chapter ten
season 01, episode 09
❛ getting drunk with an excuse ❜
—AMIGOS, ESTE ES UN DÍA DE LA UNIDAD histórico. —decía el canciller— Cada año recordamos el día en el que nuestros antepasados se unieron para formar el Arca, pero esta será la última vez que lo hagamos a bordo de ella. La próxima será en la Tierra. —la gente de detrás de la pantalla aplaudía mientras los delincuentes se mantenían inexpresivos.
—Ya, después de hacerlo todo nosotros. Que cierre el pico. —dijo Miller.
—Ciérralo tú, Miller, nadie te obliga a verlo. —respondió Raven.
—Bueno, el chico no está equivocado. Nosotros tratamos de sobrevivir mientras nos enfrentamos a terrestres que quieren matarnos mientras que ellos bajan como Pedro por su casa. —dijo Venus— ¡Anda y que se joda!
—Durante noventa y siete años hemos sobrevivido a duras penas, esperando a que algún día nuestros descendientes pudieran regresar a la Tierra.
—No me digáis que no os gusta el Día de la Unidad. —dijo Clarke llegando junto a Finn y la pelirroja.
—El Día de la Unidad es una mentira. —respondió el chico por los dos— El Arca solo se unió cuando la decimotercera estación saltó por los aires, pero no es la versión del cuento que nos gusta contar en las fiestas.
—La historia del Día de la Unidad da esperanzas y de aquella violencia surgió la paz.
—Pero, ¿era necesaria esa violencia?
—Lo único para lo que sirve el Día de la Unidad es para emborracharse teniendo una excusa y yo, lo voy aprovechar. —dijo Venus haciendo reír a los chicos.
Un grito de felicidad por parte de Jasper, quien venía con un barril en las manos, fue lo que llamó la atención de la pelirroja—¡Monty ataca de nuevo! ¡A esta cosecha le llamamos jugo de Unidad! ¿Quién tiene sed?
La chica fue corriendo hacia Jasper, necesitaba embriagarse para poder soportar ese día, ya que, no solo era el Día de la Unidad, también era el sexto aniversario de la muerte de sus padres, lo que hacía que ese día fuera aún peor.
Cogió una botella que encontró por ahí y se acercó a el chico.
—Lléname esto hasta arriba, necesito emborracharme. —le dijo haciendo sonreír a Jasper.
Octavia aprovechó que nadie la veía para salir del campamento para ir junto a Lincoln, pero Finn y Venus sí que la habían visto.
La pelirroja no le dio más vueltas y comenzó a disfrutar de la fiesta. Una chica castaña, de la cual desconocía su nombre, se acercó a ella y la agarró del brazo para que bailara con ella. Saltaban, reían, se abrazaban...
Bellamy, quien estaba un poco al margen, sonrió al ver como Venus bailaba con la botella en la mano.
La chica, quien se dio cuenta de la mirada del Blake, le guiñó un ojo al chico con soltura. El pelinegro rio sin apartar los ojos de la pelirroja.
La Larsson se acercó a el chico, el cual la agarró de la cintura y la estampó contra el árbol que había junto a ellos nada más llegar.
Venus rio —Que confianzas para hacer eso, rey.
—Me has estado provocando toda la noche, reina, ¿cómo pensabas que iba a reaccionar? —susurró en su oído mientras mordía el lóbulo de su oreja y dejaba varios besos debajo de esta, sacándole suspiros a la chica.
—Eh —dijo alguien, provocando que se separaran—, ¿interrumpo algo?
—No.
—Sí. —contestaron Venus y Bellamy al mismo tiempo.
—No, no interrumpes nada. ¿Qué necesitas, rubia? —preguntó la pelirroja.
—Sigue sin haber comunicación —informó Clarke—, la cortaron durante el desfile.
—El mejor Día de la Unidad. —ironizó el pelinegro con una pequeña sonrisa.
—¿Creéis que es buen momento para estar de fiesta, cuando el terrestre anda suelto?
—Es el momento perfecto para una fiesta. —comentó Venus con alegría— Desde que llegamos a este puñetero sitio del diablo, no hemos tenido ni un solo día de verdadero descanso o felicidad, así que, ¿qué mejor descanso que emborracharse?
—Terrestres... Ya habrán llegado a casa y estarán preparando un linchamiento. —dijo Bellamy— Tranquila, la seguridad está cubierta. ¿Por qué no tomas una copa? Parece que te hace falta...
—Me hace falta más de una...
—Pues más de una... Clarke, la nave éxodo que traerá a tu madre llegará en dos días, se acabó la fiesta. Diviértete mientras puedas, te lo mereces.
