Lactofilia
Pareja: Alpha!Lex x Omega!Clark.
Advertencias: Lactofilia.
Lex caminó a paso lento por la casa. Casi que sintió miedo de hacer cualquier tipo de ruido, abrió la nevera con más miedo aún y bebió sin pensarlo dos veces de la jarra de agua helada como que si la vida le fuera en ello. Hacía calor, demasiado, a pesar de que la temporada de lluvia ya había comenzado. Tal vez estaba entrando en calor finalmente.
Se limpió los restos del líquido con la manga de la camisa de la pijama. Nunca hacía eso, pero había un instinto animal que empezaba a dominarlo en ese momento. Su alfa interior ronroneó satisfecho al sentirse hidratado. Metió la jarra a medias pero se robó la botella medio helada que había en el congelador y caminó de regreso, esta vez sin poner tanto cuidado a los ruidos de sus pasos.
Su andar se detuvo un momento en la habitación de Conner. El pequeño cachorro de solo cuatro meses dormía plácidamente y Lex lo agradecía, demasiado llanto lo abrumaba a veces. Su mano se estiró para cerrar con cuidado la puerta y evitar que cualquier ruido lo despertara, otra vez. Esta vez se apresuró a su habitación con más emoción, había una emoción por dentro que lo empujaba y quería moverse con rapidez.
—Clark —El alfa cerró la puerta con cuidado. Si el bebé lloraba, el monitor o el super oído de su omega se lo dejaría saber —¿Pero qué haces? —Lo miró arrugando el entrecejo.
El Kryptoniano estaba allí, con el pelo mojado y oliendo fuertemente a jabón de fresas de ese que usaba al ducharse, algunas gotas aún recorrían partes de su cuerpo y estaba totalmente desnudo en su cama. Su boca estaba torcida en un gesto malhumorado mientras peleaba con un ¿extractor de leche? La forma en como lo sostenía y le daba al pulsador para extraer el líquido era una imagen un poco extraña.
—Intentar dejarle comida a tu hijo para mañana —Lo escuchó chasquear la lengua y, después, vio como con enojo dejaba el aparato a un lado—Pero no puedo porque al parecer no funciona en kryptonianos.
Lex intentó no reírse. Tenía sentido, solo Conner, con su fuerza que parecía que se armonizaba a la de Clark, era capaz de chupar lo suficientemente duro como para hacerlo. O quizá no, la verdad, hasta el momento el bebé no parecía tener ningún tipo de poder.
—Tal vez lo estás haciendo mal —Se acercó solo para sentarse frente al omega, tirando la botella de agua que llevaba a un lado, y mirar sus pechos. Se mordió los labios. Se habían puesto tan bonitos y redondos —Creo que en el video decía que debías estar relajado —No se había inmiscuido mucho con eso, pero sí que puso atención al video que vio Clark, aunque parecía que no.
—¡Estoy relajado! —Lex negó.
—Se nota —Levantó sus manos solo un poco —¿Puedo? —Clark levantó una ceja ante eso, pero asintió.
Colocó ambas palmas de su mano en uno de los pechos de Clark y comenzó a hacer movimientos de arriba abajo en dirección contraria. El omega lo miraba con interés sintiendo una especie de cosquillas cuando el alfa cambió para hacer movimientos circulares con las yemas de sus dedos alrededor. Soltó un pequeño suspiro de satisfacción una vez que sus movimientos se transformaron en masajes desde el rededor hasta su aureola. Su intención no fue otra que ayudar a Clark y a su leche materna a fluir, pero la cara enrojecida del omega al levantar la vista para verlo lo preocupó.
—¿Estás bien?
Clark asintió. Era un momento tan bonito y él lo estaba arruinando simplemente pensando en cosas sucias ¡Pero nadie podía culparlo! Tener las manos de Lex sobre sus pechos, acariciando con cuidado y con cariño era agradable.
—Hazlo otra vez —Olisqueó el aire. Apenas y se percataba de que Lex olía exageradamente fuerte esa noche —¿Estás entrando en celo? —Preguntó, pero el alfa se encogió de hombros.
Sus manos volvieron a masajear sus pechos. Sin embargo, esta vez su actitud era menos inocente que antes. Sus dedos se presionaron levemente más fuerte y, esta vez, en lugar de detenerse, siguió para acariciar con la punta de su pulgar el pezón de Clark, quien se erizó ante el tacto repentino en esa parte tan sensible.
