Jimin sonrió cuando reconoció aquella voz perteneciente al alfa alto de ojos verdes y cabellos rizado rebeldes.

—Feliz año nuevo para ti también, alfa —deseó con una bonita sonrisa pintada en su fino rostro el omega.

—¿Quieres ir a seguir bailando? —tomó la mano del ojiazul.

Jimin sintió una especie de corriente eléctrica cuando el alfa tomó su mano pero logró disimular su reacción de sorpresa con mucha habilidad.

—De acuerdo, vamos —aceptó con una enorme sonrisa.

Alfa y omega siguieron bebiendo y bailando un par de horas más hasta que ya eran pasado las 3 de la mañana y ya era hora de que Jungkook llevara al omega a su casa.

Los dos salieron del lugar entre bromas y risas propinadas por parte de ambos mientras se dirigían al auto de Jungkook, el cuál era un bonito Range Rover Evoque color azul.

Cuando ambos estuvieron dentro del vehículo, el rizado lo puso a andar y se encaminó hacia el hogar del rubio quien iba totalmente callado pero con una sonrisa plasmada en sus labios en el asiento del copiloto.

—Esta noche no fue una mierda, de hecho, tuve una noche bastante buena —trató de hacer conversación viendo al bonito chico de reojo quién ya solo iba observando las luces que adornaban las calles de la gran ciudad.

—Sí —concordó—. Digo, no fue la peor noche de mi vida —dijo alegre encogiéndose de hombros.

—¿Que harás para San Valentín? —preguntó curioso el alfa deteniendo el auto y volteando a ver al omega cuándo la luz del semáforo indicó rojo.

—Eso es en dos meses —respondió con el ceño fruncido.

—Lo sé, pero si te lo digo de una vez, tal vez no termine haciendo algo estúpido —dijo cómo si fuese obvia su respuesta.

—Mmm, estoy halagado pero dos meses es un largo tiempo, ¿sabes? —bajó su mirada a sus manos entrelazadas sobre su regazo comenzando a jugar con sus deditos—. Muchas cosas podrían pasar en dos meses —respondió.

El alfa se sintió herido pero no lo demostró.

—Seguro —dijo en una sonrisa tensa volviendo su rostro al frente de la carretera cuando el semáforo indicó verde.

Ambos se sumieron en un silencio un poco tenso y un poco incómodo así que Jimin decidió hablar.

—Y si no pasa, tengo pendiente una cita en la tienda de golosinas, entonces, estoy bien —dijo un poco bajo llevando su mirada a la ventanilla para observar los edificios de alrededor.

—Ah, está bien, claro —dijo sin quitar la vista de la carretera para que el omega no notara la decepción en sus ojos.

Estuvieron andando sobre la carretera unos cuantos minutos más antes de que el alfa estacionara su auto frente a la bonita casa del omega.

—Yo... mmm... gracias —dijo lo último como si fuese una pregunta abriendo la puerta del auto para salir de éste—. Feliz año nuevo otra vez, o eso creo —dijo juntando sus labios color cereza en una línea fina con la mirada en el suelo ya afuera del auto.

—Si, de nada, feliz año nuevo, omega —susurró lo último antes de que el ojiazul cerrara la puerta y se diese la vuelta para caminar en dirección a su casa.

Jungkook se marchó de ahí con un suspiro mientras evitaba mirar hacia atrás, donde se encontraba aún el omega parado viendo cómo el alfa se iba.

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Ya era día de San Valentín, y el omega se encontraba con su cuñado y hermana en el centro comercial dentro de uno de los locales de Starbucks platicando sobre cosas totalmente banales.

—¿Cómo que no tienes una cita para San Valentín? —preguntó sorprendido en un tono chillón su cuñado.

—No lo digas cómo si te hubiera dicho que tengo cáncer —entrecerró sus ojos tomando más de su rico café.

—Pero es día de San Valentín —dijo cómo si fuese obvio que debía tener una cita.

—No, es viernes, y voy a tomar un largo y caliente baño, abriré una botella de vino, me consentiré con unos cuantos chocolates, y quién sabe, tal vez hasta vea un poco de porno —dijo encogiéndose de hombros.

—No puedes ver porno en San Valentín —dijo el omega con su ceño fruncido diciendo muy bajito la palabra "porno" y sonrojandose al decirla.

—Especialmente deberías verlo el día de San Valentín —se mofó el ojiazul.

—Ashg, entonces, ¿quién es ese lindo medico?, ¿cómo se llama?, ¿Chanyeol?, lo deberías llamar —sugirió.

—Olvídalo, no voy a salir con alguien que mi madre me presentó —dijo rodando los ojos y una mueca de desagrado.

—¿Y el del centro comercial? Te divertiste en año nuevo, ¿no? —preguntó la hermana del rubio por fin uniéndose a la conversación.

—Sí, pero solo fue algo de una vez, además, él no sintió atracción por mi —resumió recordando la primera vez que conoció al alfa ojiverde y cómo este le dijo que no era atractivo para él.

—¿Él dijo eso? —preguntó su hermana sorprendida.

—Sip —contestó encogiéndose de hombros tratando de evitar los quijidos de tristeza de su lobo interior.

—Iugh —hizo una mueca de desagrado Eunha, acción que fue copiada por Yoongi.

—¿Y tú sentías atracción por él? —preguntó el omega novio de su hermano.

—No —negó alargando la "O" .

Eres un mal mentiroso. Reclamó su lobo.

"Cállate" le respondió Jimin arrugando su entrecejo.

La hermana y cuñado del rubio lo notaron y ambos copiaron la mueca del ojiazul.

—Oigan, estoy feliz siendo soltero, hago lo que quiera, cuándo quiera, y no tengo que lidiar con el estrés de estar buscando algún regalo para las festividades o preocuparme por contestarle a la misma persona todos los días y tampoco con el estrés de que si uno se molesta, estar adivinando la causa, todo es más sencillo cuando estás soltero —dijo encogiéndose de hombros al dar su opinión sobre las parejas.

—Eso es lo mejor de solteros —concordó Eunha refiriéndose a lo último dicho por Jimin.

—Entonces, ¿qué harás para la boda? No puedes ir solo —Jimin se tensó ante la pregunta hecha por Yoongi.

Un mes atrás le había llegado a su puerta una bonita invitación blanca con tonos rosa pastel para una boda de nada más y nada menos que la de su ex alfa con la omega con quién lo engañó.

Jimin se había sentido muy furioso cuando el alfa tuvo el descaro de invitarlo a su boda y utilizando la misma invitación que él había elegido para el que sería su gran día.

Sintió asco cuándo logró distinguir que la invitación era exactamente la misma, solo cambiaba el nombre de aquella omega por quién lo habían cambiado y le habían visto la cara de imbécil durante varios meses.

El rubio creía que era una especie de burla de muy mal gusto, porque vamos, ¿quién invita a su boda a la persona con quién se iba a casar y engañó con alguien más utilizando las mismas invitaciones que habían escogido juntos sin la intención de burlarse? Nadie.

De todas formas, Jimin había decidido asistir a la dichosa boda, no le daría el gusto de verlo mal, él iría y demostraría que estaba perfectamente bien sin aquel patán.

—La boda es en 8 meses —respondió desinteresado.

—Y te estás descuidando desde hoy —dijo mirando el aspecto que traía Jimin con su cabello revuelto mientras vestía un suéter de color verde 4 tallas más grandes que la de él, unos bonitos joggers color negro y unos tenis blancos.

—Todos necesitan estar en sus propios asuntos, ¿si? —respondió un poco molesto—. Mi estatus romántico e higiene personal están completamente bajo control —dijo mirando mal a los otros dos omegas—. Así que si me lo permiten, tengo una cantidad obscena de dulces que comprar —dijo mientras sacaba un billete de su bolsillo y lo dejaba sobre la mesa y se paraba de la silla para irse de aquel lugar.