chapter eleven
— ¿Cómo pasamos de estos dos odiándose a muerte a Merlín ayudándolo a producir su video?
Ana estaba tan confundida como su hermano, no entendía como era que Rey había conseguido que Merlín colaborara en eso, y encima involucrando a Margarita en el proceso.
Los dos se encontraban en la cocina, preparando un postre juntos gracias a que Ana quería preparar una merienda rica para los chicos del programa, mirando todo el circo que se había armador para el video de "Corazón de Rey", el tema de Rey.
— No sé, pero algo tiene que haber pasado acá. —murmuró Ana mirando a Merlín, notando lo reacio que estaba a seguir con todo eso, además de que ya había parado la grabación unas veinte veces quejándose de cosas sin sentido, todas y cada una de ellas relacionadas a Margarita y a lo que parecían ser sus celos haciendo acto de presencia. Ana no sabía si Rey lo estaba haciendo a propósito para picar a Merlín, o si de verdad desde un inicio su idea para el video era esa, pero cada vez que podía se acercaba a Margarita de manera peligrosa y eso ponía a Merlín de los pelos— No entiendo como le da la cara para hacerle escenitas de celos a Mar, si él literalmente en menos de una hora tiene una reservación con Daisy para ir a comer juntos.
— ¿Daisy te lo contó?
Ana asintió— Sí y está re emocionada, re ilusionada con esta salida, y este pibe no da más de caradura jugando a dos puntas con ella y Margarita. —masculló la chica de los rizos cargando la mezcla en la manga para rellenar los pirotines con mayor facilidad— No entiendo como es que ellas siguen tan enganchadas con él, posta me empieza a preocupar la ciegas y necias que se ponen cuando se trata de él.
Luca soltó una risa, sacando el molde de los muffins para poner otro que ya tenía los pirotines armados— No son ciegas Ani, están enamoradas, que es distinto. —se encogió de hombros— No pueden evitar como se sienten y es normal, a veces uno se tiene que llevar desilusiones para entender como funcionan la vida y el amor, incluso si eso te rompe el corazón. —hizo una pausa, dándole golpecitos al molde para bajar la masa— No hay que olvidar que siempre vas a poder volver a construirlo, las desilusiones amorosas no son eternas, son un aprendizaje necesario y tarde o temprano se pasan.
— ¿Y vos desde cuándo sabes tanto de amor, ilusiones y corazones rotos? —el chico negó soltando una risa.
De fondo podía oírse el tema de Rey, repitiéndose otra vez mientras él y Margarita trataban de grabar una de las primeras partes. Con todas las pausas que habían hecho gracias a Merlín, no habían logrado si quiera grabar los primeros quince segundos del tema, y los que estaban participando del proyecto ya se estaban fastidiando.
— ¿Una moto? —los dos observaron la moto roja que era colocada en el centro del escenario, de color rojo y negro, a juego con el atuendo de Rey y también con el atuendo de Margarita— Anda a saber de donde sacó Rey el presupuesto para hacer todo esto, sea quien sea su fuente de plata la está desplumando. —Ana asintió, viendo como Única se acercaba a Rey para hablar con él, luciendo bastante enojada con él. Desde la cocina lucía como que Única le estaba haciendo un planteo que a Rey no le gustaba ni le interesaba demasiado, sobre todo al ver como Única se alejaba haciendo el mayor ruido posible con sus pisadas al bajar del escenario con Rey ignorándola para tomarse fotos con la moto— Bueno, esto ya estaría Ana, en unos quince o veinte minutos hay que controlar si ya están todos listos.
— Gracias Lu, no te olvides de poner el temporizador. —le recordó la chica, notando como Daisy aparecía en la sala principal, vestida de manera hermosa lista para la cita con Merlín. Bajo la mirada chocolate de la chica, Merlín y Daisy hablaron, y Ana notó como el ánimo de su amiga decaía por completo para salir del lugar a paso rápido, siendo rápidamente seguida por Merlín. Margarita se quedó mirando por donde se habían ido, moviéndose nerviosamente en su lugar, sin saber si seguir o no a los dos que ya se habían marchado.
