chapter twelve
season 01, episode 11
❛ don't get dressed. keep fucking ❜
OCTAVIA, JOHN Y VENUS ESTABAN junto a otro chico preparando la carne para poder comer.
—El fuego ha de estar bajo. Deberías sofocarlo con hojas frescas. —le dijo la pelinegra al chico.
—¿Te lo ha dicho tu novio, montaterrestres? —preguntó él con burla.
—Es verdad —concordó Murphy con la Blake—, el fuego alto no conserva bien la carne.
—Si no aguantas el calor, sal del ahumadero. Deberíais besarnos el culo por dejaros volver aquí. Seguid trabajando.
—Como tú se lo besas a Bellamy, ¿no? Además, tú no das las órdenes aquí, las doy yo. Así que más te vale cuidar tus palabras si no quieres que te eche como comida a los terrestres.
El chico la miró con furia antes de salir de allí, dejando a los tres chicos solos.
—¿Tu hermano no puede darte otro puesto? Cualquier cosa es mejor que estar ahumando carne. —dijo John a Octavia.
—Es probable, pero entonces lo tendría que hacer otro.
De un momento a otro el fuego empezó a aumentar en gran cantidad, casi chamuscando a los chicos, los cuales tuvieron que salir corriendo antes de que el fuego los consumiese. La gente fue acercándose mientras el fuego quemaba toda la comida que tenían.
—¿Estás bien? —le preguntó Bellamy a Venus y ella asintió.
—Ha sido culpa tuya. —le dijo Murphy a el chico que había estado con ellos y se acercó amenazante— Te dijimos que había demasiado fuego.
Comenzaron a pelear fuertemente hasta que el pelinegro acabó interviniendo y separándolos.
—¡Basta! Guardadlo para los terrestres.
—Bell, ¿y ahora que hacemos? —preguntó Octavia— Toda la comida estaba ahí.
❪ ... ❫
Bellamy y Venus estaban donde había sido el lugar del fuego, trataban de buscar algún tipo de resto que les sirviese para comer.
—¿Se sabe lo que ha pasado? —preguntó Clarke llegando junto a ellos.
—Murphy dice que Del avivó mucho el fuego, al parecer, porque Octavia le dijo que lo era buena idea. —respondió el pelinegro.
—¿Y creemos a Murphy?
—No tenéis porque creerle, basta con que me creáis a mi y a Tavia. —dijo la pelirroja.
—Le creo, sí.
—Quedan cebollas y nueces en el transbordador, pero solo para una o dos semanas.
—¿Qué ha quedado aquí?
—Nada, se ha quemado todo.
—Pues hay que cazar. —dijo Clarke— Que vayan quienes estén disponibles.
—¿Con el ejército terrestre ahí fuera?
—No podremos defendernos si estamos hambrientos. —se justificó.
Avisaron a quienes no estaban haciendo nada para que fueran a cazar algo de comida.
—Que cada grupo tenga alguien armado —dijo Bellamy—, pero debe matar terrestres, no comida. No nos sobra munición. Para cazar usad lanzas. Cazad lo que podáis y volved al anochecer. Que nadie pase la noche fuera.
Venus iba a coger un arma, pero fue frenada por el brazo del Blake.
—¿Qué pasa? —preguntó confundida.
—Quiero que te quedes aquí, conmigo.
La pelirroja sonrió ante el comentario del chico y asintió, dándole a entender que no saldría.
Lo que ella no sabía es que eso había sido una pésima idea.
Salió de la nave y fue en busca de John, quería curarle alguna herida, ya que tenía la cara bastante magullada por culpa de las torturas.
—Hola, dorogaya. —saludó la chica cuando lo encontró.
—Hola, Vee, ¿qué te trae por aquí? —preguntó el chico con una pequeña sonrisa.
—¿Me dejas curarte alguna herida? Es que tu cara da realmente pena.
—¿Qué esperabas? ¿Qué los terrestres me tratarán como un rey y me vistieran de gala? —le dijo con ironía.
