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8. Maldiciones

Capítulo 8
Maldiciones

YooRi despertó a mitad de la noche por algunos ruidos de la tormenta, dos velas iluminaban la habitación, la joven de veinte años giró en la cama encontrando a JungKook dormido y con una expresión de dolor. Su frente estaba sudorosa, su respiración era forzosa, como si le estuviera costando respirar, un poco preocupada se levantó de la cama acercándose al chico.

—¿Oppa? —llamó acariciando su cabello. Pasó sus dedos por él escuchando sus quejidos—Despierta.

El chico entreabrió sus ojos tocando su pecho, sus ojos estaban llorosos, jamás lo había visto así y él jamás se había sentido así.

—Me duele...el corazón—alcanzó a decir—No puedo...respirar bien, YooRi.

Ella colocó sus manos en su pecho exactamente en su corazón, se concentró en sus latidos usando su magia para adormecer ese dolor. La respiración de JungKook se normalizó poco a poco dejándolo exhausto, YooRi mantuvo sus manos allí por unos minutos más incluso cuando estaba más sereno. Le dolió en demasía ver sus ojos así.

—¿Está mejor? —colocó una de sus manos en su mejilla.

—Gracias.

—¿Te ha pasado antes?

—No.

—¿Puedes sentarte?

Lo intentó sintiendo su cuerpo muy agotado de repente, aquel malestar había dejado los músculos adoloridos. YooRi regresó sus manos a su pecho sintiendo su corazón latir, JungKook colocó sus manos sobre las de ella acariciándolas.

—Estoy bien.

—Nunca te vi así—entonces por primera vez notó temor en los ojos de ella—¿Enserio estás bien?, déjame revisar, he visto a mamá hacer muchos chequeos con la magia...

—Estoy bien, YooRi, puedo respirar—apretó con suavidad sus manos retirándolas.

—Dijiste que no podías respirar.

—Pero ahora sí—ambas miradas se encontraron—Estoy respirando.

No quería preocuparla, pero aquella sensación había sido demasiado real para ser sólo efecto de una pesadilla.

—¿Estabas soñando algo?

—No lo creo, no lo recuerdo.

—Me alegro de estar aquí, ¿Y si hubieras estado solo?

—Nunca te había visto tan preocupada y asustada.

—Me asusta que algo te pase, cualquier cosa referente a ti me preocupa, ya te lo he dicho antes—acto seguido lo abrazó. JungKook la rodeó con sus brazos intentando calmarla.

—Sólo fue un mal sueño, es todo.

A YooRi no le convenció. Permaneció así con él por un rato desconociendo lo agradable que podía ser, una pequeña sonrisa se dibujó en sus labios teniendo su mejilla en el pecho del que creía era su hermano.

A JungKook le gustó esa sensación inexplicable, ¿Por qué le parecía que la chica estaba despertando emociones en él?

—Será mejor que volvamos a dormir.

—Está bien—se separó. El chico volvió a acostarse, YooRi hizo lo mismo en su cama y ambos se miraron bajo la luz de las velas.

—Cierra los ojos—pidió él.

—No tengo sueño.

—No seas terca, YooRi.

—Creo que acabo de arruinar la imagen que tenías de mí, no soy valiente y tengo tanto miedo como tú—susurró—Desde ayer en la noche durante el baile...tenías un brillo de miedo en la mirada, ahora tienes algo de tristeza en ellos.

"Me conoce muy bien"

—Lamento haber sido grosero contigo, no quería colocarte en peligro.

—¿Por qué me pondrías en peligro?

—No puedo defenderte como tú me defenderías.

—Olvidas que la magia no tiene efecto en ti.

—No es así—sonrió un poco—Calmaste el dolor en mi pecho, eso significa que puedes sanarme.

—Oppa, ¿Puedes darme una pista de lo que realmente pasa? —pidió—Algo que calme mi curiosidad.

JungKook no supo que decirle ni cómo decirle, fuera cual fuera la respuesta iba a preocuparla. Tomó una bocanada de aire estirando su mano a ella, YooRi estiró su brazo tomándola como en el pueblo, la diferencia de tamaño era mucha.

—Mis sospechas sobre no sentirme parte de la familia fueron ciertas—confesó—Si algo te ocurriría iba a culparme por el resto de mi vida y no quiero eso.

YooRi guardó silencio sin saber que preguntar. Las caricias de JungKook en su mano poco a poco fueron cediendo, los párpados de ambos comenzaban a cerrarse, la primera en dormirse fue YooRi y esta vez JungKook soñó con el rostro angelical de esa joven.

