Capítulo 25
Contagio

TaeBin quería irse a casa y pensar mejor en todo, pero mientras la poción no estuviera lista no podría hacerlo. Su madre se había sorprendido y preocupado ante ese intercambio tan raro, si bien sabía de la magia en la familia Moon, pero nunca esperó que su hija fuera víctima de ello. La joven quien ahora estaba en el cuerpo de YooRi se encontraba sentada en el banco del jardín del castillo, lo poco de nieve que quedaba empezaba a derretirse y el frío iba disminuyendo dejando un ambiente fresco como en ese momento.

—¿TaeBin? —ni siquiera se movió cuando escuchó esa voz que anteriormente le alegraba oír. Se sentía usada, como cuando era niña y los demás en la escuela se burlaban por ser adoptada—Nana me pidió que te buscara, YooRi está desayunando y quiere que comas algo—JungKook no obtuvo respuesta, ella sólo miró al suelo jugando con sus manos. Era extraño ver el cuerpo de YooRi actuar así.

Pero sabía que esa no era YooRi.

—No tengo hambre—susurró.

El chico tomó asiento a su lado y ella se alejó manteniendo distancia mientras miraba a otro lado.

—No sabía que tenía esos planes contigo, lo siento.

—Me sentía agradecida con él por haberme dado el trabajo—mantuvo sus ojos lejos de JungKook—Ahora me siento como si regresara en el tiempo y estuviera en la escuela. Debería acostumbrar a estas cosas.

JungKook intentó tomar su mano ocasionando que se levantara retrocediendo. Era la primera vez que lo estaba rechazando.

—No sé si enojarme contigo por no ser lo suficientemente honesto, enojarme con tu familia por usarme de esa manera o enojarme conmigo misma por creer que éramos amigos—en su rostro se notó la decepción—Lo siento, quisiera volver a casa y una vez esté lista la poción me avisen de ello.

JungKook se levantó del banco entendiendo como debía sentirse.

—Está bien, no te obligaré a estar en un lugar que te hace sentir incómoda. Te llevaré a...

—No, yo iré sola—hizo una reverencia antes de dirigirse al castillo sin siquiera mirarlo. El pelinegro chasqueó la lengua maldiciendo para sus adentros, caminó con paso firme sintiendo su enojo crecer, fue directo a la oficina de su padre dónde éste se encontraba sentado en el sofá con una expresión de cansancio.

—Primero deberías tocar—aconsejó SonWoo al verlo aparecer de la nada.

—¿Cómo pudiste hacerle eso a TaeBin?, ¿Y si la magia hubiera exigido su vida a cambio?

—Escucha, suficiente tengo con tu madre recordándome mis malas decisiones...

—Esa chica fue involucrada en esto cuando es inocente de lo que ocurre—apuntó—Lo que pasa entre YooRi y yo no tiene nada que ver con ella, si quieres solucionar mi maldición, no arriesgues las vidas de personas inocentes.

SonWoo rodó los ojos sosteniendo el puente de su nariz como si estuviera luchando por mantener la calma.

—Eres un niño malcriado.

—¿Qué?

—Deberías agradecerme por estar buscando una respuesta a tu problema, al parecer soy el único en esta familia que lo hace en lugar de encerrarse e ignorarlo.

—No voy a agradecerte por haber usado a TaeBin.

—¿Así que ahora te gusta ella? —se cruzó de brazos—Que bien, quería que te olvidaras de YooRi, puedo usar otra chica si eso es lo que te preocupa.

JungKook bufó sin creer lo que escuchaba.

—No hagas nada, eso quiero que hagas.

—No seas estúpido.

—No, soy racional, si la vida de YooRi, TaeBin o de cualquiera estará en peligro prefiero morir con esta maldición.

—¿Eres idiota? —reprochó—No dejaría que murieras sin intentarlo, eres mi hijo, ¿No te queda claro?

—Lo que me queda claro es que eres un brujo desalmado que no piensa en las consecuencias ni a quien afectará—indicó—Quizás por eso la magia tomó a YooRi para el intercambio, por ser un pésimo padre que quiere ser alguien que no es ni será.

SonWoo tensó su mandíbula fulminándolo con la mirada.

—Lárgate de mi oficina.

JungKook lo hizo azotando la puerta con evidente enfado, pasó por el salón donde hace tres meses bailaba en el cumpleaños de YooRi y se agachó en el suelo llevando sus manos a su cabeza. No quería afectar la vida de nadie, si bien no le había contado a TaeBin de su maldición porque quiso sincerarse con ella paso a paso, se supone que TaeBin era una amiga, ¿Entonces porque su rechazo dolía más de lo esperado?, también estaba el tema de YooRi, deseaba que las cosas no fueran tan complicadas con ella.

—Voy a volverme loco con todo esto—suspiró despeinándose con cierta frustración. Terminó por tumbarse en el suelo de aquel salón mirando el techo, respiró profundo de nuevo odiándose a sí mismo—Las cosas no están mejorando, están empeorando.

—Aquí estás—giró su cabeza observando a TaeBin o mejor dicho YooRi—TaeBin acaba de irse, nana intentó detenerla, pero le dije que era mejor dejarla—al llegar a su lado se agachó tomando asiento en el suelo de cerámica—¿Estás bien?

—No—respondió mirando el techo de nuevo.

—¿Discutieron?

—TaeBin se siente decepcionada de mí, no la culpo, me siento igual—susurró sin muchas ganas de hablar—Lamento que hayas sido afectada también, YooRi.

—Lamento haberte dicho eso sobre culparme por ti.

—No, está bien, al parecer sólo existo para darle problemas a todos—colocó su brazo sobre sus ojos—Estoy jodido.

YooRi se recostó en el suelo manteniendo el silencio por un rato, TaeHyung no sabía lo complicado que podía ser hablar con él. Le dolía saber que las cosas eran difíciles entre ambos y estaba comenzando a creer que quizás estaba siendo egoísta al querer algo que no podía ser. En resumen, estaba confundida con sus emociones.

—¿JungKook?

—¿Mmm? —murmuró sin moverse.

—¿Por qué dejaste que ella se acercara a ti? —JungKook apartó su brazo colocándolo debajo de su cabeza mirándola. Era extraño ver el cuerpo de TaeBin y saber que no era ella del todo—Querías alejarte de todos, te aislaste, pero...eres cercano a ella.

—Quería alejarme de todos y quiero hacerlo, al mismo tiempo me da miedo estar solo—intentó explicarse—Es una sensación que ni yo mismo sé explicar, no sé en qué momento comenzamos a hablar más, pero encontré agradable ese gesto.

—¿Te gusta?

—TaeBin es una amiga—intentó creerse aquello—Me importa y me preocupo por ella, es...—de nuevo dudó—Joder, no sé qué me pasa—se incorporó quedando sentado, pasó su mano por su cabello chasqueando la lengua—Estoy volviéndome loco, YooRi. No me entiendo, no entiendo muchas cosas y siento que cualquier cosa que diga afectará a alguien—YooRi imitó su posición—Lamento haberte hecho esto, lo siento.

—Me molesta, no te mentiré—ambos se miraron—Verla contigo me causa celos, me hace desear estar en su situación y experimentar ese tipo de sentimiento. Los vi bailar anoche, recordé cuando también bailamos en mi cumpleaños y...odio admitirlo, pero había una pequeña chispa entre ambos.

—No digas eso.

—¿Por qué?

—Porque siento que estoy lastimándote aún más—negó con la cabeza—Hay una conexión entre tú y yo, creo que nunca se irá, aunque intentemos seguir adelante...

—¿Sabes lo complicado que es ver esa chispa en dos personas? —tocó su brazo—JungKook, te gusta TaeBin y está bien. ¿Vas a mentir para hacerme feliz?, no lo hagas, entonces estaremos siendo egoístas con el otro.

—TaeBin es una amiga—insistió—No quiero una relación romántica, no puedo tener nada romántico, soy como una enfermedad y la persona que esté conmigo se contagiará—el nudo en su garganta se tensó—Debería irme muy lejos, así no enfermaré a nadie—se levantó—Me recostaré un rato.

YooRi lo miró alejarse en silencio, que pensara de esa manera le preocupaba y no esperaba pensar lo siguiente, pero le parecía la mejor manera.

"Debo hablar con TaeBin"

El amor es tan...complicado.