Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

9: Solo un ensayo

Ship: Asmita x Sísifo

Palabra: Una llamada caliente.
Universo Alternativo.// Modern AU.// Normal AU.// Omegaverse.

•=•=•=•=•=•=•=•=•=•=•

Con nerviosismo, tecleó un mensaje en su teléfono y lo envió, esperando una confirmación.

Cuando el aparato sonó con una llamada entrante, casi se cae de la cama por el nerviosismo. Normalmente no estaría tan nervioso solo por una llamada, ni por el remitente, pero en esta ocasión había algo más.

- ¿Estás seguro de esto?- Cuestionó el contrario al otro lado de la línea al escucharlo tartamudear.- Yo no tengo ningún problema, pero si te sientes incómodo, es mejor no hacerlo.

- Estoy bien, Asmita.- Suspiró, intentando convencerse más a sí mismo que al rubio.- Sabes que necesito practicar un poco.

- No necesitas nada, solo estás siendo demasiado paranoico.- Señaló el rubio, riendo levemente.- Es solo una primera cita, no es obligatorio que pase algo más que una cena a la luz de las velas, una conversación amena, y un pequeño beso en la lluvia, si no quieres.- Añadió con ese pequeño aire burlón que le caracterizaba.

- Aún así... Yo...

Ciertamente, no tenía demasiados argumentos más allá de que quería quitarse cualquier pequeño rastro de nerviosismo. En el fondo sabía que quizás Asmita tenía razón, y quizás sí estaba siendo demasiado paranoico con ese asunto.

- Bien, entiendo el punto.- Rió el rubio al percatarse de su silencio.- Ya me comprometí a ayudarte, así que lo haré. Pero si te arrepientes de última hora, dime. Es normal echarse para atrás la primera vez.

- Con un carajo... Esto tiene de normal lo que un gusano de unicornio.

Asmita soltó una carcajada ante esa comparación. Lejos de la realidad no estaba, pero no dejaba de ser gracioso, tanto como la realidad misma.

- Sí. No es lo más normal del mundo que te enamores del ex de preparatoria de uno de tus amigos, que es su mejor amigo a pesar de ser su ex, y que te ayude a conseguir decirle más de dos palabras e invitarlo a cenar sin morir de un infarto.- Rió el Omega rubio.- Vaya, si lo digo en voz alta, suena realmente surrealista.

- Sin contar a todos tus... Lo que sean.- Añadió. Aún después de tantos años no sabía bien como referirse a la relación de su amigo.- Hablando de ellos... ¿Está bien que me ayudes en esto?

- Hablas de una relación poliamorosa, la comunicación es como el oxígeno para nosotros. Están enterados de todo, y de acuerdo.- Confirmó.- Y para asegurar que nadie escuche nada y no te mueras de vergüenza al ver a alguno, se fueron a cenar y a pasar una "noche de Alphas" y "noche de Omegas", si entiendes a lo que me refiero.

- Creo que prefiero no entender a qué te refieres.

Escuchó a Asmita reírse por su reacción. Sabía que ni siquiera necesitaba verlo de frente para saber que estaba más rojo que una manzana. No tenía nada en contra de ese tipo de relaciones, simplemente era difícil imaginarse en una situación así. Pero debía concentrarse.

- Sísifo, las relaciones poli no son solo sexo, ¿sabes?- Mencionó Asmita tranquilamente.- Sí, es un plus increíble, no lo voy a negar. Pero implica mucho más que solo eso. Comunicación y reglas principalmente... Pero en fin, ese no es el punto de esta llamada.

- Asmita... Sí, sé que no es el punto, y no quiero sonar entrometido, pero... ¿Cómo...

Quizás era simple morbo, quizás curiosidad genuina, la cuestión era que no encontraba un modo educado o no tan invasivo de preguntar.

- ¿Cómo terminamos juntos? Es una larga historia, que implica muchas pequeñas historias... Pero creo que ya te lo he contado.

- No... ¿Cómo...?

- ¿Cómo se lo dijimos a nuestras familias?

- No... ¿Qué...?

- ¿Qué pasa si alguien quiere hijos?

- No... Yo...

- ¿Cómo es el sexo?

El silencio del Omega castaño respondió la pregunta. Asmita solo sonrió casi con ternura y tomó un profundo respiro para contener la risa. Estaba acostumbrado a ese tipo de preguntas y no le incomodaba responder en absoluto, pero siempre era divertido poner nervioso a algún curioso como Sísifo.

- Bueno... Es una buena pregunta, y realmente algo difícil de contestar.- Inició tranquilamente.- Digo, solo imagina salir con dos Omegas, un Delta y tres Alphas. Es tan excitante pero agotador cómo se escucha. Además de que cada uno tiene su vida y sus pendientes. Así que los siete no es algo que hagamos muy a menudo, a pesar de vivir cerca y casi en la misma casa.

Sin querer, su mente le jugó en contra al imaginar ese escenario. La idea de estar con seis personas al mismo tiempo... Por dios, ¿cómo era que ese rubio aún caminaba?

- Y si te estás preguntando cómo es que no necesito una silla de ruedas, práctica diaria de yoga y estiramiento, mucho lubricante y preparación previa hacen maravillas.

- ¡Y-Yo no...!

- No me engañas.- Rió el Omega.- Los dos sabemos que lo pensaste.

Nuevamente, el silencio, ahora por vergüenza, lo delató. Asmita solo se rió y continuó su explicación.

- Tampoco es como si tuviéramos un orden estructurado, simplemente dejamos que ese aspecto fluya. A veces se dan noches de Omegas, otras se dan noches de Alphas, otras más solo de dos, otras de tres... Depende de las ganas y disponibilidad de cada uno.- Explicó.- Si me preguntas, no tengo un favorito, cada uno tiene su encanto. Mis tres Alphas, cada uno tiene su manera, y sus medidas, pero ninguno decepciona. Mi Delta... ¿Para qué miento? Lo quiero y todo, pero es el más dramático de todos, pero cuando me tiene encima o en cuatro, no dice ni pío. Y sabe bien lo que hace. Y mis dos Omegas... Bueno, bien dicen que nadie sabe como complacer mejor a un Omega que otro Omega. Aunque a veces no nos soportemos ni entre nosotros durante la regla, pero los buenos momentos nadie nos los quita.

Sísifo no sabía exactamente cómo sentirse respecto a eso. Conocía a todos esos chicos, los veía frecuentemente, y quizás después de esa llamada no podría volver a verlos a los ojos durante un tiempo.

Jamás había dudado de su atracción hacia los Alphas, pero como la mayoría de los Omegas, de vez en cuando surgía la pequeña intriga de experimentar con otro Omega.

- ¿Quieres que te describa algo en específico?

- Yo... N-No sé exactamente qué.

- Vas a salir con un Delta, aunque uno muchísimo menos dramático y complicado que el mío. Así que tal vez te ayude un poco más si describo a uno de mis Alphas.

Ciertamente, tenía más curiosidad por saber de los Omegas, pero no le serviría de nada... ¡Se suponía que el punto de esa llamada era simular una conversación, hablar y recibir tips para una noche con el Delta que le gustaba, no obtener información del sexo entre Omegas!... Pero, ¿cuándo volvería a tener una oportunidad como esa?

- Tengo toda la noche libre, Sísifo. Puedo responder todas tus preguntas.

- Yo... ¿Cómo lo hacen entre Omegas?

Al final su curiosidad pudo más. Igual preguntaría sus dudas iniciales, pero no sin antes recibir una explicación.

- Bueno... Ciertamente, es mucho más fácil entendernos entre nosotros. Además, de que es más fácil colarnos a un baño público juntos y quitarnos las ganas antes de llegar a casa.- Explicó.- Sabe cuándo ser rudo, cuando bajar la intensidad, dónde tocar, y cómo hacerlo... A veces tenemos un orgasmo sin necesidad siquiera de penetración con los dedos.

