Capítulo 15.
Jimin y Jungkook junto a toda la familia del omega irían a un lago con cabañas a la que solían ir todos los años, acababan de preparar todas sus cosas y lo que llevarían ya estaba arriba de los autos.
—¡Yo quiero ir adelante! —gritó Jimin apartando el asiento del copiloto.
—No puedes hacer eso —protestó Yoongi acariciando su pancita de casi 8 meses.
—¿En serio? Es lo que acabo de hacer —frunció su entrecejo.
—Yo no quiero ir atrás con él —señaló a un alfa que se veía desalineado e iba fumando un cigarrillo y estaba al lado de la tía de Jimin.
—¿El tío Jehyun? No hace nada —dijo con una sonrisa la omega más grande.
—Pero dijimos que sería un viaje de omegas —recordó.
—No puede conducir por su glaucoma —respondió la omega.
—Yoon, ven, sube al auto —llamó Eunha, quién sería la que conducirá hasta el lago.
El omega muy a su pesar se subió.
—Ugh, ese olor —hizo una mueca de asco Yoongi.
—¿Su olor es a marihuana? —preguntó Eunha.
—Si —respondió el alfa con su voz forzada.
Jimin quién ya estaba sentado en la parte de enfrente volteó a ver a su hermana soltando un chillido agudo con ella.
—Amo el olor a la marihuana, ¿podrías desprender más tu aroma? —dijo la rubia.
—Oigan, vamos a salir en familia y pueden oler que tienen el aroma de otro alfa, no sean irrespetuosos —dijo con suspiro Yoongi.
—Yoon, solo te falta un mes para tener a tu cachorro, necesitas relajarte un poco —le dijo Jimin volteándose sobre su asiento para mirar al omega.
—Después no tendrás tiempo para nada —confesó Eunha.
—No importa, con que mi cachorrito esté bien lo demás es lo de menos —dijo simple el omega.
—Que pena —dijo el alfa con una mueca que hizo fruncir el rostro del omega en una mueca de molestia.
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Después de media hora en auto, los omegas llegaron al lago donde ya se encontraban los alfas entre risas y gritos tirando explosivos como diversión, los omegas solo los observaban desde el segundo piso de una de las cabañas donde se encontraban platicando de cualquier banalidad.
—¿Qué tienen los hombres con los explosivos? —preguntó Jimin después de ver a los alfas viroteando.
—Es por su pene —respondió la tía de ojiazul.
—¿Qué tienen que ver las explociones con esas partes? —preguntó el omega embarazado.
—Es como... masturbarse, los alfas viven para los orgasmos, si no están cogiendo, están soñando con coger o explotan cosas, lo mejor después de coger —explicó obvia la omega más grande tomando asiendo en uno de los sillones que había.
—Entonces todos allá abajo están pensando en... —hizo un ademán raro con su rostro en una mueca de desagrado.
—Coger —susurró Jimin desde donde estaba recostado. Eunha rió por lo dicho—. Ya dilo, enserio —dijo riendo.
—No necesito decirlo —se encogió de hombros.
—Yo creo que sí —respondió Jimin.
—Ya dejalo en paz —dijo Eunha entre risas.
—¡No! Está embarazado y no quiere decir la palabra coger —dijo Jimin—. Necesita aprender a expresarse, no cerrarse y estar reprimido —explicó el castaño—. Vamos, dilo, coger, coger, coger —dijo en un canturreó parándose de dónde se encontraba y acercarse a la barandilla donde se encontraba recargado Yoongi.
—No —se negó riendo.
—Anímate, coger —dijo simple Jimin con una sonrisa maliciosa.
—No —se negó de nuevo.
—Coger —repitió más insistente.
—Que no —dijo con voz chillona.
—Coger —repitió una vez más el ojiazul.
Yoongi lo miró mal con su ceño fruncido.
—¡Coger! —gritó fuerte en un tono chillón—. ¡¿Ya están contentos?! —preguntó en un grito que todos escucharon pero que fue ignorado al escuchar un estruendo.
—Oigan, ¿tenemos un botiquín de primeros auxilios? —preguntó entre suspiros entrecortados Taehyung.
