Nene pasó por su lado, sin dirigirle ni la mirada.

Mizuki, más que sorprendida, pareció dolida, aunque le sería costumbre, ya que sin hacer nada más, pasó tras ella, entró en la sala de reuniones, y se sentó en su correspondiente asiento.

Nene se sentó en su silla designada, e, inmutable, miró al frente, hacia Mizuki, pero solo un poco sobre ella, de nuevo ignorando su mirada a propósito.

"Empecemos."
Nene levantó su mano. Nadie en la sala pareció sorprendido.

"Sí, Kusanagi, qué dice tu... informe...?" farfulló Mizuki. "Por favor... habrás hecho al menos un resumen, no...?"
"Por supuesto, Mi-" al ver el rostro de sorpresa, y de felicidad que ponía la pelirrosa, se corrigió. "Kamui-san..."
Bajó la mirada, intentando disimular el hecho de que su corazón ahora fuera a mil por hora. Seré estúpida...? Casi le llamo por- por su nombre... Levantó la vista de nuevo.

"Según los informantes entre mis soldados, en el Oeste de Satralis aún no ha habido ningún conflicto con las tropas de Akuninaru." respiró, tomando aire para seguir. "Aún así se decidieron a transmitirme el miedo y la preocupación que sienten los habitantes de Bächerdamm ante un ataque de las tropas de Kaito-sama..."
Nadie dijo nada. Pasaron por alto su informe, casi como si intentaran que se sintiera ignorada.

A Nene le dio igual.

Nunca le había importado demasiado lo que los demás pensaran sobre ella, aún menos lo que le hicieran.

O, en todo caso, se había obligado a que no le importara nada de aquello. Ella misma se había convertido en una especie de androide, de robot siempre dispuesto a hacer un trabajo eficiente y impecable.

"Nen- Kusanagi. Algo más que añadir tras tu... o sea, tras tu informe?" Mizuki rompió el silencio que se había formado sin que Nene se hubiese dado cuenta. Esta se recriminó por no haber estado lo suficientemente atenta a su alrededor. "Nada más...? Tus informantes no han dicho nada más? Al fin y al cabo, se encuentran en el frente militar. Algo deb-"
Vió a Nene sacudir mínimamente la cabeza, y sabiendo que eso era todo lo que iba a conseguir sonsacarle, decidió dar su último informe como un caso perdido.

"Bien..." murmuró otra de las generales del ejército de Satralis.

Mizuki y Nene rompieron el vínculo de sus miradas, de nuevo sin casi haberse dado cuenta de que habían estado mirándose.

Mizuki tosió.

"Pues..." parecía parcialmente alterada. "Pues nada. Procedamos a seguir con... con los planes estratégicos..."