- ¿Y... Cómo...?

- ¿Conoces las "tijeras"?- Rió suavemente el rubio.- Es muy excitante y placentero, aunque algo agotador. Pero el poder sentir y generar fricción en esas zonas al mismo tiempo, sentir la humedad y escucharse gemir mutuamente... Es algo increíble. Intenta solo frotar por fuera con tu mano húmeda en la ducha. No es igual, pero sirve para darte una idea de cómo se siente.

Imaginar a Asmita y a los otros dos Omegas en esa comprometedora situación, fue una imagen mental sorpresivamente excitante. Nunca había experimentado atracción por otro Omega, pero carajo, esos tres eran otro nivel. La humedad en su ropa interior solo con imaginarlo, lo delataba.

- ¿Quieres intentarlo?

- ¿Qué?

- Dijiste que querías ayuda para practicar como seducir.- Repuso el rubio.- Podemos practicar entre Omegas.

- Pero yo-

- No es malo experimentar de vez en cuando, siempre y cuando no tengas ningún compromiso, claro.- Interrumpió Asmita.- En cuánto formalicen te mandaré al diablo si intentas hacerlo, pero por esta noche tienes permiso de seducirme y excitarme con palabras. Dime qué harías si estuvieras conmigo en este momento, si me tuvieras a tu lado, en tu cama, para seducirme y convencerme de acostarme contigo.

Quizás era su curiosidad, su morbo, tal vez sus hormonas. Pero el tono de voz y las palabras de Asmita lo estaban excitando más de lo que esperaría, e imaginar el escenario que el rubio le planteaba, increíblemente, no le resultaba precisamente desagradable.

- Asmita...

- No te preocupes. Lo que pasa en esta llamada, se queda en esta llamada.- Prometió de nuevo el rubio.- Durante esta llamada somos dos personas que a duras penas se conocen, y están en un primer encuentro después de una primera cita. En cuánto colguemos, los dos olvidaremos que tuvimos esta conversación y volveremos a ser los amigos que somos. ¿De acuerdo?

- De acuerdo.- Accedió, después de tomar un profundo respiro para calmar sus nervios.

- Bien. Entonces, dime, ¿qué debería hacer ahora?

Se tomó unos segundos para pensar, realmente no tenía mucha idea de qué hacer, pero decidió simplemente dejarse llevar.

- Recuestate en la cama, y ponte cómodo.- Indicó aún algo nervioso.

Apenas dió esa indicación, pudo escuchar el rechinido del colchón, y otro pequeño ruido. Al parecer, Asmita había obedecido.

- Listo. ¿Qué vas a hacer ahora, Sísifo?

- Yo... Tienes un lindo cuello. Me gustaría besarlo un poco.

- Es un buen comienzo, pero necesitarás mucho más que eso.- Mencionó Asmita.- ¿Qué más harás, ahora que me tienes debajo de tí, sin nada puesto?

Cerrar sus ojos le permitió visualizar mejor esa imagen, casi podía sentir el aroma de Asmita y el calor de su cuerpo bajo el suyo.

- Me gusta tu cuello, pero... No me molestaría para nada probar un poco de tu pecho. Me gustaría sentir esas pequeñas abultaciones en la boca, besarlos, y acariciarlos.- Escuchó a Asmita suspirar, no le fue difícil adivinar que el rubio emulaba con sus manos las acciones descritas.- ¿Qué harías si hago eso?

- Me gusta como lo haces... Eres tan delicado, no usas tus dientes, y haces que se sienta bien...- Respondió el rubio con un pequeño suspiro.- Por eso te acaricio el cabello, pidiéndote que sigas haciéndolo... Solo con eso haces que empiece a mojarme.

- ¿Está bien si sigo bajando hasta llegar a tu entrepierna?

- Me volvería loco si no lo hicieras.

