Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

v. tg

Cuando Chaeryeong le sugirió a Beomgyu y Taehyun que la acompañen a una cita doble, -ella con Ryujin, por supuesto-, se gestó una bonita idea. Quedaron en encontrarse en una pequeña heladería por el centro de la ciudad, para aprovechar la llegada del verano.

Las chicas llegaron primero, por lo que pudieron reservar una de las mesas bajo una sombrilla. Ryujin optó por sentarse frente a su novia, como excusa para apreciarla en todo su esplendor y sacarle un par de fotografías discretas. Sabía que Chaeryeong no era fanática de las expresiones públicas de afecto, pero no era motivo para no demostrarle que la quería.

- ¿crees que los chicos quieran ir al cine con nosotras después?

- se van a acordar de ese día. -rió la mayor, sobre todo por la mueca de vergüenza que coloreó el rostro contrario- mejor vamos sólo las dos.

- está bien, pero no nos sentaremos en la última fila.

Sin cuestionar la orden, Ryujin cedió, porque como novia era muy complaciente, a diferencia de la imagen de líder dura que presentaba frente a la banda.

- no me hubiese imaginado que realmente serían nov-

Interrumpiendo la conversación, la campanilla de la puerta de entrada timbró, lo que sobresaltó a Chaeryeong. Ryujin estaba acostumbrada, al ser visitante frecuente del local.

- ¡ya llegaron!

En efecto, Beomgyu y Taehyun acababan de ingresar al local, saludando a sus amigas apenas se acercaron a la mesa reservada. Sus elecciones de vestimenta habían sido particulares, por ponerlo de alguna forma.

- ¿no tienes calor? -le preguntó Ryujin a Taehyun, quien llevaba puesta una sudadera- ¿y qué es esa atrocidad? -esta vez a Beomgyu, cuyos pantalones cargo parecían veinte tallas más grandes de lo que deberían.

- salimos en un apuro. -resumió el menor, antes de tomar asiento, como si nada. Por algún motivo, mantenía una mano en el bolsillo frontal de su sudadera.

Sin agregar más a aquel argumento, Beomgyu sólo asintió, imitando a su novio al ocupar la última silla disponible. Excepto que, en su caso, tardó un poco hasta encontrar una posición cómoda, lo que extrañó a las chicas. ¿Quizás eran sus pantalones?

- ¿ya pidieron? -consultó Taehyun, antes de que lluevan las preguntas sobre sus atuendos, tardanza y actitud. Como recibió una respuesta negativa, alzó la mano, de modo que una de las camareras pueda acercarse a su mesa y entregarles las cartas.

No tardaron en escoger los pedidos, ya que, al ser un local pequeño, el menú no se extendía a más de seis sabores originales por día. Optaron por pistacho, mangostán y zarzamoras.

- ¿algo más? -la camarera se dirigió a Beomgyu, el único que aún no había realizado su pedido.

El aludido apretó los labios en una sonrisa, negándose con la cabeza. Las cejas de sus amigas se elevaron ante ello, porque sólo un enfermo se negaría a pedir helado en una tarde calurosa como esa.

- de acuerdo, enseguida vuelvo. -tras revisar el pedido, la camarera se alejó.

- estás muy callado hoy... -resaltó Chaeryeong, apenas quedaron los cuatro- ¿pelearon antes de llegar o algo así?

- ¡no, no! -aseguró Beomgyu, con sus primeras palabras del encuentro.

- sí, es raro que no quieras comer helado. -Taehyun intervino, haciéndose el desentendido, lo que le ganó una mueca de angustia por parte de su novio.

- ambos están raros. -cerró Ryujin- tú llevas puesta una sudadera en pleno verano, así que no inventes.

Ante ello, no pudo negarse. Lo que sí podía hacer era preguntar sobre otros sabores de helado que el local hubiese ofrecido previamente, desviando nuevamente la conversación.

La camarera no tardó en retornar a la mesa para hacer entrega de los tres helados. Los ojos de Beomgyu seguían la ruta que éstos tomaban, desde la bandeja hasta las manos de sus acompañantes, lo que evidenciaba que, como mínimo, le llamaban la atención.

Repentinamente, dio un pequeño saltito sobre su silla, con el cuerpo tenso y los puños apretados. Buscaba mantener una expresión neutra y controlada, pero sus ojos no podían esconder que sentía algún tipo de estrés. A Taehyun, por algún motivo, le pareció divertido, ya que sonrió por un segundo.

- voy al baño. -anunció Beomgyu, sin esperar para ponerse de pie y tratar de ubicar los servicios- ¿dónde es?

La de cabello corto señaló a su derecha, lo que le bastó al mayor para apresurarse en dicha dirección.