— ¡Margarita! ¡Te necesito acá! —Rey chasqueó sus dedos frente a ella, pero estaba claro que la chica estaba bastante distraída.
— No puedo, lo lamento mucho, pero me tengo que ir, te vas a tener que buscar otra protagonista. —y sin decir más la chica salió del lugar casi corriendo, dejando de pie solo a al chico, mientras los demás miraban sin saber qué hacer.
— ¡Buenísimo, me quedé sin la protagonista y sin el director! —exclamó bajo la mirada de los demás— Aunque el director bastante pedorro.
— Podes usar a otra protagonista Rey, total no grabamos casi nada, podemos volver a repetir esas tomas con la nueva protagonista. —propuso Sasha que estaba ayudando, de pie junto a Alaska que sostenía la cámara.
Alaska asintió— ¡Puede ser Única! —señaló a la chica que estaba un paso atrás de ella, mirando a Rey fijamente, esperando que de su boca salieran las palabras que quería oír.
Rey se mantuvo en silencio durante algunos segundos, su mirada perdida mientras parecía pensar en algo hasta que su rostro se iluminó por completo— No, Única no. Ya vengo con mi protagonista. —y sin decir más, el chico se bajó del escenario corriendo hacia la cocina, una sonrisa en sus labios cuando vio a la chica de los rizos y los ojos chocolate hablando con su hermano.
— ¿Qué necesitas, Rey?
— A vos. —decir que Ana se había puesto roja era poco. Su rostro tranquilamente podía competir con la campera de cuero roja de Rey para ver cuál de los dos tenía un color más intenso.
— No bueno. —murmuró Luca completamente tentado, tratando de no largar la carcajada al ver la expresión de su hermana y la determinación en el rostro de Rey.
— Dejate de joder, Rey, ¿no tenes un video que grabar, vos? No tengo ganas de aguantar chistecitos tuyos ahora.
El chico de la campera roja asintió, acercándose a ella— Por eso mismo. No es ningún chiste Ana, te necesito a vos para grabar el video. —el chico señaló el set de grabación— Margarita se fue por culpa de Merlín y ahora te necesito para que me ayudes a terminar de grabarlo, necesito una protagonista y vos sos perfecta para el papel.
Luca miraba el intercambio entre ambos fascinado, como si estuviera viendo una novela en la televisión, completamente divertido con las reacciones de su hermana.
La chica abrió su boca, para volver a cerrarla, para volver a abrirla como si fuera un pescadito, sin saber qué decir— ¿Por qué no elegiste a Única? Seguro tiene unas re ganas de participar y figurar, es su especialidad. —le dijo con una sonrisa falsa.
— Porque no, porque te quiero a vos. —estaba claro que Rey no pensaba ceder, ya tenía esa idea en mente y nadie iba a conseguir sacársela— Yo te quería como la protagonista desde el principio, pero sabía que me ibas a decir que no y al final terminé recurriendo a Margarita para evitar romperte las bolas con eso, pero ahora sí que necesito que seas vos.
— No puedo, mi tía no me deja participar, no quiere que ayude a nadie.
— Mentirosa. —murmuró Luca, provocando que los dos lo miraran, Ana con una mirada fulminante, que dejaba en claro las ganas que tenía de ahorcarlo en ese mismo momento, y Rey con una sonrisa, a un paso de abrazarlo para agradecerle.
— ¿De qué lado estás vos, traidor? —preguntó Ana indignada.
Luca soltó una risa— Del de mi entretenimiento. —dijo con simpleza— La tía Ada dejó que participes en estas cosas y que los ayudes, no tenes excusas Ani, ya fue anda y hacelo.
Rey ahogó una risa al ver la expresión totalmente estupefacta de Ana— ¿Ves princesa? Hasta tu hermano quiere que lo hagas.
— La tía Ada dijo que podía hacerlo si no era algo muy llamativo, como bailar en el fondo o algo así, ¡no protagonizar un video musical!
