CAP.14
Narra Kion: Recuerdo ese día con total claridad, fue hace mucho tiempo, cuando eramos apenas unos cachorros... era una tarde como cualquiera en las praderas, yo pasaba por ahí de casualidad cuando de pronto escuche unos gritos supe que tenia que ayudar al que estaba gritando entonces la vi, estaba muy lastimada, aparentemente sus heridas se debían a la pelea que había iniciado con un joven leopardo que se encontraba frente a ella...
Narrador Normal:
*FLASHBACK*
-khg- exclamó una joven cria de guepardo, seriamente lastimada y luchando por mantenerse en pie -ma-maldición... ¡déjame en paz!- gritó ella con fuerza a su atacante, que solo la miró de forma sádica.
-¿enserio crees que con tus lloriqueos me vas a hacer cambiar de opinión? pues claro que no chita, aquí eso no funciona- expresó burlón el leopardo que se encontraba sin un solo rasguño mirando con desprecio a la chica que tenía delante.
Harto de jugar, alzó su pata con la intención de darle el golpe final a su victima. Ella consciente de que no podría tolerar un ataque mas en pie, cerró los ojos esperando el golpe, que por fortuna nunca llegó, gracias a cierto león que se había interpuesto en la pelea.
-¡déjala en paz!- gritó la cria de león, quien aunque fuese pequeño, ya poseía fuerza suficiente como para detener el golpe.
-lárgate de aquí príncipe, o el castigo lo recibirás tu...- dijo mirando con odio marcado a quien detuvo su ataque -esto es entre esta y yo- dijo de la forma mas despreciable posible, algo que hizo enfurecer al pequeño león mas de la cuenta.
-no, ahora es entre tú y yo– dijo seriamente antes de atacar al agresor, mientras la joven guepardo solo podía observar, agotada y lastimada. Agobiada por el dolor solo pudo sentarse a esperar lo peor. Sin embargo, gracias a la fuerza del león, aparentemente príncipe de aquellas tierras, logró vencer al leopardo sin mucho esfuerzo, corriéndolo del lugar
-¡y no quiero ver que molestes a nadie mas!- gritó el con fuerza mientras volteaba la mirada y miraba directamente a la joven guepardo, sus ojos ámbar se clavaron como flechas en los orbes esmeralda de quien había rescatado -¿te encuentras bien?- preguntó amablemente el joven león.
-...- ella asintió sin decir palabra, intentó levantarse e irse, pero no sabía que su herida estaba tan mal -¡r-rayos!- gritó con dolor e impotencia, observó al leon que la miraba preocupado, se acercó a ella para ayudarla pero fue detenido -yo puedo sola...- dijo de forma orgullosa intentando levantarse, y hubiera caído de no ser por el único apoyo con el que ella contaba en ese momento -... gracias- dijo al fin apreciando la ayuda de aquel misterioso león que la había rescatado de su acosador.
-yo te ayudo...- dijo el joven ayudándola a que se apoyase un poco mas en el...
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