—Cállate ya, pesado. Casi te prefería fuera de aquí. —respondió comenzando a curar las pequeñas heridas que veía con el ungüento que le había prestado Lincoln.
—No puedes vivir sin mi, dorogaya.
—Pues no, la verdad es que no.
Siguió hablando con su amigo hasta que terminó de sanar sus heridas. Salió de la tienda y fue hacia la suya para poder ponerse una camiseta que había encontrado por ahí.
Se cambió y se sentó en su improvisada cama, quería despejar la mente un rato, se sentía realmente abrumada por todo. En esos momentos necesitaba a Apolo como al que más, lo extrañaba cada día.
Después de un rato, se levantó y salió para luego comenzar a ayudar a los demás en todo lo que podía. Ahora mismo estaba vigilando que ningún terrestre se acercara a el muro.
Vio como llegaban algunos de los que habían salido a cazar, pero se preocupó al no encontrar ni a Finn ni a Clarke ni a Myles.
Se acercó a ellos con una preocupación más que notoria por su hermano.
—¿Dónde está Finn? —le preguntó a uno de ellos, pero este se encogió de hombros, dándole a entender que no tenía ni idea de donde estaba el chico, preocupando más a Venus.
Trató de buscar a Bellamy con la mirada, pero al no verlo supuso que estaba en su tienda, por lo que fue hacia allí.
Pero deseo no haberlo hecho.
Al entrar se encontró con una escena que provocó que su corazón sintiese un vacío que solo había sentido una vez en su vida.
Raven estaba con solo un pantalón y besaba a Bellamy con intensidad y lujuria.
Venus carraspeó incómoda, provocando que los dos se separaran. La mecánica comenzó a vestirse mientras miraba al suelo apenada, ahora se arrepentía más que nunca al ver la cara de decepción que tenía su amiga.
—No, pero no te vistas. —le dijo— Seguid follando mientras los demás intentamos evitar que los terrestres vengan y nos maten. Ala, ¡a disfrutar! —y salió realmente cabreada de allí.
Sabía que Bellamy la estaba siguiendo, pero le daba igual, sentía una ira incontrolable y una tristeza inmensa que solo sintió cuando perdió a Apolo.
—¡Reina! —gritó Bellamy agarrándola del brazo obligándola a frenar y mirarla a la cara. El chico notó como sus ojos estaban de un color rojizo y bastante aguados— Déjame explicarte lo que ha pasado...
—No tienes que explicarme nada, Blake, tu y yo no tenemos nada. —por mucho que le doliese decirlo, eso era la cruda verdad— Puedes follarte a la que quieras, realmente no me importa. Pero, ¿sabes una cosa? Creí que realmente sentías algo, pero ya veo que solo soy otro de tus jueguitos. Todas esas veces en las que entrelazabas mi mano con la tuya, en las que me sonreías, las veces que trataste de besarme... Todo era un juego, un engaño. Pero no te preocupes, fuiste la forma más bonita de perder mi tiempo.
Se dio la vuelta y se fue de allí, sabiendo que esta vez el pelinegro no la seguiría. Entró en la tienda de Octavia y, sin decir ni una sola palabra, la abrazo mientras sentía las lágrimas resbalar por sus mejillas.
La Blake no entendía lo que pasaba, pero no dijo nada. Veía que su amiga no estaba bien y que no estaba en condiciones para hablar, por lo que sólo la abrazo.
Venus oía como su mejor amiga le decía palabras al oído para tratar de calmarla, pero ella lo sentía como si estuviese a miles que kilómetros de distancia. Estaba en una especie de trance en el que su cabeza repetía la imagen de Raven y Bellamy.
Y esa noche se odio a sí misma como nunca antes lo había hecho. Se odio por llorar por un hombre, se odio por mostrarse débil y se odio por dejarse caer en las garras del pelinegro.
—Vee, dime que ha pasado. —le susurró su amiga mientras dejaba suaves caricias por su pelo.
