Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capitulo 9

   Subestimé la comida, bueno más o menos. A pesar de estar comiendo solo papas cocidas y nada más, está muy rica, o solo es el hambre…

—¿Te gusta?

—Claro, debes darme la receta.

—Solo es papa hervida en una olla.

—Pero, aun así, sabes escoger una buena papa.

Mi comentario la hizo esbozar una pequeña sonrisa sutil. Ahora que puedo ver su rostro, me siento más cómodo sabiendo que le puedo generar gestos y ahora si puedo hasta decir que me empieza a caer bien.

Un ruido extraño en la pared se escucha, haciendo que Kira y yo volteamos a la misma dirección al mismo tiempo. Desde hace rato me siento más observado de lo usual, ciertos sonidos me descolocan y siempre termino mirando a todos lados con algo de nervios por las condiciones de la casa, y no hablo de lo vieja, si no de los espíritus.

—¿Cómo puedes vivir con esos sonidos a cada rato?

—Tranquilo, solo es mi hermano cortando el momento en broma… Es que le pareció tonto tu comentario y no sabía cómo decirte por su cuenta —explica continuando con su comida.

—Ya que lo mencionas, si siempre estás con tu hermano ¿Cómo haces para comunicarte con él?

—Hablando… —obvia.

—Sí, pero me refiero a que… Nunca noté que podías hablar con él antes.

—Si le quiero decir algo, solo se lo digo. Excepto en la escuela, suelo usar mi libreta negra para hablarle sin parecer una loca en clases.

—Lo de la locura no funciona mucho —menciono irónico sin evitar sonreír y se escucha varios golpecitos en la pared seguidos.

—Claro, búrlen se los dos —dice negando suavemente.

—Lo siento, no quería ofenderte.

—No es eso, es que mi hermano siempre me señala eso, y pues, le acabas de dar la razón.

—Tu hermano me cae bien.

—Él igual a ti, dice que es porque eres muy serio y hablas poco, justamente como es él.

—Definitivamente es la manera más rara de conocer a tu familia.

Unos pasos, con los pies siendo arrastrados, se hacen presentes dando entrada a la mamá de Kira que ingresa a la cocina con su actitud totalmente cansada y estresada. Lleva medio puesta una bata sin nada por debajo, mostrando más de lo que no quiero ver. Aparto mi mirada inmediatamente al verla entrar de esa manera y los colores de la cara se me hacen presentes, ni siquiera sé por qué si esta imagen más bien asusta.

—Ay no… ¿Cuándo se acabará la miseria que estoy viviendo? —balbucea y de reojo noto que va al refrigerador abriendo esta—. ¿Y cuándo será que tú te puedas largar de esta casa? No me ando prostituyendo para que vengas a gastarte lo todo en ti, ladrona… —Se queja de Kira empujando su cabeza por desquite—. Para eso solo sirves, para más nada.

Kira mantiene la calma con su vista fija al plato, pero puedo notar como sus cejas están arqueadas hacia abajo.

—¿Por qué no te vas tú, ya que eres la que gana dinero? —le contesta.

—Cállate, no voy a perder el tiempo discutiendo contigo. Yo lo único que quiero es descansar.

Un elemento en las manos de la señora me llama la atención, tiene un frasco de pastilla que reconozco de inmediato. Son iguales a las que tengo en mi bolso, las cuales mi mamá me obliga a tomar cada cierto tiempo para calmar mis problemas de ira. Entiendo que consuma mucha droga, pero no creo que sea coincidencia que tome eso por las mismas razones cuando se ve que su estado es otro.

—Oiga, ¿Y esas pastillas? Yo tengo unas iguales en mi bolso —me dirijo a la mamá de Kira ignorando su falta de ropa.

—¡Mamá! ¿Estuviste en mi cuarto revisando las pertenencias de Justin? —reclama Kira poniéndose de pie.

