Día 6 Dom - Sub (Mu x Shaka)
La seriedad solo sirve para aparentar frente a los demás aquella faceta escondida.
Eso era lo que ambos hacían, dos personas con el mismo pensamiento y sobre todo tranquilos frente a los demás caballeros...
Aries y Virgo.
Quien diría que detrás de aquella mirada tan tierna y serena se encontraba la verdadera personalidad de Mu.
Pero también el caballero de virgo tenía lo suyo, no solo todo se basaba en buda, eran seres humanos que sentían y disfrutaban de ese encuentro a escondidas de los demás en el santuario.
Para Shaka, su templo era lo más sagrado, además no permitiría cualquier acto impuro que manche la casa de virgo.
Es por ello que todo lo que quisiera y deseara con el caballero de Aries lo llevaban a cabo en la sala gemela.
Y esta noche no sería la excepción.
Mu se había preparado con un látigo para otra noche más con el rubio.
Al ingresar a la sala gemela, Shaka se fijó que no hubieran miradas curiosas rondando por su templo, al parecer todo estaba en orden, colocó sus manos sobre la puerta de madera y cerró con seguro por cualquier situación que pudiera ocurrir.
- Al parecer nadie se ha dado cuenta - Susurró Mu sin quitarle la vista de enfrente a su pareja.
- Piensas que todos aquí son santos de Athena intachables y correctos pero Milo no sale de Acuario, Shura sube junto con Death Mask a Piscis, así que no hay de qué preocuparse - Respondió el rubio tomando aquella bufanda roja que Mu portaba siempre.
- Somos seres humanos tenemos necesidades - Murmuró el caballero de Aries tomando a Shaka de la cintura y pegándolo a su cuerpo.
Ambos no podían dejar de mirarse, Mu tomó aquella bufanda y se la colocó a Shaka para privarlo de su sentido de la vista.
- Hoy es mi turno lindura y esta noche yo tomo el control.
Al joven de virgo le gustaba probar cosas nuevas con Aries, muchos tenían la idea errónea de que ellos dos eran los más aburridos pero no era así.
Creencias de los demás, simples palabras.
Todo mundo puede hablar pero nadie se imagina lo que hay detrás de ellos.
Mu se acercó a su espalda, tomó aquellos largos cabellos dorados como los rayos del sol y los colocó frente a su pareja. Empezó a repartir besos suaves por toda su espalda hasta retirar las prendas del contrario, a los pocos segundos todo eso resbaló por su cuerpo cayendo al suelo
- Mu - Murmuró Shaka cerrando sus párpados al sentir la calidez de los labios del caballero de Aries.
Mu le ayudó a su pareja a colocarse en cuatro sobre aquellos campos llenos de flores, Shaka recargó su cabeza sobre el suelo y dejó totalmente alzado sus nalgas para el disfrute de Aries.
- Así me gusta - Susurró Mu relamiendose los labios. Tomó las nalgas de su pareja masajeandolas levemente, sin aviso alguno le dio una nalgada para comenzar aquella noche.
Shaka dejó escapar un gemido y llevó su cabeza para atrás, la sensación de no poder ver lo que pasaba lo volvía más excitante.
En el caso de Mu, al caballero de Virgo tan solo le bastaba privarlo de los sentidos para llevar aquel juego erótico a otros niveles.
Mu terminó de retirarse sus demás prendas restantes. Tenía siempre la costumbre de atar sus largos cabellos lilas y en la espalda se dejaba ver algunas marcas y hematomas en su piel, acompañados de unos rasguños por parte del rubio.
- Llegó la hora divertida - Jugaba Aries con sus palabras pasando aquel látigo por toda la piel blanca del contrario - Llegarás al nirvana.
Shaka apretó el suave pasto donde se encontraba apoyado, sin aviso previo Mu tomó el látigo y comenzó dando pequeños azotes que hacían estremecer al contrario.
- Mmm una piel sensible - Susurró el caballero de aries pasando las yemas de sus dedos en aquellas marcas notorias.
- Mu - Susurró el contrario perdiendo la razón, dejó escapar una sonrisa de lado; porqué él, siendo el caballero más cercano a los dioses jamás se hubiera imaginado caer en el lado de la pasión.
Nuevamente se ganó otro azote por parte de Aries, y sin alguna preparación previa, Mu tomó su miembro totalmente despierto a esa entrada que ansiaba ser tomado de una vez.
Entrelazó sus dedos en aquella cabellera rubia y jaló un poco su cabeza para atrás, acompañado de aquella danza erótica.
- Mu...
Amaba todo lo que le hacía, aunque Shaka tenía un lado escondido.
Mientras Mu se la pasaba en el día cuidando y entrenando a Kiki, Shaka bajaba al siguiente templo donde aquél impasible león también se unía a dar rienda suelta con el joven rubio.
Después de todo en el santuario todos hacían lo que querían...
Por eso nadie es realmente lo que aparentan.
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Personitas bellas el siguiente capítulo será la segunda parte de mis bellos copitos juntos 🥰🥰
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