—Sí, allá voy. —asintió la rubia— Por cierto, tú también deberías divertirte.
—Ya me divertiré cuando vengan los terrestres. —rieron.
—¡Pues vamos a emborracharnos! —gritó Venus y, muchos delincuentes que la escucharon, gritaron afirmativos mientras ella agarraba a Clarke— Vamos, rubia, ¡a divertirse como es debido! —y se acercaron corriendo a un grupo de chicos.
De un momento a otro llegó Finn y la agarró del brazo para luego ir junto a Clarke y repetir lo mismo para alejarlas de la multitud.
—¡Finn Collins, suéltame! —dijo Venus tratando de soltarse de su agarre.
—¿Ha pasado algo? —preguntó la rubia preocupada.
—Quiero que vengáis conmigo, pero no puedo deciros por qué. —les contestó a ambas.
—Finn, dinos por qué. —insistió Griffin.
—He montado una reunión con los terrestres. —confesó el chico.
—¿Una reunión? No lo entiendo, ¿con quién? ¿Cómo? —preguntó Clarke incrédula.
—Con el terrestre que teníamos preso, se llama Lincoln.
—Espera un segundo, ¿ha hablado contigo?
—Eso no importa, si queremos vivir en paz-
—Finn —lo interrumpió—, no podemos vivir en paz con quienes no ha hecho más que matarnos.
—¿Se te ocurre otra forma de evitar más muertes? —preguntó el chico.
—Sí, las armas que va a traer la guardia.
—¿De verdad quieres guerra? Porque a este paso es lo que habrá. Mira, se que es optimista, pero ahora es nuestro mundo y podemos hacerlo mejor que la primera vez. Confío en él. —esto último lo dijo refiriéndose a Lincoln y repitiendo las mismas palabras que Clarke le había dicho sobre Bellamy.
La rubia suspiró —Yo no. —respondió— ¿Tú qué opinas, Venus? ¡Venus! —gritó para que le prestara atención al ver como la pelirroja hablaba con un árbol.
—A mi me parece bien, pero no creo que sea adecuado que vaya en este estado a ver a los terrestres. —respondió mientras se reía.
—No tienes otra opción, te quieren allí.
—Pues que aburrido... —murmuró.
—Nos reuniremos con ellos —continuó Clarke—, pero llevaremos refuerzos.
—De eso nada, no vamos a ir armados. Son las condiciones. —se negó Finn— Si lo hacemos, hay que hacerlo de buena fe.
—Está bien, voy a por mis cosas, nos vemos en la puerta. —dijo yéndose.
La pelirroja y el chico fueron hasta la puerta para esperar a la rubia. Venus vio que Finn estaba un poco nervioso, por lo que se acercó a él y le dio un abrazo para tranquilizarlo.
—No estes nervioso, dorogaya, ten un poquito de fe en Lincoln. —le dijo un poco más sobria.
—El simple echo de que le intereses a los terrestres no me deja más tranquilo.
—Te lo repito, ten fe, ¿de acuerdo? Además, recuerda que puedo defenderme solita, no me pasará nada, ni a mi ni a nadie. —los dos se quedaron un rato en silencio hasta que Venus lo rompió— ¿Has hablado con Raven sobre lo de Clarke?
—No —suspiró—, lo sabe, pero se niega a que hablemos.
—Pues imponte, Finn, sabes que quiero muchísimo a Raven, pero no puedes dejar que evada el tema todo el tiempo, en algún momento tendréis que hablarlo, digo yo.
—Y eso es lo que quiero, pero nunca conseguimos hacerlo.
—Hombre, si en vez de hablar os ponéis a follar, es normal que nunca lo consigáis. —se rio.
—¿Cómo sabes tú eso?
—Además de porque Raven me lo cuenta todo, porque el chupetón en tu cuello te delataba.
Justo en ese momento llegó Clarke y los tres adolescentes se pusieron en camino hasta donde había quedado Finn con los terrestres.
—Me encantaría que tuvieras razón, pero, ¿se te ha ocurrido que podría ser una trampa? —preguntó la rubia por el camino.
—Sí, pero es el Día de la Unidad y he decidido tener esperanza. —dijo el chico con sorna.
—Que imbécil eres... —murmuró la pelirroja.
Cuando saltaron la raíz de un árbol, Finn soltó un quejido por la herida.
Clarke se acercó a él —Eh, oye, deja que te lo mire.
El chico abrió su chaqueta y se subió la camiseta para que Clarke pudiese ver la herida.
—Joder, estoy notando demasiada tensión sexual entre vosotros, así que, yo, me voy adelantar porque siento que me voy a traumatizar si veo como mi hermano tiene sexo. —dramatizó Venus con una mueca de asco mientras se adelantaba.
