3. Vulnerable
Capítulo 3
Vulnerable
El castillo Moon era un caos total durante la mañana, había personas decorando, arreglando, organizando e incluso limpiando para la fiesta de la noche. YooRi practicaba una vez más en el salón junto a JungKook, el baile era dirigido por ChungHa, la canción era muy conocida entre los brujos ya que algunos solían cantárselas a los bebés o niños, contaba sobre un hombre que perdió el amor de su vida, mientras todos lo tomaban por loco, el hombre seguía esperando a la mujer en el mismo lugar, a la misma hora asegurando encontrarse con su alma.
Tenía muchas combinaciones que podía ser confusa, una última vuelta fue el final del baile dejando a una orgullosa ChungHa.
—¡Fue perfecto!, ustedes dos lo hicieron increíble—los abrazó—La práctica ha terminado.
—Nana, ¿Sabes si Ailee y las demás vendrán a la fiesta?
—Hasta el momento sólo Ailee respondió a la invitación.
JungKook miró a YooRi quien forzó una sonrisa.
—Están libres hasta esta noche—ChungHa los miró—Te daré tu regalo luego—acarició el cabello de YooRi. JungKook vio el momento adecuado de contarle.
—Nana—intervino—Luego de esta fiesta me iré.
El rostro de la rubia cambió. ¿Estaba escuchando bien?
—¿Qué?
—Siente que no es de esta familia—resumió YooRi—Dice que debe haber algo más allá afuera—aprovechó de decir—Me iré con él.
JungKook asintió. Antes de iniciar la práctica, YooRi le había contado y él aceptó sabiendo que no ganaría nada diciéndole que no. Sería perder el tiempo.
—Esperen un momento, ¿A dónde piensan irse?, no pueden irse—principalmente se sentía preocupada por JungKook—Tienes que quedarte.
—Estaré bien, nana.
—No, no lo estarás—se molestó—¿Qué te han dicho tus padres de esto?
—Hablaremos con ellos luego de la fiesta.
—Nana, JungKook no estará solo, estaré con él...
—Piensen bien lo que harán, esto me parece absurdo y más aun viniendo de ti, Moon JungKook—señaló. La actitud sorprendió a ambos chicos—Váyanse, no quiero verlos hasta la noche.
▪︎▪︎▪︎
—Eso fue raro—YooRi extendió sus brazos manteniendo el equilibrio al caminar en aquel tronco caído que servía como puente. Los copos de nieve caían sobre el bosque pintándolo de blanco, JungKook había cruzado y esperaba por su hermana—Nunca había visto a nana tan molesta y asustada.
—Yo tampoco—le ofreció su mano para ayudarla a bajar, ésta lo aceptó bajando de un salto.
—¿Estás dudando de tu decisión?
—No. ¿Y tú?
Ambos se miraron por unos segundos.
—No.
—¿Desde cuándo te importo tanto?
—Oye, siempre me has importado, deja de hacerme ver como la mala—lo empujó en broma. JungKook le devolvió el empujón y ésta tropezó cayéndose al suelo, la risa se escuchó de parte del pelinegro haciéndola enojar.
YooRi se incorporó sacudiendo su vestido, intentó empujar a JungKook sin lograrlo pues en fuerza era muy distinto. El chico volvió a empujarla terminando en risas, furiosa con eso, usó su magia obligándolo a tumbarse en el suelo y quedarse allí acostado en la nieve.
—Eso es trampa.
—Ya no eres tan fuerte, ¿No? —se levantó volviendo a sacudir la nieve de su ropa—¿Por qué no te levantas, oppa?
JungKook rodó los ojos con una sonrisita divertida.
—¿Sabes que si vienes conmigo debo molestarte el doble cada día?
—¿Sabes que si me voy contigo iré a cualquier lugar que vayas para protegerte?
—Eso es muy tierno de tu parte.
Fue su turno de rodar los ojos, le tomó desprevenida que JungKook pudiera moverse jalando su tobillo haciéndola caer de nuevo al suelo. Mientras el chico reía a carcajadas, la joven bruja lo miró sorprendida.
—¿Cómo hiciste eso?
—¿Qué cosa?
—Moverte cuando mi magia te lo prohibía.
El chico no lo había notado hasta ese momento. JungKook extrañado miró sus manos pensando que ellas habían tenido algo que ver, YooRi volvió a usar su magia obligándole a permanecer quieto de rodillas.
—¿Puedes moverte?
—No lo sé—el pelinegro intentó hacerlo teniendo dificultades, aunque su cerebro le decía a su cuerpo que se moviera éste se rehusaba. JungKook siguió luchando con su mente y entonces lo consiguió. Sus brazos se movieron sin problema sorprendiendo a ambos hermanos.
—Eso es imposible, los humanos son débiles ante la magia.
—Quizás no soy humano como creía.
—Debemos decirle a mamá.
—¿Qué?
—Ella sabe más que ambos—le ofreció su mano ayudándolo a levantarse—Y es mejor hablar con ella que con papá en estas cosas.
—No quiero decirle.
—Oppa.
—Mira, tal vez tu magia no es muy fuerte, ¿No dijiste que tu nivel de magia era muy básico?
—Pero...
—Pero nada. Tal vez eso es todo lo que pasa, volvamos a casa, hace mucho frío aquí.
▪︎▪︎▪︎
Los invitados habían comenzado a llegar, el castillo estaba totalmente decorado para la celebración, el salón de baile estaba lleno de personas esperando a los dos menores de la familia Moon. JungKook acomodó el cuello de su camisa blanca mirándose al espejo, un chaleco negro con detalles dorados lo hacía parecer como un príncipe, como alguien poderoso al nivel de los brujos. Su cabello iba peinado hacia atrás exponiendo su frente, se sentía extraño vistiendo elegante, sus zapatos brillaban al estar pulidos, su pantalón oscuro estaba alisado por completo, toda esa imagen no era él.
Unos toques a la puerta de su habitación llamaron su atención, ChungHa apareció vistiendo un vestido celeste con pequeñas piedras en su torso, su cabello estaba recogido en una trenza larga.
—Ah, nana—el chico se señaló—¿Me veo como un tonto?
—Te ves como un hermoso príncipe—sonrió un poco—Quería hablar contigo antes de llevarte con YooRi.
—¿Mamá y papá están con los invitados?
—Están terminando recibirlos, sí—asintió—JungKook, lamento haberme enojado contigo por la mañana—tomó sus manos—Pero...—las apretó un poco—Sé que perderé mi trabajo aquí luego de decir esto.
No estaba entendiendo.
—¿Decirme qué?
—Primero debes prometerme que seguirás siendo el mismo.
—Nana, ¿De qué...?
—Promételo—ordenó.
—Está bien, prometo ser el mismo luego de lo que vayas a decirme.
ChungHa se armó de valor necesitando decirle la verdad, su miedo era que ese chico terminara herido de muchas maneras.
—Moon SonWoo y su esposa no son tus verdaderos padres.
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