《JIMIN》

Las semanas avanzaban de forma tortuosa.

El ambiente entre nosotros se había vuelto en cierto aspecto, incómodo. Desde que a mi me habían ascendido, pasaba menos tiempo trabajando con ellos, y eso levantaba envidia entre los trabajadores, y desconfianza para contarme cosas de Taehyung.

Jungkook sin embargo, había aprovechado este "distanciamento" durante el día para apegarse más a mi de noche en la cama, con la excusa de que me echaba de menos.

Este era, probablemente, el castigo real de Namjoon, dejarme en la misma cabaña, trabajando junto a Jungkook. Mi autocontrol cada vez se debilitaba más y más, al igual que la inocencia de Jungkook.

Al principio se rozaba contra mi de forma casi inadvertida, pero ahora...ahora sabía perfectamente lo que hacía, lo que me llevaba a pensar de forma inmediata a si Yoongi le había forzado más veces durante estas semanas en los que yo había permanecido casi ausente, pues Namjoon me quería a su lado la mayor parte del día.

Sólo de pensar en Yoongi tocando a Jungkook...

Jungkook acababa de enroscar sus piernas en mi cintura y se apretaba para sentir nuestros cuerpos juntarse. Ahora comenzaba a hacer movimientos sobre mi, con sus brazos rodeando mi cuello, mientras se le escapaba algún que otro suspiro.

-Jungkook...Jungkook para...por favor...-como respuesta, Jungkook metió su mano bajo mi camisa y acarició mis pezones con dulzura- Para!

Jungkook soltó su agarre asustado.

-¿He hecho algo mal?

Me pellizqué el puente de la nariz.

-No Jungkook, o sea, si...esto está mal y ...el problema es que has aprendido mucho en poco  tiempo. -Jungkook no parecía entenderme- Lo que digo es...¿Ha...ha vuelto Yoongi a tocarte?

-Oh...-Jungkook enrojeció y bajó su mirada- No...Yoongi me trata bien ahora...siempre que...

Jungkook calló, con su vista fijada en las sábanas.

-¿Siempre que qué, Jungkook?

-Sólo...a él le gusta mirarme mientras me ducho, eso es todo. Me dijo que si le dejaba verme no volvería a hacerme daño...y a ti tampoco. Lo...lo prometió, así que yo accedí.

Maldito Yoongi. Apreté mis puños al instante, pero la ternura de Jungkook me destensó. Odiaba tener que fingir subordinación a , Yoongi, cuando yo en realidad tenía más poder que él, pero tenía que seguir las normas del macabro juego del Rey.

-Entiendo...

-Por favor no te enfades, lo hice por ti, para que no te hiriese más.

Sonreí y le acaricié el cabello con una mano.

-Lo sé, sé que lo hiciste por mi, pero deberías hacerlo todo por ti mismo, olvídate de mi, por favor, yo no...yo no lo merezco, Jungkook.

-Pero! - volvió a arrimarse a mi, con nuestros rostros a milímetros de distancia - Tú eres la persona más buena y valiente que he conocido jamás, Jimin.

Cerré mis ojos al oírle. Mi corazón dolía, si él, si cualquiera supiese como era yo en realidad...

-Jungkook, por favor, vuelve a tu cama y duérmete...

-Jimin...

Le besé de sorpresa para callarle, ya no podía aguantarme más, llevaba semanas sin tocar su piel, su dulce piel. De inmediato, Jungkook volvió a enroscarse sobre mi con fuerza, y yo comencé a besarle más profundo.

Nuestras respiraciones subían de ritmo, y algunos tosidos por parte de más trabajadores que dormían en la cabaña se hicieron presentes.

Me detuve, y Jungkook bajó su cabeza avergonzado nuevamente por su impaciencia, su deseo de que yo le tocase del mismo modo en el que Yoongi lo había hecho, pero sin fuerza.

-Buenas noches - me dijo antes de ascender a su litera.

Todo acabará pronto, Jimin, todo acabará pronto, tan sólo aguanta un poco más...