·Página Seis - Capítulo Tres - Nene Kusanagi·
"Porqué... porqué volviste así de rápido...?" preguntó Mizuki. "Pensé que tú y Reik habíais ido a tener una cita... no...?" miró al chico, sospechando las posibles razones para la repentina vuelta de Nene.
Reik miró hacia el suelo, evidentemente sintiéndose culpable por el comportamiento de Nene.
"Fue mi culpa... la besé sin que ella me diera su permiso..." murmuró, su voz, habitualmente cálida y alegre, ahora una que sonaba deprimida y sin rastro de la felicidad tan característica en él.
Mizuki, más que enfurecida, pareció curiosa.
"No sabía yo que había algo entre vosotros dos..." se dijo a sí misma. "Y aunque fueran solo sentimientos individuales, no una relación aún..."
Ahora Reik estaba además avergonzado.
Nene aún parecía un gato enfurecido, intentando zafarse del brazo de Mizuki, sin poder hacer nada. Nene podía ser tan escurridiza como quisiera, pero contra la fuerza de Mizuki y sus ganas de enterarse de chismes, en cualquier circunstancia, no podía hacer nada.
Finalmente, empezó a relajarse, y casi parecía que el vello se le hubiera erizado, y ahora estuviera volviendo a su estado normal.
"No..." gruñó la peliverde. "No había nada entre nosotros..." repentinamente decidió que aún le podría servir tener a Reik cerca, y se corrigió. "Bueno, a mí me gustaba él, y supongo que yo a Reik... me besó, en todo caso..."
Mizuki sonrió.
"Entonces... ahora que ambos estáis más calmados" dirigió una nada discreta mirada asesina a Nene, que sintió escalofríos. "Vais a... no sé, formalizar vuestra relación...? O esto acaso quedará como un desastre de proporciones épicas?"
A ninguno de los dos les parecía interesar el concepto de convertirse en la nueva telenovela personal de Mizuki, pero aún menos ser su nuevo chisme sobre relaciones que ni empezaron.
"Supongo.." farfulló Nene, aún medio confundida por los sucesos del día. Reik parecía estar de acuerdo.
Y Mizuki seguía sonriendo traviesamente, como si se oliera que esto sería su modo de divertirse durante un tiempo.
"Pues... como que veo que nadie va a dar el paso, yo os declaro pareja. Ale, acaso ahora ya véis qué fácil es?" les regañó Mizuki.
Nene y Reki cruzaron miradas, y asintieron. Sin más palabras, tanto él como Mizuki abandonaron la estancia, y se marcharon hacia sus respectivas estancias, dentro del palacio, como el resto de altos cargos del gobierno de Satralis.
Nene volvió a recostarse sobre la cama, esta vez con una amplia sonrisa. No porque tuviera pareja ahora, más porque, como a superior suyo en el ejército, Reik podría ayudarla a escalar de puestos en el trabajo- y facilitar la independencia de la región de Hanran.
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