—En serio, Finn, esperas mucho de un tío que te clavó un puñal. —escuchó que le dijo la rubia.
—Cada vez hablas más como Bellamy.
—Intento que sobrevivamos. —razonó.
—Yo también.
—Entonces, ¿no hay sexo? —preguntó la pelirroja.
—Como se nota que estás borracha... —le dijo Finn.
—Es que es lo único que me hace olvidarme de mis padres. Antes me ayudaba John, pero como Bellamy lo echó porque es idiota, pues tengo que embriagarme para olvidar. —sonrió.
Los tres adolescentes siguieron caminando hasta llegar a un puente donde los esperaba una muy impaciente Octavia.
—Ya veo como lo has logrado. —dijo Clarke mirando a ambos— Le ayudaste a escapar, ¿verdad?
—Ah, ¿pero no era obvio? —dijo la pelirroja.
—Confió en él, Clarke. —respondió Octavia ignorando a su amiga.
—Lo oigo mucho últimamente...
—Viene alguien. —aviso Finn.
Se empezó a escuchar el sonido de pisadas hasta que apareció Lincoln en su campo de visión. Octavia no tardó en ir corriendo a su encuentro, seguida de Venus, quien quería saber cómo se encontraba el terrestre.
—¡Lincoln! —gritó la pelirroja saltando a sus brazos, siendo correspondida por el terrestre.
Bellamy, quien estaba escondido junto a Raven y Jasper, apretó su agarre en el arma al ver como el terrestre abrazaba a su reina.
—Es decir, apuñala al que considera su hermano, ¿y lo abraza? —preguntó Raven incrédula.
—Me alegro de que estés bien. —se sonrieron.
—Espera, ¿sabías que hablaba nuestro idioma y nunca dijiste nada? —dijo Clarke con cierto enfado— Finn podría haber muerto.
—Ya, pero míralo, está vivito y coleando. Además, por mucho que lo torturarais no os diría nada, como si Finn le importase una mierda. —respondió.
Justo detrás de Lincoln llegaron tres terrestres con armas y subidos a lo que parecían ser...
—Madre mía, caballos... —murmuró la rubia impresionada.
—¡Dijimos sin armas! —le reprendió Finn al terrestre.
—Así es como quedamos.
—Ahora ya es tarde.
Venus y Clarke se miraron y comenzaron a caminar, pero Lincoln frenó a el castaño, quien pretendía y ir con ellas.
—Deben ir solas. —dijo el terrestre.
—Nos las arreglaremos. —aseguró la pelirroja.
—Vee, Clarke...
—Eh, lo haremos mejor, ¿recuerdas? —dijo la rubia tratando de calmarlo.
Las dos entrelazaron sus manos ante el miedo que sentían y se acercaron hacia los cabellos. Una de ellos bajó, dándoles a entender que ella era la líder.
—¿Te llamas Clarke? —le preguntó a la rubia.
—Sí.
—Y tú debes de ser Venus. —miró a la pelirroja.
—Esa soy yo. —respondió con una sonrisa.
—Me llamo Anya. —respondió la terrestre.
Clarke levantó la mano para estrecharla con la de ella, pero al ver que esta no tenía intención de hacerlo, la bajó un poco incómoda. Venus se aguantaba las ganas de reír, dado que el alcohol no había desaparecido completamente de su sistema.
—Creo que hemos empezado con muy mal pie —empezó la rubia—, pero creemos que podemos vivir juntos, en paz.
—Comprendo. Iniciasteis una guerra y no sabéis ponerle fin.
—Oye, perdona —la interrumpió Venus manteniendo su sonrisa—, ¿tengo que recordar quien le clavó una lanza a mi amigo y quien le clavó un puñal con veneno a mi hermano?
—Nos atacasteis sin motivo. —continuó Clarke.
—¿Sin motivo? —preguntó Anya con incredulidad— Vuestros misiles redujeron toda una aldea a cenizas.
—¿Las bengalas? No, eran una señal para nuestras familias. No teníamos ni idea-
—Sois invasores. —la interrumpió— Vuestra nave aterrizó en nuestro territorio.
—¡No sabíamos que había gente aquí! —se excusó la pelirroja.
—Creíamos que la Tierra no estaba habitada.
—Lo sabíais cuando enviasteis una partida de asalto para capturar y torturar a uno de nuestros hombres.
—¡Yo no fui!
—¡Venus! —la reprendió Clarke.
—¿Qué? No quiero morir por algo que no hice.
—Esos son actos de guerra. —continuó la terrestre.
—Lo comprendo. —asintió Clarke— Por eso debemos ponerle fin a esto.
—Lincoln dice que vendrán más de los vuestros, guerreros.
—La guardia, sí —afirmó—, pero también granjeros, médicos, ingenieros. Podemos ayudarnos, pero no estando en guerra.
—¿Puedes prometer que los recién llegados no nos atacarán, qué respetarán los términos que acordemos?
—Como si tengo que romperles las piernas para que lo hagan. —aseguró Venus.
—Haremos todo cuanto podamos para convencerles de cumplir los términos que alcancemos, te lo prometemos.
—¿Por qué he de acceder a una alianza que los vuestros pueden romper en cuanto lleguen aquí? —continuó preguntando Anya.
—Chert, kakaja tjazhelaja tetja... —(Joder, que tía más pesada...) murmuró la pelirroja.
—Si abrís fuego los primeros, lo que vengan en el futuro no se molestarán en negociar. Nuestra tecnología... Es capaz de eliminaros.
—Bueno, eso no lo tengo yo tan claro...
Clarke le dio un golpe en el hombro para que se callase —Otros ya lo han intentado. —dijo Anya, haciendo que las dos chicas frunciesen el ceño.
Antes de que pudieran responder, un grito los alertó a todos:
—¡Clarke, Venus, corred! —gritó Jasper comenzando a disparar.
Anya aprovechó que Clarke se había girado para sacar un cuchillo e intentar clavárselo, pero Venus fue más rápida y agarró su brazo y lo retorció, haciendo que la terrestre soltase el cuchillo.
Las dos comenzaron a correr, tratando de esquivar todas las flechas que caían a su alrededor mientras Raven, Bellamy y Jasper continuaban disparando a los terrestres.
—¡Corred, no paréis hasta atravesar vuestros muros! —les dijo Lincoln— Corred, lleváosla. —dijo refiriéndose a Octavia, quien quería quedarse con él.
—¡Lincoln, no! —gritó ella mientras su mejor amiga la agarraba del brazo para llevarla lejos de allí.
Corrieron junto a los otros tres chicos hasta que llegaron a la entrada de su campamento con las respiraciones agitadas. Venus sentía que en cualquier momento iría y le daría un puñetazo a Bellamy por haber ido.
—¿Tienes algo que decir? —le preguntó el Blake a Finn.
—Os dije sin armas. —le dijo a su hermana y a la rubia.
—Oye, a mi no me mires, no me separé de ti en ningún momento, ¿como narices piensas que se lo pude haber dicho? —le gritó la pelirroja.
—Y yo te dije que no eran de fiar y tenía razón. —le respondió Clarke.
—¿Por qué no me dijiste lo que ibas a hacer? —preguntó Raven decepcionada.
—Lo intenté, pero estabas ocupada haciendo a balas para tus armas.
—Y tienes suerte por ello. —le dijo el pelinegro— Vinieron para mataros.
—¡Eso no lo sabes! —gritó Venus— Te puedo asegurar mi vida a que si no hubieseis sido tan sumamente idiotas como para disparar no nos hubiesen matado.
—Vee tiene razón, Jasper disparó primero. —concordó.
—La has cagado. —le dijo Octavia al mencionado.
—¡Te he salvado! —le gritó en respuesta, pero la chica ya se estaba yendo al campamento, siendo seguida por él.
—Si aún no estábamos en guerra, ahora ya no hay duda. —miró a la rubia— No tenías que confiar en los terrestres, bastaba con confiar en mí. —y el chico también se fue, y no tardó en ser seguido por Raven.
—Como dije, un gran Día de la Unidad. —dijo Bellamy con ironía.
—Cállate. —le ordenó Venus— Mejor cállate.
Un ruido en el cielo fue lo que llamó la atención de los tres líderes, quienes miraron como una nave caía a gran velocidad hacia el suelo.
—¿La nave éxodo? Tu madre y tu padre llegan pronto.
Pero la pelirroja tenía el ceño fruncido, algo no iba bien —Oye, Clarke, ¿no baja demasiado rápido?
—¿No hay paracaídas? Algo va mal.
Justo en ese momento, la nave se estrelló contra el suelo, creando una gran explosión. Clarke se dejó caer al suelo mientras soltaba sollozos y Venus suspiró con pesadez. Estaba claro que nada en su vida podía salir bien.
—S shestoj godovschinoj, papa i mama... —(Feliz sexto aniversario, papá y mamá...) susurró antes de ser rodeada por los brazos del Blake.
"Feliz Día de la Unidad."
necesito que llegue el momento en el que se besen
besosssss🤍
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