Era una mañana de mayo, justo en el día de las madres y Jimin y Jungkook irían a visitar a los padres del alfa quienes se encontraban muy ansiosos por conocer al fin al omega de su hijo menor.

Alfa y omega ya llevan 5 meses de relación en los que ya habían discutido, divertido e incluso el omega ya había pasado su celo con el rizado, su relación estaba lejos de ser perfecta, pero estaban bien con ella, les gustaba el tiempo que pasaban juntos como pareja.

Jimin solía acompañar a Jungkook a jugar golf y Jungkook acompañaba a Jimin a cada una de las pasarelas a las cuales asistía, hacían las compras los fines de semana, de vez en cuando salían al centro comercial y se turnaban por semanas para quedarse en el departamento del otro, Jimin ya había llenado el clóset de Jungkook con sus prendas y Jeon había hecho lo mismo con el closet de Park, todo eso ya lo habían hecho una rutina.

—¿Y si le caigo mal a tus padres? —preguntó mordiéndose las uñas por lo nervioso que se encontraba.

Estaban en la habitación del omega quien se estaba arreglando para el desayuno con sus suegros y Jungkook solo lo estaba observando detenidamente en lo que esperaba a que Jimin estuviese listo.

A Jungkook le gustaba mucho poder observar al ojiazul, creía fervientemente que Jimin era una persona a la cuál podías sentarte a admirar todo el día y jamás tendrías suficiente de eso, aquel omega tenía su total devoción.

—Tranquilo, omega —Jungkook amaba llamarlo así, porque sí, era su omega y de nadie más. Aplastaría a quien quisiese quitárselo—. Les vas a caer bien —dijo desde la cama del ojiazul levantándose de ésta para caminar hacia donde se encontraba parado el antes mencionado con sus nervios a flor de piel—. Ya le he hablado a mamá y a papá sobre ti y esperan con ansias conocerte —sonrió y dejó salir un poco de su fuerte olor cuando ya estaba a centímetros del cuerpo del contrario para poder tranquilizar al omega que su lobo rugía por calmar.

El lobo de Jungkook se alteraba por cualquier signo de que su omega no la estuviese pasando bien, comenzaba a gruñir y a arañar desesperadamente para proteger y tranquilizar a su pareja, aunque solía ser un tanto, por no decir, muy posesivo con el ojiazul, el omega no se quejaba en lo absoluto, de hecho, le gustaba y sobre todo cuándo eran sus días de celo.

Jimin inhaló todo el delicioso olor que su alfa desprendía, amaba su olor a whisky, madera y césped, era su fragancia favorita en el mundo, pero está vez olía más fuerte de lo usual, sobre todo el whisky que tenía un olor que picaba en sus fosas nasales, aunque no le tomó ninguna importancia y se lanzó a los brazos del alfa para unir sus labios en un lento y húmedo beso.

—Bien, ya estoy listo, vamos antes de que me arrepienta —se separó del cuerpo del ojiverde y salió de la habitación siendo seguido del alfa.

Ambos salieron del departamento de Jimin y se dirigieron al auto del alfa, la casa del padre omega del alfa estaba un poco lejos de donde vivía y ya se les estaba haciendo un poco, por no decir, muy tarde.

Durante todo el camino se fueron gastando un par de bromas y hablaban de cualquier cosa que les pareciera interesante, se la llevaron así la media hora que tardó el viaje, Jungkook se estacionó frente a la bonita casa de sus padres quienes asegura ya se encontraban un poco ansiosos y desesperados por conocer a su yerno. Ellos solo querían conocer al omega que logró enamorar a su hijo a quién no le importaban las relaciones formales.

—¿Es muy tarde si digo que quiero regresar? —dijo en un chillido, no tenía la buena suerte de caerle bien a sus suegros, en especial a los omegas que se ponían muy celosos al ver a sus hijos con otro omega, al parecer de Jimin exageraban demasiado pero no les podía decir nada.

—Si, es muy tarde —respondió el alfa tomando en un agarre un poco fuerte la cintura del omega para cargarlo sobre su hombro.

—¡Jungkook! —resongó Jimin mientras daba pequeños pataleos sobre el hombro de Jungkook.

Jeon le dio una nalgada que hizo soltar un grito agudo al omega por la sorpresa haciendo que sus mejillas se colorearan de un tono carmín.

—Deja de estar de llorón, omega —sentenció el alfa—. Mis padres ya deben de estar esperando —ignoró los quejidos de Jimin mientras caminaba a paso rápido hasta la entrada de la bonita casa donde bajó por fin al omega quien tenía un lindo mohín en sus labios.

—Ya no te quiero, eres malo conmigo —cruzó los brazos y volteó su rostro indignado hacia un lado para evitar ver al mayor.

—No digas eso, omega, yo sí te quiero —alargó su brazo hasta jalar a Jimin por su cintura para apegarlo a su cuerpo en lo que tocaba el timbre de la casa donde se crió y olisqueaba al omega en su fuente de olor.

Jimin también enterró su rostro en el pecho del alfa para poder inhalar más de su rico aroma. Su lobo interior se encontraba ronroneando por el exquisito olor de su alfa.

Unos segundos más pasaron cuando un omega de ojos verdes un poco más alto que Jimin abrió la puerta con una enorme sonrisa pintada en su rostro.

—Cachorro —dijo en tono dulce el omega más grande—. ¿Cómo estás? —preguntó mirando curioso al omega que estaba aferrado al cuerpo de su hijo menor.

—Estoy bien, mamá —respondió con una sonrisa mostrando sus dientitos.

—¿Él es Jimin? —inquirió el omega mirando al castaño con ternura.

Jimin sacó su rostro del pecho del alfa con un leve color carmín decorando sus mejillas por ser visto en aquella posición por la madre de su pareja, no había notado que el omega ya estaba afuera por estar tan perdido inhalando del delicioso aroma de Jungkook, el olor a whisky madera y césped lo volvía loco.

—Si, yo soy Jimin —respondió con una sonrisa—. Mucho gusto, señor Jeon —extendió su mano para que el padre omega de su alfa la tomara.

—Oh, cariño, dime Mark, eres prácticamente familia, no hace falta formalidades —restó importancia empujando a su hijo a un lado para abrazar al omega ojiazul quien aceptó gustoso el abrazo haciendo que su cuerpo deje de estar tenso por los nervios.

Jungkook gruñó en desaprobación por el acto de su madre. Su alfa estaba siendo más posesivo de lo usual.

—Mío, mi omega —gruñó el alfa apartando a su madre con delicadeza y tomado nuevamente a Jimin por su cintura para enterrar su rostro en la fuente de olor del castaño y marcarlo con el suyo.

Jimin simplemente se dejó hacer sintiendo a su lobo ronronear mientras movía su colita por lo feliz que lo hacía ese tipo de reacciones por parte de su alfa

—¡Jungkook! No seas grosero —regañó riendo el omega ojiverde. Le causó gracia lo posesivo que estaba su hijo con su pareja—. Ya hay que pasar, tu padre también quiere conocer a tu omega —sonrió.

Los tres pasaron al interior de la casa donde se encontraba Ryujin junto con su omega y su padre alfa sentados en la sala dándose cuchicheos entre ellos hasta que vieron a la pareja entrar en la habitación junto con el omega del alfa mayor y se pusieron rígidos en su lugar, los tres se callaron abruptamente y los miraron con una sonrisa.

Jimin solo se mantenía pegado al cuerpo de su alfa, estando un poco cohibido al recibir miradas curiosas de parte de los demás en el lugar.

—Jungkook, hijo, ¿Cómo estás? ¿Él es Jimin? —el primero en hablar fue el alfa más grande de la familia con una enorme sonrisa dirigiendo su mirada al omega ojiazul.

—Estoy bien, gracias por preguntar —se quejó—. Y sí, él es Jimin. Mi omega —dijo lo último volteando a ver al castaño que se aferraba a su cuerpo con una pequeña sonrisa plasmada en sus labios.

—Es un gusto conocerlo, señor Jeon —saludó el omega sin moverse de su posición a lado del alfa ojiverde.

—Ya somos familia, llámame Jackson —dijo con una sonrisa el alfa mayor de los Jeon la cuál Jimin imitó amablemente.

—Hola, yo soy Ryujin, la hermana mayor del cabeza de nido que tienes como pareja —se presentó la alfa mientras reía burlona al ver la cara de molestia de su hermanito.

—Me tienes envidia porque mi cabello si está bonito, no como el tuyo —se defendió el alfa indignado porque sus rizos fueron llamados nido.

Jimin solo dejó escapar una bajita risita por la actitud tan infantil de su alfa con su hermana. Le parecía muy adorable y gracioso el comportamiento de ambos alfas.

—¡Jungkook! ¡Ryujin! —regañó el omega mayor de la familia con una sonrisa en su rostro, amaba a su cachorros.

—Yo soy Beomgyu —se presentó con una bonita sonrisa—. El omega de Ryujin —se posicionó al lado de la alfa ojiverde y la miró con brillo en sus ojitos.

Después de presentarse entre sí, el omega mayor de la familia dijo que era hora del desayuno, así que todos se dirigieron al pequeño patio que había en la parte de atrás de la casa, y colocaron todas las cosas sobre la mesa que había en el lugar para poder convivir y conocerse aún más entre sí.

Todo iba muy bien, Jimin se sentía muy cómodo estando con la familia de su alfa a su alrededor, Jungkook estaba sentado a lado de él y le daba pequeñas caricias sobre su muslo debajo de la mesa mientras platicaba con sus padres. El ojiazul luchaba por no dejar que su omega se pusiese a ronronear por el toque del mayor sobre él.

—Jimin, ¿a qué te dedicas? —preguntó curioso el alfa mayor.

—Yo... Mmm, soy modelo, a veces hago pasarelas para distintas marcas de ropa, de hecho, tengo una la semana entrante —respondió amablemente encogiendose de hombros.

—Oh, es fantástico, mi sueño frustrado siempre fue ser modelo pero apenas y me logro mantener de pie con los zapatos altos y he escuchado que son muy exigentes antes de cada pasarela —dijo la alfa con emoción uniéndose a la conversación haciendo una muñeca con lo último.

—Si, de hecho, lo son demasiado y mañana debo iniciar mis ejercicios y una nueva dieta —respondió para después beber un poco de agua.

Los demás solo prestaban atención a la conversación que mantenían Ryujin y Jimin.

—¿Y para qué marca vas a modelar la semana entrante? —inquirió emocionada la alfa, ella siempre quiso entrar a ese mundo y que su cuñado esté dentro de él hacía que quisiera bombardearlo con muchas preguntas al respecto.

—La pasarela es de "La perla", es una marca italiana de lencería —respondió la pregunta de su cuñada. Jimin después de decir lo último, sintió cómo una mano se apretaba fuertemente sobre su muslo y un olor a whisky se hacía más fuerte.

El alfa de Jungkook se estaba sintiendo muy inquieto, ya había acompañado a Jimin a varias pasarelas y en ellas siempre habían varios alfas que le molestaban porque nunca solían quitarle la mirada de encima a Jimin y eso no le gustaba, Park entre risas por su actitud le había explicado que era normal porque ellos veían la ropa y no a él pero eso no convencía al lobo del ojiverde, sobre todo porque en una de ellas había escuchado a un alfa decirle a uno de sus amigos que aquel omega de ojos azules estaba bien bueno y quería tenerlo en su cama solo para él y eso había hecho que el humor del alfa empeorara todo lo que duró el desfile dando como consecuencia que saliendo del lugar, hiciera suyo a su omega dentro de su auto y terminara anudándolo 2 veces en el vehículo y otras 3 veces más en su departamento.

Ryujin al ser alfa notó aún más el olor a posesividad que dejaba escapar su hermano y sonrió socarrona, tomaría provecho de la situación y lo haría enfadarse un poco más, le divertía ver celoso al alfa.

—¿Jungkook te va a acompañar? —preguntó al omega mirando de reojo a su hermano.

—No, Kook dijo que no podía porque... —Jimin fue interrumpido rápidamente por el rizado.

—Si, yo lo voy a acompañar —respondió con su mandíbula tensa por la idea de todos esos alfas viendo el cuerpo semidesnudo de su omega, sabía que era parte de su trabajo pero no podía evitar sentirse un poco celoso ante aquella idea y su alfa no estaba mejor, quería gruñir ante aquella imagen de alfas deseando tener a su omega

—¿No habías dicho que no podrías porque pasarías ese día con Jin? —preguntó con su entrecejo fruncido.

—Cambié de opinión —dijo mirando a los ojos azules de su pareja. La mano del alfa comenzó a subir lentamente por todo el muslo del omega hasta llegar a su ingle por encima de la tela del pantalón.

Jimin no sabía porqué el rizado se estaba comportando así.

—Jungkook, tus papás están a menos de un metro de distancia —regañó en voz baja.

—No me importa.

Jimin rodó los ojos y decidido a quitar la mano de Jungkook de su cuerpo, tomó la muñeca del alfa para jalarla y apartarla pero la piel hirviendo de este lo tomó por sorpresa.

—¿Estás bien? —preguntó notando que las mejillas del alfa estaban rojas y la piel de su frente un poco aperlada por el sudor así que llevó la palma de su mano a la mejilla del mayor para verificar la temperatura de su piel—. Jungkook, estás hirviendo —dijo preocupado.

—Yo, creo... creo que es mi celo, lo había olvidado por completo —cerró los ojos con fuerza llevando su cabeza hacia atrás mientras comenzaba a liberar su fuerte olor a whisky, madera y césped.

—Jungkook, hijo, ¿estás bien? —preguntó preocupado Mark con su ceño fruncido al ver a su hijos con sus mejillas muy rojas.

—Es... dijo que... su celo —Jimin ya no podía formular bien las palabras porque el alfa había comenzado a liberar todas sus feromonas para atraer al omega y éste estaba siendo afectado por el delicioso olor y solo quería que su alfa se aliviara usando su cuerpo hasta el cansancio, deseaba que su pareja lo tomara ahí mismo para hacerlo sentir bien.

A comparación de Jimin quién solo quería tirarse encima del alfa, Beomgyu, el omega de Ryujin estaba pegado a la fuente de olor de su alfa, el extraño olor no le gustaba y solo quería que su alfa lo marcara con su aroma y lo llevara a otro sitio donde no oliera a alfa entrando en celo.

—Hay que llevarlo a su habitación —habló Jackson caminando en su dirección para llevar a su hijo hasta el interior de la casa.

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Después de tanto tiempo les traigo este extra.

Tuve que volver a leer la adaptación porque no me acordaba de algunos nombres y características, así que perdón si olvidé corregir algo.

Probablemente la autora publique un segundo extra pero no es seguro, de todos modos les estaré avisando si es que lo sube.