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chapter one




season 01, episode 01
❛ we're back, bitches! ❜

HACE 97 AÑOS UNA GUERRA NUCLEAR destruyó todo lo que alguna vez llamamos la Tierra.

La Tierra necesita 100 años más antes de volver a ser habitable. Cuatro generaciones más atrapadas en el espacio, y el hombre podrá regresar.

En el Arca, el sitio donde viven los supervivientes, se les condena a pena de muerte por el más mínimo delito, para que luego, cuando llegase su dieciocho cumpleaños, fueran flotados al espacio.

El por qué era algo incierto, el canciller nunca había dado explicaciones de por qué flotaban a los criminales, pero no hacía falta ni tener una mísera neurona como para saberlo.

Venus Larsson estaba tumbada en su cama mirando al techo con monotonía. Llevaba unos seis años en prisión, tres de esos años en aislamiento, casi no mantenía contacto con la civilización, lo cual hacía que la chica comenzase a desarrollar varios signos de esquizofrenia, como hablar sola y varios signos de bipolaridad.

En dos días cumplía dieciocho años, pero no estaba asustada o nerviosa, había aceptado su muerte incluso antes de que esta sucediera.

Al fin y al cabo, es un proceso en la vida de cualquier ser vivo, ¿no? Naces, vives y mueres.

Como dijo Séneca, la muerte es un castigo para algunos, para otros un regalo y para muchos un favor.

¿Para la pelirroja? Todas ellas. No le hacía especial ilusión morir, pero era mejor que estar encerrada allí, sin comentar que su vida no era precisamente la de una chica perfecta.

Unos guardias entraron en su celda, pero Venus no se molestó ni en mirarles, estaba concentrada en sus pensamientos.

—Prisionera 316, contra la pared.

Venus rio y se levantó —¿No me invitas a un café primero?

—No estoy para tu jueguecitos de pirada, he dicho contra la pared.

—Vale, vale, parece que alguien lleva mucho tiempo estresado. —dijo ella mientras hacía lo que el guardia le había mandado. Ya había tenido demasiados problemas con todos los guardias como para ahora tener más.

El guardia se acercó a ella y le puso una pulsera en su brazo.

—¿Y esto que es? ¿Para mandarme descargas eléctricas si soy una niña mala? —dijo mientras reía y la sacaban fuera— Me gustaría hablar con mi padre si no os importa.

—Hija... —dijo alguien a su espalda.

—Hablando del el rey de Roma... ¿Qué está pasando?

Marcus Kane suspiró —Te enviarán a la Tierra, a ti y a otros 99 criminales.

—Pues que guay, ¿no? Por lo menos tendré amiguitos para jugar. —ironizó.

—Venus, esto es enserio. —el hombre sacó un pequeño bote de sus bolsillos y se lo dio a su hija— Prométeme que tomarás tu medicación. —su padre adoptivo la miró con seriedad.

Venus resopló al mismo tiempo que guardaba el bote —Que sí, que sí. Estaré bien, papá, lo juro.

—Bien. Te quiero, Venus.

—Y yo a ti.

Los guardias la volvieron a coger de los brazos, pero Venus vio como se llevaban a un chico de muy malas maneras, cosa que no le agradó en lo absoluto. Si hay algo que la pelirroja detestaba, era que los guardias actuaran con superioridad ante ellos, como si fueran los reyes de aquel dichoso sitio. Le dio un codazo en el estómago a uno de los guardias mientras se zafaba del otro y fue corriendo a ayudar al otro chico.

Noqueó a los otros dos guardias que lo tenían y lo ayudó a levantarse.

—¿Estás bien?

—Sí, sí. Muchas gracias. Soy Jasper, por cierto.

—Venus, encantada.

Cuando el chico iba a responder, sintió como algo se clavaba en su cuello, haciendo que cállese inconsistente delante de Venus.

Ella iba a agacharse para ver como estaba, pero al poco tiempo sintió el mismo pinchazo, y cayó al suelo mientras que su vista se nublaba para acabar viendo todo negro.


❪ ... ❫


Venus se despertó un poco mareada, veía todo un poco borroso hasta que se acostumbró a la luz. Vio a muchos adolescentes sentados en sus asientos. A su lado vio al mismo chico que había salvado antes de acabar allí.

—Hey, estás despierta. No sé si te acuerdas, pero soy...

Lo interrumpió con una leve sonrisa —Jasper, sí, me acuerdo. ¿Cuanto tiempo llevó inconsciente?

—No lo sé, alrededor de 12 minutos o así. La verdad es que la inyección no duró mucho tiempo. —los dos rieron— Venus, te presento a Monty, tío, esta es Venus.

—Encantada.

—Lo mismo digo. —dijo él un poco tímido.

—Oye, ¿es verdad lo que dicen?

—Jasper... —lo reprendió Monty por lo bajo.

—¿Qué dicen de qué? —preguntó la chica.

—Lo de que asesinaste a tus padres...

—Ah, eso, sí, es verdad. —le restó importancia.

Jasper iba a continuar hablando, pero apareció el canciller Thelonious Jaha en varias pantallas de la nave.

—Presos del Arca, escuchad. Tenéis una segunda oportunidad. Y, como vuestro canciller, tengo la esperanza de que veáis esto no solo como una segunda oportunidad para vosotros, sino para todos nosotros y también, para la humanidad. No sabemos lo que os espera ahí abajo. Si la probabilidad de sobrevivir fuera alta, habríamos enviado a otros. Os enviamos a vosotros porque vuestros delitos os han hecho prescindibles.

—Tu padre es gilipollas, Wells. —dijo uno, y los demás empezaron a reír.

Venus localizó a Wells sentado al lado de Clarke Griffin.

La pelirroja se sentía mal por el chico, Jaha no era su persona favorita ni mucho menos, pero Wells no tenía la culpa de lo que su padre hizo.

—Pero, si lográis sobrevivir, vuestros delitos serán perdonados.

—Vot urod... —(Que bastardo) murmuró Venus en su lengua.

Así es, los padres biológicos de Venus eran rusos, al igual que todos sus antepasados, y la chica creció siempre con los dos idiomas, el castellano y el ruso.

—Aterrizaréis en un lugar escogido. Antes de la guerra, en el monte Weather, había una base militar construida en su interior. Debía almacenar suficientes provisiones para sustentar a 300 personas durante más de dos años.

Venus dejó de prestar atención al ver a un chico flotando. La chica sonrió al ver de quien se trataba.

Finn Collins, preso por malgastar 1 mes de oxígeno en un paseo espacial, regalo para su novia Raven.

Venus había conocido a Finn en una de sus miles de escapadas de la celda. Desde ese momento, Finn, Raven y ella se convirtieron en grandes amigos.

—Fíjate, al final tu padre me ha hecho flotar. —le dijo a Wells.

—Sujétate antes de que se abran los paracaídas. —le advirtió Jaha.

—Eh, abrochaos los cinturones si queréis vivir. —dijo Clarke, viendo como otros imitaban a Finn.

"No hemos llegado a la Tierra y este tío ya está causando problemas." pensó Venus sonriendo internamente.

—Eh, eres la traidora que ha estado en aislamiento un año. —le dijo a Clarke.

—Y tú el idiota que gasto el oxígeno de un mes en un paseo espacial ilegal. —contraatacó ella.

—Pero fue divertido. Soy Finn.

Ella no le respondió, solo se quedó mirándolo.

Venus estaba desconectada, no prestaba atención a nada en concreto. Simplemente quería llegar ya a su "nuevo hogar".

—¡No os mováis! —gritó Clarke al ver que más gente se empezaba a desabrochar el cinturón.

Venus sabía que lo más probable es que no sobrevivieran al aterrizaje, pero decidió no decir nada para que así estos aprendieran la lección.

"Creo que soy un poquito sádica."

Cuando los paracaídas se abrieron, los tres chicos flotando salieron disparados, chocando contra las paredes de la nave.

La pelirroja tenía la esperanza de que Finn siguiese con vida.

—Finn, ¿estás bien? —preguntó Clarke.

Las turbulencias seguían y se podían ver en las caras de los jóvenes que estaban asustados, todos menos Venus.

Ella había pasado tantas malas cosas en el Arca, que ya no había absolutamente nada que pudiera atemorizarla.

Los adolescentes empezaron a gritar despavoridos, con miedo a saber que esos podrían ser sus últimos minutos con vida.

Al cabo de unos segundos la nave aterrizó y todo se quedó en silencio.

—Escuchad —dijo Monty—, no hay zumbido.

Todos empezaron a desabrocharse los cinturones y dirigirse hacia la puerta.

—Eh, ya vale chicos. —dijo un chico de cabello negro.

Bellamy Blake, guardia de seguridad y alumno de su padre, hermano de su mejor amiga, Octavia Blake.

—¡Quieto! —le gritó Clarke— El aire podría matarnos.

—Si fuera así, ya estaríamos muertos.

—¿Bellamy? —dijo una voz a sus espaldas.

Venus volvió a sonreír al ver a su mejor amiga.

Octavia se abrió paso entre la gente para poder quedar frente a su hermano.

Los susurros no tardaron en hacerse presentes y Venus apretaba sus puños, intentando calmar las ganas que tenía de meterle un puñetazo en la boca a todos.

—Dios —dijo Bellamy con una sonrisa—, qué mayor estás.

Octavia se lanzó a sus brazos y lo abrazó fuertemente, siendo correspondida al instante.

Venus miraba enternecida la escena, lo más cercano que tenía ella a un hermano era Finn.

—¿Qué llevas? ¿Un uniforme de guardia? —le preguntó ella confundida una vez se separaron.

—Lo robé para subirme a la nave. Alguien tenía que cuidar de ti. —sonrieron y volvieron a abrazarse, pero, como no, alguien tenía que romper su momento.

—¿Donde está tu pulsera? —preguntó la rubia.

—¿Te importa? Llevo tres años sin ver a mi hermano. —le dijo Octavia.

—¡Nadie tiene hermanos! —gritó uno.

—¡Es Octavia Blake, la chica que encontraron escondida debajo del suelo! —gritó otra.

Octavia estaba a punto de ir a por ella, pero su hermano la detuvo.

—¡Octavia, no!

—Pero déjala que vaya a pegarle, todos necesitamos descargar nuestra ira. —dijo Venus con una sonrisa.

Ahora todas las miradas estaba sobre ella, ya que todos conocían lo que Venus Larsson le había hecho a sus padres, pero nadie conocía realmente el motivo.

—¿Vee? —murmuró Octavia con una sonrisa.

—Cuanto tiempo, O'.

Las dos de acercaron y se fundieron en un abrazo.

—Dios mío, estás guapísima. —dijo Venus mirando a Octavia.

—¿Quién eres tú? —preguntó Bellamy confundido. Su cara le resultaba extremadamente familiar, pero no conseguía recordar de que la conocía.

—¡Es Venus Larsson, la chica que asesinó a su padres con 12 años! —gritó alguien.

Venus miró a Bellamy con una sonrisa —Esa soy yo. —volvió a mirar a Octavia— Haz que te recuerden por otra cosa y no por la chica escondida debajo del suelo.

—¿Sí? ¿Cómo qué? —preguntó O'.

—Pues, no lo sé, ser la primera mujer en pisar la Tierra después de 97 años, por ejemplo.

Octavia la miró con una sonrisa y Bellamy la vio agradecido.

Bajó la palanca y dejó que la puerta se abriera.

Octavia saltó y cogió aire. Se sentía libre. Se sentía en paz.

Se quedó un rato mirando el paisaje hasta que gritó:

—¡Hemos vuelto, cabrones!

Todos salieron corriendo de la nave, con grandes sonrisas plasmadas en sus rostros. Todos sentían algo que llevaban mucho tiempo privados de tener.

Libertad.

La pelirroja veía todo apoyada en uno de los lados de la puerta de la nave. Miraba a su alrededor con confusión. No le daba buena espina aquel lugar. No conocían absolutamente nada de la Tierra y eso, en vez de intriga, le provocaba inseguridad.

—¿No tienes pensado salir? —la voz de Bellamy en su espalda la sobresaltó e hizo que saliese de su ensoñación.

La chica asintió y salió de la nave de un salto, respirando el aire fresco.

"Ya no hay vuelta atrás".

author's note:

sean bienvenidos de nuevo a este fanfic.

para los que seáis veteranos y ya lo hayáis leído, podréis comprobar que ya he cambiado algún que otro detalle.

para los que seáis nuevos, os explico un poco. este fanfic ya estaba publicado antes, pero lo mandé a borradores para cambiar varias cosas. una de ellas era que en la anterior versión, la protagonista era un banshee, pero después de recapacitarlo mucho, me di cuenta que realmente no me gustaba que la prota tuviese habilidades especiales o algo así.

aún así, espero que os guste muchísimo a todos, tanto a los nuevos como a los veteranos.

os amo mucho <3

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