Día 19 Privación sensorial (Shaka x Aioria)
Ahora era el turno del caballero de la casa de Leo probar algo nuevo con Virgo.
Mientras esperaba atado en la cama del custodio de la sexta casa, Shaka entraba a la habitación con sigilo.
- Privación de los sentidos... Te quitaré el sentido de la vista.
En ese momento Aioria no podía ver nada, todo a su alrededor se había tornado obscuro, solo podía escuchar los pasos del rubio acercándose a él.
- ¿No era más fácil que me cubrieras los ojos Shaka? - Cuestionó el castaño intentando moverse un poco pero cada una de sus muñecas se encontraba atada a la cabecera de la cama.
- Llegar al máximo de esta forma es mejor Aioria - Susurró Shaka colocándose lentamente sobre el cuerpo del castaño.
- Yo me dejo hacer cualquier cosa que provenga de ti.
El rubio sonrió ladino al escuchar eso, tomó de la mesa de madera que tenía en el cuarto, una pluma de ave muy larga.
Se acercó y lentamente con la punta la pluma fue recorriendo el torso desnudo de Aioria.
Su respiración se tornaba muy agitada porque esa sensación le gustaba.
- No sé que estés haciendo Shaka pero me agrada.
Sonrió después de decir esto, dejó la pluma sobre el mueble que estaba a lado la cama y tomó una vela con la que iluminaba la habitación.
Dejó caer un poco en la piel del castaño quien rápidamente se quejó por aquel doloroso calor en su cuerpo.
- ¡Shaka pero que haces!
El rubio tomó el mentón del caballero de Leo y le susurró.
- Sólo déjate llevar gatito... Yo me encargo de lo demás.
Dejó la vela sobre el mueble y ahora se acercó hasta su pantalón para poder quitárselo lentamente.
El castaño sentía que su piel comenzaba a sudar por aquellos pequeños roces de Shaka, tomó un poco de aire y siguió dejándose llevar por el rubio.
- Shaka... ¿Qué haces?
Cuestionó Aioria con la voz entrecortada al sentir aquellas suaves manos masajear su miembro con ligeros movimientos, luego con la otra eran estimulados sus testículos cosa que hizo al castaño comenzar a gemir por esas caricias que el rubio le daba.
- Vamos a cambiar de roles Aioria.
Las prendas de Shaka terminaron en el suelo al decir esto, Aioria solo podía escuchar lo que sucedía a su alrededor. El hecho de que fuera privado de la vista, aún podía imaginar como ss vería el cuerpo de Shaka en estos precisos momentos.
- Con que quieres experimentar eso...
Sonrió Aioria imaginando a Shaka entre sus piernas.
El rubio no dijo nada solamente tomó la pequeña botella de lubricante y dejó caer un poco en sus dedos para llevarlos directamente en la entrada del caballero de Leo.
- Luces como un adorable gatito.
Susurró Shaka colocando sus dedos en ese cálido lugar, el primero no fue tan difícil, al contrario las paredes de Aioria se contraían, lo difícil fue cuando quiso llevar otro dedo más.
El cuerpo del castaño se había tensado demasiado.
Esta situación hizo que Shaka tomara otra alternativa, tomó nuevamente el lubricante y dejó caer unas gotas sobre su miembro.
Procuró lubricarlo perfectamente y con movimientos lentos fue entrando a ese cálido lugar.
- Aioria - Llamó el rubio sintiendo que ese interior lo apretaba de una manera deliciosa.
Lo que más le desesperaba al impulsivo león era el hecho de no poder tocar a su bello rubio, también se imaginaba su pálida piel rozando con la suya.
Entre ese movimiento suave que Shaka le daba, sentía los dedos de su pareja recorrer por todo su cuerpo, esto provocaba en Aioria que su piel estremeciera.
- ¡Oh Shaka esto es el cielo!
- Aioria... Este lugar es tan excitante.
Gimió el rubio moviéndose de manera desenfrenada en el interior de su amado, Aioria colocó sus piernas rodeando la cintura de Shaka.
Tenía mucho tiempo que no tomaba ese lugar, mucho antes de que se animara a estar con el guardián de la sexta casa, quien lo hacía tocar el cielo de esa manera era su hermano Aioros.
Sin embargo desde que el mayor empezó a salir con el mayor de los géminis, esos días quedaron en el recuerdo.
Y ahora que se daba la oportunidad de desbordar pasión con el rubio, todos esos momentos decidió dejarlos atrás.
Shaka era su complemento perfecto porqué era el único que lograba calmar su orgullo impulsivo.
- ¡Oh Shaka sigue así! Termina dentro, quiero sentirte.
En ese momento el rubio acercó su rostro al del castaño, dejando varios besos en sus labios, así como una ligera mordida en su cuello.
- De no ser Marín, con nadie más te comparto gatito - Susurró Shaka haciendo más repentino ese vaivén y también haciendo énfasis en aquel día cuando la invitaron a estar junto con ellos.
- Pero tu eres solo mío mi flor de loto.
En ese momento sintió un cálido líquido espeso llenarlo por dentro, estaba por decir algo pero el rubio salió rápidamente para llevarse el falo del castaño a la boca y poder probar de su semen.
- ¡Shaka!
Aunque Shaka tuviera ese semblante tranquilo y pacífico, también tenía lo suyo...
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Si me salté un día personitas bellas pero neta no tuve cabeza para hacer el oviposition 😁😁🙃
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