chapter four
season 01, episode 03
❛ happy birthday, dorogaya ❜
LA RUBIA Y LA PELIRROJA estaban junto a Jasper, mientras este soltaba fuertes quejidos. Ninguna de las dos sabía muy bien que hacer, pero no pensaban dejarlo morir por nada del mundo.
—Tiene el pulso acelerado... —murmuró Griffin.
Se escuchaban gritos fuera, pidiendo que alguien callase a Jasper.
—No les hagas caso. —le dijo Clarke al chico— Vas a salir de esta, ¿vale? Te lo prometo.
—Estará bien, Monty —le dijo Venus al chico, quien estaba intentando contactar con el Arca—, no permitiré que Jasper muera.
—Voy a por agua limpia —se levantó Clarke—, vigilarle.
—No, tú quédate aquí con él, eres más imprescindible que yo. Yo te traeré agua. —le dijo Venus.
Clarke le mandó una sonrisa de agradecimiento y asintió. Venus salió de la nave y respiró, todo esto era nuevo para todos.
En el camino escuchó unos quejidos provenientes de una rama. La pelirroja subió y se encontró con una niña de unos 12 o 13 años, parecía que tenía una pesadilla.
—Eh, despierta —le dijo sobresaltándola—, tranquila, era una pesadilla. Eres Charlotte, ¿verdad? —la niña asintió— Yo soy Venus. Es normal tener miedo. ¿Quieres hablar? —le preguntó sentándose a su lado.
—Es... Por mis padres. —los ojos de la niña estaban cristalizados— Los flotaron y los veo en sueños y, es que...
—Sí, lo entiendo. Yo tampoco tengo padres, puede que no por la misma razón que tú, pero entiendo tu dolor. Cuando tenía tu edad, también tenía muchas pesadillas por las noches. Y a día de hoy, a veces, también las tengo. ¿Y cómo has venido a parar aquí?
Venus no entendía como alguien podía mandar a alguien tan joven e indefensa a un sitio del cual no conocen ni la cuarta parte de lo que esconde.
—Se llevaron las cosas de mis padres al centro de redistribución y me puse histérica. Dicen que ataque a un guardia.
—No seré yo quien te culpe, sería muy hipócrita por mi parte. —rio un poco, haciendo que la niña sonría un poco— ¿Ves esa estrella que brilla allí arriba? —señaló al cielo la pelirroja— Es el Arca en la órbita de la Tierra, creo que, lo que te paso ahí arriba, ese dolor, a lo mejor, podemos olvidarlo ahora, a lo mejor, estar en la Tierra es una segunda oportunidad.
—¿De verdad crees eso? —preguntó la niña esperanzada.
—Lo intento. ¿Sabes? Hay un dicho ruso que dice: "Ljubov' proshlogo bezhit za vetrom".
—¿Y eso qué quiere decir?
—"Añorar el pasado es correr tras el viento". Lo que intento decir, es que los recuerdos sólo existen en nuestra mente, pero es inútil aferrarse a ellos. Es decir, elimina ese recuerdo de tus padres, no pienses en ello, quédate sólo con lo bonito. —le sonrió— Anda, intenta dormir.
—Podrías... ¿quedarte aquí conmigo? —preguntó tímida.
—Claro, te prometo que no me iré.
Venus pasó uno de sus brazos por los hombros de la niña y dejó que se apoyara en su pecho. La pequeña se aferró a ella, relajándose ante las caricias que le proporcionaba la pelirroja.
Venus Larsson sonrió con ternura al ver a la niña tan relajada, en parte le recordaba a ella. Las dos habían sufrido desde muy pequeñas.
Y pronto descubrirían que las dos superaron sus miedos de la misma manera.
Asesinando.
❪ ... ❫
Unos ruidos llamaron la atención de la pelirroja, quien se despertó al instante, dándose cuenta de que la niña ya no se encontraba a su lado. Se froto los ojos y se estiró. Miró hacia abajo, viendo como Bellamy y Murphy practicaban con las armas, lanzándolas al árbol.
Murphy falló repetidas veces, causando una pequeña risa en la chica.
—Es ese maldito chaval, me está volviendo loco. —culpó a Jasper.
—No durará mucho más, ve buscándote otra excusa. —dijo Bellamy lanzando el hacha, clavándola en el árbol.
Venus saltó frente a ellos con una sonrisa, sobresaltándolos.
—Sigues siendo tan malo como siempre, John. —le dijo con burla.
—Cállate, ya te he dicho que ha sido el chico ese que se muere.
—Ya, claro, si tú eres capaz de dormir por las noches pensando eso, no seré yo quien te lo fastidie. —le sonrió.
—Ah, se me olvidaba. Feliz cumpleaños, dorogaya. —pasó un brazo por su hombros, dándole un leve abrazo.
—Tenías que acordarte...
—¿Cuántos cumples? —preguntó Blake.
—Dieciocho.
—Así que ya eres mayor de edad... —murmuró con una sonrisa.
—A saber que estará pasando por tu cabeza, Bellamy Blake.
Se escucharon unos pasos detrás de ellos, los tres se giraron, viendo a Atom venir junto a un chico, del cual Venus desconocía su nombre.
—Hemos buscado en un radio de un kilómetro, en todas las direcciones, no hay ni rastro de Trina ni de Pascal.
—¿Has visitado tu árbol especial? —le dijo Murphy con burla.
—John, ya. Ya bastante hicisteis ayer atándolo al árbol —se giró hacia Bellamy—, que, por cierto, eso fue muy infantil e inmaduro de tu parte.
—¿Tú lo soltaste? —le preguntó.
—Mucho dices que quieres a Octavia, pero te aseguro que si le digo esto te va a odiar de por vida. —le susurró y sonrió al ver como Bellamy tensaba la mandíbula.
—Podrían ser los terrestres. —dijo Atom ignorando a Murphy y enviándole una mirada de agradecimiento a la única chica allí presente.
—Sí, o podrían estar dándose un revolcón, hay mucho de eso últimamente... —volvió a decir John.
—Lo dices por ti y por Bellamy, ¿verdad? —volvió a decir Venus.
—¿Qué insinúas, Larsson?
—Es que últimamente estáis muy juntitos los dos, no sabía que te habías vuelto su perra, John. Eso sí que es caer bajo. —se burló su mejor amiga.
Atom se mordió el labio intentando no soltar una risa, esa chica le caía realmente bien, y esperaba poder conseguir una amistad con ella.
Bellamy se dirigió hacia el árbol para coger su hacha, no sin antes dándole una mala mirada a la chica. Aunque en el fondo, muy en el fondo, le divertía ver como Venus vacilaba a su amigo.
Venus dirigió su mirada hacia Octavia, quien miraba a Atom con una sonrisa, pero este apartó la mirada, haciendo que la chica frunciese el ceño.
—Mira, Bellamy, la gente tiene miedo y ese chaval no ayuda a subir la moral. —le dijo Atom.
—La moral subirá cuando les traiga más comida. —dijo este.
—¿Y qué decimos cuando pregunten por Trina y Pascal? —preguntó el desconocido.
—Por ahora, nada. Es posible que se hayan perdido, ya les buscaremos cuando salgamos de caza.
—Eso, vamos a matar algo. —dijo John siguiendo a Bellamy.
Venus se acercó a Atom y lo agarró del cuello de la camisa para poder hablar con él a solas, haciendo que Octavia los viese aún más confundida.
—No deberías hacer eso.
—¿Hacer qué? —le preguntó el chico.
—Ignorarla. Lo único que haces es hacerle más daño, y eso es algo que no voy a permitir, porque te juro que como mi amiga sufra lo más mínimo por un tío que sigue a su hermano como si fuera un perro, te arrepentirás de tan siquiera haber existido.
