-Señor Pierce, le ah llegado correspondencia desde el palacio de Buckingham y es de carácter urgente- Entro George el mayordomo entregándole la carta al Duque Sir Robert Pierce. –Gracias viejo amigo, veamos que se le ofrece a nuestra majestad la reina mi querida Tía – Robert abre intrigado la carta y comienza a leerla: Querido Robert cómo está mi sobrino favorito, siento mucho lo de tu esposa Sarah era una santa esa mujer pero ese no es el motivo de la carta. En el palacio están pasando muchos acontecimientos y yo ya estoy cansada necesito entrenar a alguien nuevo, alguien joven que sepa llevar la corona con jovialidad y seriedad pero mism nietos que son los primeros en la línea del trono han abdicado ya que prefirieron dedicarse a sus familias, el siguiente en la línea es tu hijo Sebastian yo se que lo que debes estar pensando es solo un crío de 17 años que va a saber el de gobernar un reinado entero pero para eso estoy yo así que pierde cuidado aquí será tratado como si estuviera en su propio hogar. Tu hijo debe presentarse en el palacio dentro de tres días, mi querido Roby cuento con ustedes. Una vez tu hijo esté listo para asumir el trono los mandaré a buscar a ti y a Megan para que sr trasladen de manera definitiva al Palacio te Ama tu tía Elizabeth.

Robert guardó la carta y miró con algo de temor a George -Amigo mío creo que tenemos problemas- George se sienta junto al duque el ha sido su confidente hace muchos años -Que pasa Robert creo que por tu cara amerita una conversación más íntima- Robert intenta sonreír a su amigo pero la preocupación lo tiene invadido – Sebastian debe mudarse al palacio de Buckingham y asumir la corona- casi no le sale la voz, George le da una palma dita en el hombro – Ya veo temes por el secreto de Sebastian que lo noten en ese ambiente es peligroso para el, pero Rob tu conoces a tu hijo el sabe comportarse y sin duda confío en el como futuro Rey tu mismo haz dicho que tiene madera para ello. Descansa iré a ver si lo encuentro y lo enviaré a verte- George aprieta en hombro de Robert y sale en busca de Sebastian.

En otra ala del castillo Sebastian se esconde tras una escalera a esperar que algún sirviente caiga en su trampa. Sebastian tiene diecisiete años y es un bromista por excelencia su madre solía decir que era la alegria del castillo que con sus bromas iluminaba cada rincón de él, era sin duda el chico más alegre y relajado que podía existir o eso creía hasta que su madre falleció en un accidente de tránsito y su padre se encerró en su trabajo aislándolos a el y su hermana Megan una popular y carismática chica de catorce años ella era la confidente de Sebastian – Seb hermano que estás haciendo ahí escondido- le pregunta y el chico la atrae hacia el para que se esconda y susurra – Shh deje una trampa junto a la cocina estoy esperando a ver si la criada cae en ella – ríe al final y quita la mano con la que tapo la boca de su hermana – Seb papá quiere verte George te está buscando más vale que vayas a ver que quiere- Sebastian asiente y se dirige al estudio, justo antes de girar en la esquina Mary la criada piso el hilo y quedó empapada en miel mirando a Sebastian directamente y este corrió por el

Corredor hasta perderla de vista estrellándose con George – George cuanto lo siento – se disculpa apenado – mmm ya corrías de Mary supongo pobre mujer porque te ensañas con ella Sebastian, en fin me alegra encontrarte ven sígueme tu padre te necesita- Sebastian avergonzado sigue al mayordomo hasta el estudio de su padre – Padre aquí estoy ¿que sucede?- saluda a su padre y se sienta en un sofá frente a él – Hijo tengo noticias para ti, me llego una carta de la tía Elisabeth ya sabes la reina y me informó que debes asumir la corona ya que sus nietos abdicaron al trono, pero para eso debes viajar al palacio de Buckingham y ser instruido por ella y su séquito ya sabes protocolo así que alista tus cosas que partes esta misma noche, ah antes que lo olvide tu abuela quiere que la pases a visitar así que llegarás a su mansión en el centro de Londres a dormir hijo es de suma importancia que te comportes y que guardes tu secreto con mesura tú sabes que los homosexuales no son bien vistos en esa sociedad – se para y se sienta junto a su hijo que está atónito- Pero padre es seguro, esto nose qu decir no los defraudaré y prometo comportarme como el caballero que me enseñaste a ser padre – abraza a su padre emocionado por la noticia desde pequeño siempre quizo ser el rey pues así podría marcar realmente la diferencia – Hijo por favor cuídate no quiero que nada malo te pase, con Megan llegaremos para tu coronación y nos instalaremos en el palacio hasta entonces suerte – beso a su hijo en la frente algo que jamás hacía cosa que extraño a Sebastián su padre estaba genuinamente emocionado por el, lo abrazo por última vez y salió junto a George a preparar sus maletas y despedirse de Megan.

Mientras terminaba de cerrar las maletas y guardar sus pertenencias en su mochila Megan entra corriendo a su habitación y lo abraza – Seb es enserio hermano serás el rey y estas maletas ya te irás – su cara paso de sorpresa a tristeza – Meg mi pequeña si es cierto y debo partir de inmediato a Londres la tía Elizabeth me espera y debo ir a ver a la abuela Ann ya sabes como es de cotilla pero tranquila que dentro de poco tu y papá se irán también al palacio -la abrazo y luego beso su frente- te extrañare hermanito cuídate y no nos avergüences – ríe mientras lo abraza. George entró a la habitación y se llevó las maletas – el avión está listo Sebastián vamos- Sebastián se puso su mochila y junto a Meg bajo al carrito que lo llevaría al aeropuerto privado de su familia, se despidió de todo mundo y se subió al carro.

Luego de cinco minutos ya estaba sentado en el avión con una copa de champaña mientras este despegaba, que aventurad le esperarían en Londres, mientras observaba el atardecer sacó su libreta y comenzo a dibujar, era un gran artista amaba dibujar eso lo relajaba. Se puso los cascos prendió su iPod y puso algo de música. Después de un largo rato la azafata le trajo algo de comer y le aviso que aterrizarían dentro de una hora.

A eso de las ocho de la noche aterrizo en el aeropuerto de su abuela y descendió del avión Bristol el mayordomo de ella lo estaba esperando, tomó su equipaje y lo condujo hasta la mansión donde su abuela lo recibió – Sebastian querido mío cómo está mi pequeño príncipe estás hecho todo un hombre- lo abrazo y acaricio su cabello- Abuela Ann que gusto de verte todo esto me tiene abrumado espero que tú puedas explicarme más y me pongas al día con los chismes- rio junto a ella, su abuela llamo a la ama de llaves Helen y le pidió que preparara algo de té y biscochos. La abuela le contó todos los chismes que sus primos lejanos no quisieron asumir el reinado porque ya estaban mayores y debían cuidar de sus respectivas familia y ser rey es algo muy demandante. Después de cotillear y reír la abuela Ann se retiró a su habitación y Sebastian decidió salir a recorrer la ciudad hace ya muchos años que no venía a Londres, se puso el abrigo y salió sin rumbo fijo camino bajo la noche fría y luego de quince minutos entro a un bar para chicos como el ya que debería controlarse decidió tener una última aventura con algún guapo chico, se sentó en la barra y pidió una cerveza. Miro hacia todos lados y su vista se posó en un guapo joven de anteojos y cabello rizado que estaba sonriéndole, le sonrió de vuelta y el chico al percatarse se acercó a él – ¿Gustas bailar?- le tendió la mano y Sebastián encantado acepto – si, mi nombre es Sebastian y ¿el tuyo?- el lo lleva a la pista de baile – Soy Thomas encantado de conocerte-. Conversaron y bailaron por horas, luego vinieron los besos la atracción entre ellos era innegable – Conozco un lugar donde podremos estar a solas- le dice Thomas a Sebastian con una sonrisa traviesa – vámonos de aquí – ríen y salen juntos del bar hacia un hotel discreto en la esquina y piden una habitación. Suben al ascensor y comienzan a besarse intensamente, aparentemente Tom es mayor que Sebastian es más alto y algo más fuerte que el así que toma las riendas, lo conduce por el pasillo hacia la habitación mientras se besan, Thomas logra abrir la puerta y se dirige directamente a la cama pero antes de llegar Sebastian lo empuja contra una pared y comienza a acariciarlo y le quita la camisa y los anteojos, lo lleva a la cama y se posa sobre el mientras se quita la camisa. Comienza a recorrer su torso desnudo con los labios saboteándolo completamente para volver a besarlo y embestir contra el Thomas hace lo propio y así se llevan hasta quedar completamente desnudos y comienzan a poseerse primero uno luego el otro con cariño y pasión.

Después de unas horas Thomas se quedó dormido y Sebastian decide irse ya que tiene compromisos importantes al día siguiente así que se limpia y viste en el baño antes de irse le deja una nota en el velador: Me agradas muchísimo estuvo increíble lastima que no podamos repetir un placer conocerte Sebastian. Dejo la nota y desapareció en la noche.