Desde hace días atrás ha querido llevar a su pareja al máximo con la ayuda de los juguetes.
El rubio se negaba ante esa petición, creía que por ser simples objetos no sería lo mismo.
Como decía él... Prefiero que sea de carne.

Esta noche Kanon se había preparado, fue a una sex shop y compró un objeto que le gustaría mucho a Shaka.
Había distintos diseños de plug, desde unos suaves de silicona, así como aquellos con cola de animales y los últimos que le agradaron fueron con diseño de joya.

Se llevó uno azul, ese color era el favorito del gemelo menor, además le luciría muy bien esta noche y le resaltaría también.

En la noche, Shaka llegó sumamente cansado del trabajo.
Aventó su abrigo al sillón, estaba por irse a la cocina para ver si esta ocasión si se había tomado la molestia Kanon de preparar la cena, o saldría con la ingeniosa idea de pedir comida rápida a domicilio.

Mientras avanzaba por el pasillo, al bajar la mirada se dio cuenta que habían pétalos de rosa en el suelo, en forma de camino; fue siguiendo ese rastro sin hacer tanto ruido.
Fue grande su sorpresa al darse cuenta que lo conducía hasta su habitación.

Al abrir la puerta se quedó asombrado, sobre el colchón había pétalos de rosas y en el suelo la ropa tirada de su pareja.

- Maldito infiel - Susurró Shaka molesto pensando hasta lo peor de Kanon.

- ¿A quien le dices infiel?

En ese momento Shaka miró a su derecha, era su pareja quien se acercaba a él portando únicamente una bata de baño.

- ¿A quien más? Seguramente hiciste de las tuyas.

Se quejó el rubio, sin embargo Kanon se acercó a su pareja quien se negaba a recibir un abrazo, lo tomó de la cintura acercándolo a su cuerpo y de manera desesperada lo besó esperando a que se calmara.

- Déjame decirte que no soy como Saga, sabes que desde aquella ocasión que te conocí, dejé todo por ti - Kanon tomó su rostro con suavidad y recargó su frente con la suya.

- Perdón - Susurró Shaka desviando la mirada.

- Llegaste antes de tiempo, quería acomodar bien los pétalos. Pero no importa, me imagino que estás muy estresado así que déjamelo todo a mi.

En ese momento el gemelo menor tomó al rubio en sus brazos y lo llevó hasta la cama acostándolo con cuidado.
Acto seguido las manos de Kanon se encargaron de retirarle sus prendas sin dejar de mirarlo a los ojos.

Cuando estuvo totalmente desnudo, Shaka se acomodó para recibir a su pareja como siempre lo había hecho pero al ver que Kanon se levantó repentinamente lo dejó confundido.

- Te tengo una sorpresita.

Le mostró aquel plug que había comprado en la tienda.
Shaka se quedó perplejo porqué a el noble gustaba usar ese tipo de cosas, estaba por levantarse pero Kanon nuevamente se acomodó sobre su cuerpo aprisonandolo.

- Sé que no te gustan pero creéme, te sentirás en la gloria.

- No me gusta.

- Dale una oportunidad.

Rendido, Shaka movió su cabeza asintiendo.
Kanon se coló entre sus piernas, tomó un poco de lubricante y dejó caer un poco en la entrada de su pareja.

- Cierra los ojos.

El rubio obedeció, intentó calmarse y relajarse.
De pronto sintió como su interior era invadido por una sensación fría que comenzaba poco a poco.
El gemelo menor jugaba con la punta del juguete, entraba un poco y lo sacaba y en el momento menos esperado lo dejó entrar totalmente en su ano.

Shaka levemente arqueó su espalda y apretó las sábanas al sentir ese objeto frío en su interior.

- Pero mira nadamás lo bello que se te ve.

Kanon sonrió con malicia, comenzó a besar las piernas de su pareja quien sentía un torrente de sensaciones recorrer todo su cuerpo.

- Kanon.

El gemelo mayor lo ayudó a levantarse, lo acomodó en cuatro para que así Kanon pudiera quedar frente a él, se quitó la bata que llevaba puesta y tomó su miembro totalmente erecto llevándolo a la boca de su pareja.

Esa posición tuvo un propósito, mientras que Shaka le brindaba un oral, de esta manera el trasero del rubio se reflejaba en el espejo del tocador.
Se deleitaba con dos vistas, su hermoso rubio dándole atención con su boca y en el espejo mirando como aquella joya azul relucía en la entrada de su amado.

Empezó a moverse de manera repentina en la boca del rubio, al entrar y salir varios hilos finos de saliva unían la boca de su pareja y su miembro.

- ¡Oh Shaka!

Gimió el gemelo menor al sentir como pasaba el rubio sus manos sobre sus testículos y después sus dedos recorrían sus nalgas para abrirse paso a su entrada.

- También me daré el gusto.

Rápidamente Shaka se incorporó de la cama, sin quitarse aquel plug se acostó boca arriba, tomó a Kanon del rostro y lo llevó hasta su miembro para que hiciera lo mismo.

El gemelo menor empezó a devorar el falo de su pareja, mientras que con una de sus manos jugaba con ese plug entrando y saliendo del interior de su pareja.
Observaba como reaccionaba, se movía de un lado a otro.
Sin previo aviso sintió como su boca se llenaba de la esencia de su pareja.
Rápidamente Kanon le quitó el plug, se tragó aquel elixir blanquecino, ahora tomó su miembro y lo llevó a la dilatada entrada de su pareja para poder terminar dentro.

Aunque Shaka se quejara de esos juguetes, la experiencia que Kanon le hizo vivir  sin duda lo había disfrutado y ahora buscaría ser más abierto con él.

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