—¿Y qué quieres que haga? Como Bellamy me vea a su lado, me mata. Ya viste de lo que es capaz de hacer con tan solo evitar que la gente se acerque a Octavia.
—No le hagas caso. Él no es quien para decidir en la vida de su hermana ni en la de nadie. A ti te gusta, a ella le gustas, pues que tenga lo que tenga que pasar. No dejes que Bellamy gane, no hagas que la gente crea que solo eres el perro faldero de Bellamy.
Atom sonrió, realmente necesitaba a alguien como Venus Larsson en su vida. Alguien que estuviera allí para decirle las verdades.
Venus fue hasta la nave para ver cómo se encontraba Jasper. Al subir vio a Clarke limpiándole la herida. La rubia se giró al escuchar a alguien subir, y sonrió al ver a Venus, quien le correspondió.
—Los terrestres le han cauterizado la herida. —le dijo al ver que la chica se arrodillaba a su lado— Le han salvado la vida...
—Le han salvado la vida para pode usarle de cebo. —dijo Finn llegando junto a ellas.
—Que positivo eres siempre, Collins... —murmuró Venus.
—Esto no es el jardín del Edén.
—Está infectado, podría tener una sepsis. ¿Has avanzado algo con las pulseras? —le preguntó la rubia a Monty, pero este no le escuchó, estaba demasiado concentrado viendo a su amigo, no le gustaba verlo así— ¡Monty!
—Absolutamente nada. —le dijo.
Venus se acercó a él y pasó un brazo por sus hombros, dándole un pequeño abrazo. Monty se apretó más hacia ella, sentía seguridad junto a la pelirroja.
—Estará bien. —le susurró— No permitiremos que muera, te lo prometo. Descansa un poco, túmbate aquí. —señaló sus piernas.
Monty aceptó tímido y puso su cabeza en las piernas de la pelirroja. La chica empezó a dejar suaves caricias en su cabeza, en un intento de relajar al pobre chico.
—Mi madre sabría que hacer...
Wells se acercó a ellos —¿Cómo va?
—¿Tú como crees que va, Wells? —le respondió Griffin a la defensiva.
—Intentó ayudar. —dijo él.
—¿Quieres ayudar? Sujétale. —le ordenó.
Clarke cogió el cuchillo y lo puso al fuego, calentándolo.
—Esto no me va a gustar, ¿verdad? —preguntó Venus.
La pelirroja acarició la cara de Monty, viendo como este estaba prácticamente dormido, se notaba que había estado trabajando toda la noche.
Venus dejó al chico en el suelo con delicadeza, para luego bajar al primer piso. Antes de llegar al suelo se quedó allí quieta, viendo como Octavia se acercaba a Atom. Le dijo algo que la chica no llegó a escuchar, para después ver a la Blake salir de la nave echa una furia.
—¡Octavia! —gritó Venus detrás de ella.
—¿Qué quieres? —preguntó enfadada.
—Vengo a darte una explicación.
—Te escucho. —se cruzó de brazos.
—Mira, a Atom le gustas, ¿sí? Pero tu hermano, como siempre, se ha comportado de manera muy inmadura, ya te contará él lo que hizo. El caso es que hoy, al ver que te estaba ignorando, lo aparté para decirle que no lo hiciese, pero se ve que es un idiota y no lo ha entendido —habló rápidamente— Conclusión, tu hermano es un completo imbécil.
Octavia rio y negó con la cabeza—Lo siento, estaba un poco...
—¿Celosa? —insinuó— Pues no tendrías que estarlo, Atom no es mi tipo.
—Me alegro... Bueno, vamos a hablar con el infantil de mi hermano.
—Espera, espera, ¿yo también tengo que ir? —la frenó.
—Por favor, eres la única que sabe como callarlo. —suplicó.
Venus suspiró —Vale, que sí, iré.