Luca colocó sus ojos en blanco— No seas miedosa Ana, aparte seguro nadie mira esta video cachuzo. —el chico tosió falsamente tratando de contener la risa al ver la mirada de Rey, sin creer lo que acababa de escuchar— ¿Qué? Te quedaste sin director, sin protagonista, al paso que vas ni siquiera vas a tener cámara para grabar, video cachuzo con todas las letras.
— ¡Luca! —exclamó Ana dándole un golpe en el pecho— ¡Tampoco para que se lo digas así!
— Ya no sé si te caigo bien o te caigo mal, y si querés que tu hermana participe o no del video. —murmuró Rey confundido, aún un poco indignado por lo que había dicho del video, pero confundido con su actitud.
— La verdad que no me caes ni bien ni mal, te tolero y es más que suficiente.
Ana se mantuvo en silencio durante algunos segundos, su mirada posada en Rey, analizando toda la situación hasta que finalmente terminó cediendo— Estoy segura de que me voy a arrepentir tanto de esto, pero dale, vamos.
El rostro de Rey se iluminó por completo al escuchar esas palabras y sin dudarlo se acercó a la chica, tomándola por sorpresa al abrazarla con suavidad unos segundos para luego liberarla del agarre y alejarse unos pasos. Por la forma en la que Rey estaba sonriendo parecía un nene recibiendo sus regalos de Navidad, completamente emocionado.
El chico de los ojos azul cielo tomó la mano de Ana, tirando de ella hacia la zona de grabación, mientras Luca miraba todo completamente divertido, sobre todo al ver lo roja que su hermana se encontraba. Al chico no le caía mal Rey, tampoco es como que le cayera muy bien, pero mal no le caía. Lo que sí le gustaba era que estaba empezando a sacar a su hermana de su zona de confort, y aunque Ana no lo notara, eso estaba logrando que ella se abriera más para con los demás, y que la timidez y la vergüenza quedaran poco a poco atrás.
...
— Zeki este no es mi estilo, no me siento cómoda. —la chica de los rizos observó su reflejo en el espejo que Zeki había colocado frente a ella, un conjunto de cuero negro y rojo, similar pero diferente a la vez al que Margarita tenía puesto antes. En lugar de una pollera como la que tenía su amiga, Ana tenía unos pantalones de cuero negros, de pierna ancha, con una camiseta negra transparente que dejaba a la vista un top negro, y encima de eso la campera de cuero roja que había dejado Margarita. Su cabello estaba atado en una cola baja con un pañuelo de color rojo, algunos mechones cayendo sobre su rostro— Tendrían que haber dejado a Única como la protagonista de esto, ni siquiera sé por qué acepté.
— Ay Ani, les dos sabemos por qué... O mejor dicho por quién aceptaste. —Zeki observó con orgullo su obra maestra, lo bien que Ana se veía con ese conjunto— Estás divina Ana, una diosa.
Ana arrugó su nariz ligeramente— La ropa es hermosa, pero no me queda bien Zeki.
— Pero yo te veo muy bien. —tanto ella como Zeki desviaron su mirada hacia el lado por el que Rey se acercaba, esa sonrisa pícara en sus labios que iba acorde al tono de su voz al pronunciar aquellas palabras, sobre todo el muy, mientras la miraba de arriba abajo, apreciando lo hermosa que se encontraba vestida de esa forma. Zeki por su parte ahogó una risa, con un pobre intento de tos falsa, al ver lo roja que Ana se ponía con la cercanía de Rey, que no se guardaba ningún pensamiento para él— Te queda muy bien mi estilo, princesa.
Ana desvió la mirada hacia un costado, tratando de evitar a toda costa los ojos azul cielo de Rey— ¿Podemos hacer esto rápido? Mientras más rápido terminemos, más rápido me puedo sacar todo esto. —el chico asintió, acercándose aún más a ella y tendiéndole su mano para que Ana pudiera bajar con cuidado de la pequeña plataforma en la que se había parado para que Zeki pudiera terminar los últimos detalles del atuendo.
