entrenar a esa ciudad perdida Kamar-Taj para poder controlar su poder me sentí impotente al no poder yo ayudarla, verla alejarse sin más remedio que ceder, fue lo que más me dolía.

Ver su rostro decaído y derrotado, sin opciones y sin salida de su inminente destino, fue lo que más me hizo dudar de mis decisiones y que si hacía todo correctamente.

Quería tomarla y correr lo más lejos que podía para salvarla y alejarla de las garras del heroísmo.

¿Cuál fue mi sorpresa? al ver que ella estaba peleando con una criatura en la ciudad de Nueva York, verla con un rostro decidido verla sonreír.

Es lo que me hizo comprender que ella ahora estaba en buenas manos.

Kirito.

Jamás creí que mi hermana hallaría el amor en un chico como tu.

Te agradezco profundamente, Kirito.

Le devolviste la sonrisa que ella perdió hace meses.

Me regresaste a mi hermana.

Regresaste aquella sonrisa que mi hermana había perdido.

Por eso hoy, yo...

Koichirou: Protegeré lo que mi hermana anhela.

Mordo: Je, admiro tu perspicacia... pero ¿que hará un niñato contra la verdadera magia suprema?

╔═━─────━▒ ۞ ▒━─────━═╗

Narrador

╚═━─────━▒ ۞ ▒━─────━═╝

El hechicero malvado empezó a flotar empezando a disparar rayos verdes al velocista, este se quedó unos segundos viendo como los relámpagos se acercaban más y más a él, repentinamente los relámpagos empezaron a moverse lentamente.

El castaño tronó su cuello y se sobo sus manos, rápidamente empezó a correr esquivando los rayos del hechicero, acercándose por completo a este encestando un poderoso golpe en el rostro que lo mandó varios centímetros lejos.

Mordo: Maldito...

Se recompuso en el aire empezando a levantar rocas lanzándolas al velocista, este con una precisión increíble empezó a esquivar los ataques del hechicero.

Koichirou: "En una pelea de velocidad yo llevo la ventaja... en términos de poder y experiencia lo lleva él... por eso intentaré a toda costa que este combate esté en mis términos..."

Mordo desesperado empezó a dar tajadas de energía, las cuales Koichirou pudo ver a tiempo esquivandolas sin mucho problemas dando saltos y barridas.

Lisbeth: El hermano de Asuna... si que es veloz.

Silica: No sabia que seria tan rapido, es capaz de esquivar los ataques de Mordo.

Rain: Yo aun con mi agilidad no pude esquivar gran parte de los cortes... Yui... Nanairo, quiero que se queden ahí y no se muevan.

Ordenó por el comunicador, ambas menores asintieron. Yui haciendo uso de su magia creó una pared metálica.

Mordo: Errr,,,

Gruño tocándose la mejilla, alzó su vista solo para ver como el velocista aparecía frente suya encestando un golpe cargado. Mordo se recompuso rápidamente creando un escudo que lo cubrió del ataque veloz. El velocista sorprendido de aquello no se detuvo en su ataque dándole rápidos golpes a aquel escudo, haciendo que Mordo tuviera que hacer mas fuerza y presión para que el escudo no cayese.

Koichirou: Mi terreno no es el heroísmo y menos el hecho de ser un héroe pasó por mi cabeza. Pero... si es para proteger a mi familia... lucharé hasta que mi cuerpo caiga muerto.

De un parpadeo, el velocista empezó a correr alrededor de Mordo el cual empezó a ver a su alrededor viendo como lo estaban encerrando en un enorme tornado.

Koichirou: Oigan este tornado puede absorber sus ataques, denle con su mejor tiro.

Informó viendo a la lejanía a las tres heroínas, las cuales asintieron con una sonrisa.

Lisbeth se impulso girando su martillo para después lanzar un poderoso relámpago a Mordo este alzó su mirada bloqueando el ataque sin esperar que unos tentáculos empezaban a aprisionarlo.

Silica: No permitiremos que ganen. El bien siempre triunfa contra el mal. Los héroes siempre ganan, aun si el mismísimo rey demonio se nos hace presente.

Rain: ¡Bien dicho Silica!

Dijo alegre viendo que aquella niña la cual no era mucho de peleas y menos de gritar estaba dándolo todo de si en esta batalla.

Clavando sus espadas el suelo creó un camino de fuego el cual se combinó con el tornado creando con un tornado ignio.

