"Chi-chicos..." tosió la pelirrosa.
Los otros dos siguieron besándose, ignorando sus súplicas, aunque parecía ser la única, ya que el resto de personas del 'bar' parecían disfrutar del espectáculo, silbando y aplaudiendo.

"Parecéis prost-" empezó a decir Airi, pero Rui, le tapó la boca con la mano.
"Eso sobra." le soltó tajantemente.

Por fin, despegaron sus bocas, y volvieron a encararse con Airi.

"Entonces, necesitaba algo más, su majestad?" preguntó Rui con sorna, tratando de tocarle las narices.

Airi le atravesó la cara con una bofetada.

"Ni se te ocurra volver a llamarme así... retrasado de mierda..."
Tsukasa se alarmó, e iba a decir algo, pero vió a Rui riéndose, y Airi sonriendo un poco, y se lo tomó como una broma habitual entre ambos.

Airi les miró fijamente.

"También quería deciros que fuérais con cuidado por la calle... hay muchos homófobos por ahí fuera... la mayoría de la población..." suspiró, visiblemente deprimida al hablar de un tema que le afectaba profundamente, teniendo en cuenta que ella misma tenía una relación con una hija de familia noble de Akuninaru, Shizuku Hinomori, hermana mayor de la 'mejor amiga' de Saki Tenma Kagamine, Shiho Hinomori, además de heredera de la casa Hinomori, y conocida casual de Tsukasa.

Tsukasa empezó a levantarse, suponiendo que eso era todo, pero Airi le cogió de la mano.

Escalofríos corrieron por el cuerpo de este, y Airi lo volvió a sentar.

"Hay algo más." miró al suelo, tratando de esconder el sonrojo que le cruzaba toda la cara pecosa y jovial. "Quería... Quería disculparme contigo, Tsukasa, por dejarte de lado de niños, y todo lo demás."
Tsukasa razonó que, definitivamente, las disculpas no eran lo suyo, pero sonrió, y las aceptó.

"Bueno, avisadme cuando volváis a casa, y me despido de vosotros, si no os importa."
Rui y Tsukasa se marcharon entonces del establecimiento, y volvieron por las ajetreadas calles de la victoriana capital del país, Salzberg, hasta llegar a la residencia vacacional de la familia presidencial de Satralis, que poco o nada tenía que envidiarle al mismísimo palacio de la misma familia presidencial, o más bien dinastía de 'presidentes', de Meereswal.

Rui abrió la puerta, y reclamó la atención de cuan criado pudiera haber por ahí. Al no recibir respuesta, se llevó a Tsukasa corriendo, hasta llegar al dormitorio de su padre y madre.

Ya allí, se encaró con Tsukasa, sonriéndole, y le besó.

Tsukasa se encontraba confundido, al ver el ambiente supuestamente romántico, conformado por unas velas, la cama, y la oscuridad, pero Rui no le dió tiempo a reaccionar, y empezó a quitarle la ropa.