— ¿Preparada para ser mi musa?
— Ya me estoy arrepintiendo y ni siquiera empezamos todavía. —respondió Ana provocando que el chico soltara una carcajada, genuinamente divertido con las reacciones de la joven de ojos chocolate.
Cuando los dos estaban llegando a la sala principal donde estaba armado todo el set de grabación, se cruzaron con Ciro que tenía unas cajas entre sus manos, que casi se caen al trastabillar en el momento en que sus ojos se posaron en la chica— ¿Ana? ¿Qué te pasó?
La chica entreabrió sus labios, deteniendo su andar de golpe, provocando que Rey también se detuviera ya que continuaba tomando su mano— ¿Tan mal estoy? —cuestionó pasando su mirada de Ciro a Rey y viceversa, y rápidamente los dos negaron con su cabeza.
— No, no, no era eso. —se disculpó Ciro— Estás hermosa, pero no esperaba verte así vestida. ¿Qué hacen así vestidos? —cuestionó al ver que Rey tenía un estilo similar al de ella.
— Está vestida así de hermosa porque va a protagonizar mi video, que nos tenemos que poner a grabar ya. —y sin esperar respuesta del chico, Rey volvió a tirar de la mano de Ana, algo que no pasó desapercibido por Ciro. Olvidadas habían quedado ya las cajas que tenia que llevarle a Otto, dejándolas a un costado para seguir a los dos de rojo, su mirada sin poder abandonar la figura de Ana.
Al llegar al centro, Ana pudo ver que Luca había salido de la cocina y estaba de pie junto a Sasha, hablando con el chico hasta que escuchó los pasos de ellos y alzó la mirada. Al notar el vestuario de su hermana, el rubio se acercó hacia Rey con tono acusatorio— Alenté a que Ana participe del video, pero no así Dios, ¿Es necesario que se vista así? ¿No es como mucho eso? —cuestionó viendo a su hermana, acercándose para tratar de cerrarle la campera, para nada acostumbrado a ver a su hermana vestida de esa forma. Y la forma en la que Rey, Ciro y los demás miraban a su hermana no le pasaba por alto.
— Hasta hace un rato el vestuario no parecía molestarte cuando lo tenía puesto Margarita, que encima era mucho más, ¿no? —ante las palabras del Rey, el rubio soltó un suspiro frustrado cruzando los brazos sobre su pecho, sabiendo que no podía decir nada contra eso, lo que provocó que Rey sonriera de forma altanera porque sabía que había ganado esa batalla. Ana por su parte observó a su hermano con una ceja alzada, claramente Luca le debía una charla de hermanos— ¿Listo? ¿Ya podemos empezar o alguien más tiene una queja?
Mientras Rey daba las últimas indicaciones, Ana se acercó a su hermano— Antes de que empecemos, ¿podes ir a ver como están Margarita y Daisy? Todavía no volvieron y me preocupa que haya pasado algo, sobre todo con Merlín involucrado. —la chica hizo un puchero con sus labios, sus manos en forma de ruego— Por favor Lu, iría yo, pero te recuerdo que vos me hiciste comprometerme con esto, es lo mínimo que podés hacer.
Luca apretó sus labios en una delgada línea, completamente arrepentido de haber alentado a su hermana de aceptar el pedido de Rey, tendría que haberle llenado la cabeza para que en su lugar lo rechazara y lo sacara a patadas de la cocina. Un suspiro escapó de sus labios, asintiendo con su cabeza y dejando un beso en la frente de su hermana para luego girarse hacia Zeki— Vigila que no se haga el vivo, ¿estamos Zeki? —al ver que Zeki asentí riendo, Luca salió de la sala en busca de las dos Margaritas.
— ¿Preparada princesa? —Rey se acercó a ella, tendiéndole su mano, mano que Ana aceptó con duda dejándose llevar hacia la zona de la moto mientras todos miraban, sobre todo Ciro que no quería ver lo que iba a ocurrir pero que a la vez no podía dejar de ver.
