·Página Uno - Capítulo Diez - Toya Tenma Kagamine·
CAPÍTULO DIEZ
Toya Tenma Kagamine
La sala se encontraba vacía, a parte de que Toya, y un trono sobre unos escalones, donde una figura se encontraba posada.
"Querías verme, Padre?"
La voz de Toya resonó en la amplia estancia, un eco que perduró varios segundos.
Kaito le miraba, su expresión calmada, pero seria al mismo tiempo. Lo habitual, supongo, razonó Toya.
"Padre, qué necesitas de mí?" repitió.
Kaito se irguió, y bajó los escalones desde el trono donde se encontraba, hasta llegar frente a Toya.
"No quiero quejas."
Toya se sintió confundido ante la abruptez de la frase. Que no me queje Sobre qué?
"Por supuesto, Padre." de nuevo, era su lado obediente el que se dirigía hacia quien le hablaba.
Kaito pareció satisfecho, y se dispuso a explicarle a Toya la decisión que había tomado, decisión que probablemente afectaría probablemente a Toya, pero que no le parecía molestar el haberla tomado.
"De acuerdo, hijo mío, por el bien del país-"
Toya desconectó momentáneamente. Hijo mío? Mi Pa- se corrigió mentalmente- digo, Padre me acaba de llamar hijo mío? Padre acaba de mostrar cariño hacía mí?
Despertó de su ensoñación, aún confundido por las palabras del presidente de Akuninaru, su 'Padre'.
"Lo siento, podrías- podrías repetírmelo, porfavor, Padre?" farfulló el del pelo bicolor, temiendo una negativa- o una bofetada.
Kaito bufó, frustrado, pero no atacó a su hijo.
"Estaba tratando de decirte que, con tal de afianzar nuestras relaciones políticas con Kanashi Yù, y posibilitar la futura unión de nuestros países, el rey Shōniseiai-sha y yo hemos decidido que su hija, Mafuyu Asahina y tú, contraeréis matrimonio."
El cuerpo de Toya quedó inmóbil. El primer pensamiento de Toya fue dirigido hacia Akito. Y qué pasará con Akito? Temía la reacción que pudiera tomar el pelinaranja. Temía que pudiese hacerse daño a sí mismo. Temía que pudiese encerrarse en sí mismo, y no salir más.
Toya sonrió, e hizo una reverencia ante Kaito, su corazón ardiendo.
"Por supuesto, Padre." se marchó de la sala, y echó a correr hacia los baños.
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