Octavia sonrió y le agarró la muñeca para dirigirse a la tienda de Bellamy. Al entrar, vieron cómo el Blake mayor hablaba con Murphy.
—¿Qué le has hecho a Atom? —le preguntó su hermana.
—¿Se lo has dicho? —le preguntó a la pelirroja.
Murphy se levantó y salió de la tienda, miró a Venus y esta se acercó a Octavia.
—No digas nada de lo que te vayas a arrepentir, ¿vale? —le susurró y le dio un beso en la mejilla para luego salir junto a su mejor amigo.
Un grito alarmó a Venus. La chica salió corriendo hacia la nave, con Octavia y Bellamy detrás de ella. Al subir, vieron cómo Clarke intentaba cortar la parte de carne infectada.
—¡Para! Vas a matarle. —dijo Octavia llegando junto a Clarke.
—Intenta salvarle la vida. —le respondió Finn.
—No puede. —dijo Bellamy llegando.
—Apártate. —le dijo Wells.
—No hemos cargado con él tantos kilómetros para dejarlo morir. —dijo la rubia.
—Está perdido.
—Tú si que estás perdido... —murmuró Venus lo suficientemente alto para que Bellamy la escuchara.
—Si no lo ves eres una ilusa, está volviendo loco a la gente.
—Lo siento si Jasper es una molestia, pero esto no es el Arca, aquí abajo cada vida cuenta.
—Míralo bien, es una causa perdida.
Clarke giró su cabeza hacia la
Blake —Octavia, me he pasado toda la vida viendo a mi madre curar a gente, si digo que hay esperanza, la hay.
—Aquí no hay que tener esperanza, hay que tener valor. Y tú no lo tienes para tomar decisiones duras.
—Ella no, pero yo sí. —lo encaró Venus— Y si digo que Jasper va a salir de esta con vida es porque así será, y un mierda como tú no me lo va a impedir.
—Lleva así tres días —les dijo—, si mañana no está mejor, lo mataré yo mismo.
La pelirroja rodó los ojos y salió del transbordador, seguida del pelinegro.
—¡Reina! —la llamó. La chica se giró para mirarlo— Vamos a salir a cazar y quiero que vengas con nosotros.
—¿Y por qué yo?
—Porque se que eres buena con las armas.
Venus asintió —Bien, iré.
—Está bien, sígueme.
Los dos fueron a buscar a John y a los demás para poder salir a cazar algo de comida.
Bellamy iba junto a Murphy, y Venus iba hablando con Atom. Siguieron andando hasta que vieron a un jabalí.
—Es mío. —dijo Bellamy.
Iba a lanzar el hacha, cuando un ruido lo hizo sobresaltar, lanzando el hacha hacia un árbol que se encontraba detrás de ellos.
El jabalí escapó y Charlotte miró asustada el hacha. Los chicos salieron corriendo detrás del jabalí y Venus y Bellamy se acercaron a la niña.
—¿Quién diablos eres? —preguntó Blake.
—Charlotte, por dios. —Venus la tomó de los hombros, comprobando que estaba bien— Deberías estar en el campamento.
—Ese chico que se muere, es que ya... No podía seguir oyéndole. —respondió la niña.
—Aquí hay terrestres, es muy peligroso para una niña pequeña. —dijo Atom.
—No soy pequeña. —respondió ella, haciendo que Venus y Bellamy esbozasen una sonrisa.
—Está bien —murmuró el pelinegro—, pero no puedes estar aquí sin un arma. —le entregó un cuchillo— ¿Has matado alguna vez? —la niña negó— ¿Quién sabe? Puede que se te de bien.
—Kazhdyj den' stanovitsja jasno, chto ty sovershenno bezotvetstvenna. —(Cada día me queda más claro que eres un completo irresponsable) murmuró la chica, dándole una mano a Charlotte para que no se separase de su lado.
—¿Qué significa eso? —le susurró Atom a Bellamy.
—No tengo ni idea, pero seguro que nada bueno... —respondió.
—¿Venís o qué? —les gritó la chica.
Los dos se miraron y la siguieron, intentando buscar algo más para poder cazar. Pero en el camino se escuchó el sonido como de un cuerno, haciendo que los pájaros salieran volando. Miraron al cielo y vieron una especie de niebla amarilla.
—Corred... ¡Corred! —gritó la pelirroja.
Todos salieron corriendo, intentando buscar algún sitio para poder refugiarse de aquella cosa.
Bellamy agarró de la mano de Venus para que pudiese correr más rápido. Aunque no era el momento, los dos sintieron como una especie de corriente eléctrica ante ese gesto.
Los dos se giraron al ver como Atom caía al suelo. Venus quería ir tras él, pero Bellamy la apegó más hacia él.
—¡No podemos dejarlo allí! —le gritó.
—¡Estará bien! ¡No voy a permitir que te mueras! —gritó de vuelta.
Venus lo miró indecisa, pero accedió, dejando que la llevase hasta una cueva en donde se encontraba Charlotte asustada.
—Descansa un poco, Charlotte. —le dijo Bellamy.
Venus se quitó la chaqueta y se la dio a la niña, quien se tapó con ella y se tumbó en el suelo, quedándose dormida en segundos.
—Tu también deberías dormir, reina. —le dijo el chico.
—Llámame Vee.
—Me gusta más reina. —sonrió— Por cierto, tengo una pregunta que hacerte —Venus emitió un pequeño sonido, indicándole que le escuchaba— ¿Por qué lo hiciste?
—¿El qué? —respondió ella confundida.
—¿Por qué mataste a tus padres? Quiero decir, ¿qué pasó para que lo hicieras?
—¿Qué te hace pensar que no lo hice por que estoy mal de la cabeza? —aunque, la verdad, aquello no estaba muy lejos de la realidad.
—Puede que estés mal de la cabeza, pero aquella niña pequeña que intimidaba hasta a el canciller —los dos rieron— amaba a sus padres sobre todas las cosas. O, por lo menos, eso aparentaba. Así que, algo tuvo que pasar para que hicieras algo así. Dime, ¿qué secretos escondes, reina?
Venus sonrió de lado —¿Y por qué debería contarte mis secretos?
—¿Y por qué no?
—Porque todos tenemos un capítulo que no leemos en alto.
—¿Eso es un no? —volvió a preguntar el pelinegro con diversión.
La pelirroja bufó y se sentó dándole la espalda. Bellamy resopló por lo bajo, sabiendo que cualquier avance que había hecho con Vee para poder sacarle la pulsera había desaparecido tras tratar de sacarle ese tipo de información.
El Blake pensó alguna forma de volver a ganarse su confianza y la única forma que encontró fue sincerándose él con ella.
—Hice algo, algo malo para subir a la nave. —empezó a hablar el chico, llamando la atención de la chica, quien ni se giró para no demostrar que estaba interesada— Me ofrecieron un trato a cambio de un sitio en el transbordador.
—¿Qué hiciste? —le preguntó la pelirroja mirándolo de reojo.
—Disparé al canciller Jaha.
Eso tomó por sorpresa a Venus, quien definitivamente no se esperaba eso. Pero no sentía ningún tipo de pena. Si el canciller estaba muerto, pues mejor para todos.
—¿Estás tratando de ganarte mi confianza contándome tus secretos? —la chica se giró para mirarlo de manera divertida.
—Puede ser, ¿ha funcionado? —preguntó él inocentemente.
—Pues no.
Bellamy levantó los brazos a modo de rendimiento —Bueno, al menos lo he intentado.
Venus le regaló una sonrisa e iba a responder, sino hubiese sido por unos gritos provenientes de la pequeña Charlotte.
—Charlotte, ¿estás bien? —le preguntó la pelirroja.
—Lo siento.
—¿Te pasa mucho? —le preguntó Bellamy— ¿Qué te da miedo? ¿Sabes qué? No importa, lo único que importa es que lo superes.
—Pero, estoy dormida.
—Los miedos son miedos, si matas a tus demonios cuando estás despierta, no estarán allí cuando te duermas. —Venus lo miró enternecida, se notaba que se había encariñado con la niña.
—Ya, pero, ¿cómo? —preguntó ella confundida.
—No puedes permitirte ser débil, aquí abajo, la debilidad, es la muerte, el miedo, es la muerte. Déjame el cuchillo que te he dado. —pidió— Cuando tengas miedo, agarra bien este cuchillo y di: "Que te den, no tengo miedo".
Charlotte volvió a agarrar el cuchillo —Que te den, no tengo miedo. Que te den, no tengo miedo. —repitió más fuerte.
—Mata a tus demonios y, entonces, podrás dormir.
Charlotte volvió a acurrucarse y, en cuestión de minutos, volvió a dormirse, esta vez, sin pesadillas.
Venus miró a Charlotte con una sonrisa, esa niña era mucho más fuerte de lo que ella misma creía. Sintió una corriente de aire pasar por su espalda, haciendo que la pelirroja empezara a temblar un poco.
Bellamy, al ver que la chica estaba temblando, se sacó la chaqueta y la puso alrededor de sus hombros, sobresaltándola un poco.
Venus le envió una sonrisa de agradecimiento al pelinegro, quien le correspondió la sonrisa.
—Anda, ven. —le dijo a la chica.
—¿Qué vaya a dónde?
—Aquí, a mi lado. Te estás muriendo de frío.
Venus lo pensó un poco, pero accedió. Se levantó y se sentó a su lado, apoyando su cabeza en el hombro del Blake. Él pasó su brazo por los hombros de la chica y la acercó a él.
—Descansa.
—Buenas noches. —le dijo ella acurrucándose en sus brazos.
—Por cierto, feliz cumpleaños, reina.
—Gracias, rey.
❪ ... ❫
Cuando Bellamy despertó, lo primero que vio fue a una dormida Venus. El chico la observó un rato, viendo como la chica fruncía el ceño.
Inconscientemente, el pelinegro esbozó una sonrisa, ver a Venus así era una de las imagines más tiernas que había visto en mucho tiempo.
—Una foto dura más, Blake. —dijo ella sonriendo, pero con los ojos cerrados.
Bellamy reaccionó y agachó la cabeza un poco avergonzado.
—Creí que estabas dormida...
—Tu lo has dicho, estaba. Anda, ve a ver si sigue ya podemos salir, yo despertaré a Charlotte.
Bellamy asintió y se acercó a la puerta. La pelirroja le tocó el brazo a la niña, haciendo que ella empezara a despertarse.
—Buenos días, ¿has dormido bien? —la pequeña asintió con una leve sonrisa.
—Podéis salir, ya no hay niebla.
Las dos chicas se levantaron y salieron de la cueva, siendo seguidas por Bellamy.
—¿Hay alguien por ahí? —gritó el chico— ¡Jones!
—¡Estamos aquí!
Los tres fueron en dirección de donde venía el grito para encontrarse con los demás chicos.
—Os he perdido entre la niebla, ¿donde la habéis metido? —preguntó Bellamy al llegar.
—Llegamos a esa cueva de ahí abajo, ¿qué cojones era eso?
—No lo sé.
—¿Dónde está Atom? —preguntó Venus preocupada.
Pero ninguno respondió, aumentando la preocupación de la chica.
El grito de Charlotte fue lo que llamó la atención del grupo. Venus salió corriendo hacia la niña, seguida de Bellamy.
—No me jodas... —murmuró el chico.
—¡Atom! —gritó la pelirroja espantada al ver así a su amigo.
Se acercó a él y se agachó a su lado, sintiendo como sus ojos se aguaban.
—Mátame... Mátame... —le dijo a Bellamy.
Charlotte se acercó al pelinegro y le entregó el cuchillo —No tengas miedo.
—Volved al campamento, Charlotte, tú también. —ordenó.
La pequeña se fue, no sin antes mirar una última vez a Atom.
Bellamy se agachó y miró a Venus —Tu también deberías irte, reina.
—No pienso dejarte aquí solo, ni lo sueñes.
Clarke llegó hacia ellos, llamando la atención de los dos. Bellamy la miró, preguntándole con la mirada si había algo que hacer, pero la rubia negó.
Venus cogió el cuchillo de las manos de Bellamy y lo acercó al cuello de Atom, mientras que una mano le daba caricias en la cabeza.
—Lo siento, lo siento muchísimo... —susurró bajo la atenta mirada de Clarke y Bellamy.
—Dile a Octavia que siento haberla ignorado. —le dijo.
Venus le sonrió tristemente y asintió. Lentamente fue clavándole el cuchillo en el cuello mientras tarareaba una canción que su abuela le cantaba cuando tenía miedo.
Cuando vio que dejó de respirar, sacó el cuchillo, lo guardó y se levantó. Acaba de manchar sus manos con una nueva sangre.
Clarke la miraba comprensiva, sabía que no lo había hecho por que fuera una asesina, aunque así se sintiese ella.
Entre los dos agarraron el cuerpo del chico mientras la pelirroja iba enfrente, metida en sus pensamientos.
—¡Eh, han vuelto! —aviso un chico cuando los vio en la entrada.
—Ya era hora. —dijo Octavia llegando a ellos— Querían matar a Jasper. ¿Tienes la medicación?
—Sí, la tengo, venga, vamos hablar. —dijo Clarke intentando alejarla, pero Octavia se resistía.
—Octavia, quédate aquí, por favor. —le pidió Bellamy agarrándola.
—Para ya. —le dijo a su hermano.
Se acercó a la chaqueta que cubría el cuerpo de Atom y ahogó un grito al ver como se encontraba el cuerpo inerte de el chico que le gustaba.
—Atom... —murmuró.
—No pude hacer nada. —dijo Bellamy.
Octavia lo interrumpió —¡No!
Se levantó y empujó a Bellamy, ignorando sus llamado, pero Venus no quería que Octavia odiara a su hermano por su culpa.
—¡Yo lo maté! —gritó la pelirroja, haciendo que todos la miraran, incluida Octavia— Yo lo maté, no fue tu hermano, fui yo. Él me lo suplicó, no pude hacer nada, lo siento.
Venus trató de salir de allí, pero unos brazos le acercaron a su pecho, haciendo que la pelirroja se rompiese allí mismo, frente a todo el mundo.
Murphy le susurraba cosas al oído, diciendo que todo estaría bien, pero ella no lo escuchaba, seguía llorando fuertemente.
—Lo maté, John, lo maté... Soy una asesina... —murmuró en su pecho.
—No, no lo eres, eres la persona más valiente y bondadosa que he conocido.
Bellamy se acercó a ellos y le dijo a Murphy que se fuera, que el se encargaría de ella.
John lo miró no muy confiado, pero asintió, dejando que el chico se encargase de su mejor amiga.
—Reina, ven, vamos a descansar. —Bellamy la cogió al estilo nupcial y la llevó a su tienda, mientras la chica seguía llorando desconsoladamente.
La dejó en la improvisada cama y esperó allí hasta que se durmió.
Bellamy se sentía muy mal consigo mismo, si hubiese tenido el valor de matar a Atom cuando él se lo suplicó, Venus no estaría carcomiéndose por la culpa de esa manera.
Se sentía culpable.
Pero se sentirá aún más culpable al ver lo que sus palabras podían causar.
*Dorogaya = cariño
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