— No, pero ya estamos acá. —murmuró Ana, soltando el aire que no sabía que estaba conteniendo hasta ese momento.
Cuando la chica tomó asiento en la moto, Rey notó lo tensa que se encontraba, lo tensos que estaban sus hombros y la sonrisa en su rostro. Por lo que se acercó a ella, tapando la mirada del resto para que Ana solo pudiera verlo a él— Ana, no hay nada de lo que tengas que preocuparte. —comenzó con voz suave, una mirada cálida que pocas veces ella había visto en los ojos de Rey, pero que curiosamente siempre había sido cuando hablaba con ella— Solo te tenes que divertir y calmar un poco esos nervios, es un videoclip, es actuación, es como jugar a ser algo que no somos. Podemos ser lo que nosotros queramos, creo que esa es una de mis cosas favoritas de hacer esto, por un ratito fingir que todo en el mundo es como quiero y escapar de la realidad, como cuando de chiquito jugaba a ser un superhéroe o un espía.
La chica jamás lo había visto de esa forma, y jamás habría pensado que Rey lo veía de esa forma, pero le parecía tierna la comparación que le había hecho— Así que de chiquito fingías que eras un superhéroe.
Rey sonrió, notando como la postura de Ana se relajaba, como ella lucía mucho más calmada y a gusto— Mhm, tenía una capa y todo, me gustaba jugar a que salvaba a la damisela en apuros del villano.
— O sea que de chiquito eras tierno. —la chica soltó una risita.
— Sigo siendo tierno, princesa, que no es algo que les muestre a todos es algo muy diferente. —se encogió de hombros. Parecía que los dos se habían olvidado por completo que no estaban solos en el lugar y que además tenían cosas que hacer, un video que grabar.
— ¿Qué tanto secretean? —preguntó Ciro en un susurro, Zeki a su lado se encogió de hombros, disfrutando del show que le estaban dando— ¿No se suponía que vos tenias que vigilar que no le anduviera muy cerca? ¿Luca no te había pedido eso?
— Luca me pidió que no se haga el vivo, Ciro. —señaló a los dos que estaban en la moto— Yo no veo que Rey se esté haciendo el vivo, los veo más que cómodos, mirala a Ana, está re tranquila ahora. —Ciro miró lo que señalaba Zeki, notando que tenía razón, Ana lucía bastante tranquila, incluso riendo con Rey.
— Bueno, ¿ya estamos? —la voz de Sasha llamó la atención de los dos, Rey girando su cabeza y Ana moviéndose hacia la derecha para que pudieran verla, porque la continuaba tapando con su torso.
— Dame dos minutos que le explico a Ana como va a ser la cosa y estamos, Sasha. —el más joven asintió, alejándose para dejarlos a solas de nuevo.
Rey comenzó a explicarle un poco la rutina, lo que iba a ocurrir durante todo el video, la rutina que le había mostrado a Margarita y la que iba a seguir él— ¿Te parece bien eso? ¿Algo que quieras cambiar?
La chica de los rizos ladeó su cabeza ligeramente— Es tu video y tu canción Rey, sos vos el que toma las decisiones, a vos te tiene que parecer bien, no a mí, yo solo tengo que seguir lo que vos digas.
— Sí, pero no. Quiero que te sientas cómoda Ana, y no quiero hacer algo que te termine incomodando o te ponga muy nerviosa, más de lo que ya te pongo yo normalmente. —sonrió de forma pícara, una risita brotando de sus labios cuando Ana le dio un golpe, sus mejillas sonrojándose.
— Así está bien, si es como me dijiste entonces no hay ningún problema.
— Perfecto entonces. —el joven se giró, llamando la atención de Sasha— Ya estamos listo, que empiece nomás.
Ciro detestaba admitirlo, pero era tremenda la química que había entre Ana y Rey, no podía evitar sentir celos al ver la forma en la que los dos se acercaban para el video, la tensión que se formaba entre los dos más que evidente.
La forma en la que se miraban, la forma en la que Rey miraba a Ana, como si la chica fuera la respuesta a todos sus problemas, como si fuera lo único que necesitaba en ese momento, como si solo existiera ella.
De a ratos Rey soltaba algún comentario o hacía algún que lograba hacer reír a Ana, para tratar de que se distendiera y continuara relajada, una actitud por parte del chico que resultaba nueva e incluso extraña para los demás que estaban alrededor de ellos porque jamás habían visto a Rey comportándose de esa forma. Era alguien completamente diferente.
La forma en la que la sujetaba, con roces o agarres suaves y ligeros, sin pasarse, siempre respetando a la joven de los rizos, disfrutando de la cercanía entre ambos y disfrutando de esa fragancia avainillada que lo envolvía cada vez que se adentraba en su espacio personal para alguna toma específica.
Rey tenía un nuevo aroma favorito, el perfume de Ana. Ya no sabía si le gustaba porque era un aroma delicioso, si era porque a Ana le quedaba de esa forma o porque simplemente ya se había acostumbrado a él, pero lo que si sabía era que quería sentirlo de esa forma todo el tiempo de ser posible.
— ¿Cuánto falta para terminar esto? —indagó Ciro, mirando a Sasha que parecía haber tomado el rol de director hace rato.
— Nos queda el final, ya estamos terminando. Pensé que íbamos a tardar mucho más, pero estos dos tienen tremenda química y cualquier toma queda bien para el video, hasta cuando no están actuando. —el de anteojo bufó al escuchar eso, no necesitaba un recordatorio de la innegable química entre ambos— ¡Bueno! ¡Vamos con la última escena a grabar! ¿Ya saben que tienen que hacer? —tanto Ana como Rey asintieron, la chica acomodándose en el asiento de la moto mientras Rey se posicionaba frente a ella, entre sus piernas, con su mirada hacia abajo recayendo en su rostro mientras la de Ana estaba alzada para ver con claridad esos ojos azul cielo— Perfecto, última escena, ¡Acción!
La música comenzó a sonar de fondo, y Rey hizo la mímica como que cantaba los últimos versos de la misma, su intensa mirada sobre Ana, cada palabra que escapaba de sus labios dirigidos a la joven.
Corazón latiendo, boom-boom.
Va sintiendo co-corazón caliente, boom-boom.
Rey se agachó ligeramente, alzando su mano para acercarla al rostro de Ana, trazando una suave caricia que provocó que un escalofrío la recorriera de pies a cabeza y sus labios se entreabrieran de forma involuntaria.
Solo siente co-corazón de rey, que no sea corona
Corazón sin llave.
En un movimiento suave, Rey desataba el pañuelo que sujetaba el cabello de Ana, dejándolo libre y utilizando la tela para tapar ligeramente el rostro de ambos de la lente de la cámara, los dos acercando sus rostros unos centímetros más para aparentar que se besaban detrás de la tela y no querían que la cámara los viera.
La forma en la que Rey la estaba mirando, con esos ojos azul cielo haciéndola casi temblar, haciéndola contener la respiración por miedo a arruinar el momento con cualquier movimiento que pudiera llegar a hacer. Por su parte, el joven aprovechó para apreciar cada detalle del rostro de la joven, sin poder evitar sonreír, notando las pequeñas y casi imperceptibles pecas que tenía en sus mejillas, las ganas de contar peca por peca creciendo en su interior. De mirar esos detalles, su mirada pasó a los ojos de la joven, cautivado como la primera vez por esos ojos chocolate.
Fue el sonido de los aplausos lo que los sacó de ese momento, reventando la burbuja en que la que se encontraban aislados. Con suavidad Rey bajó el pañuelo, su mirada aun en la chica a pesar de que podía escuchar y notar el movimiento de los demás a su alrededor comenzando a guardar y ordenar todas las cosas.
— Gracias por la ayuda, princesa.