Hubiese sido explicación suficiente para todo lo inusual que rodeaba aquellos eventos, si es que Taehyun no hubiese dejado su vaso de helado casi intacto antes de levantarse y seguir la misma dirección que su pareja.

Chaeryeong y Ryujin intercambiaron miradas de confusión, pero optaron por no cuestionarlos tanto. Tenían helados para disfrutar.

- te dije que sería una mala idea.

Beomgyu le había abierto la puerta del baño individual a Taehyun, para que ambos mantengan esa pizca de privacidad. Una vez allí dentro, a puertas cerradas, el menor se deshizo de la sudadera casi de inmediato, pero sin soltar el aparato que había estado guardando dentro de su bolsillo.

Un pequeño control remoto.

- ¿mala idea? -bufó, antes de tronarse el cuello y fijar la mirada en su novio- a mí me estaba gustando hasta que te acobardaste.

- estamos casi en público...

- no le veo el problema.

Antes de dejarle mucho espacio para protestar, presionó un botón en el aparato que tenía sujeto con la diestra. Aquella sencilla acción le sacó un repentino gemido al contrario, quien de inmediato se cubrió la boca con una mano. Su cuerpo se estremeció, y moverse sólo empeoraba las cosas.

- aw, vamos, este sólo es el segundo nivel. -sonrió, acercándose lentamente hasta tenerlo acorralado contra el lavabo, con las manos a los lados de su cuerpo.

- p-pero se siente...

Taehyun estaba disfrutando de la escena, y sabía que Beomgyu también, pese a lo que quería mostrar. Para tenerlo más tranquilo, se inclinó por un beso, con el que le aseguraba que todo estaba bien.

Bueno, ciertamente era más sencillo estar en calma cuando no tenía un vibrador en el culo.

Tal como Taehyun le había pedido, Beomgyu terminó comprando el extraño juguete de nombre extenso en línea, porque, la verdad, le resultaba curioso. Jamás había intentado tener un objeto foráneo adentro suyo, y tan sólo había probado hacerlo con su novio un par de veces, pero no se imaginaba que un consolador a control remoto fuese tan terrible. Como era más pequeño que la única polla que pensaba tolerar, no podía hacerle sufrir mucho, ¿cierto?

Llegó a sus manos unas horas antes de la cita doble en la heladería, y Taehyun no perdió el tiempo al convencerlo de probar el juguete ese mismo día.

Tras leer las instrucciones, desinfectarlo y lavarlo, ya estaba listo para metérserlo.

No esperaba que las vibraciones sean tan fuertes. Como el menor había dicho, sólo lo había subido al segundo nivel, en un universo de cuatro niveles posibles. Si el punto medio lo hacía temblar de esa forma, no quería imaginarse cómo sería el máximo.

Pero Taehyun sí quería imaginarse cómo sería el máximo nivel.

Sin previo aviso, presionó el botón indicado repetidas veces, con lo que esperaba alcanzar el límite del consolador. Hasta él mismo se sorprendió al ser capaz de escuchar la vibración del aparato cada vez más fuerte.

La intensidad resultó excesiva para Beomgyu. Sus mejillas rosadas y ojos amplios no podían expresar adecuadamente la mezcla de sentimientos que experimentaba, la fugaz sacudida que el juguete le había dado a todo su cuerpo y la sensación sofocante de no tener el control.

Se vio incapaz de contener los gimoteos que el placer le demandaba. Sentía que sus piernas no podían sostenerlo por más tiempo, así que no contuvo la necesidad de bajar una mano hacia su entrepierna.

- no.

Antes de dejarlo ir muy lejos, Taehyun lo detuvo, sosteniendo su muñeca. Con firmeza, colocó las manos contrarias sobre el lavabo, para que quede quieto y aguante un poco más.

- quieto, ¿sí? -demandó, al presionar con más fuerza, hasta que percibió el movimiento de cabeza adecuado para el "sí"- buen chico.

Considerando que no tenían todo el tiempo del mundo confinados en un pequeño baño público, tampoco pudo ser muy malo. Probó su obediencia al soltar una de sus muñecas, satisfecho al notar que tembló levemente pero no intentó complacerse con ella. Como recompensa, bajó la intensidad al tercer nivel, antes de guardar el control remoto en el bolsillo de su pantalón. Que su inquieto novio se comporte así sólo indicaba la calidad del juguete adquirido.

Tan sólo con rozar el borde del pantalón de Beomgyu, obtuvo un precioso gemido irregular de su parte, lo que le sacó una sonrisa.