—Tu hermano... Él y Raven estaban... Yo pensé que... —sus palabras quedaron atoradas en su garganta mientras seguía llorando.
Octavia no necesito oír más para entender lo que la pelirroja trataba de decirle.
Bellamy Blake había herido a Venus Larsson y lo iba a lamentar por ello.
Cuando la pelinegra vio que su amiga estaba dormida después de tanto llanto, la acostó en su improvisada cama y salió de la tienda echa una completa furia.
Vio a su hermano jugar con su cuchillo mientras mantenía la cabeza agachada. Octavia llegó junto a él y sin que dijese nada lo empujó fuertemente, llamando la atención de más de uno.
—Octavia, ¿qué haces? —le preguntó a su hermana mientras se levantaba y se acercaba a ella, pero la pelinegra se alejó bruscamente.
—Acabas de herir a Venus y eso es algo que no se puede perdonar. Vee ha sufrido mucho a lo largo de su vida y cuando por fin sintió una pizca de felicidad, vas tú y le rompes el corazón como si fuese una cosa de usar y tirar. —exclamó enfada— No se exactamente que le has echo, pero más te vale arreglarlo si no quieres que te mate.
Bellamy estaba sorprendido ante el repentino comportamiento de su hermana, pero sabía que tenía razón, había herido a su reina y ahora tendría que buscar la manera de solucionarlo.
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La pelirroja se despertó con un fuerte dolor de cabeza debido al llanto. Se desperezó y salió de la tienda con pereza. Vio que John se acercaba a ella con una mueca de preocupación.
—Octavia me lo ha contado, ¿cómo estás? —preguntó su amigo.
—Como la mierda, pero sobreviviré. —forzó una pequeña sonrisa— ¿Han regresado ya?
Murphy negó y Venus suspiró pesadamente, sentía mucha preocupación por Clarke y Finn, llevaban varias horas fuera y la líder temía lo peor.
A lo lejos, la pelirroja vio como Bellamy no sacaba su mirada de encima de ella, por lo que levantó su dedo de en medio y sonrió falsamente. John rio un poco al ver la mueca de desagrado que hacía su amiga.
—Es un imbécil.... —murmuró la chica.
—Sí, pero te encanta ese imbécil. —respondió Murphy.
Venus suspiró —Y me odio a muerte por eso.
Monty se acercó a ellos a paso apresurado acompañado de otro chico.
—Vamos a ir a buscar a Finn, Clarke y Myles, ¿os venís? —preguntó el asiático.
—Iría, pero tengo que quedarme a supervisar todo, no podemos dejar el campamento sin al menos un líder. —respondió la pelirroja.
—Yo si salgo de aquí lo más probable es que luego no me dejen entrar, lo siento, tío. —le dijo John.
El pelinegro asintió y se fue de allí seguido del chico. Venus y Murphy se miraron y comenzaron a caminar hacia la tienda de la chica para poder estar allí sin interrupciones.
—Oye, ¿tú me ayudarías en algo?
—¿Algo cómo qué? —preguntó la pelirroja con duda.
—A vengarme de Bellamy.
Venus se mantuvo en silencio, pensando las palabras de su mejor amigo. El Blake había roto su corazón y jugado con ella como si fuese un simple juguete y eso era algo que no le había gustado para nada.
—La venganza no es la solución, dorogaya, lo siento muchísimo.
Murphy asintió comprensivo y le dio un beso en la mejilla a su amiga para luego salir de la tienda.
La pelirroja sabía que John llevaría acabo su plan con o sin la ayuda de su amiga, lo cual preocupaba a Venus, sabiendo que su mejor amigo tenía mucho rencor acumulado y un muy mal temperamento.
Pero ya descubriría mañana sus planes. Sus tan horribles planes.
Me ha gustado mucho escribir este capítulo, aunque he odiado a Raven y a Bellamy cómo nunca antes lo había hecho.
Espero que estéis todos bien y no os olvidéis de votar.
¡Muchos besos! <3
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