— Fue un placer. —respondió Ana en un susurro, colocándose de pie para salir a paso rápido en busca del baño. Necesitaba mojarse la cara porque sentía que le estaba hirviendo. Probablemente exageraba, pero se sentía más o menos de esa forma— Por Dios, ¿Qué te pasa Ana? —cuestionó mirando su reflejo— Fue todo actuación eso, ese no es el Rey normal, fue todo una fachada para el video y para que colaboraras.
La joven mojó su rostro una vez más, utilizando la toalla de mano para secarlo dando suaves toquecitos en el mismo, para luego salir del pequeño cuarto encaminándose hacia la cocina. Sin embargo, detuvo sus pasos cuando escuchó algo que llamó su atención.
— Todavía estás en deuda conmigo, se suponía que tenías que participar y no lo hiciste. Teníamos un trato, Margarita. —al escuchar el nombre de su amiga, Ana frunció el ceño confundida.
— No tengo ni tiempo ni ganas para esto Rey, ¿querés contar un secreto mío? Hace lo que quieras, no me importa la verdad, pero que interesante va a ser cuando Ana descubra lo qué hiciste, porque todo siempre sale a la luz Rey, y ahí te quiero ver.
— No la metas a Ana en esto, ella no tiene nada que ver con todo esto.
Fue entonces que Ana decidió interrumpir— ¿Qué secreto tendría que contar Rey? ¿Qué se supone que tengo que descubrir?
— Ana...
Margarita miró a Rey con atención, notando como su expresión dejaba de ser una altanera y arrogante, para pasar a ser una cargada de preocupación y culpa, sentimientos genuinos que Margarita no creyó ver en el chico— Contale a Ana lo que me estabas diciendo Rey, dale que estoy segura de que le va a encantar.
— ¿De qué trato hablabas Rey?
Al ver que Rey se negaba a soltar algo frente a la chica de los ojos chocolate, Margarita habló— Rey chantajeó a Merlín con un secreto que sabe de él para que le financiara el videíto este, y después cuando nos vio en una situación un poco... complicada, me metió a mí también en el chantaje, todo para poder sacar un beneficio él.
— Así que de ahí sacaste la plata para hacer todo esto. —susurró Ana, su mirada chocolate desbordante de decepción— ¿Chantajeaste a Merlín y a una de mis amigas? Dios y yo como una tarada sigo pensando que todavía hay posibilidades de que no seas eso que aparentas todo el tiempo, pero parece que al final no aparentas nada, sos así y listo. Cada vez que parece que sos alguien decente siempre termina pasando algo que me deja en claro que no es así. —la chica chasqueó su lengua, su mirada fija en Rey— Agradecería que no te acerques más ni a mí ni a mis amigas, ni siquiera te acerques a la cocina, mientras más lejos estés mejor.
Al final ella tenía razón. Era toda una fachada. Rey no era lo que ella pensaba, o mejor dicho esperaba.
Rey ni siquiera sabía qué decir, porque estaba seguro de que cualquier cosa que dijera solo iba a empeorar la situación en la que se había metido. Por lo que simplemente se mantuvo en silencio, viendo como Ana daba media vuelta y se marchaba, acompañada de Margarita que le había dedicado una última mirada furibunda antes de desaparecer del lugar junto a su amiga.
Sus ojos vieron como Ciro seguía el mismo camino que Ana había tomado segundos atrás, pasando por su lado sin siquiera dedicarle una mirada.
No entendía como era posible cagarla tanto en tan poco tiempo, pero si hubiera un premio por eso Rey no tenía dudas de que se lo llevaba él por goleada.
¿Los casilleros que había avanzado con Ana? Tachados, ni siquiera era retroceder una o dos posiciones en el tablero. Con lo que había ocurrido era básicamente empezar desde el casillero que decía "SALIDA", y con la mala suerte que tenía Rey estaba seguro que le iba a costar demasiado volver hasta donde había llegado.
Sobre todo, teniendo en cuenta, que su ficha ya no era la única jugando en el tablero.
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