El regazo de Minori era suave,y Mizuki sabía que, de estar en un mejor estado, podría dormirse sobre él perfectamente.

Aún así, la única persona en la que podía pensar era Ena. Su pelo lacio, suave, marrón oscuro.

Sus grandes ojos también marrón oscuro, que la hacían pensar en chocolates cada vez que los veía.

Su voz, dulce pero con carácter y firme cuando le era necesario, la recomfortaba, y la echaba de menos cuando no la encontraba cerca, y entristeciéndola.

Ena...

"Ena Shinonome..." suspiró, sin darse cuenta.

Minori se movió inmediatamente, sorprendida.

"Ena? Eso es lo que pasa? Tha pasado algo con ell-?"

Mizuki sacudió su cabeza, sonrojándose, avergonzada por haber nombrado a Ena en alto.

"No! No ha pasado nada malo con Ena- o sea, Ena no me hizo nada-" trató de hacerse entender.

Minori asintió.

"De acuerdo." se levantó, y le sonrió. "Si necesitas algo, Mizuki, ven y dímelo, porfavor."

Mizuki le devolvió una sonrisa tímida, y se tumbó de nuevo en la cama.

Encendió de nuevo el teléfono, y buscó la conversación con Ena.

Ena no había dicho nada.

Yo- Hola de nuevo

Yo- Ena, lo siento mucho por lo de antes.

Los mensajes le salían como leídos, pero no recibía ninguna contestación por parte de Ena. Sigue enfadada, tal vez...? Gotas de sudor empezaron a formarse en su frente.

Yo- Ena, lo siento por comportarme como una idiota.

❦Enanan- No pasa nada, Mizuki, lo siento tmb.

Yo- Te quiero, Ena

❦Enanan- Yo también te quiero. Más te vale

volver aquí a visitarme pronto de nuevo, ok??

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