—Tal vez banditas, ¿por qué? —preguntó Jimin.
—Jungkook, él... se quebró un dedo —explicó encogiéndose de hombros
—¡Oh, por Dios! —gritó Jimin preocupado.
—De acuerdo, todo el mundo permanezca calmado, Yoon, ve a conseguir hielo y una bolsa —dijo Jinyoung—. Tae, tú ve a buscar algo con qué hacer una férula —ordenó la alfa.
Todos llegaron con lo pedido.
Jungkook se encontraba ya sentado en una de las bancas cerca de la cabaña con una expresión de dolor al notar como su dedo corazón estaba quebrado.
—Deben llevarlo al hospital —volvió a hablar la alfa de Eunha.
—De acuerdo, Jimin, lleva a Jungkook al hospital, nosotros vamos a levantar todo e iremos en cuanto podamos —habló la hermana del castaño mientras el alfa se paraba aguantando el dolor en su mano.
Jimin se quedó perplejo cuando su hermana dijo que él debía llevarlo al hospital, no sabía conducir y no le gustaban los hospitales.
—Por favor, yo, yo no, yo no soy bueno con nada de esto —dijo Jimin desesperado cuando Jungkook estaba recargado en su hombro mirando con súplica a su hermana.
—Si, tranquilo, tú puedes —trató de calmar la omega.
—No, no puedo —dijo suplicando.
—Si puedes, respira, respira —animó la omega.
Jimin comenzó a caminar casi llorando por el pánico que sentía junto con Jungkook a su lado hacia la camioneta de Eunha.
—Estarás bien —animó Taehyung cuando alfa y omega ya se encontraban dentro del auto.
—Es mi dedo grosero, no puede quedar mal mi dedo grosero —se quejó Jungkook con una mueca por el dolor que sentía.
—¡Ya cállense! —gritó Jimin ya que estaba muy nervioso y debía arrancar el auto.
Cuando por fin pudo encender el motor, aceleró por error.
Casi choca con otro de los autos que estaban ahí pero logró frenar a tiempo, provocando que sus cuerpos se fuesen al frente y la mano del rizado chocara con el tablero haciendo que soltara un quejido de dolor.
—Oh, por Dios, lo siento —se disculpó un poco más nervioso—. ¿Te duele mucho? —preguntó preocupado.
—No, solo se dobló un poco —dijo sarcástico el alfa.
—¿En serio? —preguntó bajito.
—¡No, no es cierto! —gritó con su rostro fruncido en una mueca de dolor.
—¡No me grites porque me pongo más nervioso! —se quejó volviendo a intentar salir de dónde estaban—. No tengo licencia para conducir —explicó con sus manos temblando sobre el volante.
—¿No tienes licencia? —preguntó con preocupación el mayor.
—La tenía, expiró... hace un tiempo —explicó tratando de hacer de reversa el auto.
—¡Santo cielo, Jimin! —gritó el alfa con desespero.
—Lo sé, pero puedes callarte y hacer tu mano para otro lado, me perturba como se ve —pidió en un chillido.
—Ay, perdón, no quieres alterarte, ¿verdad? —bufó el ojiverde.
Jungkook decidió revisar las cosas en la aguantera del auto para distraerse y encontró una bolsita con marihuana dentro.
—¿Tú hermana fuma marihuana? —preguntó sorprendido.
—Hay un encendedor ahí —respondió dándole por fin la vuelta al auto para poder salir.
—No consumo drogas —contestó.
—¿Y te consideras atleta profesional? —dijo con la vista al frente para no chocar.
—¡Cuidado! —gritó Jungkook.
Jimin había pasado sobre unos arbustos que estaban al lado del camino.
—¡Ay, Dios! —gritó asustado.
—¡Más despacio! —pidió el alfa—. ¡A la derecha! —gritó desesperado cuando el menor pasó sobre otro arbusto.
—¡Lo siento! —se disculpó cuando por fin llegó a la carretera principal.
—¡Jimin, un auto! —exclamó el mayor.
El menor maniobró y logró esquivar al auto que venía de frente.
—¿No podemos pedir un Uber? —lloriqueó el omega.
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