Ya estábamos en el piso de arriba con aquel espectacular baúl recubierto de fotografías que datarían del 1936 o quizás del 1937, no estaba del todo segura.

En alguna de esas fotos podían verse soldados totalmente vestidos de guerrilleros, mapas de España, algunos recortes de periódico hablando acerca de algún que otro producto de maquillaje, alguna de algún que otro pueblo y de propaganda republicana de la época.

Realmente, solo aquel baúl recubierto ya parecía una completa capsula del tiempo, había distintas fotos en blanco y negro y cada una contaba una historia completamente diferente, pero, de repente mi mirada se quedó fija en una imagen de dos jóvenes que se medio abrazaban por encima del hombro posando con sus fusiles y justo al lado de esta, el mismo joven, pero con una mujer al lado con la misma pose.

Me quede durante varios minutos observando aquellas dos fotos y entonces me di cuenta.

- Parece que ya has encontrado la pista que te falta - De repente habló el anciano sacándome de mis cavilaciones y de mi trance, haciendo así que le prestase toda y completa atención - Como has podido ver en la foto, él era Juan, mi más intimo ''amigo''.

Dijo esta última palabra con un toque de anhelo mientras la soltaba en un suspiro por sus ancianos labios, su vista se volvió vidriosa y todo el toque jovial que había tenido antes, se perdió. Estaba completamente afectado por lo que se veía al volver a ver a su viejo amigo.

- Era alguien muy importante para ti por lo que se puede ver, ¿Verdad? - Le pregunte con la mayor de las delicadezas.

- Él lo era todo para mi, fui a la guerra no por obligación o rebelión contra el gobierno, no, fui a la guerra por él. - Suspiró y cogió aire - Me gustaría contarte mi historia como lo hiciste tu con Tatiana, pero primero quiero así que abras este baúl. - Acarició sutilmente la tapa de aquel gran baúl como si dentro del mismo se encontrase toda su vida.

- De acuerdo, si me permites... -Puse a cada uno de los lados mis manos para nada más me diera el permiso, abrir aquel gran secreto tan bien guardado durante el paso del tiempo.

El anciano me miró completamente decidido y después de unos largos segundos donde se podía ver completamente todo lo que pasaba por su mente reflejado en sus ojos dijo:

- De acuerdo, ábrelo.

Como si de una orden se tratase me dispuse a abrir aquel maravilloso baúl, levante con sumo cuidado la tapa y me aventure a mirar dentro de aquel pequeño tesoro.

- Oh... vaya... entonces, ¿Es cierto... tú...?

- Sí, soy y seré todo y más de lo que hay dentro de este baúl.

¿Qué había dentro del baúl? A parte de una vida entera de sueños, gustos, vivencias, amor, desamor, miedos, represión...

A parte, de todo esto, dentro del baúl encontrábamos, pelucas, vestidos ya desteñidos, un par de tacones rojos, labiales, polvos de la época, un corsé maravilloso de hueso de ballena como los que ya no se hacen, fotos de una mujer empoderada, valiente y bellísima la cual tenia encima de su labio una ligera peca dándole un toque muy sexy, fotos de esta misma mujer en un cabaret bailando sin ningún pudor y otra foto de ella cantando.

A la vez, después de estas maravillas encontrábamos una cartilla identificativa de la época donde se leía perfectamente: Genaro García Fernández y una foto del mismo joven con tan solo 15 años de edad.

Levante la vista hacía aquel anciano y con la cartilla y uno de los vestidos en mano, me dispuse a hablar:

-Entonces es cierto, eres el primer travesti durante la guerra civil española, ¿verdad? - Me quedé mirándolo muy seriamente.

- En efecto jovencita, si que lo soy, pero para conocer toda mi historia, tendrás que presentarte aquí en otro momento, debo descansar y recuperarme de todas las emociones, podrás decir orgullosa que tendrás la exclusiva con pruebas aportadas de la primera persona travesti durante aquella represión.

>> Antes de mí hubieron muchos, claro está, pero solo yo me atreví durante aquella dura época a seguir mostrando quien era en realidad, aunque me pusiera en el más extremo peligro, pero como todo en esta vida, tenía un gran motivo para hacer aquella pedazo de locura que ahora recuerdo con el mayor de los cariños.

>> Pero como te dije joven, aquí nos separamos hoy, redacta tu esquela hasta ahora, revisalo todo, saca de tu memoria todo lo que has y estás presenciando hoy, porque en tu siguiente visita, procederé a contarte mi historia.

Con un suave y reconfortante abrazo me despedí de él aquel Martes. Quedamos para dentro de muy poco, pero hasta entonces, iba a avanzar con la redacción de aquella historia que se estaba revelando solo para mí.

Solo me queda decir en este día, gracias. Gracias Tatiana porque a través de contar tu historia y tus duros secretos que son tus mayores miedos y sentimientos, gracias a ti he podido llegar al corazón de Genaro y tener la oportunidad de hacer saber su historia.

Pronto volveré para escuchar y recopilar toda su historia, ahora es el turno de la historia de Genaro, La Flor De La Guerra.

Maravilloso, con mucha intriga, damos fin a Dificultad, pero no os desaniméis, terminaremos de saber toda la historia de Genaro en La Flor De La Guerra.

En unos días, nos adentraremos de lleno en la guerra civil española y viviremos todo lo que nuestro anciano vivió.

Espero que os guste y siempre quedo abierta a crítica positiva, opiniones y sobretodo a vuestros comentarios 🔥

Para ver más de mi trabajo y no solo texto os invito a seguirme en IG @Mahoheca.

Nuevo capítulo cada día, permaneced atentos!!❤️

Gracias por leer!✨