▪︎▪︎▪︎

Indira era una yegua muy hermosa y tan imponente como su hermano KenJi, era la favorita de YooRi, su pelaje negro brillaba por lo sedoso que era. Tenía una buena forma demostrando estar bajo un buen cuidado, a la chica le recordaba la relación que su hermano y ella tenían, KenJi e Indira habían nacido el mismo día siendo gemelos, eran idénticos a excepción de que la yegua tenía una mancha blanca sobre su nariz en forma de estrella.

JungKook y ella tenían cosas diferentes, pero al mismo tiempo iguales. No por el hecho de tener los mismos padres, tampoco el hecho de ser tercos, ninguno de los dos quería permanecer en un mismo lugar, no se veían estando en un mismo lugar tanto tiempo, él era dulce sin esforzarse y ella podía ser comprensiva sin problema alguno, además, ambos tenían mucho que aprender del mundo.

—Nos espera un largo camino a Arkala—comentó a la yegua quien recibía las caricias de su dueña—JungKook dijo que tomará una semana en llegar. ¿Podrás soportarlo, Indira?

—Es una yegua hermosa—TaeHyung la tomó desprevenida. El chico traía en una bolsa pequeña algunas frutas—Mi madre dijo que te las diera para los caballos.

—Gracias—sonrió aceptándola—Tus padres y tú son muy amables, Tae.

—Estamos en deudas con ustedes.

—Si en algún momento necesitan ayuda puedes buscarme cuando quieras.

—Gracias. ¿Tienes todo listo?

—Creo que sí—guardó la pequeña bolsa en una de las bolsas que Indira tenía a los costados—JungKook dijo que el camino hacia la ciudad es largo.

—Mi padre ha ido allí, dice que es una ciudad muy hermosa y en constante progreso.

—Te enviaré una carta una vez estemos allí.

—Está bien. Tengan cuidado en el camino, no todos son amables.

—Puedo hechizar algunos traseros—bromeó sacándole una sonrisa.

▪︎▪︎▪︎

No nevaba ese día, pero el bosque estaba pintado de blanco por la nieve en todos lados. Ambos iban mejor abrigados por la baja temperatura, JungKook diría el viaje con el mapa en su mando. Detrás de él iba a YooRi en su yegua con la capucha cubriendo su cabeza, se encontraba pensando en lo de anoche.

Esa actitud de JungKook ante el dolor...le dejó un mal presentimiento.

—¿Las maldiciones pueden caer sobre los humanos solamente? —ChungHa dejó de escribir en la pizarra observando a los dos niños en sus sillas anotando en el cuaderno.

—No—respondieron ambos.

—¿Por qué?

La pequeña YooRi respondió.

—Porque todos somos vulnerables a la magia no importa la especie.

—Muy bien, YooRi.

—Nana, ¿Cómo son las maldiciones? —el pequeño JungKook se mostró curioso—No he podido estudiar sobre ellas, me dan miedo.

—Las maldiciones son como una enfermedad—explicó—Algunas pueden sanarse, pero otras son realmente complicadas.

—¿Qué pasaría si alguien nos maldice?

—¡YooRi! —reprochó.

—Puede ser posible, papá tiene muchos enemigos, ¿Alguna vez fue maldecido por alguien?

—Ya no quiero oír—JungKook cubrió sus oídos.

—Tu padre no ha sido maldecido por nadie, cuantos más años tiene un brujo o bruja, su magia aumenta volviéndose más fuerte. Además, tu madre es muy buena con las protecciones.

"Mamá. Ella podría ayudar"

—¿Qué crees?

YooRi parpadeó varias veces colocando atención a su hermano.

—¿Qué?

JungKook detuvo su caballo para verla. Frunció el ceño sospechando que algo pasaba.

—¿En qué estás pensando?

—Nada—mintió—¿Qué estabas diciéndome?

—Dije que aquí en el mapa aparece un río cerca, pero con el invierno debe estar congelado. Será complicado conseguir agua.

—Podría probar con magia, nana nos enseñó a controlar los elementos de la naturaleza, podría extraer el agua del hielo—se encogió de hombros—Deberíamos acelerar el paso o nos tomará dos semanas llegar allí—exageró.

—¿Una carrera?

—¿Estás retándome? —bufó—Indira, demostrémosle a los chicos como lo hacemos.

—KenJi, demuéstrale a tu hermana de lo que eres capaz—dicho esto agitó las riendas comenzando a cabalgar.

YooRi no le llevaba mucha distancia.

Si leyeron Sweet Prince y Heartbreak Prince espero que no den spoilers, por favor.

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