—¿Yo para qué quiero ir a tu mugroso cuarto? ¿Qué no ves que éstas son las que tomo antes de dormir? —responde molesta y de tal manera se mete no sé cuántas pastillas sin agua, lo que le causa dificultad para tragar—. ¿Y tú qué? ¿También te gusta ingerir vainas raras? —pregunta con una voz ahogada pasando el dolor en su pecho.

—No, esas las tengo que tomar por mis supuestos problemas de ira. Aunque mi mamá dice que funciona, yo no he sentido nada distinto en mí.

—Yo ni siquiera sé para qué sirven, lo único que me importa es que al tomarlas me deja en un estado de trance y en la mañana ya no recuerdo nada. Necesitaba una solución para no escuchar los gritos de esta loca por las noches.

—Ya te he dicho que últimamente no hago eso —explica Kira apartando la mirada de su mamá.

—Igual no dejaré de tomarlas, y menos hoy que trajiste a tu juguete para divertirte esta noche. Aunque… —La señora voltea a verme con una mirada que me da mala espina—, si me lo prestas podemos estar a mano.

Abre su bata dejando expuesto lo poco que tenía cubierto dejándome súper incómodo. Entiendo que es su casa, pero al menos usar ropa interior sería un gesto de decencia, aunque claro está que no le importa.

—¡Mamá! ¡Deja de molestar! —exclama Kira empujándola lejos de mí.

«Gracias…»

—¡Ay! Deja tu fastidio. Si no vas a compartir entonces mejor me voy a dormir —“acomoda” su bata y se retira tambaleando dejándonos solos.

Kira regresa a su puesto y se queda mirando un punto vacío de la mesa sin decir nada, apretando los puños encima de esta. Yo regreso la vista a mi comida, pero acabando de ver a su mamá desnuda, se me quitó el apetito por completo.

—Justin, necesito que hagas una prueba para saber si eres capaz de ayudarme —interrumpe el silencio incómodo llamando mi atención.

—¿A qué te refieres?

—Quiero que mates a mi mamá —menciona segura mirándome a los ojos.

—Wow, ¿Cómo se te ocurre pedirme eso? Entiendo lo estresante que es, la mía también suele tratarme con desprecio, pero no por eso voy a explorar la opción de matarla, no podría —reclamo en susurro con miedo de que su mamá nos escuche.

—Yo tampoco puedo, por eso te lo estoy pidiendo a ti. Si quieres, después vamos y yo mato a la tuya.

—¿Qué?, ¡No quiero que mates a mí mamá! —exclamo poniéndome de pie.

—Está bien, pero entonces tú ayúdame con la mía. Mi hermano también está de acuerdo.

—No puedo, me podrán mirar como un agresivo, pero no quiero que me miren como un asesino.

—Nadie lo va a saber, si quieres usas mi cuchillo —pone el utensilio enfrente de mí.

—Kira, yo no sería capaz de matar a alguien, no puedo.

—Claro que puedes, eres muy valiente. Y no te sientas mal, después de matar una vez lo puedes volver hacer sin problemas.

—Pero yo no quiero hacer eso…

Kira se me acerca, coloca su mano por detrás de mi oreja derecha con su pulgar en mi mejilla, sentir sus dedos delgados no se compara a la mirada que me dedica cerca de mí. Es increíble como puede ser tan inexpresiva en su rostro, aun con la poca luz, mirar sus ojos grises algo irritados, lo único que me hace es pensar que Kira ya no tiene alma, o es un simple efecto de trauma por todas las cosas que le han pasado y sigue viviendo. Su rostro tiene sus imperfecciones, las ojeras que conectan con sus mejillas, sus espinillas por toda la cara, ciertos arañazos y sus labios rotos, quizás de no estorbar en su apariencia, solo mostraría la chica linda que estoy seguro que es.

—Justin, he pasado mucho tiempo viviendo en el completo infierno… Mi cansancio no solo es físico, también es sentimental y espiritual… Yo nunca quise hacer nada de lo que he hecho, pero no tenía más salidas… Por eso estoy pidiendo tu ayuda, para acabar con mis problemas de una vez por todas.

