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chapter six




season 01, episode 05
❛ play hairdressers with the grounders ❜

UNOS RUIDOS DESPERTARON A la pelirroja de su profundo sueño. Con mucha pereza se levantó y salió de su tienda para encontrarse con todos mirando al cielo. 

—¿Qué pasa? —le preguntó a Monty, que era la persona que más cerca estaba de ella.

—Mira allí. —señaló un destello en el cielo.

Venus agrandó los ojos al ver como una nave caía en dirección al suelo. Pronto salió Bellamy sin camiseta, seguido de otras dos chicas con apenas ropa. La pelirroja no pudo evitar mirar el bien formado abdomen del Blake, inconscientemente se mordió el labio, mientras por su mente pasaban todo tipo de pensamientos indebidos.

—¡Vienen a ayudarnos! —exclamó uno.

—¡Por fin les partiremos la cara a los terrestres!

—Espero que traigan shampoo... —murmuró una de las perras de Bellamy, haciendo que Venus rodase los ojos con fastidio.

—Ay, sí, para que podamos jugar a las peluquerías con los terrestres, ¿no? Que guay. —le dijo Venus con sarcasmo, haciendo que la chica la mirase con odio.

Octavia y Monty rieron, mientras que Bellamy la miraba en forma de reproche, pero la pelirroja le sacó el dedo de en medio con una sonrisa.

Bellamy salió de allí hacia su tienda, se notaba la preocupación es su rostro, y Venus sabía por qué.

Pronto, ella y Octavia, lo siguieron, viendo a otro chico allí.

—Si rebasó la montaña, estará cerca del lago. —dijo.

—Deberíamos movernos, estamos listos. —dijo Octavia a su hermano.

—Nadie se va de aquí. No es seguro ir de noche; saldremos al alba, comunicadlo.

—¿Perdona? ¿Desde cuando sigo órdenes de una persona inferior a mí? —le preguntó Venus con ironía.

—Todos han visto caer esa cosa a kilómetros. Bell, hay que ir ahora. —insistió su hermana.

—He dicho que salimos al alba. —y se fue de allí, dejando a Octavia muy confundida.

—Que imbécil es tu hermano... —murmuró Venus, saliendo de la tienda.

Vio como Octavia seguía a Bellamy por el bosque, y Venus, como buena cotilla que ella era, siguió a los dos hermanos Blake.

No estaba lo suficientemente cerca para escuchar su conversación, pero sí para ver que los dos estaban discutiendo.

Un ruido cerca de ella la sobresaltó, y se giró para encontrarse con el mismo terrestre que había visto hace unas horas. El solo se quedó allí quieto, mirándola, y ella le volvió a sonreír.

Dirigió su vista hasta Bellamy y Octavia, para ver cómo la chica se iba de allí un poco consternada, dejando a un muy frustrado Bellamy, quien siguió su camino.

La pelirroja lo siguió, sabiendo perfectamente lo que pensaba hacer, si el Arca bajaba, lo matarían, y ella no iba a permitir aquello. Ella sería quién acabaría con su vida, de eso estaba segura.

—¡Bellamy! —le llamó, haciendo que él se girara nervioso.

—Reina, ¿qué haces aquí fuera? Es peligroso.

—Vas a por la radio, ¿verdad? —él asintió— Bien, pues vamos.

—Espera, ¿qué?

—No quiero que te maten, es simple. —siguió su camino con Bellamy detrás.

—¿Ahora te preocupas por mi? —preguntó burlón.

—No, pero si alguien va matarte, esa seré yo.

Bellamy rio, pero no dijo nada más. Siguieron andando hasta llegar a donde se encontraba la cápsula. El chico abrió la puerta y cogió la radio, dejando allí a la persona que se encontraba dentro.

—Vámonos.

Fueron hasta un río y tiraron allí la radio.

—Bien, ya podemos irnos. —dijo el chico volviendo a andar, pero Venus lo paró con una sonrisa.

—No seas tan aburrido, rey, vamos a divertirnos un rato.

La pelirroja se desvistió, quedando solo en ropa interior. Bellamy trago al ver el cuerpo de la chica, si con ropa era guapa, sin ella era una diosa como su nombre indicaba.

Ni se dio cuenta que la chica había entrado en el agua hasta que le salpicó con ella.

—¿Vas a seguir babeando o te vas a meter? —se burló.

El Blake sonrió mientras se comenzaba a desvestir. Venus sintió que su mandíbula se desencajaba de la impresión.

—Ahora eres tú la que babea por mi. —dijo él estando a centímetros de su cara.

La pelirroja carraspeó nerviosa, la simple cercanía de Bellamy la ponía nerviosa. El pelinegro cada vez se acercaba más a ella, pero antes de que pudiera hacer algo, la chica le escupió agua en la cara.

Venus empezó a nadar, tratando de escapar de Bellamy. Cuando paró, se empezó a preocupar, no veía al chico por ningún lado.

—¿Bellamy? —lo llamó, más no obtuvo respuesta alguna.

Un tirón en su pierna la hizo hundirse, cuando salió otra vez para poder respirar, vio a Bellamy riéndose a carcajadas.

—No me hace gracia. —le dijo la chica.

—A ti no, pero a mí sí. —paró de reír. Venus se dio la vuelta y salió del agua— ¡Oh, vamos, reina! ¿No me digas que te has enfadado?

—¡Vete a la mierda!

Se puso la ropa mientras Bellamy salía del agua con una sonrisa.

—Antes de que lo preguntes, no, no estoy enfadada, pero hay que volver al campamento. —le dijo Venus.

Los dos se vistieron y empezaron a caminar hacia el campamento.

—¡Eh! —gritó alguien detrás de ellos. Venus iba mucho más adelantada que Bellamy, por lo que Clarke no la vio. La pelirroja se escondió detrás de un árbol mientras escuchaba la conversación —¿Dónde está?

—¿Que hay, princesa? ¿Dando un paso por el bosque?

—Arriba se preparan para matar 300 personas —Venus se llevó una mano a la boca para callar el jadeo que salió—, para ahorrar oxígeno, y te aseguro que no serán miembros del consejo, serán trabajadores, los que trabajan para ti.

Finn llegó y empujó a Bellamy —Bellamy, ¿y la radio?

—No tengo ni idea de que hablas. —lo empujó de vuelta.

—¿Bellamy Blake? —cuestionó una voz muy conocida para Venus— Te andan buscando como locos.

—Cállate. —espetó el mencionado.

—¿Por qué lo buscan? —inquirió Clarke.

—Disparó al canciller Jaha.

—Por eso hiciste lo de las pulseras, quieres que todos crean que hemos muerto.

—Tanto haz lo que te dé la gana, sólo pensabas en salvarte el pellejo. —Bellamy ignoró a Finn y continuó caminando.

—¡Eh! Pistolero, ¿qué has hecho con mi radio?

—Quita de en medio.

—¿Dónde está?

—Debí haberte matarte cuando tuve ocasión.

—Ah, ¿sí? Pues mira donde estoy. —se burló Raven.

Bellamy la agarró por el cuello y la estampó contra un árbol, pero Raven sacó un cúter y lo acercó a su cuello.

—¿Y mi radio?

—¡Raven! Ya basta, ¿sí? No sabemos dónde narices esta tu radio. —dijo Venus apareciendo, haciendo que todos la miren.

—¿Tú lo sabías? —le preguntó Finn.

—Es que hubo un día que nos dio por jugar a las confesiones, el me dijo su secreto y yo le dije el mío.

—Jaha merecía morir y lo sabéis. —dijo Bellamy acercándose a la castaña.

—Sí, a mi tampoco me cae bien, pero no ha muerto. —dijo Raven.

—¿Qué?

—No sabes apuntar.

Venus rio, pero Bellamy la miró con mala cara.

—Bellamy, ¿no ves lo que significa? —dijo Clarke— No eres un asesino. Siempre has hecho lo necesario para proteger a tu hermana, así ha sido siempre, y puedes seguir haciéndolo, salvarás a 300 de los tuyos, ¿y la radio?

—Demasiado tarde.

Ochevidno, chto v etoj istorii chto-to pojdet ne tak... —(Está claro que en este cuento va a salir algo mal...) murmuró Venus acercándose a Raven.

—Te he echado muchísimo de menos ahí arriba. —dijo la mecánica abrazándola.

—Y yo a ti.

—Bueno, me encantan los reencuentros, pero tenemos una radio que encontrar. —dijo Finn llamando la atención.

—Tienes razón. —Venus se acercó a él y pasó un brazo por sus hombros— Tú vas conmigo.

Comenzaron a andar en silencio, nadie decía nada, ahora la prioridad era encontrar esa maldita radio.

—Eres un imbécil. —le dijo la pelirroja a su amigo.

—¿Por qué?

—Porque te has tirado a Clarke teniendo novia.

—Joder, ¿me vas a dar una charla?

—No, lo único que te voy a decir es que no juegues con Raven. Acaba de arriesgar su vida con tal de verte a salvo, lo mínimo que se merece es respeto y que le digas la verdad.

Quien pensaría que Venus cambiaría totalmente de opinión en unos cuantos días.


❪ ... ❫


Ahora estaban en el lago intentando recuperar la radio. Venus y Bellamy estaban el uno al lado del otro.

—Lo siento... —murmuró él y la pelirroja se giró a mirarlo confundida.

—¿Por qué lo sientes, rey?

—Porque te he quitado la oportunidad de hablar con tu padre.

—No es nada del otro mundo, he sobrevivido sin él seis años, creo que podré sobrevivir unos días más sin él. Además, fue mi decisión ayudarte, no te tortures por eso. —le restó importancia.

—¿Por qué me has ayudado?

—Ya te lo he dicho, no quiero que te maten.

—¿Y por qué no? Creía que me odiabas.

—Te sigo odiando, pero seré yo la que acabe con tu vida, lenta y dolorosamente... —sonrió con inocencia.

Bellamy iba a decir algo, pero un grito los interrumpió:

—¡Eh! La tengo. —gritó un chico y todos se acercaron allí.

—¿Se puede arreglar?

—Puede, pero llevará medio día secar los componentes para ver que se ha roto.

—Os lo dije, es tarde. —dijo Bellamy.

—¿Tienes la menor idea de lo que has hecho? ¿Te importa al menos?

—Me pediste ayuda, te ayudé.

—300 personas van a morir hoy por culpa tuya, por culpa vuestra. —señaló a la pelirroja.

—¿Tú te piensas que soy adivina o algo? —le respondió Venus con burla, le encantaba hacerla enfadar— Además, no hace falta hablar con el Arca, basta con que sepan que estamos aquí.

—¿Pero como lo sabrán sin radio?

—Bengalas... —murmuró Raven entendiendo el punto de su amiga.

—¡Bingo! —sonrió.

Todos salieron del agua y volvieron al campamento, rezando porque la idea de Venus funcionase.

—¿Puedo hablar contigo? —le preguntó Clarke cuando llegaron.

Venus asintió extrañada y dejó que la llevase hasta una de las tiendas.

—Haber, ilumíname, ¿de que quieres hablar?

—Quería decirte que lo siento mucho.

Venus la miró confundida —¿Por qué? ¿Podrías especificar un poco más? Como te he dicho antes, no soy adivina.

—Mi madre me contó lo que te hacían en el Arca y creo que nadie debería pasar por todo lo que tú has pasado, Venus.

—Pues gracias, supongo, pero prefiero no hablar de ello. —la pelirroja le dio una sonrisa ladeada— Por cierto, ni una palabra de eso a nadie.

Clarke asintió y salió para ayudar a Raven con lo de las bengalas.

Venus salió del campamento y se puso a andar por ahí, quería encontrar a aquel terrestre que había visto en varias ocasiones.

Lo vio bajar de una colina, así que decidió seguirlo. Cuando llegó, lo vio cargando a alguien, una chica.

—Octavia... —murmuró Venus.

Decidió seguir al terrestre, viendo como la metía en algo como un refugio.

Entró y vio como el terrestre salía, supongo que para curarle la herida que tenía en la cabeza. Espero a que volviera sentándose al lado de Octavia.

Cuando el terrestre llegó, se sorprendió al ver allí ha la pelirroja, y estaba dispuesto a atacarla, pero la chica, con un simple movimiento de manos, lanzó una piedra a sus manos, haciendo que el cuchillo caiga al suelo.

—No necesitarás eso. Yo la curaré.

Venus agarró unas vendas y un ungüento que había encontrado en la cueva y empezó a aplicarlo en la herida de su amiga.

—No sé si hablarás mi idioma, pero no estoy aquí para hacerte daño. Pero tienes que comprender que no me fio al cien por cien de ti. Por eso estoy aquí, para proteger a mi amiga si es necesario.

El terrestre asintió, dándole a entender que sí hablaba su idioma.

—Empecemos por presentarnos. Mi nombre es Venus, ¿y el tuyo?

—Lincoln.

—Bien, encantada, Lincoln. —la chica lo miró fijamente— Te me haces conocido, ¿eras tú el terrestre que estaba el otro día alrededor del campamento?

Lincoln asintió sin decir una palabra. Venus entendió que el moreno no parecía alguien muy hablador.

—Oye, no se si los rehenes comen o beben, pero te agradecería si me trajeses algo.

El terrestre sonrió muy levemente, pero lo suficiente como para que la pelirroja lo viese. Lincoln se levantó y se fue, dejando a Venus sola junto a una inconsciente Octavia.

—O', Octavia... Despierta. —la sacudió.

La Blake empezó a abrir los ojos con pesadez, encontrándose con la mirada de su mejor amiga.

—¿Vee? —preguntó incorporándose— ¿Dónde estamos?

—Estamos en territorio terrestre.

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