Su otra mano se deslizó por el pecho de Clark en una caricia lasciva. De pronto su omega se veía mil veces más caliente de lo que hacía mucho tiempo, su olor también estaba terriblemente dulce inundando sus fosas nasales y nublando su buen raciocinio. La mano que estaba rozando su pezón se volvió un poco loca, porque pellizcó en un momento sin pensarlo el círculo café haciendo saltar a Clark. Aún así, el omega no parecía molesto, sino más bien emocionado.
Miró a Clark de nuevo, su rostro estaba realmente rojo y desde allí, casi que podía oler su mancha de excitación comenzar a dominar el ambiente. Se inclinó solo un poco, dirigiendo sus labios al pezón de Clark pegando sus labios alrededor de los mismos al tiempo que el omega daba un suspiro necesitado. Chupó suavemente, provocando al otro un gemido. Empujó un poco a Clark y este, sin problema, se dejó caer sobre las sábanas. Lex se acomodó encima, volviendo a pegar sus labios, pasando su lengua húmeda por el lugar y rozando con su dientes haciendo chillar a Clark de puro gusto por la sensación.
Se levantó de nuevo, mirando los ojos vidrioso de su omega devolverle la mirada sin entender porqué se detenía. Se movió en busca de la botella de agua y sonrió. La destapó para beber un poco del agua congelada, que dejó fría su boca, para, en seguida, pegar sus labios en el otro pezón de Clark, haciendo que el mismo se pusiera al instante duro y rugoso al sentir el frío helado de su boca contra su piel caliente.
No paró allí, después de que la sensación desapareció, vertió solo un poco del agua fría sobre el pecho de Clark, haciendo que toda su piel se pusiera en punta y aprovechó para par su lengua recogiendo el líquido con la misma.
Lo escuchó suspirar cuando de nuevo sus labios se pegaron a su pecho, su mano volvió a moverse alrededor de este y succionó esta vez con más ganas. Casi pudo sentir la espalda de Clark arquearse ante el movimiento, no necesitaba saber nada más para saber que estaba tan duro igual que él.
Y de pronto, pudo sentir un sabor dulzón en su boca.
Succionó un poco más y se dio cuenta que algo de leche salía de Clark. Por un momento se detuvo, sin saber qué hacer ante esa situación. Su mirada subió un poco hacia Clark, quien estaba en la misma situación. Dudó un poco, pero, simplemente, volvió a hacerlo. Nunca pensó que esa sola acción iba a desencadenar en él algo totalmente irracional y salvaje. Jamás pensó que le gustaría tanto.
Su boca siguió en su trabajo de forma más enérgica y su mano se dedicó a masajear el pecho desatendido, solo para, minutos después, sentir que de ese mismo brotaba algo de leche que escurría por su mano de una manera obscena. Lo apretó un poco más, viendo como se escapaba más líquido.
—Lex —El suave gemido de Clark lo hizo volver a verlo. Sonrió con malicia cuando se movió hacia sus labios para comenzar a besarlo con cariño.
Su cuerpo se movió contra el de Clark, friccionando sus miembros y obligándolos a gemir a ambos contra los labios del otro. Se movió una y otra vez contra el omega, refregando sus cuerpos, sintiendo el calor del otro apoderarse de sí mismo. Lex estaba en un estado salvaje; apenas y había abandonado la boca de Clark cuando ya estaba besando su cuello y dando leves mordidas cerca de su marca.
Su mano se había entretenido en seguir masajeando los pechos de Clark, sintiéndose aún más caliente cada que el líquido salía de él y resbalaba por sus dedos. Se irguió un poco sobre el cuerpo de Clark, solo para poder observar su mano manchada del fluido materno. Frente a la mueca avergonzada del omega llevó su mano a su boca y la lamió; era extraño, sabía a Clark, pero de alguna manera extraña le sabía bien.
—Alfa —El omega llamó suavemente, incorporándose un poco para estirar su mano y acariciar la mejilla de Lex quien, inmediatamente, se movió hacia la caricia como un perrito con ganas de cariño —Creo que tu celo ha regresado —Soltó una risita ante el rugido gustoso que soltó Lex ante eso. Después de haber concebido, el celo, por obvias razones, había desaparecido de ambos.
El momento se rompió cuando un llanto se escuchó al fondo. Lex se movió a un lado y Clark se apresuró para ponerse una bata e ir a atender al cachorro.
—Solo será un momento —Dijo antes de volver a acercarse a la cama y darle un besito a Lex en la frente —Volveré pronto para que puedas hacerme todo eso que estás pensando —Susurró despacio y le guiñó un ojo.
Sería una noche interesante.
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