En serio quiero ayudarla, a que no sea más maltrata, que no sea ofendida ni despreciada, que no se aprovechen de ella… Solo quisiera que existiera una mejor manera, y si la hay, no la conozco.

—No sé cómo hacerlo.

—Solo entierra el cuchillo en su garganta —toma el cuchillo y lo coloca en mí mano—, no tengas miedo, yo estaré ahí contigo, para eso están los amigos —Dibuja una leve sonrisa sincera, con la cual me contagia.

—Está bien… —accedo poco convencido mientras sujeto bien el cuchillo que tengo en mis manos.

Kira asiente y me guía en la oscuridad de la casa hasta el segundo piso donde se encuentra la habitación de su madre. Me pongo nervioso, no estoy muy conforme con hacer esta tarea de matar a alguien. Abre la puerta y ahí esta ella con los ojos abiertos mirando el techo sin reaccionar a nuestra presencia.

—Aprovecha que ya está dormida —me indica.

—Pero si esta despierta.

—No lo está, las pastillas la dejan así, en un estado de alucinación de la cual no puede reaccionar. Está totalmente vulnerable, así que tienes la oportunidad perfecta.

—Está bien…

Camino por la habitación hacia la cama donde reposa la señora, sus ojos están abiertos y siento que es la peor presentación para este acontecimiento que voy hacer. Su respiración es normal mientras respira con la boca un poco abierta. Esta arropada con unas sábanas delgadas de colores tierra, y viendo su bata en el copete de la cama, me da la impresión de que se encuentra desnuda.

—Vamos Justin, no lo pienses tanto.

—Es que… no suelo hacer le daño a las personas que no me molestan.

—Ella me ha molestado desde que tengo memoria, nunca fue buena ni una sola vez conmigo. Solo estás defendiendo me, como siempre la has hecho con tus amigos.

Ahora que lo pienso, yo nunca me he preocupado en ayudar a un amigo. Hoy ayudé hasta donde pude a Natalia, pero no es como si la consideraba mi amiga cuando apenas la conocí hoy. En otras oportunidades, con las pocas amistades que apenas lograba hacer en el ciclo de expulsiones de escuela en escuela, nunca me preocupé por alguien que no fuera yo mismo, incluso en una oportunidad peleé con un amigo sin dudarlo después de solo “bromear” conmigo.

Para todo hay una primera vez, no es la mejor manera de hacerlo, pero en esta oportunidad quiero defender a alguien… alguien como Kira… alguien con problemas similares a los míos. Miro el cuchillo que tengo en mis manos para decidir cómo hacer esto, «Solo entierra el cuchillo en su garganta», son las palabras que recuerdo de Kira. Ya listo para hacerlo, aunque algo tembloroso, fijo mi objetivo en el cuello de la mamá de Kira y acercando el cuchillo lentamente para asegurarme de no fallar con la respiración alterada, al estar lo más cerca solo dejo que el movimiento haga lo suyo.

El cuchillo solo se clava un poco de la punta haciendo un ligero corte, ocasionando que la señora abra un poco más los ojos dilatando sus pupilas y teniendo pequeños espasmos. Me asusto al ver que se mueve, alarmado presiono más fuerte el cuchillo contra su cuello haciendo que este entre más al fondo, liberando mayor flujo de sangre que se corre por su cuello y por su boca. Ya con medio cuchillo adentro, comienza a tambalear sufriendo una convulsión y asustado caigo de trasero al suelo mirando la escena creyendo que esa señora se levantaría a hacerme algo.

—Si pudiste —menciona acercándose al cuerpo tembloroso de su mamá para sacar el cuchillo de su garganta. Enseguida se agacha a mi nivel para darme un beso en la mejilla—. Muchas gracias por ayudarme, amigo.

Kira me ayuda a levantarme y presencio como el cuerpo deja de temblar para quedar completamente estático. Ya he visto varias muertes el día de hoy, pero está en específico ocasionada por mí, y encima ver como aún mantiene los ojos abiertos, será la peor muerte que podré presenciar hasta ahora. Estoy temblando demasiado, y no lo puedo creer que haya hecho esto… matar.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro