Capítulo 9
Los hermanos Moon

El camino era silencioso, los caballos corrían a través del bosque con sus dueños sobre sus lomos. JungKook se aseguraba que YooRi estuviera cerca, la notaba más pensativa de lo normal o al menos esa era la impresión que le daba. Guiándose del mapa hicieron una parada en el río que quedaba cerca, bajaron de los caballos encontrando aquel río congelado como esperaban, la joven con su magia derritió el hielo al menos una parte del río, lo suficiente para recoger agua para ellos y los animales.

YooRi tomó la bolsa que TaeHyung le había dado, de una de sus botas sacó una pequeña navaja cortando la manzana en varios pedazos dándoles a comer a ambos caballos. JungKook la observó con atención sin pensar en nada por poco tiempo, ¿Qué había sido aquel dolor en su pecho?

Y sin darse cuenta ambos tenían sus propias preocupaciones.

▪︎▪︎▪︎

La noche había comenzado a caer, la fogata ya estaba hecha y se encontraba encendida manteniéndolos calentitos. Los caballos se mantenían cerca atados a un tronco en el suelo, la joven había construido una tienda con ayuda de JungKook, al menos los protegería si nevaba. Adentro se sentía calentito por el encantamiento de la bruja, JungKook frotó sus manos y YooRi las tomó brindándole calor.

—Gracias—susurró con una pequeña sonrisa.

—Oppa, ¿Recuerdas lo que nana nos dijo sobre las maldiciones? —posó sus ojos en él.

—¿Toda criatura es vulnerable a ellas?

—¿Y si alguien te maldijo?

—¿Por qué me maldecirían?

—No lo sé, yo...intento buscar una explicación—colocó su mano en su pecho—¿Duele?

—No, ahora no.

Por unos minutos se quedaron en silencio, miraron el fuego que estaba fuera de la tienda comiendo algunas frutas en total silencio, masticaron despacio. JungKook la miró un instante notándola con la mirada perdida, una vez más sus ojos fueron a los labios de ella, ¡¿Por qué debía verla así?!

—¿Qué esperas encontrar en Arkala? —su pregunta lo tomó desprevenido.

—Un nuevo comienzo.

—¿Y si no ocurre?, ¿Tendríamos que volver?

—Según el mapa hay otros lugares más lejos, no creo que los caballos soporten ese viaje—los miró. Los dos animales se habían echado en el suelo permaneciendo juntos, esta vez era YooRi quien lo miraba más de lo debido—¿Qué? —sintió un ligero nerviosismo.

—Estoy pensando en muchas cosas, es todo—apartó la vista—¿Sabes?, ver a TaeHyung tan sano y feliz con sus padres me hizo sentir orgullosa de mamá—el chico ladeó su cabeza observándola—A veces la magia puede ser muy efectiva.

—Creo que realmente tengo suerte de tenerte aquí—ambas miradas se encontraron. YooRi sonrió un poco sintiéndose conmovida con esas palabras.

—Y no querías que viniera, rara vez me equivoco—pellizcó su mejilla.

El chico se quejó siguiéndole el juego al hacerle cosquillas. Las risas se escucharon en aquella tienda mientras ambos chicos intentaban defenderse, YooRi terminó con el muchacho con la mitad de su cuerpo sobre ella, por unos minutos las risas se detuvieron y las sonrisas disminuyeron, los ojos del otro brillaban con algo más que no supieron explicar.

Incluso YooRi por primera vez se puso nerviosa tragando con dificultad, JungKook miró profundamente aquellos ojos marrones sintiéndose confuso con las repentinas emociones que sentía, ¿Estaba sintiendo algo por Moon YooRi?, por un momento se dijo que estaba mal y luego la realidad le indicó que ambos no eran hermanos sanguíneos, no existía ningún vínculo que prohibiera un romance entre ambos. ¿Qué podía detenerlo?, ah, sí.

Ser un brujo sin magia.

Sería una humillación para la chica, retrocedió saliendo de la tienda dejando una confusa YooRi, el frío no le molestó por un instante, JungKook se maldijo totalmente frustrado con lo que estaba sintiendo. ¿Qué demonios estaba haciendo?, ¿Realmente sabía a dónde iba?

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Por la mañana YooRi había despertado primero decidiendo caminar alrededor dejando que el chico durmiera más rato, su mente le hizo recordar aquella mirada intensa con las emociones revolviendo su estómago, ¿Qué estaba pasando entre ellos?, desde pequeña ambos eran inseparables, JungKook siempre se mostraba atento a lo que necesitara y ella se sentía en la obligación de protegerlo, aunque siempre supo que en algún momento esa protección cambiaría de lugar. En su opinión, JungKook era más fuerte que cualquier brujo, tenía valentía y no dudaría en arriesgarlo todo por alguien.

Mucho más si era alguien que le importaba realmente.

—¡Oh!, yo te conozco—aquella voz le hizo dar un respingo. Un joven desconocido apareció en compañía de otros dos, un mal presentimiento hizo que YooRi retrocediera manteniéndose seria—Eres Moon YooRi.

—No—dijo recordando las palabras de TaeHyung. No todos eran amables y era consciente de los enemigos que tenían sus padres, especialmente su padre.

—Claro que sí—insistió. Un hacha estaba en la mano de uno de ellos mientras el otro sostenía un arco, debían ser cazadores.

—¿Estás seguro?, SonWoo y JiHwa no dejarían a su hija estar tan lejos de casa.

—No, estoy seguro que esta hermosura es Moon YooRi—se acercó peligrosamente a ella. La chica se mantuvo lista para usar su magia en caso de tener que defenderse—Pensé que estaba loco al creer haberte visto en el pueblo Luton, ya veo que no.

—Cierto—el del hacha apoyó ese comentario—La habíamos visto con un chico, ¿No es tu hermano?

—No sé de qué están hablando, están confundiéndome con alguien más—dispuesta a marcharse fue detenida por el hombre quien tomó su muñeca. YooRi lo empujó con su magia sorprendiendo a los tres, aunque con ese gesto se había delatado—No queremos problemas.

—Sabía que no me equivocaba—el líder de los tres se levantó del suelo. Los tres vestían con pieles y cuero, el chico que la había reconocido tenía un brillo malicioso que le hizo estar nerviosa.

—Váyanse.

—Tu padre se cree muy poderoso en su castillo, ¿Por qué deberíamos dejarte ir? —los otros dos se acercaron intentando rodearla.

Una flecha inesperada cayó al suelo justo frente al líder de los tres, YooRi distinguió a JungKook con el arco y las flechas apuntando a los hombres mientras se acercaba sin prisa.

—Detrás de mí, YooRi—su voz fue una orden alta y clara. La chica obedeció sin ánimos de discutir—Nos iremos y ustedes se irán, ¿Queda claro?

—Moon JungKook, ¿No? —el pelinegro tensó la cuerda con la flecha dispuesto a dispararla, el chico levantó sus manos mostrándose desarmado—Tranquilo, sólo queríamos saludar a tu hermana.

—No tenemos tiempo para saludos—sus ojos oscuros iban a ambos hombres rápidamente manteniéndose alerta—Espero que no intenten seguirnos, no quiero desperdiciar las flechas en ustedes.

A YooRi le sorprendió la firmeza con la que hablaba, no había visto ese lado en él.

—Está bien. Nos iremos—miró a los otros dos—Vámonos. Un gusto verte, princesa.

YooRi los fulminó con la mirada sin decir nada. Sólo cuando ya no estuvieron a la vista JungKook bajó el arco girándose a ella.

—¿Estás bien?

—Estoy bien.

—Para la próxima lleva esto contigo—señaló el arco guardando la flecha en el carcaj, se acercó a la flecha que había arrojado como alerta recogiéndola. Al llegar a YooRi tomó su mano no sin antes mirar por donde se habían ido esos hombres.

—Son cazadores, ¿Verdad?

—Sí. Una vez los vi en el castillo, quisieron usar la magia con otras intenciones y papá rechazó el trato—apretó su mano—Será mejor irnos.

—Pensé que no tenías muy buena puntería.

—Por esa razón la flecha no le dio a nadie—jaló suavemente de ella alejándose de allí volviendo al pequeño campamento.

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