- ¿Ayudarte? - Repetí cual loro y atónito.

Básicamente Gin me ha confirmado que sí, es ella y que también, que está muerta.

- Entonces... ¿Eres un fantasma? - Solté sin pensarlo mucho antes de hablar.

Gin se echó a reír a carcajada limpia mientras se aguantaba el estómago.

- Voy a empezar a pensar que tengo dotes de payaso. - Me cruce de brazos y fruncí un poco la boca ya que no entendía que le había hecho tanta jodida gracia, pero pronto se me pasó el enfado.

Volverla escuchar reír era como la miel para el oso, demasiado adictivo.

A los pocos minutos pareció que escuchaba algo y paró en seco. Se limpió las lágrimas y me miró muy seria.

Se acercó de golpe a mi como si de una brisa se tratase y me sujetó ambas manos.

- León, puedes llamarme Fantasma, Gin o alucinación, eso no me importa, pero necesito tu ayuda, tristemente me tengo que ir, parece que vas a despertarte.

Y justo después de pronunciar esa palabra todo aquel entorno empezó a tambalearse y poco a poco cobraba más luz.

Apreté sus manos y hablé apresuradamente:

- Espera, tengo que ayudarte, ¿verdad?, ¿Cómo lo hago? ¿Voy a volver a verte?

Y como si de un tornado se tratase, algo me iba absorbiendo poco a poco mientras ella se quedaba estática en aquel lugar.

Antes de llegar a despertarme ella me chilló:

- ¡Búscame cuando haya luna llena!

──────  ⋅❈⋅ ──────

Abrí los ojos y me sentía como si me hubieran pegado tremenda paliza, realmente me dolía todo el cuerpo como si no hubiera dejado de estar tensando cada músculo que tenía y la verdad no quería entrar en el tema de la cabeza.

- La próxima vez dile a tu camello que te dé mejores drogas, porque joder... estas son una puta mierda. - Ladee la cabeza mientras guiñaba un ojo por el dolor y al poco oía como Tatiana le chistaba para que no replicara.

- Venga haya paz entre vosotros dos, ambos habéis hecho cosas mal. - Medió Tatiana entre nosotros.

- Bueno, unos más que otros, yo no voy reduciendo a mis amigos. - Solté de la forma más venenosa posible.

- Y yo no voy desenterrándolos. - Respondió Fran.

Y ahí saltó de nuevo mi paciencia, me tiré de nuevo hacia a él con toda la intención de partirle la cara, pero esta vez parecía que habían sido más competentes con las cuerdas y lo único que conseguí de aquello fue escuchar un crack procedente de mi hombro.

- Tienes suerte que me tengas atado porque te juro que ahora mismo estabas muerto. - Y acto seguido le escupí en la cara.

- Te voy a... - Fran se disponía a saltar sobre mí, pero justo intercedió un hombre, el cual no tenia ni zorra idea de quién era.

- Ya basta. - Dijo en una voz bastante serena y profunda. Voz que a decir verdad no pegaba mucho con él.
Por su aspecto, a primera instancia, parecía un hombre bastante mayor de unos 90 años, aunque por su porte y facilidad para moverse nadie lo diría.

Algo también en él me daba la impresión que escondía algo, pero el que exactamente era lo que no sabía.

- Y tú, ¿quién coño eres? - Le espeté furioso.

- Cuida tus modales jovencito, no quieras que esto pase a mayores. - Hizo un ligero movimiento apartando muy ligeramente su abrigo marrón oscuro de talle largo y con ese simple movimiento ya pude vislumbrar el arma que llevaba.

Tragué saliva y me calmé poco a poco.

- Vale, comprendo.

- ¿Ah, si? - Preguntó Fran aún bastante molesto.

- Es evidente, ¿no?. No te era suficiente con dejarme fuera de juego varias veces que ahora me traes a la puta mafia armada -apunte con mi cabeza a aquel señor - para que termine con mi vida. Y yo que pensaba que erais mis amigos...

- ¡Ya vale, Leo! No voy a permitir que digas que no somos tus amigos, porque estamos intentando llevar esto lo mejor que se puede y cuidarte.

>> Además, Genaro no es ningún mafioso, es amigo de Gin y ha venido a ayudarte. - Dijo una furiosa y desesperada Tatiana - Así que por favor, si empiezas a comportarte más como una personita cabal podremos soltarte y avanzar en todo esto.

- Ya claro, ¿y la pistolita que me lleva que? ¿Qué hay de eso?

- Es para mi diversión - La desenfundó antes de que pudiera si quiera reaccionar y me apuntó directamente a la cara.

Disparó.

──────  ⋅❈⋅ ──────

Abrí los ojos temblando y el primer pensamiento antes de abrirlos fue: "Por fin podré estar con Gin"

Pero entonces, lo noté, toda la cara mojada y cuando la sangre se me fue de los oídos por el nerviosismo escuché a ese tal Genaro hacer sonidos "Pium, pium".

( Pero que cojones... )

Mientras seguía boquiabierto del asombro, Tatiana se acercó a la cama donde estaba y volvió a tomar asiento.

- Ya te dije que era amigo de Gin y ella nunca podría tener a gente mala a su lado.

>> Dime Leo, ¿Ya estás dispuesto a que te cuente cómo llegaste a desenterrar la tumba de Gin?

Aquellas palabras me dolían en lo más profundo de mi alma, pero estaba claro que algo no estaba bien y debía hacer de tripas corazón para soportar aquello y recuperarme.

(Debes ser fuerte por ella, necesita tu ayuda)

Asentí y a los pocos segundos escuché :

Resiste, pronto nos veremos de nuevo.

Guau! Poco a poco se va avanzando. ¿Habrá conseguido León una forma de comunicarse con Gin?

¿Qué tendrá que ver Genaro en todo esto?

Espero que os haya gustado y siempre quedo abierta a crítica positiva, opiniones y sobretodo a vuestros comentarios 🔥

Para ver más de mi trabajo y no solo texto os invito a seguirme en IG @Mahoheca.

Nuevo capítulo cada dos días, permaneced atentos!!❤️

Gracias por leer!✨