El joven de cabellos esmeraldas se encontraba recorriendo una calle obscura y solitaria.
A esas altas horas de la noche se le había ocurrido pasar por aquél atajo que lo llevaría a su casa.
Fue una mala idea, desesperado comenzó a correr para poder llegar lo más rápido y alejarse de ese lugar de mala muerte.

Justo a medio camino, de su lado derecho en aquel callejón sin salida, poco a poco salía un hombre de cabellera totalmente negra, portaba unos jeans negros y una chaqueta de cuero negro con estoperoles como adorno.

Camus tragó grueso al ver a ese sujeto justamente bloqueando su camino.

- Buenas noches belleza... Saca todo lo que traes - Le habló con un tono de altivez mostrando un arma apuntando al joven galo.

Camus se detuvo en seco, era lo que menos quería que un sujeto quisiera asaltarlo. Lentamente empezó a retroceder pues realmente no tenía algo de valor que darle a a cambio de su vida.

Estuvo por darse la vuelta y correr por su vida, sin embargo aquel hombre misterioso coloco su mano sobre su boca para evitar que gritara mientras colocaba la punta de su arma en su espalda.

- No huyas lindura.

Hades miró a su alrededor esperando que no haya miradas curiosas y se llevó a ese joven de cabellos esmeraldas a una puerta abierta que conducía a un sótano cercano.
Camus quería gritar, pero temía que aquel hombre le fuera a disparar y ahí terminara su vida.

Sus ojos se fueron acostumbrando a la poca luz que iluminaba aquel sitio abandonado, todo era un desorden, no sabía para donde iría.
Rápidamente lo dejó en un sillón abandonado y ese hombre de cabellos negros cerró la puerta de ese lugar con seguro.

- Parece que tan rápido me olvidaste Camus.

El joven galo al verlo mejor con la ayuda de la poca luz que había se había dado cuenta de aquella persona que tenía enfrente.

- Hades - Susurró nervioso al recordarlo.

- No quería llegar a estos extremos preciosura.

- ¡Se darán cuenta que me secuestraste y la policía vendrá por ti! - Gritó Camus asustado.

- Debo recordarte que tenemos algo pendiente Camus.

En ese momento Hades tomó al galo de las manos, lo acorraló en la pared más cercana, eso sin soltar aquella arma portaba.
Su rodilla se colaba entre las piernas del joven galo.

- Yo... Te pagaré lo que te debo.

Camus cerró sus ojos ¿Cómo se le había ocurrido hace tiempo atrás pedirle prestado dinero a un sujeto como Hades para pagar parte de sus deudas con el banco a causa de los intereses?

- Claro que me lo pagarás... Tiene años que dejaste de pagarme - Susurró tomando su arma y con la punta recorría sin pudor alguno su cuerpo.

- ¿Me vas a matar?

- Sería un desperdicio hacerlo... Tengo una mejor idea - En ese momento giró a Camus y lo aprisionó entre la pared y él.

Con la punta de su pistola fue descendiendo desde su cuello hasta bajar por toda su espalda.
Camus sentía que en ese momento Hades le dispararía pero lo que pasó a continuación lo dejó sorprendido.

- Baja tu pantalón dulzura.

Camus inmediatamente obedeció, rápidamente se desabrochó su pantalón y lo bajó junto con su ropa interior.

- Así me gusta que obedezcas - En ese momento Hades sonrió ladino y siguió jugando con la poca paciencia y el temor del joven galo.

Con malicia pasaba la punta de su pistola por toda su piel, aquel objeto frío recorrer cuerpo, Camus dejó escapar un gemido su cabeza para atrás.

- Sé que lo disfrutas dulzura - Susurró cerca de su oído y mordiendo su lóbulo haciendo estremecer al galo.

Sin quitar la pistola de la espalda de Camus, con su mano libre, Hades comenzó a desabrochar su pantalón, de un movimiento repentino lo bajó junto con su bóxer.
Su miembro totalmente despierto estaba cubierto por una capa brillosa.
Lo tomó y poco a poco lo fue acercando a la entrada del galo.
Camus rasguñaba la pared cuando sintió aquel falo invadir su interior, dejó escapar un grito por esa intromisión repentina.

Hades dejó su arma sobre un mueble viejo que tenía a su lado, colocó sus manos sobre la cintura de Camus y empezó a dar unos leves movimientos para no lastimar en demasía al galo.

- ¡Oh! - Camus dejó escapar un gemido al sentir más profundo los movimientos del contrario.

Hades lo tomó de sus cabellos esmeralda y lo acercó para poder hablar con él.

- Esta noche no basta para dar por terminado lo que me debes - Mordió levemente su cuello dejando una marca notoria - Te quiero aquí todas las noches ¿De acuerdo?

Camus simplemente movió su cabeza asintiendo, aquel movimiento se estaba volviendo más desenfrenado.
Ahora las manos de Hades recorrían su pecho con gran desesperación.

- ¿Cuántas noches debo pagarte? - Murmuró intentando controlar su respiración ante las estocadas de Hades que subían cada vez más.

- Todas - Respondió con una voz grave, en ese momento le dio a Camus una fuerte nalgada que lo hizo estremecer.

Aquel vaivén se estaba volviendo más repentino, cuando sintió aquella esencia inundar su interior, Camus de manera inmediata liberó su espesa esencia en la pared dejando todo manchado.

- Este pago es solo el principio - Susurró Hades cerca de su oído y sin darle derecho a réplica se apropió de aquellos labios húmedos de tanto gemir y gritar.

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Personitas bellas mañana nos vamos con Mu x Shaka 🔥🔥🔥🔥