Mordo: "Estos niños... me están ganando... necesito... necesito empuñar la espada del verdugo..."

Dijo en sus pensamientos intentando agarrar fuertemente su espada pero debido a la criatura que Silica había invocado.

Mordo: "Velocidad... tenacidad... fortaleza... fuerza... ¿Cuál es el problema ahora...?"

El villano enfocó su vista a la estela veloz que pasa rápidamente una y otra vez frente suya, era obvio que era Koichirou. Viendo que él era el problema gruñido para sí mismo para después con solo su vista crear un círculo mágico en el suelo.

Koichirou: "Algo anda mal... huele mal..."

Pensó, en ese momento pisó aquel círculo el cual en un resplandor una enorme explosion mando a volar al velocista y Lisbeth la última se mantuvo en el aire viendo como entre el humo, Mordo se acercaba listo para apuñalarla.

Lisbeth: "Es demasiado rápido..."

Con toda su fortaleza pudo maniobrar bloqueando el ataque, Mordo con su mano desvió el ataque sujetando su cara al poco rato estrellando a Lisbeth contra el suelo, al poco rato hechicero empiezo a lanzar una llamada de fuego verde al rostro de la pelirosa.

Lisbeth: ¡AHHHHHHHHHHHHHH!

Los gritos de dolor, llamaron la atención de los presentes. Rain empezó a correr hacia donde estaba su amiga pero antes de poder acercarse una de las criaturas de las profundidades se interpusieron en su camino. Rain empezó a pelear con aquellas criaturas ferozmente intentando deshacerse de ellas lo más rápido que podía.

Rain: ¡Lisbeth!

Grito con desespero. La pelirosa teniendo la fortaleza gracias a su arma hacía que el ataque del hechicero sea más pesado y más mortífero, haciendo que el dolor aumentara con cada segundo que pasara.

Mordo: Ya tuve suficiente de juegos de niños.

Gruño con su otra mano creó golems de piedra que se interpusieron en el camino del velocista de Silica. Estos dos empezaron a pelear queriendo esquivar a los golmés queriéndose acercar para intentar ayudar a su amiga.

Mordo: No me importa que sean niños. Los niños no deben estar en la guerra, ahora sufren la consecuencias de sus hechos. Kirito y Asuna no los convirtieron en héroes... los trajeron a sus tumbas.

Fortaleció su ataque causandole más dolor a la heroína.

Lisbeth: ¡NO IMPORTA! ¡No importa cuánto dolor sufra! ¡Yo no me rendiré! ¡JAMAS LE DARE LA ESPALDA A LAS PERSONAS! ¡PREFIERO MORIR QUE VER COMO UN PSICÓPATA AYUDA AL REY DEMONIO!

Grito eufórico, Mordo se enfureció más poniendo más presión sobre su hecho haciendo que el dolor sea más potente, lentamente la pelirosa perdía sus fuerzas lentamente empezando a ver borroso y oír simples susurros lejanos.

Lisbeth: "Morire... no... no quiero morir todavía..."

Como si sus plegarias hayan sido escuchadas pequeños cuadrados empezaron aparecer alrededor de todos los presentes, llamando la atención de todos, incluso de las criaturas.

Mordo: ¿Qué es esto...?

Yui: Formateo de mundos.

La voz tintineante de la pequeña hizo que todos alzaron su vista viendo a la pequeña Yui, que era más pequeña que antes portando un trajecito lila teniendo alas en su espalda, simbolizando una pequeña hada.

Mordo: Arg, odio lastimar niños... pero incluso los niños mueren en guerras.

Preparó su ataque haciendo que su mano se prendiera fuego, pero al momento de querer disparar el fuego desapareció, sorprendiendo a Mordo.

Mordo: ¿Que paso? ¿Fue acaso por 'confiscación'? no mi espada sigue aquí.

Dijo confirmando que en sus manos estaba la espada del Verdugo.

Yui: ¡No hay tiempo! ¡Debemos vencer a Mordo! ¡No podemos perder tiempo aquí!

Alzando su mano, convocó una esfera la cual fue lanzada a los cielos la cual a los segundos estalló creando una lluvia de meteoros derribando a varias criaturas y derrotando a varios enemigos.

Mordo: ¡Niña insensata! ¡Eres igual a tu padre! ¡Te llevaré ante él para que vea como hija murió!

