1. La oveja negra
Capítulo 1
La oveja negra
—Te juro que iba a pagarte—juntó sus manos aquel hombre. Se encontraba de rodillas frente al brujo quien estaba sentado cómodamente en el sillón de su despacho con sus piernas cruzadas—Yo...tenía el dinero, pero...
—Pero unos ladrones aparecieron inoportunamente, ¿No?—bufó—Me pediste que curara a tu hijo, si no hubiera sido por mí ahora mismo estaría muerto. ¿Quieres que tome su vida a cambio?
—No, no, por favor. Te pagaré, dame un poco más de tiempo.
—Los humanos tienen ese algo que detesto—el señor Moon con un gesto de su mano impidió que el hombre respirara. Éste llevó sus manos a su cuello sintiendo que algo invisible lo asfixiaba—Entre los brujos siempre que prometemos algo, lo cumplimos.
—Por favor.
—Prometiste darme la otra mitad de ese dinero, lo acepté al verte tan desesperado, debí tener en cuenta que un simple carpintero como tú no sería capaz de pagar por la vida de su hijo.
El hombre estaba totalmente rojo, sus pulmones no estaban recibiendo oxígeno, al despacho del señor Moon entró de golpe un muchacho alto, de buen físico, pelinegro y ojos grandes además de oscuros. SonWoo detuvo lo que hacía reprochándole con la mirada al chico.
—¿Qué te he dicho sobre interrumpir mis negocios?—el joven preocupado miró al hombre que recuperaba el aliento. Se acercó a él ayudándolo a levantarse—Moon JungKook—reprochó.
—Por favor, intente traer ese dinero pronto—pidió. El carpintero asintió apresurándose en salir de allí, SonWoo colocó a su hijo de rodillas en el piso con su magia—No parecía mentir.
—¿Qué te he dicho de los humanos?
—Pero padre...
—¿Qué te he dicho de los humanos?—repitió. El señor Moon era intimidante, tenía ojos oscuros, era alto, un poco musculoso y semblante serio la mayor parte del tiempo, su edad era algo que ni sus propios hijos conocía, según tenía entendido, los brujos envejecían hasta donde lo deseaban, nunca aparentaban su edad, pero su conocimiento en el mundo los hacía sabios muchas veces.
—Son criaturas mentirosas que se dejan llevar por sus emociones sin pensar en las consecuencias—bajó la cabeza.
—¿Quién me pagará el dinero que me debe?, ¿Lo harás tú?
—El señor Na te devolverá el dinero, no es su culpa que lo hayan robado...
—JungKook, ese hombre gastó mi dinero en licor y tú caíste estúpidamente en su mentira—ante eso el chico no supo que decir—Tienes suerte que el cumpleaños de tu hermana es mañana, de lo contrario estarías castigado.
—Lo siento.
Unos toques a la puerta le hicieron voltear allí, esta vez era una chica de cabello en rulos cayendo por su espalda hasta su cintura.
—¿Qué quieres, YooRi?
Era la menor de todos sus hermanos. Se llevaba sólo meses de diferencia con JungKook, la elegancia y belleza era heredada de su madre mientras que esa capacidad de manipular o intimidar sin duda era heredada de su padre. De todas sus hermanas, JungKook le parecía que Moon YooRi era un arma de doble filo. Sus ojos marrones siempre se mantienen atentos a lo que la rodean, sus labios ligeramente carnosos pocas veces dibujaban una sonrisa, su melena era azabache con algunos mechones rojos.
—Necesito llevarme a JungKook para el ensayo del baile.
—No irá, estoy hablando con él.
—Nana lo necesita.
—Dije que no.
—Ya lo sé, pero son órdenes de mamá—insistió tan fuerte como él—Oppa, muévete.
El chico se levantó con una reverencia a su padre siguiendo luego a su hermana. YooRi se detuvo en las escaleras que iban hacia el salón de fiesta, giró sobre sus talones ocasionando que sus rulos saltaran, levantó su rostro un poco mirándolo.
—¿Por qué siempre debe reprocharte?
—Porque todos sabemos que soy la oveja negra de esta familia.
—Entonces deja de intervenir en las cosas de papá.
—¿Te parece normal que torturen a personas inocentes?
—Esas personas necesitan pagar por los favores que hacemos...
—Significa que si te debo algo me torturarías hasta conseguirlo—acusó—Eres una gran hermana, YooRi.
—Oye, sabes que soy la que más se preocupa por ti.
Y le gustara o no, tenía que admitirlo.
▪︎▪︎▪︎
—Está casi perfecto—ChungHa se mostró entusiasmada. Era la nana de aquellos dos chicos, había cuidado de los demás hijos del matrimonio Moon, pero YooRi y JungKook eran un tanto especial para ella.
—Algo me dice que haré el ridículo mañana en la fiesta—el chico rascó su cabeza. ChungHa acomodó su cabello intentando calmarlo.
—No lo harás, te sabes los pasos para el baile, además, YooRi te guiará.
—Sólo debes mirarme a mí—comentó la menor.
—Nana, ¿Qué pasaría si los demás descubren que no tengo magia?—la miró con preocupación. ChungHa tenía su cabello rubio cayendo liso por su espalda—Tengo entendido que algo así sería una abominación para todos.
—Eso no pasará, hay mitos que son ridículos, eres parte de la familia y eso es lo que importa—colocó su mano en su hombro—Quizás conozcas a alguna chica, esta fiesta es para presentarlos a ambos en su mayoría de edad, muchas cosas suelen pasar en estas cosas.
YooRi hizo una mueca, no le agradaría nada que JungKook encontrara su alma gemela. Era muy dulce para estar con cualquier bruja.
—Volveré a mi habitación.
El chico se retiró dejando a ambas chicas solas. YooRi se quedó mirando hacia la puerta bajo la atenta mirada de su nana.
—¿Por qué no hablas con él?, he notado que últimamente tiene un semblante triste.
—Volvió a interrumpir a papá cuando cerraba su trato—explicó—También lo he notado muy aislado de nosotros.
—Intenta hablar con él, eres su hermana, debes ser su apoyo.
—Nana, ¿No deberían cancelar esta fiesta?, es muy arriesgado que descubran que...
—Tus padres quieren presentarlo. Sabes que no podemos ir en su contra, las cosas saldrá bien, ya verás.
La joven de cabello en rulos dudaba de ello, desde hace semanas había notado a su hermano muy aislado además de distraído. JungKook era diferente no sólo por ser el único varón entre sus hermanas, era más por el hecho de no poseer magia incluso al ser hijo de brujos.
Les recuerdo que esto es una versión madura como hice en Dream Glow. Aparecen los mismos personajes, pero la trama cambia un poco.
PD. La época de esta historia es de la era de princesas, príncipes y reyes.
PD2. La historia será corta, pero breve.
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