Londres, Inglaterra, 1890

- ¿Ya lo han encontrado?

- ¿Perdone, señora?

- Llevo viniendo durante 2 semanas, durante todos los días, ¿aún no son capaces de encontrarlo?

La mujer cada vez se veía más enfadada y arisca, parecía un poco desesperada y bastante agobiada.

- Creo que debe darme más datos, señora. ¿Quien es usted?

- ¿Otra vez, cuántas veces debo darles la misma información?

- Señora, pues las que haga falta, para mí en estos momentos es una completa extraña.

La señora suspiró de forma muy sonora hastiada por la situación.

- Vamos a ver... Son ustedes policías... ¿si o no?

- Señora, esta usted en Scotland Yard, ¿usted que cree? - Respondió el policía con la paciencia rozando sus limites.

- Pues entonces, ¿Cómo es posible que siendo los mejores policías del país no le hayan encontrado ya? - Espetó la mujer de muy malas maneras.

El policía dejó que un tic nervioso saliera a la luz, se podía contemplar perfectamente como la vena de la izquierda de su cuello empezaba a palpitar, dando signos de desesperación.

- De acuerdo, señora, para empezar SI - Recalcó - Si necesito que me dé su nombre, así que si es tan amble...

La señora tomó asiento asumiendo que iba a ir para rato y empezó:

- Marie Light. Tengo 39 años, resido en Notting Hill, nº 3, piso 1 puerta 4. - Dictó como una máquina.

El policía respiró hondo y empezó a tomar nota de todos los datos en un cuaderno.

- Muy bien, ¿A quién esta buscando?

- A un hombre.

El policía levantó la ceja de nuevo, pero no levantó la vista de su cuaderno. Esperó un par de segundos para alguna nueva información que nunca llegó.

- Un hombre... vale, ¿Su nombre?

- No lo se.

- De acuerdo... -Dijo contrariado - ¿Apellido?

- Tampoco lo se.

El policía se empezó a rascar el cuello con bastante desesperación.

- Vale, ¿Podría describírmelo?

- No.

- Señora, ¿Esto es una maldita broma? - La paciencia del pobre policía saltó por los aires.

- En absoluto, llevo buscándole más de 20 años, ¿Cómo podría ser una broma?

- ¡Bien! ¿Entonces es un ladrón, un atacante, un criminal?

- No, espero que no la verdad. - Contestó de forma muy serena.

- ¿Entonces, este hombre qué le ha hecho?

- ¿No lo ve? Llevo buscándole más de 20 años y no aparece, es un pobre desgraciado.

- ¡¿Pero por qué demonios lo está buscando?! - Claramente desesperado, el policía saltó de su silla estampando las manos contra el escritorio.

- Creo que esa sería la pregunta más correcta que ha hecho en toda la mañana, señor policía.

El agente de policía se pasó la mano por la cara y se dejó caer de nuevo en su silla.

- Pues como le decía, señor, cuando rondaba la mayoría de edad, un señor de poco más de 30 años, me paró por la calle para preguntarme la hora y ante mi amabilidad al otorgársela, la hora, no mal piense usted, señor, me dijo que había un zagal por estos lares en busca de lo mismo que yo.

>> ¿No le parece curioso, señor agente? Alguien con mis mismos deseos... Un sueño hecho realidad, además que en aquellos momentos y hasta la fecha mi mayor deseo es encontrar el amor.

- Señora. - Pronunció en tono autoritario el agente - No somos una casa de citas, no somos celestinos en busca de unir a romeos y julietas, si esta aquí en busca de ''su amado'', le ruego encarecidamente que abandone el edificio y no vuelva más.

- ¡Pero qué grosero¡ ¿Cómo osa tratar así a una dama como yo? ¡Le ruego que se disculpe!

- ¡Señora! - El agente intentó controlar sus nervios - Usted para mí está falta de un centro psiquiátrico, lleva más de 20 años buscando la sombra de un hombre y todo porque un señor completamente anónimo le dijo que por esa zona había alguien con sus mismos intereses.

>> ¿Se ha parado si quiera a conocer hombres?

- ¡Qué desfachatez, señor! Yo soy una señorita la mar de decente.

- Señorita o no, lo único que está haciendo es entorpecer el trabajo de todos los policías en la tan honorable Scotland Yard. Así que le ruego encarecidamente que no vuelva a venir por aquí, al menos no, si no es con un delito o búsqueda real. Gracias.

La mujer se fue malhumorada, pero nada ni nadie sería capaz de evitar encontrarlo.
Después de aquello, se fue directa al 221B de Bakery Street. Para los menos conocedores, residencia del mayor y mejor detective del mundo.

Después de ser recibida en el despacho de este mismo, un lugar bastante lugubre y desordenado, expuso de nuevo el caso frente a él.

El detective la miró, apagó su pipa y sentenció:

- Mi tan ingenua señora, lamento informarle que ha sido victima de un vil bromista, aquel señor se burlo de usted al verla tan joven e inexperta de la vida y si me permite decirle, el amor es bastante ineficaz en la vida, al final, solo se convertirá en un terrible problema.

>> Lamento informarle, mi señora, que deberé rechazar este caso ante la evidencia de la triste broma y la mucha falta de información. Espero que tenga un buen día.

La mujer quedó devastada, él era el único en todo el mundo que sería capaz de encontrarlo, pero eso no iba a conseguirla evadirla. Su corazón la guiaba e iba a obedecerlo.

Aún en la oscuridad de su vida, jamás dejaría de buscar respuestas.
Buscaría la luz aún si tenía que vivir en la tormenta, pero jamás se daría por vencida hasta encontrarlo.

Buenas queridos lectores!
En este fragmento he querido retratar la persistencia y a la vez la desesperación.

Espero que estéis consiguiendo unir todos los fragmentos hasta ahora~~

Espero que os haya gustado y siempre quedo abierta a crítica positiva, opiniones y sobretodo a vuestros comentarios 🔥

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Nuevo capítulo cada dos días, permaneced atentos!!❤️

Gracias por leer!✨