PRÓLOGO
Akito Shinonome Hitachiin (?)

"Entonces... se les ha declarado la guerra...??" murmuró Akito, confundido.

Su padre asintió, con rostro serio.

"Sí, anoche, toda la península de Tojita se ha visto submergida en un conflicto inesperado, a pesar de las eternas disputas entre ambos... dictadores."
Akito le interrogó con la mirada, antes de pronunciar palabra alguna.

"Dictadores? Te refieres a Kaito-sama y Gakupo-sama, con lo de dictadores, padre?"

Shiro asintió, ininmutable.

"Sí. Desde que tomaron control de su país, hicieron que dejaran de existir- prohibieron, mejor dicho- las votaciones publicas por el próximo presidente. Así que... sí, son dictadores."
Akito asintió, comprendiendo el peso de las acciones de ambos, y del poco respeto que su padre les profesaba.

"En todo caso... nosotros, como el país libre que cierra la península de Tojita, no debemos permitir que los ecos de la guerra nos lleguen- o que pasen al resto del continente de Murasaki." respiró, recobrando el aire para seguir hablando. "Por eso justamente, debo pedirte que, a pesar de que cualquiera de ambos países pueda pedirnos ayuda, debemos permanecer neutrales, por el bien de nuestra gente."
Akito quedó en silencio.

"Akito... por mucho que lo sientas, debemos cortar lazos también con la família presidencial... si le podemos llamar eso... de Akuninaru, y eso incluye a Toya."
Akito intentó ignorar el odio y la repulsión que empezaban a crecer en su pecho, y, con tanta convicción como puedo, hizo una reverencia, sonrió, se despidió de su padre, y salió de la estancia.

"Puto narcisista..." masculló. "Dictadores, y tanto. Se ha visto él mismo en un espejo...!?"

Corrió hasta su habitación, en el palacio imperial, y se echó sobre la cama que ocupaba.

Empezó a pegarle a los cojines, sus gritos de rabia, dolor y frustración quedando ahogados por los mullidos cojines de su cama.

"Cortar lazos con Akuninaru..." Cortar lazos con Toya...!? Hijo de-" su ira empezó a menguar. "Cortar lazos con Toya...?" se repitió. "Nunca."