- aw, ¿mi bebé no puede con tanto? -lo provocó, deslizando su mano por debajo de los pantalones sueltos hasta delinear su polla con la palma, sosteniéndola con firmeza.

Sabía que no podría responderle adecuadamente, pero sus jadeos y quejidos de deseo eran la melodía más exclusiva que podía pedir en ese momento. Quería hacerlo temblar bajo su tacto, tenerlo a su completa merced, porque así tendría la certeza de que era suyo, sólo suyo.

Por supuesto que lo logró.

En un inicio, sólo lo tentaba. Trataba su erección con delicadeza, como si necesitase caricias de ángel, en contraste radical con la intensidad de las vibraciones del juguete dentro suyo. No era lo que quería, estaba perfectamente consciente de eso, pero quería probar su resistencia, o carencia de ella.

A Taehyun le gustaba que Beomgyu no intente ser más duro de lo que era. Le gustaba que se entregue a sus deseos, que encajen perfectamente y que su ocasional rol autoritario no le intimide más de lo necesario.

- te necesito, por favor.

Realmente podía acostumbrarse a que le ruegue de esa forma. Después de todo, ni siquiera el hombre más resistente del universo podía negarse a esos ojitos enormes y brillantes, desesperados por atención. Lo que le costaba era controlar aquel instinto animal que le pedía poseerlo en ese mismo instante, pero sabía que si resistía por un par de horas más la recompensa sería incluso mejor.

Por fin, apartó las incómodas prendas de ropa de su camino para masturbarlo a un ritmo rápido, utilizando el desbordante líquido preseminal para que se deslice con facilidad. De paso, aprovechó para subir el consolador a su máximo nivel con su mano libre, una vez más.

Beomgyu era precioso, y más cuando parecía a punto de desmayarse de placer.

Sólo esperaba que las paredes del baño sean lo suficientemente resistentes como para contener la melodía de altos climáticos que llenó la habitación.

Al terminar y limpiar con los materiales a su disposición, Beomgyu guardó el consolador y el control remoto en sus correspondientes cajas, dentro de dos de los bolsillos de su pantalón. Por algo había llevado unos pantalones tan sueltos, poco característicos de su clóset.

Taehyun, sin embargo, no se había dispuesto a vestir con la sudadera nuevamente. Quizás por el calor, o más probablemente porque le quedaba un asunto irresuelto. Había llevado a Beomgyu a su límite, pero él no estaba cerca de terminar aún.

Satisfecho y contento con los mimos que había recibido en el día, el mayor se acercó por un beso tierno, al rodear sus hombros con los brazos y mantenerlo en un dulce abrazo.

- dios, se siente genial, deberías intentarlo algún día. -le sugirió, tras compartir ese beso.

- no creo. -se negó Taehyun, ante lo que entrecerró los ojos- soy tímido.

Considerando que ya no se encontraba sometido al mando de su novio, Beomgyu podía aprovechar para provocarlo un poco. Bien, si Taehyun no pensaba ser explícito con su deseo, entonces él no sería complaciente, no le apenaba dejarlo con las ganas. Desvergonzado, le guiñó un ojo y posó la diestra sobre la entrepierna contraria, para darle un leve apretón.

- pero tu amigo no es nada tímido.

Soltó su evidente erección tan rápido como se había aproximado a ella, para así sonreírle, en falsa inocencia.

- ya debemos ir, ve pensando en la excusa que le daremos a las chicas. -avisó, a punto de colocar la mano sobre la manija de la puerta y dispuesto a abandonar el cuarto de baño.

Hasta que sintió cómo el menor lo empujaba contra la misma.

En una faceta suya que no mostraba con los demás, Taehyun sostuvo a su novio para que se quede quieto, sin preocuparse por esconder cómo lo tenía allí abajo, no sólo con el tacto. Se lo hizo saber bastante bien, para que lo sienta también por detrás.

- ¿creíste que había terminado contigo?

notas:

Igual Ryujin y Chaeryeong se fueron al cine a darse besitos en la qk, al cabo que ni querían pasar tiempo con los hombres. Let's goooo lesbians.

No sÉ AA BUENo. Siempre escribo mucho al final de estas cosas porque le temo a la recepción que tendrán lol. El debate frente a si está bien o no sexualizar a los chicos es re intenso, o quizás sólo soy muy poco conflictiva y no me gusta meterme en bardos. ¿Postura consecuencialista o deontológica? Yo soy consecuencialista, claro, de lo contrario nunca hubiese escrito este fic. Tampoco es que no tenga presente algún tipo de moral, sólo espero ser congruente en ella. No consumo drogas, se los juro, sólo me gusta filosofar sobre fandom stuffs lmao.

Nos leemos pronto, besitos en la cola ♡

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro