CAPÍTULO SIETE
Tsukasa Tenma Kagamine

"Qué cojones quería esa...?" murmuró el rubio.

Miró a su alrededor.

La PIUM, la Polícia Inter-Urbana, departamento M, le rodeaba, acordonando el área alrededor del pequeño restaurante, y tratando de discernir lo que había ocurrido en la habitación reservada para Seiryuin, Sakaki Tsukasa, y quién era el culpable.

"Señor-" tosió uno de los agentes.
Tsukasa se giró, analizándole rápidamente.

Era un muchacho joven, de escasa edad, probablemente un novato en el cuerpo. Debe de ser una especie de ayudante para el resto... No parece tener tampoco demasiada experiencia con ese tipo de 'problemas'... Le sonrió, tratando de aparentar estar 'traumatizado' por los hechos sucedidos en el edificio.

"Sí...? Necesitan algo?"

El agente se revolvió, incómodo.

"Más bien... a pesar del destrozo que ha causado quién haya hecho esto-" no parecía saber como continuar.

Tsukasa le 'alentó a continuar', pulverizándole con la mirada.

"Digamos- que no había materia viva- o ningún resto del o de la criminal en cuestión-"
Tsukasa parecía divertido.

El agente parecía horrorizado ante eso.

Tsukasa sonrió, como si lo encontrara gracioso.

"Y no habrá acaso algún resto entre la sangre, los cuerpos, o- no sé, algo se habrán dejado, no creéis?"
Más agentes se les acercaron, al oírle levantar la voz.

"Mire, Tenma-sama, hemos tratado de hacer todo lo posible... pero esque no hay manera, no hay nada. Es un criminal impecable."
"O una criminal." recalcó Tsukasa.

Uno de los agentes de aspecto más veterano frunció el ceño, sospechando de sus palabras.

Sin decir nada más, Tsukasa se fue. Ya a cierta distancia, sacó su Propole.

Tras susurrar el nombre de alguien, varios segundos despúes, oyó la voz.

"Emu- no me mientas, sé que tú los mataste." siseó.

Una risa cantarina resonó por la plaza en la que Tsukasa se encontraba.

"Tardaste un rato en saberlo, no, Tsukasa Tenma Kagamine?"