"Tsukasa-k-kouhai-" bostezó Toya.

Tsukasa le miró. Su expresión somnolienta le proporcionaba un aire de inocencia que le favorecía. No es difícil ver porqué encandiló a Akito... No podía evitar pensar que seguramente era la inocencia que Tsukasa aparentaba poseer lo que había atraído a Rui, quien era más bien todo lo contrario.

Bufó, exasperado por sus propios pensamientos.

Yo pensaba que Toya y Akito estaban adictos el uno al otro, pero yo no puedo dejar de pensar en el idiota de Rui... su pecho empezó a arderle. Lo cuál probablemente a mí también me convierte en un imbécil total... Enamorarse de alguien así... ¿Qué me pasa...?

Aún así, a pesar de tildarse a sí mismo de idiota, no podía culparse por pensar en Rui.

Su sonrisa, semejante a la de un felino que es perfectamente consciente del caos que acaba de ocasionar.

Su pelo, que para Tsukasa olía a como según su madre debían oler los ángeles.

Ángeles... Rui es mi ángel salvador.

"Tsukasa..."

Por enésima vez, los quejidos lastimeros del adormecido bicolor hicieron que Tsukasa recobrara la consciencia.

Miró a Toya, su mirada cargada con un poco más de rabia de la que pretendía dejar entrever.

"Qué ocurre, Toya?" preguntó, el eco de su pregunta resonando en los vacíos pasillos que les rodeaban. Porque, en ese palacio tan grande, era extremadamente difícil encontrarse con alguien sin pretender hacerlo. No pocas veces se había perdido alguien entre los laberínticos pasadizos mientras jugaban al escondite.

"Estás muy frío, Tsukasa..." farfulló Toya. Un ataque de tos acompañó el quejido.

Tsukasa quedó turbado. Acaso el heredero al trono del país, además de tener un brazo mutilado, había enfermado? Podría haber sido causa de una infección- por parte del brazo...?

Dejó a Toya en el suelo, quién se tambaleó, tratando de encontrar el equilibrio, antes de caer desplomado en el suelo.

Tsukasa se arrodilló junto a él, poniendo su mano en la frente del mayor de los Tenma Kagamine.

Quemaba.

Apartó la mano, sus sospechas confirmadas. Acaso Toya no puede dejar de recibir por todas partes? Una boda con alguien a quien ni conocía, casi. La mutilación de su mano.

Y ahora esto...??

"Toya, te tengo que llevar a la enfermería." su voz rompió el silencio.