- Creo que sí estás demasiado mojado... Y tu aroma está muy presente.- Dijo, imaginando en su mente ese escenario.- Te doy un par de pequeñas lamidas, y tu piel es demasiado suave, pero me aburro demasiado rápido. Aprieto la punta con los labios, y después comienzo a bajar mi cabeza lentamente, tratando de envolverte con mi lengua.

Escuchó a Asmita jadear, y otros ruidos húmedos por el altavoz. Al parecer, lo estaba logrando.

- Sería un desperdicio tanta lubricación si no meto uno de mis dedos lentamente, acariciando cada rincón... Estás demasiado caliente por dentro, ¿sabes?

- No quiero solo uno...- Jadeó el Omega.- Lo haces bien, pero quiero más... Por favor, Sísifo...

- Bien, tú ganas...- Jadeó, igual de excitado por esa imagen grabada en su mente.- Decido usar tres, sin dejar de succionarte. Puedo sentir como te estremeces, cómo sigue mojandote, y escuchar como gimes.

Escuchar a Asmita suspirar, y después gemir bajo, le hizo saber que estaba haciéndolo bien. Mejor de lo que esperaba.

- S-Sísifo... Ya... Yo...- Gimió el rubio.- Por favor, házlo ya.

- Ven y tómalo tú entonces.

- Lo haré con gusto.- Escuchó jadear a Asmita, pero con ese típico aire de superioridad.- Yo no dudo en tumbarte boca arriba en la cama, chupartela hayas hacerte gemir, y después, sin darte tiempo de reponerte, montarme en ti y darte varios sentones.

Ahora fue él quién no pudo evitar gemir al escuchar e imaginar todas esas acciones. Simplemente, su mano se movió sola hasta su entrepierna, comenzando a simular todos los movimientos que Asmita le describía a detalle.

- Voy a moverme encima de ti, a apretarte y soltarte a intervalos, a meter y sacar tu pene, y a darte algunos sentones...- Jadeaba el rubio, seguramente en la misma situación.- Sé que eres un Omega igual que yo. Y tienes un lindo par de botones que no voy a dudar en probar con mi boca.

Ya perdido en esa atmósfera, decidió simplemente seguir, y llevar su mano libre a su pecho, simulando todas las acciones que Asmita describía. Desde suaves mordidas, hasta succiones y lamidas...

Entre tantas cosas que los dos describían, buscando hacer terminar al otro, probaron de todo. Varias posiciones, trucos que sabían, y demás... Hasta que la cúspide del orgasmo los sorprendió, haciéndolos gemir al mismo tiempo.

Les tomó unos segundos recuperar el aliento y reponerse de ese intenso clímax, pero cuando la mente de Sísifo volvió en sí, la vergüenza lo invadió por completo. Asmita soltó una pequeña risa cansada, antes de responder.

- Recuerda lo que dijimos. Lo que pasó en esta llamada, se queda en esta llamada. En cuanto colguemos, olvidaremos todo lo que hicimos, dijimos y escuchamos, y jamás volveremos a hablar del tema.

- Gracias, Asmita.- Suspiró, aún algo tímido. Sabía que Asmita cumpliría su palabra, pero no dejaba de sentirse nervioso.

- No es nada. Pero, creo que este ensayo era innecesario.- Comentó con una suave risa.- Tienes un lado bastante seductor y salvaje, Sísifo. Así que solo no lo pienses demasiado, y deja salir a ese Omega sexy y atrevido que tienes dentro, y todo va a salir bien.

- Gracias... Creo que después de esto, me siento un poco más confiado.

- Esa es la actitud que buscaba.- Rió Asmita, junto a él.- Ahora, si me disculpas, necesito una ducha y cambiar las sábanas de mi cama, y seguramente tú también.

- Creo que tienes razón.

- Bien. Entonces, a la cuenta de tres los dos colgamos, y olvidamos todo esto, ¿de acuerdo?

- De acuerdo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro