La Flor de la Guerra
------ Martes 6, Febrero, 2026 ------
Punto de vista de Genaro
Después de irse aquella jovencita tan particular que trabajaba al parecer para algún tipo de periódico, me dispuse a volver a observar aquel baúl viejo, polvoriento y que me seguía aterrando igual que el primer día que decidí abandonarlo en el sótano
Fotos de una época ya muy lejana descoloridas, vestidos medio destrozados seguramente por algún tipo de polilla, pelucas enmarañadas y llenas de nudos y polvo...
¿En esto se había resumido mi vida entera? ¿Mis 105 años iban a acabar solo en un baúl?
Esta chiquita me había dado la oportunidad de contar mi historia, no desde luego antes asegurarme que es alguien que entendiera lo que yo fui, soy y seguiré siendo hasta que esta tortuosa vida me quiera entregar a los dulces brazos de la muerte.
Le había puesto a prueba una y otra vez, obligándola a que me diera una información a cambio de lo que yo podría o no contarle dependiendo de sus respuestas y su amiga Tatiana había acabado siendo la clave de todo, curioso como la familia que eliges te vuelve más fuerte.
Rebusque de nuevo en ese viejo arcón hasta dar con ella, la foto con Juan.
Mi querido Juan, que hubiera sido de ti en estos alejados días que corren, todo lo que conocíamos ya no existe o ha evolucionado, seguro que habrías gozado como no pudiste hacerlo en aquella época.
Me dispuse a girar la fotografía y leer la dedicatoria escrita a mano que se encontraba allí:
''Genaro, cuando acabe la guerra recorreremos el mundo en busca de nuestro hogar''
Unas lágrimas comenzaron a rodar por mis arrugadas mejillas mientras apretaba aquella foto con toda la fuerza que disponían estos viejos brazos contra mi pecho.
- Queridísimo amigo, no pudimos irnos a conocer el mundo juntos, pero el mundo conocerá nuestra historia.
Cuando conseguí recuperarme de aquel ataque de llanto, me dispuse a buscar el papel rasgado que me dejó aquella joven antes de irse.
Lo encontré en el salón sobre la mesa auxiliar donde habíamos estado tomando nuestro café y en él se podía leer:
Cuando estés listo para contarme tu historia solo llámame al 6xx xx xx xx
- Ginebra
Así que se llamaba Ginebra la joven, curioso nombre que le otorgaron sus padres, pero así al menos podre dirigirme a ella como corresponde y tutearnos.
Cogí mi teléfono móvil, curioso aparatejo que aun no acababa de entender ya que todo era ''táctil'' y marque el numero de la joven Ginebra.
La primera llamada no fue contestada, puede que la joven estuviera ocupada con algo, al fin y al cabo solo hacía una hora que se había ido de casa.
Pero para mi sorpresa de manera casi inmediata después de que la pantalla se apagase, empezó a sonar de forma estridente aquel aparajeto, respondí:
- Buenos tardes, ¿Dígame?
- ¡Oh! Así que eras usted Genaro, soy Gin o como me llamas: la jovencita jajajaja.
- Hola pequeña niña y por favor me gustaría que me tuteases, nunca me ha gustado que me tratasen de usted.
- ¡Por supuesto, no hay problema Genaro! Pero en ese caso llámame Gin, todos mis amigos lo hacen.
- De acuerdo, Gin, he recapacitado sobre lo que hemos estado hablando y me gustaría concertar una cita para contarte mi historia. ¿El sábado, día 10, te vendría bien?
- ¡Sí, así cumpliré el plazo con la empresa, gracias Genaro!
- De nada pequeña niña, te espero a las 12:00 Horas con una cafetera bien llena de café.
- ¡Yo llevare pastas que me he dado cuenta que te gusta mucho el dulce!
Increíble como la jovencita se había percatado hasta del más minúsculo detalle. ¿Me habrían delatado las 4 cucharadas de azúcar en cada taza? Niña perspicaz. - Dejé de hacerme preguntas tan estúpidas y finalice la conversación con ella.
- Nos vemos el sábado, disfruta de la semana
- ¡Igualmente, Genaro. Gracias de nuevo por la oportunidad y allí estaré!
Así pues, quedó todo concertado para el sábado.
Me dispuse a mover el baúl por la casa hasta la sala de estar, para así tenerlo todo más a mano.
Luego, volví a bajar aquellas escaleras endemoniadas dirección al sótano y estuve buscando más artilugios, recortes de periódico, antiguas galas o documentos antiguos.
No encontré demasiado, la verdad sea dicha, no más de un documento acreditativo de fin de servicio, un antiguo escrito de una reunión secreta de aquella época que no creo que sea el momento de prestar atención y una foto completa de Juan, donde detrás ponía:
'' Juan Belenguer Jiménez, en el año 1936 de nuestro señor, a la edad de 18 años, mayor de edad. ''
Después de unos minutos de observa la foto de mi amigo, dispuse a guardar la foto en el arcón junto todo lo demás que ya había ordenado y adecentado para la visita de la joven Gin.
- Vamos Genaro, es hora de contar tu historia, la tuya y la de Juan, tiene que conocerse como funcionaban las cosas en aquella época y tienes que hacerle justicia a él, sigues vivo por él y tienes que vivir por los dos. - Dije estas palabras de auto-ánimo en voz alta y me senté en mi sillón con una nueva taza de café recién hecho.
No podía esperar a narrar nuestra historia, aunque aquel recuerdo de aquellos distantes años no solo me van a traer bellos recuerdos, también sufrimiento, dolor y miedo.
Debo mentalizarme bien antes de volver a aquellos años oscuros.
Buenas!!!
Ya empezamos con La Flor de la Guerra!!!
La cual podemos considerar la segunda parte de Dificultad ❤️❤️❤️
Espero que os guste y siempre quedo abierta a crítica positiva, opiniones y sobretodo a vuestros comentarios 🔥
Para ver más de mi trabajo y no solo texto os invito a seguirme en IG @Mahoheca.
Nuevo capítulo cada dos días, permaneced atentos!!❤️
Gracias por leer!✨
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro