Al igual que con acuarelas, esa mañana el cielo me mostraba su mejor obra.

Un día sin precedentes, de ensueño, parecía pintado a postas para nosotros, sus espectadores serenos.

Ante nuestros ojos un paisaje natural, alejado de toda civilización; Habíamos decidido escapar a las montañas y en nuestro dolor traído de las grandes urbes, hicimos la locura de escapar a las frías alturas.

Una estampa digna de galería de arte; En lo alto un precioso cielo azul celeste que, poco a poco si ibas bajando con la vista, se reunía con un degradado de blancos y amarillos.
Naranjas una vez llegabas a las montañas que se vislumbraban lejanas.
Y luego el congelado campo con una fina capa de hielo sobre los pequeños brotes verdes.

El frío creaba con el vapor una nítida niebla que arropaba al sol que intentaba alzarse majestuoso, pero brillaba perezoso.

Estaba allí alzándose sobre las montañas totalmente bañadas con la niebla simplemente para iluminar, no para calentarnos.

Aún así, en aquel paisaje que me calaba los huesos, me quedé.
Me quedé prendada totalmente de sus colores, de su serenidad, de su paz.
Me quedé junto a la gran compañía que me hacía mi pareja observando y respirando como si de la primera vez se tratase.
Me quedé enamorándome de la vida otra vez.

Allí nos quedamos durante unos largos minutos, olvidándonos de los problemas, de la gente, de los agobios y del estrés.

Olvidándonos de la vida que por unos instantes queríamos dejar atrás y nos quedamos frente a aquel cuadro de acuarelas reconstruyéndonos por dentro.

Buenas!!!

Hoy os traigo un pequeño fragmento ensalzando la belleza de la naturaleza! <3

Espero que os guste y siempre quedo abierta a crítica positiva, opiniones y sobretodo a vuestros comentarios 🔥

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Nuevo capítulo cada día, permaneced atentos!!❤️

Gracias por leer!✨