14 de octubre/Cosplay/KanamexZero
La academia Cross, estaba preparando un baile de disfraces con motivo de Halloween. Los alumnos estaban muy emocionados. El director estaba más que emocionado, al igual que Yuuki y claro todos los demás estudiantes no dejaban de parlotear sobre que disfraz se pondrían, sobre con quien bailarían, que aperitivos llevarían, la música, la decoración.
Y ruido, ruido, un molesto bla, bla, y un molesto kyaaa, kyaaa y doble kyaaa.
Sí, así era, Zero, era el único que no estaba nada feliz con el acontecimiento, a su modo de ver las cosas, eso sólo le traería más trabajo. Tener que estar cargando cajas, ayudando con decoraciones y llevando suministros. Aburrido, aburrido. Tener que soportar la tonta perorata de las chicas, e incluso de los chicos, que añoraban poder invitar a sus crush. Aburrido.
Sí él era un amargado de primera y probablemente, el único que no iría a dicho baile o al menos eso quería, pero nada nunca sale como Zero, desea. Por qué esa misma tarde fue llamada por el director a su despacho.
─ ¿Desea algo Riji chou?
Pregunto al entrar. Siempre tratando de ser cortes y educado con aquel hombre que, si bien lo sacaba de sus casillas, estaba consciente de que tenía mucho que agradecerle.
─Oh hijo, veras, necesito que estés presente el en baile de mañana en la noche. Sé que no quieres asistir y está bien, es decir no te a obligaré a socializar, pero necesito seguridad. Tú eres el prefecto, así que recae en ti, en Yuuki, igual, pero no tengo corazón para arruinarle el baile a mi niña, ella lo espera ansiosa.
─Entiendo.
─Es solo por si acaso algo se sale de control. Yagari, también estará de chaperón y Kaname, ha prometido mantener controlada a su gente.
─Como si fuese confiable ese chupasangre. Está bien, asistiré.
─ ¡Genial! deje un lindo cosplay, en tu habitación.
─Iré con uniforme Cross
─Zero, dime padre, ya te lo dije veinte mil veces y no. Iras con el disfraz, es mejor que no sepan quién es quién, que no sepan que eres tú, llámalo camuflaje.
─Como quieras.
Y fue así como término en el dichoso baile, al que no quería asistir con un dichoso traje que no quería vestir. El mentado copsplay, no hacía más que enfadarlo. Que humor retorcido tenía el estúpido Kaien. Su maldito disfraz era de Drácula. ¡Drácula! Con lo mucho que él odiaba a los jodidos vampiros, aunque por desgracia fuese uno.
El baile parecía bastante tranquilo. No hubo incidentes. Logro reconocer, más que nada por el olfato a Yuuki, la cual lucía un traje de princesa. Tan típico, tan cliché, una peluca rubia y muy larga cubría su castaño natural y llevaba un antifaz rosa, aun así, sabía que era ella. Como había imaginado, ella fue al baile con Kuran, el cual lucía un traje de doctor. Debía admitir que le quedaba bien. Si hasta parecía un pediatra confiable con esa mirada dulce y amable sonrisa que dedicaba a la chica. Pero de un momento a otro sus miradas se cruzaron. El vampiro sonrió malicioso y susurro algo al oído de la castaña. Lo vio salir de la pista y ya no supo más. Imagino cosas, pero no era de su incumbencia por mucho que un aguijonazo molesto se hubiera instalado en su pecho.
─Hola Kyriu, ese cosplay te va de maravilla.
Dijo burlón el castaño. La respuesta del peli plata fue un molesto "tsk" y trato de alejarse ignorándolo. Pero el castaño le siguió con esa sonrisa divertida aun decorando su rostro.
─ ¿Te gustaría jugar conmigo? quizás puedas morderme o el doctor podría darte una revisión.
─Piérdete.
─Oh vamos, no seas malo. Me he escapado de la princesa para estar contigo.
─Vuelve con ella si quieres.
─Tú no quieres eso. ¿Estas celoso?
Se acercó de un rápido movimiento atrapándolo y tomándolo en brazos.
─Te dije que iría al baile con ella, pues me lo pidió y no quería ser grosero, es mi hermanita después de todo. Pero también te dije que no haría nada más que bailar.
─Vale, créetelo si te hace sentir mejor.
Dijo el vampiro soltándolo. Zero, le miro aun con enfado y comenzó a alejarse. El vampiro le dejo ir. Pensó que así quedaría la cosa. Error, nunca se debía subestimar a un sangre pura y menos a uno que estaba tan obsesionado con él.
No habían pasado ni diez minutos que se alejó de él, cuando ya lo tenía de nuevo enfrente. Esta vez Kaname, le sonreía mientras le ofrecía una paletita dulce. Muy metido en su papel de doctor.
─Para Drácula, después de su revisión. Ahora sea buen niño y di ahhh, también debes dejarte pinchar.
La cara del albino se puso completamente roja, tanto que el maquillaje de Drácula parecía nulo en él.
─Pero tú... ¿Qué te has creído?
─No, No, tú debes seguir el patrón de tu cosplay, amenaza con morderme, con chupar toda mi sangre, amenaza con hipnotizarme o algo.
─Nada de eso funcionara contigo.
─Pero un beso tuyo puede controlarme.
Zero suspiro, debería admitirlo de una vez, le aliviaba y alegraba que el estúpido Kuran, estuviera allí tras él y no con Yuuki, porque, aunque le molestara, debía admitir que le gustaba el estúpido Kuran y quería que fuera sólo suyo.
─Sí Drácula, este Doctor, es todo tuyo.
El vampiro se acercó a besarlo y Zero perdió el juico, el conocimiento, todo, simplemente se dejó hacer. Después de todo realmente deseaba aquello.
─ ¿Por qué no sólo cedes desde el principio? siempre termino besándote.
─Sin resistencia no sería yo.
─Mi cazador.
Kaname volvió a atacar sus labios, Zero lo permitió de nuevo, pero no era sumiso en el beso, era demandante, buscando ser quien dominara, una batalla de lenguas entre ambos, una batalla de poderes como siempre, pero una batalla distinta de las anteriores.
Lejos de la zona, Yuuki, andaba buscando a su pareja de baile. Él le dijo que iría al baño, pero ya habían pasado más de 30 minutos, una hora después la chica tuvo que admitir que su pareja se había esfumado. Noto que el prefecto tampoco estaba por ninguna parte. Torció el gesto en una rabieta, ya se imaginaba lo que estaba sucediendo.
No quería admitirlo, pero últimamente se había dado cuenta de algo. Con su sangre vampírica despertada, sus sentidos se habían agudizado y desde hace algunos días había sentido el aroma de Kaname, en Zero y viceversa y eso sólo podía ocurrir si ellos pasaban tiempo juntos, juntos y cercanos.
¿Que acaso se iba a quedar como el perro de las dos tortas?
Definitivamente sí, sus dos antes prospectos habían pasado de ella, y ahora solo tenían ojos el uno para el otro y compartían sus labios en besos ardientes. Quizá esa noche Drácula, mordiese por todas partes al castaño, y quizá el doctor le pusiera su inyección al trasero del vampiro.
Quizá esa noche se jurarán amor eterno y en una noche eterna sus corazones latieran al unisonó mientras sus cuerpos se fusionarán.
Quizá la magia del cosplay al fin les hiciera sincerarse y declararse. Amarse y comerse como siempre habían deseado.
Porque ciertamente se amaban.
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