Dio un salto queriendo apuñalar a la pequeña la cual parecía no temer ante la amenaza de Mordo, cosa contraria a los demás los cuales al oír la amenaza quisieron ir a ayudarla, pero estos tenían sus propias batallas antes de esto.

Lisbeth: ¡Yui... corre!

Yui: No, papá y mamá jamás huyen de una pelea.

Dando un gentil tajo en el aire con su mano lentamente se empezó a materializar una espada que le triplicaba el tamaño, sorprendiendo a Mordo el cual abrió sus ojos sorprendido.

Yui: ¡Papá y mamá siempre derrotan a los tipos malos!

Levantando aquella enorme arma como si no pesara nada, dio una taja vertical mientras aquella enorme espada descendía una enorme estela de fuego la cual estaba representada por pequeños cuadros y líneas el temor de Mordo se hacía cada vez más visible.

Yui: Hackeo ignífugo.

El tajazo creó una enorme explosion la cual llamó la atención de todos. Una pequeña niña, había dado un ataque fatal a un poderoso hechicero malvado. Yui retrajo su arma mostrando como un objeto descendía prendida en fuego.

Koichirou: Le dire a mi hermana que no tenga más hijos. Esta niña es increíble.

Mientras tanto, en el otro lado del lago Klein peleaba contra su padre en un combate emotivo y feroz. El Mandarín dio una poderosa patada la cual alejó a Klein el cual se esforzó para no salir disparado nuevamente en dirección al lago.

Klein: ¡¡¿Esto es lo que quieres?!! ¡¡Mira a tu alrededor, padre!!

Haciendo lo que su hijo le pidió, Wenwu miró a sus alrededores viendo como estaba todo en caos, las criaturas matando a los ciudadanos de Ta Lo, los héroes luchando frenéticamente contra Mordo y sus propios hombres estaban muriendo ante el combate.

Wenwu: No veo, más que las consecuencias de los actos de su propio pueblo.

Klein: ¿Crees que mamá hubiera querido esto?

La pregunta le cayó como balde de agua fría al conquistador, el cual se quedó pensando un par de segundos recordando los momentos al lado de su esposa e hijos.

Wenwu: ¿Recuerdas aquella noche la cual tenias por los relámpagos pensando que Dianmu estaba molesta?

Klein recordó aquel día con una sonrisa. La esencia propia, el día exacto, todo lo recordaba, ese día estaba aferrado a las piernas de su madre mientras ambos veían como una lluvia incesante caía sin parar mientras que unos poderosos truenos decoraban el cielo.

Klein: Si, ese día pensé que la lluvia no se detendría jamás. Temí que los relámpagos quemaran la casa.

Wenwu: Tu madre te dijo que los truenos no eran de temer. Que eran una forma de darle vida a nuestro mundo. Que nos hacían entender que había algo más allá, que simples batallas y guerras. Ella me demostró eso.

Klein: Entonces. Padre. Te lo pido, como tu hijo para esta locura, haya dentro no las hallaremos, lo único que habrá será muerte...

Wenwu volteo a ver a su hijo viendo que este tenía un rostro suplicante, en ese momento sintió un pinchazo en su corazón, algo no estaba bien y él lo sabía.

Wenwu: ¿Qué fue lo que hice?

Se preguntó a sí mismo para después ver los anillos que decoraban sus manos.

Mephisto: Aún no acabas tu trabajo.

La voz terrorífica del demonio sonó en la cabeza del portador de los anillos, haciendo que éste cambiase de actitud en un parpadeo. Atacando nuevamente a su hijo el cual pudo esquivar el ataque.

Klein: Esa voz... ¡Él está influenciando sobre ti!

Wenwu: ¡Me deje engañar! ¡Si no quieres salvar a tu hermana y madre está bien! ¡Pero no te metas en mi camino!

Ante la mirada de su propio hijo, los ojos de su padre se tornaron rojos como el fuego, dándole a entender lo que sucedía totalmente ahora mismo. Mephisto estaba controlando a su padre de una manera que solo será libre si lo logra detener a tiempo.

Klein: Si las cosas son así. No me dejes opción padre.

Dijo para después empezar hacer una serie de movimientos parecidos a los de su madre, haciendo que el hombre abra sus ojos sorprendido recordando aquel momento cuando conoció a la hermosa mujer que se convertiría en la madre de sus hijos y en lo que lo convertiría en el hombre que es ahora. Inconscientemente sonrió al recordar eso.

======================================================================================================================================================================================